Nueva Revista 005 > Los Estados Unidos y Cuba. ¿Qué nos depara el destino?

Los Estados Unidos y Cuba. ¿Qué nos depara el destino?

Mark Falcoff

Análisis de alguno de los factores fundamentales que impiden el establecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

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Mark Falcoff, “Los Estados Unidos y Cuba. ¿Qué nos depara el destino?,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2549.

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Los Estados Unidos y Cuba. ¿Qué nos depara el destino?

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Análisis de alguno de los factores fundamentales que impiden el establecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

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Mark Falcoff

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Nueva Revista 005 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Entrada de Fidel Castro en la Habana (enero de 1959). El propósito de este artículo es analizar algunos de los factores fundamentales que en el presente impiden un reacercamiento entre los Estados Unidos y Cuba, y sugerir adonde es posible que conduzcan. IOS ESTADOS UNIDOS Y CUBA: ¿QUE NOS DEPARA EL DESTINO? Por Mark Falcoff • as relaciones de los EE. UU. con Cuba, mente —quizá inevitablemente— sucedería. L o mejor, la falta de ellas, durante casi Sin la guerra fría, por supuesto, ahora la treinta años ya, ha constituido una de revolución cubana sería un episodio más, olla^riayores anomalías de la historia de la vidado en la historia de las relaciones diplomacia reciente. Es una situación todaEE. UU.Latinoamérica, algo parecido al convía más paradójica a la vista del papel de Cuflicto entre los Estados Unidos y el México ba como la nación latinoamericana más esrevolucionario. La particularidad de Cuba, trechamente alineada políticamente con los por supuesto, fue que su revolución no fue Estados Unidos y, también, la más profunen contra (o incluso principalmente en condamente influenciada por su cultura y el hetra) de los derechos de los inversores amecho de la proximidad geográfica. La revoluricanos sobre los yacimientos del subsuelo, ción de Castro supuso una sorpresa total pasino el papel internacional de una pequeña ra la mayoría de los americanos (y, en su verisla caribeña (o mejor aún, de su dictador y tiente antiamericana, probablemente para sus seguidores). Al introducir lo que podía la mayoría de los cubanos también); todavía haber sido simplemente una cuestión bilamás inesperada fue la entrada de pleno deteral dentro del conflicto mayor entre Esterecho en la alianza soviética, aunque una vez Oeste, Castro se aseguró que el antagonistomada la decisión de oponerse a los Estamo tendría una extraordinariamente larga vidos Unidos en todos sus frentes, esto lógicada propia, y de hecho, tan larga que incluso m hoy, con el declive de la guerra fría, ha tocomunidad política). Este fue el caso respecmado una razón independiente de sus orígeto a la España de Franco y el Portugal de nes. Salazar en los cincuenta y los sesenta, y, más recientemente con Sudáfrica y Chile. Es verdad que, durante muchos años, no Obviamente, la desaprobación no se puede ha existido un consenso real entre los diriejercitar con naciones grandes tan fácilmengentes de la política exterior americana sote como con las pequeñas, pero tal vez valbre lo que hacer con Cuba. Ha habido difega la pena recordar aquí que, incluso así, no rencias de opinión considerables, por ejemhubo intercambio de embajadores entre la plo, en la importancia estratégica efectiva Unión Soviética y los Estados Unidos entre de Cuba, en Centroamérica y en el resto del 1919 y 1933, o entre la República Popular de mundo, y por consiguiente sobre amenaza China y los Estados Unidos entre 1949 y que representa para los intereses america1978. Además de Cuba, los EE. UU. actualnos; intensos debates además sobre los hemente no mantienen relaciones con Libia, chos del auténtico compromiso cubano en Vietnam y Kampuchea; por el contrario, jateatros específicos; y finalmente, si