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Manuel Gomez

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“Manuel Gomez,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2610.

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Manuel Gomez

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Nueva Revista 131 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Manuel G?mezTengo sangre valenciana y vasca pero no nac? en ninguno deestos sitios y adem?s me cri? en Galicia. He tenido que abrirlos ojos muchas veces. Fui educado, afortunadamente, en lacreencia de que no hay mayor error que el sabio refr?n espa?olpiensa mal y acertar?s. Vida coniada que un par de chascosno consiguieron cambiar de rumbo. Y llegados aqu? me dedicoa cultivar amigos, amor y el ?ntimo deseo de no tener queempujar y correr tanto cada d?a.LA M?QUINA DEL TIEMPOHe inventado una m?quina para viajar en el tiempo. Por ahora s?lo sirve para ir hacia delante, al futuro.127manuel gómezTodos los cient?icos coinciden en que lo verdaderamentedif?cil es viajar en el tiempo hacia atr?s, viajar al pasado, y enmis investigaciones he visto que es as?. Sin embargo, desplazarse en el tiempo hacia el futuro, aun siendo unproblema de enorme complejidad, es posible.Mi m?quina del tiempo presenta dos versiones. Una parahacer lo que llamo D.T.C. (Desplazamientos temporalescortos) y otra para hacer D.T.L. (Desplazamientostemporales largos)Tengo el orgullo de presentar mi m?quina con la certezade saber que soy el primer inventor de la historia de unam?quina del tiempo. Esto no lo digo s?lo porque notengamos noticia de ning?n hombre que la haya inventadoantes, sino porque tambi?n podemos constatar que en elfuturo tampoco ha existido nadie que la haya inventado.Digo esto ya que nunca hemos recibido la visita de ning?nhombre del futuro, es decir que haya podido viajar del futurohasta por lo menos nuestro tiempo presente.Aunque bien pensado, lo absolutamente cierto es que delo que no tenemos noticia es de que en el futuro se hayainventado una m?quina mejor que la m?a para viajar en eltiempo; es decir, que sirva tambi?n para viajar hacia atr?s.Dicho esto sigue siendo cierta mi airmaci?n de que soyrealmente el inventor de la primera m?quina del tiempo.Esto nos hace constatar dos cosas, la magnitud de losproblemas a los que nos enfrentamos, y la enorme diicultadde viajar al pasado ya que habiendo una m?quina del tiempodesde el a?o 2010, la m?a, y por lo tanto pudi?ndose apoyaralguien en mis investigaciones, no ha habido en el futuronadie que, a?n aprovech?ndose de mi invento, repito, hayaconseguido incorporar el viaje al pasado.128NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempoComo ya he dicho mi m?quina del tiempo presenta dosversiones, las he llamado de la siguiente manera:1?.?SI?2? ?SO?La m?quina SI es para los D.T.C., y la m?quina SO paralos D.T.L.Curiosamente el verdadero problema de una m?quina deltiempo no es tecnol?gico sino conceptual. La tecnolog?a demi m?quina del tiempo es muy b?sica y sencilla, no resideaqu? el problema. Donde he tenido que invertir muchoesfuerzo es en las relexiones sobre el concepto del tiempo.Desde mi punto de vista el tiempo es lineal. Esto ya esuna declaraci?n de intenciones, un aut?ntico punto departida. Las frases del estilo de ?la historia se repite? nohacen m?s que confundirnos. No estamos en ning?n tipode orden c?clico, o siquiera en espiral, donde las cosasvuelvan a suceder. No, el tiempo es lineal y siempre va haciadelante. Cada hombre es un ser hist?rico, dispone de untiempo que le es propio y que vive con una fecha de inicio yotra de inal, tal como vemos en los libros cada vez que sehabla de alg?n hombre que ya ha muerto; por ejemplo: JuanSebasti?n Bach (16851748). Es as? de sencillo, cuandonacemos ya se puede poner una fecha junto a nuestronombre; la otra no se puede poner hasta que morimos.Todos los que han relexionado sobre el tiempo lo hanhecho tambi?n sobre el espacio. Son dos conceptos quehabitualmente se han manejado como estrechamentevinculados. Yo, de entrada, me veo obligado a hacer algunarelexi?n en este sentido, aunque luego veremos que hay queser muy precisos al tratar las relaciones de tiempo y espacio,NUEVA REVISTA 131129manuel gómezya que si se manejan en paralelo, y con poco cuidado, secometen algunos errores de bulto. Moverse en el espacio es algo natural y podemoscomprobar en nuestra propia casa lo f?cil que es desplazarsede un sitio a otro e incluso volver al primero. Vivir dentrodel tiempo tambi?n es algo natural, tan natural que s?lo enfechas se?aladas, por ejemplo un cumplea?os, hacemosalg?n tipo de consideraci?n sobre el paso del tiempo. Ahorabien, moverse en el tiempo regresando, como podemoshacer en el espacio, hasta el momento ha sido imposible.As? pues, repito, hasta la fecha, nadie ha podido ?andarhacia atr?s? en el tiempo. Pero lo interesante aqu? es caer en la cuenta de que el tiempo es lineal. Nos ?movemos?siempre hacia delante, del presente al futuro; este es elmovimiento natural.Si queremos ver a alguien nos citamos con ?l: ?quedamosma?ana a las ocho y diez?. Este simple hecho, que hacemoscon tanta frecuencia, es de una temeridad enorme y a la vezmaniiesta una gran conianza ya que ?las ocho y diez dema?ana todav?a no existen!Los turolenses gritan: ?Teruel existe! Y este grito, que les sale del alma, est? cargado de raz?n: ?Podemos quedarcon alguien en Teruel e incluso podemos ir a Teruel! Terueles un lugar que existe y quedar con alguien en Teruel es algonatural y, sobre todo, posible. (Aunque se haga en muy pocasocasiones. Yo mismo nunca lo he hecho, pero este es unproblema m?o, no de Teruel.) Ahora bien, quedar con alguienen un sitio que no existe es sencillamente absurdo y, por lotanto, cosa de locos.Sin embargo, quedar con alguien a una hora que no existeno s?lo es lo normal sino que es lo que hay que hacer.130NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempoQuedar en el tiempo no es como quedar en el espacio.Aunque solo existe el presente, y no el futuro, coniamos enque llegar?n las ocho y diez de ma?ana. Estamos acostumbrados a ello y una sencilla demostraci?n de este esperarcon tranquilidad el futuro es que existen las neveras.Queremos disfrutar del momento presente, comer hoy, perotambi?n estamos convencidos de que ?ma?ana? es untiempo real y por eso guardamos alimentos en la nevera. Es algo que todos consideramos un comportamiento normal.Perm?tanme una peque?a digresi?n: ?Hasta qu? puntohay que ser previsores con respecto al futuro? Dif?cilrespuesta. Est? claro que cuando vemos que alguien est?muy condicionado para actuar en el momento presente porlo que pueda pasar en el futuro lo consideramos unproblema. Cuando una persona cree m?s reales loshipot?ticos problemas que puedan surgir en el futuro quelas circunstancias del momento presente, esta persona entraen un estado de incapacidad de toma de decisiones quederiva en una incapacidad para disfrutar del momento ques? est? viviendo. As? pues, repito la pregunta: ?cu?nto nosdebe condicionar la previsible existencia del futuro? ?D?ndeest? el l?mite? Una buena respuesta nos la han dado los fabricantes de neveras. Lo que cabe en una nevera es suiciente como previsi?n de futuro. Si vamos a casa de alguien y vemos que tiene cinco neveras llenas dealimentos entendemos r?pidamente que esa persona tieneun problema. Todos los due?os de chalets que a?aden a sunevera normal un frigor?ico horizontal