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Pase de modelos de la temporada Otoño-invierno
Manuel Fontán del Junco
Sobre las exposiciones que van a acoger los museos madrileños esta temporada.
File: Pase de modelos de la temporada Otoño-invierno.pdf
Número
Referencia
Manuel Fontán del Junco, “Pase de modelos de la temporada Otoño-invierno,” accessed November 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/710.
Dublin Core
Title
Pase de modelos de la temporada Otoño-invierno
Subject
Pintura
Description
Sobre las exposiciones que van a acoger los museos madrileños esta temporada.
Creator
Manuel Fontán del Junco
Source
Nueva Revista 037 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
co a secas (los paisajistas holandeses, que casi agotan el género). Hay un clásico casi contemporáPASE DE MODELOS neo a los holandeses, pero oriental (el periodo Edo de la cultura japoDE LA TEMPORADA nesa). Hay además dos clásicos de la modernidad: el surrealismo es OTOÑOINVIERNO: una de las llamadas Vanguardias EXPOSICIONES históricas, y el Dalí de 1929 ya es uno de sus representantes más EN MADRID destacados. Y hay doce artistas Por Manuel Fontán del Junco que, con una edad de más o menos cuarenta años, representan de algún modo un cierto contexto artístico de hoy mismo. e algunas, no de todas, El joven Dalí que ha habido muchas, y y la España surreal tan memorables como la Dmuestra de KandinskyMondrian, André Bretón, en uno de los en La Caixa. Un pase sólo a algumanifiestos surrealistas: yo creo nas, las que continuarán abiertas en la futura disolución de la apahasta el próximo enero o febrero. rente contradicción entre sueño y Son: Surrealismo español y realidad en una especie de realiDalí joven, con las que el MNdad absoluta, la surrealidad. ¿FuCARS recoge su propia antorcha tura? Después de visitar Surreade Bretón y el surrealismo lismo español uno tiene la impre(1991); El siglo de oro del Paisasión de que el título es una redunje holandés, en la Thyssen Bordancia, que España es el país sunemisza; Tesoros del arte japorrealista por excelencia, que esta nés, en la Fundación March. Y punta de artistas españoles vivía una muestra de artistas contempoen la surrealidad, en la belleza ráneos, la exposición 40 + ó , convulsa (Bretón). La exposición en el centro cultural Conde Dues gigantesca y exhaustiva: cerca que. de 200 obras de 47 artistas, más las exposiciones organizadas por Cada una a su modo es modéla biblioteca y el centro de doculica en su género. Hay un clásimentación del Reina Sofía, La dos en América: destacan E. Graotra miradala palabra surrealista nell y Esteban Francés). En medio, (fotos, libros, revistas, cartas, mala síntesis de cubismo y surrealisnifiestos, documentos). mo de la escuela de París (Cossío, Bores, Viñes), y el influjo de la Abierta hasta el 9.1.1995, la preguerra civil en tantos artistas. disposición de esta muestra de suLo mejor de esta última parte son rrealismo no es nada surrealista, las Bizarreries de ferial, con guarsino perfecta en su organización dias civiles y barracas de tiro al pedagógica: la primera parte de la blanco, que pinta José Caballero, exposición establece la esencial y que tanto recuerdan al escalpelo presencia hispana en la vanguarpictórico aplicado por George dia: Picasso como precedente, DaGrosz al Berlín de la gran guerra. lí, Miró, Oscar Domínguez. A continuación, el visitante es conducido, atravesando unos arcos, En cuanto al sustrato teórico de sala en sala, al surrealismo por de la exposición: bien por las refeautonomías. Madrid, con el amrencias al Dadá, Freud y la guerra, biente de la Residencia (sobre toa la liberación de restricciones do Buñuel y Dalí), los dibujos de mentales, la apoteosis del collage, García Lorca, Maruja Mallo o el el fotomontaje o los automatismos