El libro del papa

El libro del papa

Libros

Reseña literaria de "Cruzando el humbral de la esperanza" por Juan Pablo II

Antonio Fontán

Nueva Revista 037 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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muerte de Juan XXIII (1963) se había publicado un libro suyo. Pero era un diario espiritual que EL LIBRO reflejaba su intimidad de hombre religioso, que no había sido penDEL PAPA sado ni escrito para el público. Por Antonio Fontán El libro de ahora, Cruzando el umbral de la esperanza, se distingue netamente de los de Título: Cruzando el umbral de la esperanza Guitton y Frossard, en su concepAutor: Juan Pablo II ción, en su estructura y en su misEditorial: Plaza y Janés ma finalidad. Sin embargo, desEditores S.A. Barcelona, 1994 pués de leerlo atentamente y re223 páginas, 2.450 pesetas flexionar sobre él, uno se inclina a contemplarlo como la tercera parl libro del Papa ha sido un te de una trilogía, que habría emacontecimiento editorial de pezado con los de los escritores Edimensiones desusadas. En franceses. Los interlocutores campocos meses habrá varios millobian: Guitton, Frossard, Messori. nes de ejemplares en multitud de Los papas también: Montini, lenguas corriendo por el mundo. Wojtyla. Pero el diálogo con el No es habitual que los Papas eshombre continúa. criban libros o mantengan entrevistas periodísticas destinadas al En el libro de Guitton, Pablo gran público. Los géneros literaVI se proponía dar a conocer el rios de un Pontífice son más bien cristianismo al mundo de aquel las encíclicas, las constituciones momento. Años después de los apostólicas, las bulas y, si acaso, Diálogos, Guitton, en su Dialas homilías o los discursos. rio, lo dice precisamente con esas palabras, puestas en labios Existían, ciertamente, los predel pontífice mismo. En los Diácedentes de los Diálogos con Palogos, Pablo VI hablaba al munblo VI del filósofo francés Jean do del cristianismo y de la iglesia Guitton (1965) y las conversacioy hablaba también a la iglesia, nes del propio Juan Pablo II con evocando su misión y su vocaAndré Frossard (¡No tengáis ción respecto del mundo y de la miedo!, 1982). También a la historia. En las conversaciones con Frossard, Juan Pablo II se didad de maestro universal de los rigía a los cristianos con un grito cristianos o desde el trono pontificio, sino desde sus convicciones y, que había lanzado ya en la plaza por así decir, desde la calle. de San Pedro al tiempo de su elección, y que parece extraído de la declaración conciliar Gaudium et El Papa proclama ante los spes, en cuya redacción Wojtyla hombres en general cuáles son las había tomado parte, como han respuestas que él, Juan Pablo II, manifestado varios distinguidos desde sus propias convicciones y padres conciliares. El no tengáis en el contexto cultural contempomiedo del Papa, que es el título y ráneo, ofrece a las preguntas más la almendra de sus entrevistas con radicales, las que se hace la gente Frossard, es una invitación a la común en materia de religión. Nafortaleza y una palabra de aliento da menos que si existe Dios; si Jepara los cristianos siete años antes sús es Dios; qué es eso de la salde que cayera el muro. Mensaje al vación; por qué existe el mal; por mundo, o un libro para el mundo, qué hay tantas religiones si Dios el de Guitton y Montini. Mensaje es uno solo; en qué se distingue a los cristianos, o un libro para cada fe o confesión de las otras o cristianos, el de Frossard y Wojtyen qué se diferencia de las demás la en el primer tramo del pontificonfesiones el cristianismo. Y ya cado del papa polaco. entre los cristianos, ¿por qué Roma y una autoridad? ¿Existe o no la vida eterna? ¿Qué es eso de rezar que practica y recomienda el Papa? ¿Sirve para algo no sólo rePara el hombre de la calle zar, sino simplemente creer?, etc. etc. El libro de ahora, Cruzando el umbral de la esperanza, es más general y menos ambicioso, o quiLa tarea del periodista ha sido zá más, según las perspectiva deselaborar las preguntas. El mismo de la que se lo considere. Está esdeclara en su presentación que ancrito (y de puño y letra del Papa) te la singular oportunidad de para los hombres de hoy, cristiacomponer con toda libertad un nos o no cristianos, creyentes de cuestionario que el Papa estaba cualquier fe, indiferentes o ateos. dispuesto a contestar, no quiso anSon palabras del Papa. Pero no se darse por las ramas, ni perderse han pronunciado desde su autorien menudencias de iglesia o sacristía. Optó por