terminan olvidandocu?ntos y qu? alimentos tienen. ?Demasiada previsi?n de futuro! El tama?o de una nevera es una buena met?foraque sirve para medir si la inluencia del futuro sobre elmomento presente se mueve en unos par?metros admisibles.NUEVA REVISTA 131131manuel gómezSi con frecuencia nos caducan alimentos y tenemos quetirarlos pensemos si no estamos en general viviendo de unamanera un poco hist?rica.Pero volvamos al problema de la ?no existencia todav?a?del futuro. En el tiempo, al contrario que en el espacio, lonatural es quedar con alguien en un momento que todav?ano existe. Lo natural es quedar a las ocho y diez de ma?ana.Cuando nos compramos una agenda nos aseguramos de quees para el a?o que viene y no del a?o pasado. ?Nadie necesitaanotarse cosas para los d?as que ya han pasado! Aqu?, lo quees de locos es hacer planes para el tiempo pasado aunquetengamos la certeza de que este tiempo s? ha existido; lonatural es hacer planes para el futuro.El tiempo que no existe todav?a se va creando segundo asegundo y a la vez va desapareciendo segundo a segundo. As?pues, el tiempo es lineal en un permanente acto de creaci?nhacia delante. Por eso nuestra actitud ante el tiempo tieneuna doble manifestaci?n: como los enamorados queremosdisfrutar del presente y no esperar a ma?ana; pero tambi?nnos compramos agendas del a?o que viene ya que es propiode los humanos hacer planes, y los planes se hacenpensando en el futuro. Einstein, para explicar un poco sus consideraciones sobreel tiempo, puso el ejemplo de qu? pasar?a con dos hermanosgemelos si uno viajase a la velocidad de la luz y otro sequedase en la Tierra. La consecuencia es que dejar?an de ser gemelos. Al regresar uno de ellos de su viaje de una?o a la velocidad de la luz encontrar?a a su hermano dieza?os mayor que ?l. Si sales de viaje este a?o 2010 llegar al 2020 te costar? un a?o de tu tiempo a la velocidad de laluz. De aqu? puedo deducir que para Einstein viajar en el132NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempotiempo es posible, pero viajar hac?a atr?s o incluso podervolver al punto temporal de partida es imposible. Por muyr?pido que viajemos en el tiempo, seg?n Einstein, nuncapodremos volver al mismo instante temporal del quehayamos partido. Imag?nense las dimensiones de las diicultades a las que nos enfrentamos. Y si el propio f?sicoalem?n no pudo solucionar este problema, no esperen queyo lo haga; si ?l no pudo yo tampoco, y no pasa nada. Queno aporte m?s luces al problema del viaje al pasado no dicenada en contra de mi inteligencia.(?Me habr?a gustado tanto superar al propio Einstein! Mehe estrujado la cabeza, se lo aseguro, pero no he podido, micerebro no es capaz de comprender el viaje al pasado.Porque si voy al pasado ?adonde voy? Si admito que esto esposible estoy admitiendo que hay una forma especial deexistir, ya que podr?a ir a ?momentos? donde hay hombresque ya han desaparecido, que han muerto. Es decir, habr?aun ?lugar? donde existen los hombres y las cosas pasadas.?Cu?l es ese lugar? No existe. Y si lo admito, ese ?lugar? nopuede ser otro que el mismo tiempo. Una especie de Tiempoabsoluto que existe independientemente de todo y en el quese anclar?an las existencias, cada una en su duraci?n.Existencias limitadas por dos fechas, ni repetitivas ni c?clicassino, podr?amos decir, mantenidas; de tal manera que cabr?aairmar que cada uno en su propia duraci?n existe siempre.La diicultad de pensar en el tiempo sin emplear palabrasreferidas al espacio es may?scula y s?lo lleva a confusiones,pero a la vez se me hace inevitable emplearlas. As? podr?adecir que todos nos movemos sobre el tiempo como si estefuese una regla que en vez de cent?metros tiene segundos yhoras. En esa ?regla? estar?amos todos ?quietos? cada unoen su duraci?n. Viajar en el tiempo ser?a poder desplazarseNUEVA REVISTA 131133manuel gómezpor la regla atr?s y adelante ajenos a la propia duraci?n?pero como ven ya estoy hablando del tiempo como si fueseespacio. De nuevo la mezcla y la confusi?n. Mi cabeza seaturde y rechaza cualquier pensamiento sobre la posibilidadde viajar al pasado como si fuese un calambrazo contra lal?gica. No puedo.)Para Einstein, ?maldito genio!, seg?n mis entendederasde hombre de letras, la clave del viaje en el tiempo esaumentar la velocidad de nuestro desplazamiento en elespacio. Cuanta m?s velocidad adquirimos mayor tiemporecorremos (en menos tiempo). Es decir, podemos llegarantes a un tiempo futuro. Claro est? que hace falta muchavelocidad para conseguir esto. Einstein habla de viajar a lavelocidad de la luz. Fabricar la m?quina que consiga moversea esta velocidad plantea unos problemas t?cnicos enormesy muy caros (en mi actual situaci?n ni siquiera me heatrevido a empezar alguna gesti?n para conseguir inversorespara construir semejante m?quina). Mi invento, por ahora,tiene ambiciones m?s modestas.En las pruebas realizadas he comprobado una cosa sorprendente. La sensaci?n de velocidad aumenta cuantomayor es el desplazamiento. As?, para los D.T.C los viajestransmiten a mis ?crononautas? una sensaci?n de lentitudy hasta de gran lentitud; mientras que para los D.T.L. lasensaci?n, incluso para un desplazamiento de varias d?cadas,es de una gran velocidad. ?Por qu? sucede esto? Es unainteresante pregunta sobre la que relexionaremos m?sadelante.Ahora les voy a pedir que dejen de pensar en el tiempotal como se ve en los relojes; es decir, como unas manillasque van recorriendo una longitud, un espacio que, adem?s,134NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempose representa de forma circular. Pregunt?monos ?qu? es eltiempo? Curiosamente est? pregunta s?lo empieza a estarseriamente presente en la ilosof?a desde hace poco m?s dedoscientos a?os. Kant airm? que el tiempo pertenece a lasubjetividad pura, es una forma donde alojo mi experiencia.Es decir, el tiempo es algo a priori, que no conozco por laexperiencia, sino al contrario: es, junto con el espacio, la condici?n indispensable para que yo tenga experiencia.Para Kant el tiempo es una intuici?n pura que pertenece ala subjetividad pura. (Como ven a Kant le gusta el adjetivo?pura?; hasta tal punto que cuando habla del hombre me dala impresi?n de que tambi?n habla de un hombre ?puro? y no del hombre real. Pero este no es el tema que estamostratando.)A Schopenhauer la percepci?n del tiempo le hace sufrir.Kierkegaard ve al hombre como algo concreto, temporal, endevenir, situado en un modo de ser que llamamos existenciapor un cruce de lo temporal y lo eterno, sumergido en laangustia (Kierkegaard, como ven, maneja muy bien laspalabras importantes y gordas).Nietzsche, creo yo, se hace un l?o con este tema; no es,en teor?a, tan pesimista, ya que pone el acento en el valordel individuo y en la voluntad de vivir. Pero habla de uneterno retorno en el que el hombre se va superando, ?qu?quiso decir? No lo sabemos ya que se volvi? loco.Pero bueno, lo interesante hasta el momento es ver quecada hombre dispone de un tiempo, una duraci?n, y que esaduraci?n tiene mucho de indeinible aunque nos podamosinventar sistemas r?tmicos para medirla. Es m?s, para losil?sofos nuestra capacidad de medir el tiempo no solucionaninguna de las preguntas fundamentales sobre el tiempo.NUEVA REVISTA 131135manuel gómezLas sensaciones de mayor o menor velocidad cuando se viaja en el tiempo tienen su verdadero fundamento en la consideraci?n del tiempo como algo vivo, representadoante la conciencia como una duraci?n, una