Nueva Revista 044 > Dios, el hijo de María
Dios, el hijo de María
Miguel Veyrat
Reseña literaria de "Dios, el hijo de María" por Pedro Antonio Urbina.
File: Dios, el hijo de María.pdf
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Número
Referencia
Miguel Veyrat, “Dios, el hijo de María,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/860.
Dublin Core
Title
Dios, el hijo de María
Subject
Libros
Description
Reseña literaria de "Dios, el hijo de María" por Pedro Antonio Urbina.
Creator
Miguel Veyrat
Source
Nueva Revista 044 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
mente metafórico y fragmentario de los cuatro textos básicos adoptados por la Iglesia. Pedro Antonio Urbina, Dios, el Hijo de María Sea como sea, un escritor conEdiciones Rialp, s.A. temporáneo, doctor en Filosofía y en Madrid, 1995, 518págs. Derecho y autor de una importante obra literaria que abarca los géneros de la novela, ensayo, poesía y bioara la mayoría de los españografía, ha abordado la ingente tarea les, a pesar de confesarse cade realizar una muy minuciosa lectutólicos e incluso practicanra de los Evangelios, para narrarlos a tes, el conocimiento del Evangelio continuación de manera hermosa y no pasa de ser una brumosa amalgaamena, en el intento de contextualima hecha de recuerdos de homilías zar las cuatro narraciones con la vida más o menos tediosas o de lecturas cotidiana en los tiempos de Jesús. infantiles o adolescentes. Pocos son Si repasamos el cánon tradiciolos adultos que reconozcan haber nal de las Vidas de Jesús, hallarepracticado una lectura seria y consmos, al ceñirnos a los tiempos motante del Nuevo Testamento, pese a dernos y dejando de lado los piadoconstituir la piedra angular del conosos relatos para niños, las escritas cimiento de su propia confesión relipor Papini, Renan, y, más recientegiosa. mente por Saramago, que no han poNo deja de parecer extraño, si se dido sustraerse a los grandes debates piensa que las creencias han fundade su tiempo, ya fueran teológicos o mentado desde siempre los votos o versaran sobre las responsabilidades actitudes más diversas de los ciudacontraídas por la Iglesia fundada por danos, a la hora de decidir sus granJesús de Nazareth con la vida colecdes opciones políticas, sociales o tiva de los hombres en el tiempo que económicas. Acaso nuestros compase escribieron. triotas, a diferencia de otros fieles En el autor últimamente citado, católicos, den por hecho que la fe es de tan alto mérito literario como los algo que se adquiere con el bautismo anteriores, topamos incluso con proy que no es preciso cimentar ni alivocaciones del tipo de considerar a mentar. Y den por mucho menos José un insolidario, poco menos que evidente la necesidad de vivir de un esquirol, por huir a toda prisa modo acorde con ella. O bien acaso de Belén sin avisar al resto de los resulte demasiado difícil, en tiempos padres de niños menores de un año audiovisuales, el lenguaje forzosadel mensaje comunicado por el ángel acerca de las intenciones de HePablo... y, en definitiva, la puesta en rodes. Saramago realizó con toda obra de la Iglesia cuya primera pieevidencia una lectura que se quedra fundara Dios, en la persona de ría desmitificadora de la figura de Pedro. Jesús, a la luz del materialismo hisCon la dispersión de los Apóstotórico, y que resulta blasfema desde les enviados a predicar por el mundo la ortodoxia cristiana. y la Asunción de la Virgen María en Bien. Digamos que Pedro Antocuerpo y alma al cielo, cierra Urbina nio Urbina, al contrario, ha puesto su trabajo y con él su propósito de por escrito el fruto de la lectura conofrecer a los lectores en lengua espatinuada de los Evangelios a lo largo ñola aunque no resulta difícil augude más de cuarenta años, a la sencirarle un porvenir de abundantes tralla luz de la fe en la Encarnación de ducciones un acceso reposado, sinDios en una Virgen y en sus ensecrónico, bello y ortodoxo, pero sobre ñanzas posteriores a los hombres, todo necesario por las razones que respaldada por amplios conocimienexpusimos al principio, a los textos tos científicos en teología y filosofía, fundacionales de la fe cristiana. y poniendo en juego su habilidad en Miguel Veyrat. el trabajo de escritor. La enorme provocación de Urbina residiría a nuestro juicio en el título, que varía F. Fernández (coord.), sutilmente el sentido tradicional de El espíritu de La Rábida las narraciones de la vida de Jesús El legado cultural de don Vicente para ponernos bruscamente ante la Rodríguez Casado propia enormidad del escándalo: Asoc. de La RábidaUnión Editorial Dios, el Hijo de María. Madrid, 1995, 1055 págs. El interés de su obra, aparte de la intensa emoción literaria que proporciona su lectura, consiste en que odos hemos sentido alguna a diferencia de los libros anteriores vez en la vida yo muchas sobre el tema, no finaliza en el moveces la incapacidad de exmento de la Resurrección y Ascenpresar con palabras habladas o essión de Cristo, sino que prosigue critas la emoción o los pensamienhasta Pentecostés, la fundación de la tos que llevamos dentro. Al termiIglesia de Jerusalén, los primeros nar de leer las más de mil páginas milagros realizados por los Apóstode lo que llamo, porque lo es, el liles en nombre de Jesús, el martirio bro de don Vicente, esas sensaciode Esteban, la pasión y acción de nes de impotencia me han venido,