una pomás ha reconocido la «transferencia» de las lítica de «detente» podría no servir mejor los repúblicas bálticas a la Unión Soviética (las intereses americanos que una de aislamientres mantienen «embajadas» fantasmas con to y hostilidad. Washington). Pero el punto importante que un lector de política exterior debe considerar es que esEn el caso de países en desarrollo, el ta discusión tiene muy poco que ver con la asunto de la desaprobación política es una misma Cuba. Al contrario, las preocupaciocuestión particularmente sensible, porque el nes se han resuelto en ideas discrepantes reconocimiento de los EE. UU. casi inevitasobre cómo llevar la política exterior ameriblemente transmite una serie entera de escana —la ruptura entre «liberales» y «conpeciales beneficios comerciales, así como servadores», «halcones» y «palomas», entre intercambios educacionales, misiones de defensores de la «conciliación y el diálogo» ayuda, y así sucesivamente. (En teoría no y partidarios del interés nacional— la cual existe ninguna razón por la cual esto debecomenzó durante la guerra del Vietnam haría ser así necesariamente, pero así son las ce ya más de veinte años y sólo ahora está cosas; es la razón principal por la que muempezando a aclararse. chos países —particularmente países africanos en los que los Estados Unidos no tieHoy, por supuesto, el ambiente en la polínen un interés predominante— se salen de tica exterior de los Estados Unidos se caracla norma al mantener sus misiones en Wasteriza por un grado mayor de consenso del hington). Desde la perspectiva americana, a que ha habido en muchos años. No obstanEstados Unidos ya no tiene menos que uno esté preparado para acredite, no es probable que beneficie a Fidel Casuna razón convincente patar algo más que un frío intercambio de notro. El que ofrezca esperanza para Cuba — ra preocuparse sobre la tas diplomáticas, es mejor no abrir una emcomo una nación y un pueblo— depende, orientación política de bajada en absoluto. por supuesto, de acontecimientos cuyo recualquier país latinoamerisultado no se puede pronosticar actualmenMás aún, en lo que al asunto de la desacano con la posible excepte. El propósito de este artículo es analizar probación política se refiere, la posición de ción de México algunos de los factores fundamentales que Castro respecto al ciudadano americano en el presente impiden un reacercamiento probablemente nunca haya estado más baentre los Estados Unidos y Cuba, y sugerir ja. Por supuesto, en los Estados Unidos Casadonde es posible que conduzcan. tro jamás ha sido auténticamente popular (excepto en los primeros días de su régimen, Antes de enjuiciar las relaciones cubanocuando su ideología verdadera no había siamericanas, para una audiencia española do revelada aún), aunque a través de los podría ser útil comenzar comentando aquí años ha ejercido cierta fascinación en políque en la práctica diplomática americana ticos individuales, figuras de la cultura, peningún país posee el derecho automático al riodistas, y clérigos. Durante los rebeldes reconocimiento. Es cierto que la mayoría de años sesenta, Castro representó la última filos países son de hecho, reconocidos, inclugura antiautoritaria, y, durante un período yendo aquéllos cuyo gobierno es desaprobreve en la década siguiente (cuando «revobado de corazón, por los Estados Unidos (o lucionario» en los regímenes del Tercer Munde todos modos, por una gran parte de su do era el máximo de la moda cultural en los Estados Unidos y en otras partes), Cuba se convirtió en el centro de peregrinaje político. El cambio crucial para Castro no ha sido tanto en el ambiente político de los Estados Unidos —el cual, obviamente, se ha vuelto considerablemente más conservador en los últimos diez años— sino en la idea de Cuba sostenida por la comunidad cultural americana y la intelectualidad liberal, cuyas opiniones se filtran a los medios de comunicación y a las instituciones de gobierno. En una palabra, los aspectos represivos del régimen cubano, son ahora generalmente conocidos, y Castro ya no es objeto de admiración por parte