primer Benjamín Palencia. Pasacomo pruebas de la primacía conmos a la notablemente inferior cedida al subsconsciente, el azar o Logicofobia, un invento de pinel sueño. Las causas y los precetores catalanes (Clavé, Cristofol, dentes se explican bien. Pero vuelCarbonell y otros) furibundamenve a notarse que las exposiciones te en contra de la realidad, a la de las Vanguardias históricas se que consideraban una maquinaria conforman con análisis culturales de hacer bostezar. Pero no tenían más bien unidimensionales y poco el talento necesario para desacrecontrastados, en lo que respecta al ditarla, de modo que sus obras son significado mismo de las Vanlas que menos soportan el plus de guardias: esto se ve en la poca serealidad que les da el estar exriedad con que se muestra la relapuestas. ción entre arte y política. Porque entre las Vanguardias y la hora de la verdad (la guerra) hay más Más: surrealismo aragonés de un parentesco: Dalí consideró (destaca F. Comps), facción surrealista tinerfeña, surrealismo en la la nuestra un episodio de historia diáspora (la semilla de los exilianatural (esos seres ibéricos, entredevorándose en el otoño...). Madrid nocturno, el cubismo en Sin embargo, los carteles didáctiminiatura y en gran formato y las cos se limitan a torpes y tranquiliprimeras premoniciones de surreazadoras contraposiciones (tipo lilismo (Penya Segats, 1926; Apaberadoras utopías versus atropello rato y mano, 1927). Entre 1926 y de libertades). 1930 Dalí expone en la Goemans de París en el 29 el surrealismo Pero esto no quita mérito algupleno, primero de dibujos minuno a esta muestra colosal, que ha ciosos con manchas repentinas supuesto un esfuerzo de presenta(algo explícitamente ensayado ya ción global, en una exposición tepor Odilón Redon antes de 1916), mática, de una realidad (o una suy después algunas de las obras del rrealidad) presentada hasta ahora Dalí más conocido (El hombre inen sus aspectos parciales. Según visible, 192932). La documentaparece, se ha conseguido además ción de apoyo a la exposición recuperar piezas y obras dadas por (cartas, bocetos, libros, fotografíperdidas, unificar un patrimonio as) también es numerosa. disperso e introducir la muestra en los circuitos internacionales (FesDalí definía su actividad artístivales de Viena y Verona). tica como un intento de desacreditar la realidad. Tres, cuatro siDalí joven (19181930), glos antes, innumerables pintores abierta hasta el 16.1.1995, es de los Países Bajos se habían apliigualmente impresionante. Persocado, lenta y pacientemente, a naliza en tres etapas del catalán acreditarla. gran parte del proceso general vanguardista. Desde 19181922, De la minuciosidad, virtud una época que empieza con dibujos de niño y colorismo postimEl siglo de oro del Paisaje hopresionista de temas y paisajes calandés (hasta el 12.11.1995) es apabullante: 79 artistas en la pritalanes, pasa (en 1921 comienza el mera muestra que se ve en España curso en la escuela especial de del género que los holandeses del pintura de Madrid) al contexto XVI y XVII convirtieron en una más internacional del cubismo y el edad de oro de la pintura de paisafuturismo. Entre 192526 está preje. Están todos, de los pioneros a sente la fascinación por Vermeer los clásicos, y hay de todo, de paen los retratos, las preciosidades sisajismo campestre al de ciudad o de tinta y acuarela con escenas del a las marinas. A la pintura holaninvariable, majestuosamente perdesa se la considera como un prefecto en todos ellos, por encima de cedente de la modernidad, lo que las calidades diversas, peores o viene a significar que fue un premejores, de mares, naves, cabacedente del romanticismo y modeñas, desmontes, caminos, puentes, lo del arte burgués: lo que está escenas mitológicas y detalle en el presente en