Nueva Revista 048 > Henri Michaux, La ética de la alucinación

Henri Michaux, La ética de la alucinación

Andrés Sahuquillo

De la vida y obra de Henri Michaux, autor que reconoce una característica común en los estados alucinatorios: los filtros de los que la mente se sirve en su estado ordinario para estructurar sensaciones.

File: Henri Michaux, La ética de la alucinación.pdf

Referencia

Andrés Sahuquillo, “Henri Michaux, La ética de la alucinación,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/974.

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Title

Henri Michaux, La ética de la alucinación

Subject

De otras lenguas

Description

De la vida y obra de Henri Michaux, autor que reconoce una característica común en los estados alucinatorios: los filtros de los que la mente se sirve en su estado ordinario para estructurar sensaciones.

Creator

Andrés Sahuquillo

Source

Nueva Revista 048 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Language

es

Type

text

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de otras lenguas Henri Michaux La ética de la alucinación [ Andrés Sahuquillo ] enri Michaux nació en Naminio de lo divino. Su reacción ante mur, Bélgica, el 24 de mayo esa especie de mecánica espiritual es Hde 1899, donde pasó una de fascinación y recelo. infancia y adolescencia retraída y lecA partir de entonces, escribe y putora. blica una serie de libros donde su peA los 20 años abandonó sus estuculiarísimo estilo alcanza la madurez: dios de Medicina y se embarcó en un Viaje a Gran Garabaña, Entre centro y mercante hacia Suramérica. Dos años ausencia (1936); Plume, seguido de después vuelve a la detestada Bruselas Lejano interior (1938), En el país de la y la lectura de Lautréamont le incita a mapa (1941), Meidosems (1948), La escribir. En 1924 se instala en París. vida entre los pliegues (1949) y Frente Del Surrealismo sólo le atrae la pintua los cerrojos (1954). ra, Paul Klee en especial: el descubriLlevó siempre una vida retirada, miento de una plástica que no se lilejos de cafés, cenáculos y escuelas limita a copiar la realidad le conmocioterarias. En 1937 fue redactor jefe de na profundamente. En 1927 publica Mermes, revista dedicada a estudiar las Quién fui en la N.R.F. Esto no es relaciones entre religión, espiritualiLiteratura, protestan algunos, y Midad y poesía. chaux está pronto a darles la razón; el En 1948 su mujer había muerto a concepto tradicional de poesía le pacausa de muy graves quemaduras. rece narcisista y vacuo. Fruto de sus Michaux escribe entonces sus páginas viajes por América y Asia son Ecuador más desgarradas. Durante largos perí(1929) y Un bárbaro en Asia. El cosodos deja la escritura y se dedica extumbrismo le deja indiferente, los clusivamente a pintar. Muere en viajes son para él una confrontación 1984. con su propio interior. En la India A propósito de sus escritos inspidescubre un pueblo dedicado a la relirados en la mescalina, el escritor degión concebida como posesión y doclaró que a los aficionados a la perspectiva única, pudiera venirles la tenleyéndolo, pero, ¿hay ironía? El viajetación de juzgar en adelante la suma ro se ve acosado y zarandeado por el de mis escritos como la obra de un entorno, pasa por distintos estados de drogado. Bien que lo siento. Perteánimo, intenta adaptarse, pero las renezco más bien al tipo de bebedor de ferencias a un mundo ordinario o a la agua. Jamás licores ni excitantes y, mera posibilidad de un orden que la desde hace años, ni café, ni tabaco, ni imaginación pueda concebir parecen té. Un vino muy de tarde en tarde, y estar ausentes. Lo que sucede, sucede, poco. Tomar y abstenerse, sobre todo por extraño que nos parezca. Eso es abstenerse. La fatiga es mi droga, para todo y así acaba Plume. ¡Fatiga, fatiquien le interese. ga! Entonces, ¿No nos abandonará jamás? El refinado Michaux, como el Cuando Michaux comenzó sus hombre primitivo, vive o sobrevive en experiencias con la mescalina en los un mundo cerrado, amenazante, sin años cincuenta, había publicado ya escapatoria. parte esencial de su obra, cuyo estilo y Nuestro autor reconoce una cacontenido no ceden en extrañeza a la racterística común en los estados aluobra que nos ocupa: ¿un alucinado cinatórios: los filtros de los que la congénito? mente se sirve en su estado ordinario Abramos uno de sus mejores lipara seleccionar y estructurar sensabros, Plume, escrito veinte años antes ciones parecen haber desaparecido y de El infinito turbulento. Tomando la conciencia se ve amenazada por sus una fórmula que continuó en otros contenidos, arrastrada a un mundo volúmenes, éste se compone en gran dual, pendular, discontinuo, maniparte de relatos de viajes imaginarios, queo. Las comparaciones están ausencuya tradición en la literatura occites porque la violencia de la percepdental es milenaria. Pero si Michaux ción las arrincona. Michaux eligió la quiso incorporarse alguna vez al génepoesía, la ciencia de los símiles, para ro, hay que reconocer que su postura expresarse. De tal contradicción sures absolutamente excéntrica. Leyendo gió una obra única, originalísima, una alguno de los viajes de Luciano, de cuyas muestras más significativas Swift, Voltaire o Lem, comprobamos es El Infinito turbulento (1957), que cómo se arman de ironía contra el abocupa un lugar central dentro de la surdo. La inteligencia se sirve de las tetralogía mescaliniana compuesta referencias cruzadas, del contraste y también por Miserable milagro, Paz desproporción con una intención críen los quebrantos y Conocimiento por tica más o menos oculta hacia el los abismos y que forma un conjunto mundo real. En Plume hay humor. integrado de poesía, exploración inteUno puede llegar a reírse a carcajadas rior, descripción, erudición y antronico hasta la crueldad y seco hasta el pología. despego, uniendo imágenes audaces y Excelente pintor y dibujante, sale abstracciones, tono coloquial y arrebaa la caza de visiones que plasma de tado lirismo. La tercera experiencia, manera sorprendente, pero en su viaje cuyo fragmento final ofrecemos, es un de instrucción se ve arrastrado mucho remanso en medio de lo que resulta más allá de donde esperaba. Michaux ser, en sus propias palabras, un misedistingue tres modos de abordar el inrable milagro del que escribió en su finito, sea éste aparente o real: el modo diario más de cincuenta veces: Intolepuro, el modo diabólico y el modo derable, Insoportable. mencial. Un hilo muy fino los separa y Los acostumbrados a la psicodelia las Ocho experiencias que compobobalicona o al misticismo de salón a nen el grueso del libro dan cuenta de lo Aldous Huxley pueden extrañarse todos ellos con una lucidez aterradora, de El Infinito turbulento. Sin embargo, haciendo acopio de todos sus poderes su lectura resulta siempre un renovado de resistencia ante las innumerables placer por su vigor y sinceridad, por trampas de la mescalina, anotándolas, su humanidad a veces extraña, nunca como es usual en él, con un estilo tódeclinante. H