de intelectuales y artistas «progresistas». Su decadencia con este sector clave empezó probablemente con el caso Padilla, que se difundió ampliamente en publicaciones literarias, y continuó con el éxodo del Mariel en 1980, la situación en deCuba, hace ya mucho que se arreglaron con terioro de los derechos humanos en general, sus compañías aseguradoras y han deselas películas de Néstor Almendros (particuchado sus pérdidas. No hay esperanzas en larmente Conducta impropia), la publicación el lobby de corporaciones americanas intede Contra toda esperanza, de Armando Varesadas en reclamar propiedades en Cuba, lladares, y para colmo, la negativa de Caso con ansias de comenzar un negocio allí. Ni tro a seguir el camino de Gorbachov en la tampoco los americanos quieren ni necesitan reforma económica y política. nada que Cuba tiene o produce —ni verduras de invierno, ni las playas, ni la exportaEsta desilusión es evidente en muchas ción más importante antes de 1959, azúcar. áreas: el apoyo, por ejemplo, a Radio Martí La cuota cubana en el mercado americano (y ahora TV Martí) por prestigiosos líderes lihace ya mucho que se ha dividido entre otros berales en la política americana, como los países latinoamericanos y las Filipinas. senadores Edward Kennedy, Christopher Mientras tanto, el azúcar mismo se ha conDodd y John Kerry; el deseo de editoriales vertido en algo parecido a una droga en el mayorquinas en publicar literatura de escriLa particularidad de la remercado mundial, e incluso la compra a los tores cubanos disidentes; un informe muy volución cubana no está en países más o menos favorablemente colocrítico de los derechos humanos en Cuba el ataque a los intereses cados en la política (El Salvador, las Filipipor la organización liberal de izquierdas de los invasores norteamenas) está siendo no obstante reducida a meAméricas Watch, y, recientemente, el análiricanos, sino en el papel dida que el consumo americano continúa sis devastador del juicio del general Arnalinternacional de una pebajando. Y finalmente, Cuba ya no represendo Ochoa en The New York Times Book Ftequeña isla caribeña ta un potencial mercado importante para las view, por Julia Preston. Este artículo, que suexportaciones americanas, ya que su nivel giere que Ochoa fue ejecutado no por tráfide vida es varias veces más bajo que en co de drogas sino por conspirar un cambio 1959, y ha agotado todas las fuentes de crépolítico en Cuba, fue escrito no por un pedito comercial occidentales. riodista emigrado a Miami, sino por la antigua corresponsal de The Washington Post Incluso la base de la Navy en Guatánamaen Centroamérica, y publicado en lo que cono es necesaria para los Estados Unidos, ya rrectamente es considerada como el órgaque en principio se construyó para abasteno de la izquierda intelectual en los Estados cer un tipo de navio que ya no existe, y con Unidos. toda probabilidad será abandonada, esté o no Castro, cuando el tratado existente expiSi el ambiente político e intelectual es re en el año 2000 (al extremo que Guantánadesfavorable para Castro, así, también, lo es mano se podría ver adicionalmente como el económico. La mayoría de las compañías una base desde donde proteger los accesos w americanas que perdieron propiedades en al Canal de Panamá, que, también, será megún futuro, y probablemente no lo tengan, nos relevante después del año 2000, cuanal menos tan lejos como podemos ver en el do el Canal y su zona adjunta se devuelvan presente. Ciertamente éste será el caso mienen su totalidad al gobierno de la República tras el mismo Fidel Castro esté a la cabeza de Panamá, como lo acordaron los tratados del poder, ya que el dictador —que ahora esCarterTorrijos de 1978). tá alcanzando ese punto en la vida de un El incentivo negativo para «dialogar con hombre cuando debe considerar sus hazaCastro», a saber, el intentar persuadirle pañas— ha llegado a ver su papel histórico en ra que desista de su papel como paladín de términos puramente negativos. En este cala revolución en el hemisferio occidental, del so, es el haber liberado a Cuba de su depenmismo modo está