movilidad. DiceBergson que lo que s? tiene el tiempo es una direcci?n, sonmomentos insustituibles e irreemplazables. El tiempo esalgo s?lo al alcance de la intuici?n. As?, el viajar en el tiempo nos da experiencias que de otramanera no se pueden tener. Todos los que han hecho satisfactorios viajes en el tiempo tienen dos sensaciones contrapuestas. Por un lado les gustar?a explicar a los que todav?ano han hecho un D.T.L. muchas de las cosas que suintuici?n ha percibido con certeza; pero por otro lado sabenque no sirve de nada explicar estas intuiciones que da eltiempo como duraci?n. Estas cosas solo se aprendenviajando y de nada sirve explicarlas. Cada vez que veo aalguien que despu?s de utilizar el SO (viajes de D.T.L.)habla a gente sin experiencia en este tipo de viajes me da unpoco de miedo. El problema es que estas personas no hansabido asimilar bien su viaje, y terminan diciendovaguedades o cosas del estilo de ?vive a tope?, ?aprovechael momento?, sin darse cuenta de que explican m?s sutrauma que su experiencia y, sobre todo, no se dan cuenta deque los que les oyen no saben interpretar lo que dicen.En la literatura se han hecho muchas hip?tesis con losviajes en el tiempo. Es curioso comprobar que abundan m?slos viajes al pasado que al futuro, pero especialmente es sorprendente ver que la gente, en los viajes al pasado, es malrecibida. El que viaja al pasado, seg?n la imaginaci?n de losescritores, y al llegar saluda diciendo ?hola, vengo del futuro?recibe por respuesta una somanta de bofetadas. Por elcontrario, tras hacer nuestro experimento, podemos airmar136NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempoque en el viaje al futuro no se plantea este inconveniente.Nadie recibe con sorpresa ni miedo a alguien que dice ?hola,vengo del pasado?.La sociedad del futuro, m?s avanzada que la nuestra,acepta sin problemas a la persona que llega a ella desde elpasado. Esto ya lo vi claro tras hacer mi primer viaje en eltiempo; me acerqu? con cuidado a un grupo de personas yles salud? ?hola, vengo del pasado?, s?lo recib? comorespuesta una mirada displicente y unas educadas sonrisas.A continuaci?n siguieron charlando de sus cosas; ningunapregunta. As? pues, podemos airmar, como ya he dicho, queno hay problemas de aceptaci?n en los viajes al futuro; sibien se producen otro tipo de problemas, en especial el totaldesinter?s por el crononauta.A falta de poder ense?ar unos planos, ya que no heencontrado a ning?n ingeniero que quiera colaborar, dir?que la m?quina SI (?til para los D.T.C.) tiene forma de silla,y que la m?quina SO (para los D.T.L.) tiene forma de sof?.Gracias a ellas podemos viajar en el tiempo. Reconozco queno son muy r?pidas, ni por asomo se acercan a la velocidadde la luz, pero lo fundamental es que funcionan.Mi m?quina del tiempo, como toda m?quina, necesita depar?metros medibles (en este caso un tiempo espacializadoque se pueda contar) He optado por segundos, minutos,horas... La primera versi?n de mi m?quina del tiempofunciona a tiempo real. Como ya me parece estarescuchando algunas criticas, dir? que en el mundo de lainform?tica se considera un enorme logro que losordenadores hagan sus operaciones en lo que se llamatiempo real. Cada vez que sale un nuevo ordenador yconsigue, por ejemplo, mover unos fotogramas sin retardosNUEVA REVISTA 131137manuel gómezy sin atascarse se nos vende como un avance espectacular.Pues bien, ?mi primera versi?n de la m?quina del tiempo yafunciona a tiempo real!Las sensaciones de los que las han probado son lassiguientes. En primer lugar aburrimiento. Viajar en el tiempoexige no hacer otra cosa que dejar pasar el tiempo, y eso es de una inactividad tan grande que los viajeros al poco departir empiezan a