todas sus obras es la dibujo de figuras. La curiosidad ruptura con la perspectiva central son los cuadros de Frans Post y la idea del arte como espejo de (1640 y 1650), Paisaje brasileño la naturaleza, que casi coincide con figuras y Casas en una plancon la invención de la naturaleza tación cercana al río Paraíba, típica en el espíritu europeo del Brasil. Post debió tomarse tan en XVI y el XVII, que el romanticisserio la divisa de Constanjtin Huymo haría radical. La muestra es gens (grabad en vuestro pensaenteramente fascinante, pero desmiento lo que veis, a fin de reprotacan, a mi modo de ver, y aparte ducirlo después con vuestra imadel impresionante Rembrandt El ginación) que se va a Brasil y el puente de piedra con su genial paisaje brasileño parece no afecjuego de luz sobre las copas del tarle casi. Pinta un Brasil holanarbolado, y de otros más conocidizado, pinta paisaje holandés indos como Ruysdael, Claes Bercluso cuando pinta paisaje brasilechem, que en Cacería de ciervos ño: indiferentes a la latitud y a las consigue uno de los más perfectos figuras negroides de los indígenas, primeros planos de detalle, Pieter sus palmeras son abedules, sus Lastman y Adriaen van de Velde. ciénagas parecen pastos como los de las llanuras de Otterlo o Arnhem. Su cielo y su luz son holanLa obra expuesta no ahorra deses. Es improbable que puedan una paradoja y una curiosidad. Esencontrarse cielos como los de ta muestra de paisajismo colectiPost sobre el inacabable Sertão, a vo, ¿no es sorprendente precisalo largo de todo el inmenso Brasil. mente en Holanda, que es sobre todo un país plano? Los países planos tienen, más que paisaje, Delicados touchs cielo. Esto lo saben los holandeses, claro, desde el XVI, desde Tesoros del arte japonés van Gogh hasta los prospectos de (hasta el 22.1.1995). Apenas un KLM. Quizá por eso sea el cielo poco después de que los holandede estos cuadros lo que permanece ses alcancen su momento cumbre, Japón conoce lo que sus historiafluencias extranjeras. Cortadas ésdores consideran una época comtas durante la Edo Jidai, lo aproparable a la Edad Media occidenpiado y lo propio, mezclados, tal...y eso que se da entre princiaprovecharon para estereotiparse pios del XVII y mediados del como típicamente japoneses. El XIX. Entonces es cuando Japón mecenazgo de la época contribuyó cierra sus fronteras y sus contactos a ello. con el exterior (es el llamado sakoku) en una época que se conoceDe modo que lo que se expone rá después como período Edo (anno son sólo objetos exclusivamentiguo nombre del actual centro de te artísticos, sino el tipo de objetos Tokio). Se cierra el país ante la pertenecientes a un mundo en el inestabilidad sociopolítica que las que el arte carece de estatuto de misiones cristianas, que predicaautonomía y es indiscernible de ban la igualdad ante Dios de todos ámbitos de la realidad como los de los hombres, y los comerciantes, la etiqueta, la representación políque la facilitaban en el aspecto tica, la ornamentación la vida. económico, amenazaban con inAsí, espadas e increíbles máscaras troducir en el sistema japonés. El y armaduras. Así, estuches y peresultado en el aspecto que nos inqueñas cajas de escritura decoteresa: autarquía artística y floreradas en laca; fuentes, platillos y cimiento de lo típicamente japocazos para el té en pintura sobrevinés. driada, delicadísimas xilografías, biombos. La ornamentación es primorosa: dibujos de garzas, gruPero el Edo es sobre todo un llas o mariposas, motivos florales período de popularización de la (peonías, camelias, cerezos, hojas cultura antigua. Todo lo que idende arce). Incluso la lluvia es pura tificamos como típicamente japolínea clara. En correspondencia nés realidades designadas por con el espíritu de la época, las palabras como Geisha, kimono o