desapareciendo. La razón dencia de Estados Unidos. Una vez aceptaes obvia: Castro ya no representa una amedo esto como un justificante suficiente panaza seria para los intereses americanos en ra todo, no queda nada por discutir. Este por Latinoamérica. La respuesta americana a la ejemplo, es un extracto de un intercambio revolución cubana hace treinta años, fue dicentre Castro y un periodista cubano transtada principalmente por temores políticos, mitido recientemente en la televisión de allí: en este caso, a que ciertas variantes del naPeriodista. «Tal vez pueda decirnos tamcionalismo latinoamericano podrían ser utibién qué condiciones pone Cuba para la norlizadas para los intereses soviéticos en el malización de las relaciones. Ellos no son hemisferio occidental; eso, y la idea de que los únicos que imponen...» la revolución cubana se podría extender a Castro (interrumpe). «No nos importa a nootras partes de la región, de nuevo, con imsotros. Todo es un problema de hipocresía plicaciones importantes en el conflicto Estey una mentira. No hay nada honrado en ello. Oeste. En otras palabras, lo que Washington No nos creemos nada. No esperamos nada temía en 1959 y 1960 no fue Castro, sino el de los imperialistas, no queremos nada de castrismo —la posibilidad de que el impeellos (golpea la mesa una vez). Todos tenerio soviético adquiriera nuevos estados por mos que esperar sólo cosas de nosotros. Tenemos que creer en nosotros mismos.» medio de guerrillas latinoamericanas sustituías del Ejército Rojo. Hoy es fácil ver en Las declaraciones recientes de Castro en qué medida se exageraron estos temores en sus visitas a Ecuador, Venezuela y Brasil suaquel tiempo: pero una lectura atenta del gieren, de hecho, que está volviendo al namanual de la guerra de guerrillas de Ché cionalismo continental latinoamericano del Guevara parecía justificarlas, como también cual se salió con objeto de convertirse en lo hizo las actividades de misiones cubanas marxistaleninista. Esto se debe en parte, sin y centros de espionaje en el extranjero. duda, al colapso de la idea marxista en Europa del Este y su atenuante radical en la Sin los soviéticos, sin embargo, el «casUnión Soviética, pero también representa un trismo» se convierte en nada más que una intento por hallar para sí mismo un lugar doctrina política bastante desagradable (una nuevo en el escenario mundial. Por ejemplo, combinación de personalismo, fascismo, y en Brasil dijo recientemente a los entrevisuna economía de dirección centralizada, altadores de televisión: go parecido al sistema de la Rumania de «Hemos dicho muchas veces que el proCeaucescu) practicado en este caso por el blema número uno de América Latina no es gobierno de una isla caribeña. En cuanto a la construcción del socialismo. El problema la izquierda armada en Latinoamérica, sus número uno en América Latina es la indeperspectivas actuales son algo menos bripendencia y la soberanía de los países latillantes, e incluso si ése no fuera el caso, los noamericanos... Estados Unidos ya no tienen una razón con«Si no unimos nuestras fuerzas... no tenvincente para preocuparse sobre la orientadremos ningún futuro en el año 2000... volción política de cualquier país latinoameriveremos a ser indios... Aunque nos pongacano con la posible excepción de México, el mos trajes, aunque nos pongamos ropa, y único país de la región cuya soberanía Castengamos unas pocas cosas modernas, los tro (por razones propias) siempre ha respeEstados Unidos nos tratan como indios. tado. Cualquiera que esté informado sabe el tipo Todo esto sugiere que las relaciones de de relaciones que los EE.UU. han desarrolos Estados Unidos con Cuba no tienen ninliado con América Latina. Nos desprecian... ni siquiera se acuerdan de nosotros». Esta es la voz de un Fidel Castro joven que pilló a Latinoamérica por sorpresa en 1959, ahora con un filo ligeramente más malévolo, y tan intransigentemente antiamericano como para desechar toda posibilidad de diálogo. La diferencia es significativa; en 1959, a pesar de todas su críticas a los Estados Unidos, solicitaba un ambicioso