poner caras raras y a rascarse a falta de poder hacer otra cosa. Es tan grande el aburrimiento quela mayor?a de crononautas abandonan al poco de empezar(esto me recuerda que tengo que ser mucho m?s riguroso a la hora de aceptar viajeros y preparar un entrenamientomuy exigente para reducir el n?mero de abandonos). Otrasensaci?n es la ya aludida de la apreciaci?n subjetiva de lavelocidad del paso del tiempo. Los viajeros que han hechoun D.T.L., y aqu? hablo de por lo menos cuatro o cincod?cadas, airman que el viaje se les ha pasado en unsantiam?n. Miran hacia atr?s y no se creen el tiempo queha pasado. ??Cincuenta a?os! pero si parece que fue ayercuando?? Esta opini?n es un?nime.Cuando alguien quiere viajar aconsejo no hacer D.T.L. dem?s de cinco a?os. Un lustro es tiempo suiciente para quetodo cambie y m?s en la vida personal. Si no me creecomp?rese usted mismo cuando ten?a cinco y diez a?os, ?separec?a en algo? quince y veinte a?os, ?pensaba y quer?a lomismo? venticinco y treinta, ?mismo sitio donde viv?a,trabajo, amigos ?hijos!? Parece mentira pero bastan cincoa?os para que todo sea distinto aun siendo nosotros lamisma persona. El viaje en el tiempo es as? de impresionante. Para comprender una vida no valen las descripciones, es preciso contarla, narrarla. Un paisaje sedescribe, aqu? un lago, all? un bosque y al fondo una138NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempomonta?a; basta con esto para hacerse una idea bastanteexacta. Pero para entender a una persona hay que ?contaruna historia! Y en cinco a?os pasan suicientes cosas.Es importante utilizar cada m?quina para el desplazamiento para el cual est? prevista, en caso contrario surgenproblemas. Por ejemplo, a los adolescentes les gusta m?sutilizar la m?quina SO que la m?quina SI. El problema esque s?lo est?n capacitados para hacer D.T.C. Utilizar lam?quina SO para hacer un desplazamiento temporal cortoest? contraindicado y m?s si se hace en una posturaincorrecta, como les ocurre a estos crononautas, que secolocan para hacer sus viajes repanchingados o directamentetumbados. El resultado de un viaje hecho en estas condiciones es terrible. Cuando termina el viaje, el adolescentesale de la m?quina SO en un estado ab?lico y ante cualquierpregunta que se le hace en ese momento s?lo saberesponder ?no s?? o simplemente ?no?.Los adolescentes, al no tener mucha pr?ctica en elmanejo del tiempo, cometen lo que podr?amos llamar?patinazos temporales?, llegando a confundir, porejemplo, los D.T.C. con los D.T.L. Para ellos un a?o sepuede convertir en una medida eterna; simplemente noson capaces de ver su final y se llega a contemplarcualquier acontecimiento que dure un a?o como si ?todala vida? fuese a ser siempre as?. Sin embargo, los adolescentes, tienen a su favor un cierto impulso de apremioal hacer las cosas que hace que el rendimiento de sutiempo pueda ser inmenso. Un D.T.C. de dos meses, porejemplo julio y agosto a los 14 o 15 a?os, puede ser unviaje temporal solo comparable al que una persona mayorhace en cinco a?os.NUEVA REVISTA 131139manuel gómezCasi estamos terminando. Todo mi empe?o nace a partirdel inter?s por la realidad de la vida y, por tanto, de lahistoria. Todos vivimos en un tiempo hist?rico pero no losolemos vivir como tal. No me reiero a que ahora est?npasando acontecimientos de los considerados importantes,sino a la percepci?n de que todo tiempo es nuevo e irreemplazable. La m?quina del tiempo nos da un modo de ser, unaconciencia hist?rica.Yo me puedo mover. Mi tiempo est? destinado a pasarcomo los dem?s. Excluyo lo definitivo. Cada generaci?nde viajeros tiene derecho a decir al principio de su viaje:?No hay derecho! Y tambi?n tiene derecho a decir al finalde su viaje: ?No s? a