pedir al Papa resse sienten hijos de Dios, que perpuesta a las interrogaciones que en mite superar el miedo a la vida y el secreto de sus corazones y en a la muerte, a los grandes mistela intimidad de sus conciencias se rios de la existencia personal, del hacen millones de seres humanos, bien y del mal, del mundo y de la cristianos o no, de buena o menos condición humana. Me detendré buena voluntad, que en algún mosólo en un par de cuestiones. mento de sus vidas ven aflorar en el fondo de sus espíritus el por qué y el para qué que no deDe la existencia de Dios jan de acompañar a la existencia a las otras religiones de los hombres. Messori sabe y todo el mundo sabe que esas Si Dios existe o no, es una ingrandes preguntas últimas no esterrogación que implica toda la tán siempre planteadas en todos existencia de cada uno de los los humanos como cuestiones vihombres. No es tan sólo la primevas o punzantes y que la poblara quaestio de la Summa de teoción del globo no se compone de logía de Santo Tomás, donde ocuseis mil millones de Kierkegaards pa ese lugar por razones de sisteo de Unamunos. Pero las pregunma. Es una pregunta global y vitas están ahí, sobre la superficie tal, no meramente intelectual. del planeta y en el seno de la soLas famosas cinco vías del teólociedad humana. go de Aquino, que de un modo u otro no dejan de remontarse a Las respuestas de Juan Pablo Platón, a Aristóteles, a Cicerón y a II son a la vez muy personales y San Agustín, son válidas como de validez general. Empieza recométodo de acceso a una respuesta, nociendo que él mismo y su mipero han de ser vistas dentro de un nisterio son un escándalo y una contexto. En la cultura moderna, provocación. Pero es el ministerio además, resulta que por la senda histórico de Pedro y él lo asume de la hermenéutica el lenguaje como un servicio. No es fácil, pesimbólico a que apelan algunas firo es. Enseguida empiezan las losofías no contradice sus conclugrandes cuestiones en una espesiones, sino que acaba confluyencie de amplio itinerario circular do con ellas. Después, el reconoque va desde la existencia de Dios cimiento de Dios traerá consehasta esa puerta que abre a la escuencias, en las que no hay oporperanza el temor filial de los que do de todos sus capítulos, los dotunidad ni espacio para detenernos cumentos del Concilio. aquí ahora. En los capítulos 13 a 16, siQuizá haya lectores que, al guiendo el hilo de los planteallegar al final, querrían encontrar mientos de Messori, Juan Pablo II todavía algo más en la línea de la habla de otras religiones, por las esperanza que se abre en el últique muestra gran respeto, en el esmo capítulo como un horizonte y píritu del encuentro de Asís. El un destino. Pero parece que el aubudismo es también, desde cierto tor y el entrevistador han pretenpunto de vista dice el Papa, una dido un libro abierto, como la religión de salvación. Pero, a difecultura moderna en que se inscrirencia de la cristiana, su soteriolobe. Juan Pablo II es de seguro gía, punto central o único de su uno de los más grandes pensadosistema espiritual, es negativa. res y profetas eslavos de este Parte de que el mundo es malo y siglo. Dostoievski lo fue del XIX. fuente de sufrimiento. Hay que liHace sesenta años el escritor aleberarse de él. Salvarse es hacermán Karl Adam sacudió muchas se indiferente al mundo. La místiconciencias cristianas y no cristiaca cristiana es justamente lo connas de occidente empezando su trario. El desprendimiento del libro Jesucristo con unas palamundo no es un ñn, sino un medio bras de Aliocha Karamazov. Viepara la unión con Dios y para linen a decir que la gran cuestión berar y transformar el mundo. El es si un hombre moderno, un euislam es monoteísta, igual que el ropeo de nuestros días, puede cristianismo, y su Dios es poderocreer en la divinidad de Jesucristo. so y ha creado el mundo. Pero no El libro de Juan Pablo II responde es un diosenel mundo, un Dios al personaje de Dostoievski con con nosotros. El islam no es una una sola palabra: puede. religión de redención. La traducción española, del El libro del Papa responde a poeta y novelista Pedro Antonio muchas más preguntas y contiene Urbina, es elegante y precisa. Ya, muchas más reflexiones, que en en el acto de presentación del lino pocas de sus páginas están imbro en Madrid, alguien especialpregnadas de la emoción de exmente autorizado la elogió dicienperiencias personales: los jóvenes, do que había servido de ayuda paAsís, el atentado y, como trasfonra la versión a otras lenguas. •