costumbres populares (como las haiku pasa a serlo en este període la serie de xilografías de Hokudo. Si se bucea más, en la procesai, admirado por los impresionisdencia de muchas de esas realidatas europeos) y lo nacional están des se advierte que Japón, como en primer plano: las representaciotodo país, debe a la preservación nes de historias (la historia del de sus esencias tanto como nada, clan Heike), de cuentos (las esceque su historia cultural es la histonas del cuento Genji), de símbolos ria de la recepción generosa de innacionales (el monte Fuji, toda la Ana García Pan, Iluminada Garserie de cuadros con el tema del cía, Roberto González Fernández, teatro popular, el Kabuki) llenan Pilar Lara, Teresa Pajares, Alberto los dos pisos de esta muestra. Reguera, Sergio Sanz, Juan Ugalde, JoanPere Viladecans) hay que Ver una exposición es, como decir algo. En esa medida están en todo el mundo sabe, muy cansado. el patíbulo, en el patíbulo imagiLa visita a ésta es un descanso. La nario de los críticos, que naturaldelicadeza oriental de la época mente es un patíbulo sobre todo Edo no la han perdido los nipones. para los propios críticos, unos seEl comisariado de la exposición es ñores que se caracterizan por lletan refinado como lo que se muesgar tarde, cuando los pinceles ya tra en ella: las salas de la March están secos y los cuadros colgaestán enmoquetadas, y sólo hay dos, y por meterse donde no les una tenue y pacifica luz, apenas llaman. un lustre para destacar delicadamente los delicados objetos exEn crítica de arte está claro lo puestos entre sombras. que no hay que hacer: ni literatura a propósito de plástica, ni operaDoce en el patíbulo ciones sentimentales como alabar o mostrar disgusto. Como esto se hace, y mucho, resulta menos claLa cultura Edo, la pintura horo lo que un crítico debe hacer, landesa, el surrealismo español, pero al menos hay dos cosas que Dalí: todo eso pertenece desde hadebe intentar: mostrar la tendence tiempo al archivo de lo cultucia (Steiner). Tomar partido ralmente valioso. Por lo que hace (Baudelaire). a la crítica, pertenecen al Olimpo de las cosas con las que no vale la pena enfrentarse. El crítico ante Mostrar la tendencia: la tendencia básica y generalizada es ellas es casi un informador trivial, que el arte de hoy quiere ser reaun archivero que da algunas indilista. La dificultad es que a finales caciones orientadoras (o ninguna). del siglo XX resulta difícil saber Mandan los historiadores. qué es lo real. A pesar de lo cual, la tendencia es reconocible. En esPero sobre la obra de doce este caso, según creo, en dos rasgos pañolesas de más o menos cuade las obras expuestas por los parrenta años (Carlos Aquilino, Maticipantes en la muestra 40 + ó . nuel Arcenegui, Caries Gabarro, Primero: mayoría de obras figuradel público ante esta realidad es tivas (4), semifigurativas (3), absexigir a las obras de arte que se le tractas (1) y coloristas (2) sobre ofrecen al menos un valor, que, las conceptuales (sólo 2). Esto dicuriosamente, fue, junto a la mice poco. Más significativo resulta mesis, uno de los primeros desteel segundo rasgo de la muestra: rrados por las Vanguardias moderque lo que había en ella eran exnas: la perfección técnica. Entre la ceptuando el Combinables A de variedad de artistas de la exposiIluminada García, las cajitas de ción 40 + ó todos cumplen este Pilar Lara y las obras de Teresa requisito. Pajares ...cuadros. Tomar partido: me decido por Pero que en una exposición de las obras que presentaba Teresa 1994 lo que haya sean cuadros es Pajares, sus tres... ¿cuadros?: la todo menos obvio. Resalta un asduda aquí significa valor. De los pecto que es el que me gustaría sedoce, es la que rompe los marñalar y con el que voy a tomar cos, en el sentido literal: los de sus partido. Se