d?nde vamos a llegar! Dice Simmel:la actualidad es un momento inextenso; no es tiempo,como el punto no es espacio (pasado y futuro s? sonmagnitudes temporales). El pasado ya no es pero estiempo, el futuro no es todav?a pero ser? tiempo; larealidad solo se da en el presente que es un momentoinextenso. Todos nos movemos pensando que somos elculmen de algo, incluso pensando que el motivo de quehaya existido tanto tiempo anterior a nosotros es para queexistamos nosotros con nuestro contexto hist?rico. Es lavanidad a la que tiene derecho cada generaci?n.La vida, vivida subjetivamente, s? se siente como algoreal en una extensi?n temporal. Me muevo porque vivoy la vida siempre aparece referida hacia el futuro. Solopara la vida es real el tiempo. El tiempo ?concluyeSimmel? es la forma de conciencia de aquello que es lavida misma en su inmediata concreci?n que no se puedeenunciar, sino s?lo vivir; es la vida, prescindiendo de suscontenidos.140NUEVA REVISTA 131la máquina del tiempoEl tiempo es la vida sin contenidos y s?lo nosotros lo podemos llenar. Vivir, recorrer lo que nadie antes ha recorrido. Viajar. Hacer.El in del viaje. Podemos airmar que todos los hombresque empezaron este viaje tambi?n lo han terminado, todoslos hombres anteriores a nosotros han muerto. No podemosairmar todav?a, por muy previsible que sea, que todos loshombres que nos van a suceder morir?n. Dice Heideggerque tan pronto como un hombre nace es bastante viejo paramorir; a la inversa, nadie es bastante viejo como para que notenga a?n porvenir abierto. Todos morimos y a cualquieredad, cada uno tiene su duraci?n. La muerte es tan ciertacomo incomprensible.Mi m?quina del tiempo, adem?s de no poder viajar alpasado, tambi?n tiene, ?por ahora!, otra deiciencia: tampocoha conseguido un desplazamiento temporal superior altiempo que va a vivir el viajero. Es decir, que alguien que vaa morir en 2045 si comienza ahora el viaje no consigue llegarm?s all? del a?o 2045. No hay manera. Estoy estudiando elproblema pero no le veo f?cil soluci?n. Porque la muerte esdejar de ser, y yo a?ado que es dejar de ser temporal.Ahora tengo que terminar este escrito y despedirme detodos ustedes. Ma?ana voy a comenzar un D.T.L. especialmente dif?cil y de consecuencias inesperadas. La semanapasada cumpl? cuarenta a?os. Lo celebr? por todo lo alto yestuve muy acompa?ado. Fue un d?a estupendo. Pero ahora,pasado el ruido de la celebraci?n, es ineludible que comienceya este viaje tan importante y para el que por primera vez en mi vida, tengo que reconocerlo, no me siento preparado. Ya no soy el de antes, no tengo las mismas fuerzas ni la mismailusi?n; me encuentro un poco cansado y noto que mi NUEVA REVISTA 131141manuel gómezmirada sobre las cosas est? cambiando. Por momentos, no me importa reconocerlo, tengo miedo.Pero a la vez tambi?n tengo muchas ganas de hacer esteviaje y de ser muy consciente de hacerlo. Esta vez no quieroque el tiempo pase sin que me d? cuenta, me gustar?a tocarcon las manos cada d?a y hasta cada hora. Esto es de lascosas que m?s me animan a emprender el viaje: antes s?losab?a que el tiempo exist?a pero ahora me empiezo a sentirun ser temporal.No s? en qu? d?a, mes y a?o estar?n leyendo este escrito.Espero que por lo menos hayan pasado cinco o mejor dieza?os, y que, por lo tanto, haya terminado el viaje que ahoracomienzo. Si en este momento levantan la cabeza y me venpasar, tambi?n espero que no se encuentren con unapersona muy seria, porque mi temor principal es que traseste viaje aprecie el tiempo en m?s de lo que vale, y ya noadmita bromas en este tema (ni en casi ninguno).Ya ven, hoy comienzo un viaje especialmente complicado.Por favor, recen por m?.Un beso,Mat?as.(Crononauta) 142NUEVA REVISTA 131