programa de ayuda económica para la región; hoy aconseja a los latinos que corten sus lazos con los Estados Unidos juntos y creen su propio bloque económico. De nuevo, en el contexto actual éstos no son ideales que con probabilidad vayan a asustar a los Estados Unidos, pero claramente establecen que Castro no desea, y probablemente no el exilio (Huber Matos, general José del Pipueda permitir, normalizar las relaciones no). De hecho, la mera proximidad de la iscon los Estados Unidos. (Como dice el emla a los Estados Unidos, y el fácil acceso bajador Vernon Walters, que ha tratado con que cualquier desertor de alta graduación él frecuentemente: «No tenemos nada que tiene (a los EE.UU.), provee automáticamenquiera; si tuviéramos unas relaciones normate de una ruta conveniente para escapar, la les con él, no sería de mayor relevancia en cual elimina al mismo tiempo la perspectiel mundo que el presidente de la República va de un desafío serio al sistema desde Dominicana»). dentro. Las posibilidades de una versión cubana Por supuesto, el mismo Castro no es eterde la glasnost, bien sea bajo Castro o bajo no^ algún día otro líder cubano estará en su otro líder, son en cualquier caso bastante lugar. Una vez que esto ocurra, ambos países problemáticas. No hay aspectos especiales tendrán que echarle otro vistazo a su relaen la relación cubanoamericana que hagan ción, o mejor, a su «norelación». Pero esto pensar en suave una transición dulce más podría tardar veinte años más; los dictadodifícil que lo que podría ser en otras partes res tienen una duración notablemente larga, del mundo socialista. Considerando, por el y un Castro de ochenta y uno u ochenta y contrario, la situación en Europa Oriental: dos años gobernando Cuba todavía no es, Polonia, Alemania del Este y Hungría no se de ningún modo, algo impensable. Además, convirtieron en países socialistas porque la sucesión establecida —con el hermano quisieran evitar el caer en, digamos, la esde Fidel, Raúl, jefe de las fuerzas armadas fera de la influencia alemana. El punto de la cubanas, el siguiente en la línea por el poreforma allí fue (y es) eminentemente polítider— no inspira mucha confianza en las poco y económico en vez de cultural. El caso sibilidades de aplicarse allí el «pensamiende Cuba está complicado por la incompatito nuevo» de Gorbachov. Esto es así porque bilidad de una reforma política y económise sabe que Raúl es mucho más estalinista ca con el propósito de Castro de indepenque su hermano, y con razón carece de cualLas posibilidades de una dencia total de los EE.UU. quier atractivo político independiente propio. versión cubana glasnost bien sea bajo otro líder, En otras palabras, la única manera que Presumiblemente, la actual línea de suceson en cualquier caso proCuba tiene de preservar su aislamiento de sión se podría romper con algún aconteciblemáticas la influencia americana, es mantener su ecomiento inesperado —un asesinato, o un golnomía de dirección centralizada y su reprepe de palacio—. Pero el mismo Castro obsivo aparato policial. La glasnost, en cualviamente lo ha pensado, y ha tomado prequier forma, amenaza con socavar el sistecauciones para prevenir cualquiera de los ma, que está basado en el racionamiento, la dos. Además, la mayoría de las personalidaescasez, y la disciplina militar; una mayor lides con posibilidad para desafiar su liderazbertad de movimiento es posible incluso que go o están muertas (Camilo Cienfuegos, Ché lleve a un nuevo éxodo de cubanos a los EsGuevara, general Arnaldo Ochoa) o están en tados Unidos. Como mínimo, representa una dad de que la URSS siga eventualmente el amenaza a la moral del régimen, y también mismo camino muchos analistas políticos a la razón fundamental de su misma existenhan comenzado a especular si es posible cia. Una vez comience el progreso, no se que el régimen de Castro se colapse por la puede decir dónde podría parar. Castro refalta total de recursos. Ciertamente, el proconoce el hecho y, desde su estricto punto pio Castro ha sido franco con su pueblo sode vista propio, su rigidez permanente tiene bre