trata de que, a finales cuadros, sus tres superficies nedel siglo XX, el cuadro la pintura gras y grises. En efecto, fuera enmarcada, o sin marco, pero cirde uno de ellos hay dos pequeños cunscrita parece haber agotado rectángulos negros. Otro está dessus recursos estéticos. Por eso la colgado, apoyado en el suelo. Otro experiencia básica que se tiene en es una superposición de superficualquier muestra de arte contemcies, con marcos ladeados, entranporáneo es que hoy resulta impodo en el cuadro y éste saliéndose sible pintar un cuadro que sea un de ellos. Bueno: ¿y qué? Que en mal cuadro. Esto ocurre porque, sus obras hay una conciencia de desde hace mucho tiempo, la peque lo problemático hoy es el proculiar idea de voluntad artística pio cuadro. Y el cuadro vale aquí que ha alimentado a todas las como un símbolo de la noción Vanguardias históricas que denmoderna de realidad. El cuadro es tro de cinco años serán del siglo la forma artística moderna por anpasado ha querido que también tonomasia, es la figura que encarlo buscadamente malo, lo kitsch, na el modelo sujetoobjeto, con el lo cursi, sea arte: algo artísticaque el hombre se está enfrentando mente bueno, o sea, valioso, o a la realidad desde la invención de sea, musealizable, o sea, sacro. A la objetividad científica y desde finales del siglo XX, la reacción que empezó a conjugar frente al mundo sobre todo la primera perla generalidad, y por eso hay que sona del singular, el yo: pues un inventarles una, buscarles un concuadro es algo limitado que está, texto. En el caso de T.P. creo que como objeto que es, delante de mí, queda claro que el cuadro ha agoque lo contemplo o lo juzgo. El tado sus recursos estéticos, y quecuadro encarna la moderna autoda problematizado el esquema nomía del arte (está separado de moderno de un yo que juzga con los ámbitos vitales y profanos por distancia objetiva objetos perfecsu marco). El cuadro encarna la tamente separados de él. Pero esto transformación del primitivo arte, es justo lo que está pasando en la que era ornamento de lo sacro, en conciencia artística de finales de arte sagrado por sí mismo: su forsiglo, en la que los planteamientos mato manejable lo secularizó, al de la praxis artística moderna eshacerlo independiente de los antitán en crisis y no está nada claro guos lugares de culto las paredes que estén siendo sustituidos por de los templos: frescos, retablos, otros. Por eso, mientras la mayodesde los que se deja transportar a ría de los artistas expuestos son las casas (arte burgués) y a los modernos, la obra de Teresa Pamodernos lugares de culto (los jares está en el contexto sucesor museos), donde ha sido resacralide la modernidad artística, que es zado. el de la instalación. Como las obras de Mario Merz o Joseph Beuys, lo que se rompe en las suLa obra de T.P. problematiza yas es el contexto sujetoobjeto, el principio de realidad en que se porque forman un contexto en el ha apoyado el arte moderno. T. P. que no es fácil seguir diciendo no es moderna. En su caso, uno quién es quién, en el que la distanse encuentra con cuadros que no cia entre objeto contemplado y figuran nada, o que no se sabe qué contemplador está rota (en un figuran, o que ni siquiera se puede happening ¿soy actor o espectadecir que sean cuadros. Si el objedor?). Las obras de T. P. son algo to es confuso, si hay partes del obasí como instalaciones en germen. jeto fuera del objeto, yo, el conHacen pensar: con ellas recordatemplador... ¿en qué relación quemos que el mundo es como una do con él? Las obras de T.P. obligran instalación, y que su realidad gan al juicio reflexionante, que carnavalesca no se deja atrapar en consiste en que lo particular (sus los cuadros que vamos haciendo tres cuadros) no se deja facilde ella. 5> mente subsumir en una celdilla de