las perspectivas severas que afrontarán sentido. en el futuro; al mismo tiempo, ha extendido la posibilidad de una represión intensificaHay otra diferencia por la que Cuba no se da para los disidentes. Por otra parte, la suparece a Europa Oriental, y es la existencia pervivencia política del régimen jamás ha esjusto al otro lado del Estrecho de Florida de tado condicionada por el éxito económico; una comunidad de emigrantes numerosa, de haber sido así, habría desaparecido habien organizada y próspera centrada en la ce tiempo. Por supuesto, nadie conoce con ciudad de Miami y en sus alrededores. En exactitud cuál es el nivel de tolerancia del la prensa americana ha habido recientemenpueblo cubano; ¿se les puede comparar con te mucha especulación sobre el posible paRumania o Corea del Norte? Es un problepel que esta comunidad podría desempeñar ma interesante de ciencia política que lleva en una Cuba postCastro, y de hecho han cira valiosas consecuencias humanas. Uno sóculado incluso algunos informes de que se lo puede esperar que se resuelva pronto, y está formando allí un nuevo gobierno en el para el beneficio del pueblo cubano. A uno exilio (pero con planes para regresar pronto no le gusta la perspectiva de que Castro se a la isla). convierta en lo que ya le ha llamado el ex La mayoría de los observadores considepresidente de Costa Rica, Oscar Arias: «El ran estas expectativas cuando menos preKim II Sung del Caribe». maturas. Ciertamente desde el punto de vista de los recursos económicos, la existenEl porvenir, entonces, de la relación cia de esta comunidad podía ser de bastancubanoamericana es prácticamente el miste importancia en una Cuba postCastro. Pomo de hoy. Si hay un cambio de liderazgo, ne al país en una condición mucho más fao en la naturaleza del régimen (es difícil imavorable que Panamá, Nicaragua o El Salvaginar lo uno sin lo otro), entonces por sudor, en realidad, que la mayoría de los paípuesto, otros muchos factores entrarían en ses latinoamericanos, en el sentido de que juego —la historia, la geografía y la existenpor sí misma podría disponer de un fondo cia de una enorme comunidad cubana en privado para la reconstrucción, en vez de teFlorida del Sur—. Incluso así, la nueva Cuner que competir con Europa del Este, etc., ba —cualquiera que sea su configuración en el Congreso de los Estados Unidos. Tampolítica real— tendría que competir con Pabién tendría una comunidad política bien ornamá, Nicaragua, El Salvador y otros países ganizada en posición de presionar para la de la cuenca del Caribe en el proceso de pérrestauración de al menos la antigua cuota dida de interés norteamericano en toda el Guantánamo ya no es necubana en el comercio de los EE.UU. área. Por lo tanto, la revolución cubana, un cesaria para los Estados drama que alcanzó su punto más alto con Por otra parte, la mayoría de los niños Unidos y con toda probael enfrentamiento nuclear entre las dos grancubanoamericanos no tienen recuerdos de bilidad será abandonada des superpotências, puede terminar evenla isla, y tampoco deseo de regresar allí (extualmente de una forma bastante banal. Pecepto de visita). Por lo tanto la idea de un ro hasta que su protagonista abandone la desplazamiento en masa de la población (o escena, podemos esperar que el futuro de para este asunto, la transferencia de las clalas relaciones cubanoamericanas continuases dominantes) no parece probable. Pero rá en su mayor parte recordando al pasado. de nuevo, Castro no se equivoca al ver su propio régimen amenazado por esta gente, y el mundo de prosperidad que representan, Mark Falcoff es académico de número del American Enterprise Instituí, Washington, D. C., y ex o incluso más, su capacidad obvia para neconsejero del senador Richard Ingar. Ha publicagociar un nuevo entendimiento entre su viedo varios libros sobre asuntos latinoamericanos jo país y uno nuevo. y colabora en los principales periódicos y revistas de los Estados Unidos. Fue consultor de la A la luz de la reducción reciente de la ayuComisión Kissinger sobre Centroamérica. da de Europa Oriental a Cuba (y la posibili