Nueva Revista 005 > 1989, La revolución de la libertad

1989, La revolución de la libertad

Javier Tusell

Sobre los cambios producidos en torno a la historia del mundo, la desaparición de la política mundial configurada en 1945.

File: 1989, La revolución de la libertad.pdf

Referencia

Javier Tusell, “1989, La revolución de la libertad,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2548.

Dublin Core

Title

1989, La revolución de la libertad

Subject

Ensayos

Description

Sobre los cambios producidos en torno a la historia del mundo, la desaparición de la política mundial configurada en 1945.

Creator

Javier Tusell

Source

Nueva Revista 005 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

La experiencia que está viviendo la humaestá en juego. No es así porque corra peligro, sino precisamente porque desde hace nidad en los últimos años desde 1985 es, meses se está oyendo, a un mismo tiempo, sin duda, apasionante. Sentimos incluso el trompeteo incesante de los que creen que un escalofrío al percibir el latido de la Hisla Libertad es una inequívoca vencedora y la jerga incomprensible de quienes no quietoria tan cerca de nuestra vida cotidiana ren darse cuenta, todavía, de que el porvey al ver desaparecer el escenario habitual nir de la Humanidad camina por esa senda, un sistema que, desde luego, no caracteride la política mundial, tal como fue confizaba al mundo político del Este hasta ahogurado en 1945. ra existente. Un examen de las perspectivas de nuestro tiempo exige el de lo acontecido en la URSS y en la Europa del Este, pero sobre todo una reflexión interpretativa. Los datos del 1989: debate ideológico son lo suficientemente claros, aunque no siempre quieran ser vistos como tales. LA REVOLUCION La crisis es del sistema DE LA Es obvio, por ejemplo, que la crisis de la URSS no es el producto de una transformaLIBERTAD ción de la sociedad que exija súbitamente la adecuación del sistema político a una soPor Javier Tusell ciedad ya cambiada, como sucedió en el caso español en 1975. En la URSS, por el contrario, es el propio sistema político, pero a velocidad de los acontecimientos hatambién social y económico el que ha entrace difícil una reflexión detenida que, Ldo en crisis merced a su pésimo funciona^¿ sin embargo, resulta por completo immiento y al margen de un cambio social que prescindible porque es la esencia misma de también se ha producido. Ha sido la crisis nuestra sociedad y de nuestra política la que del sistema la que ha trasladado el centro de gravedad de la reforma soviética desde la política económica, que constituyó su eje originario, a la política. La «glasnot» tenía como misión incorporar a las masas a los propósitos gubernamentales de mayor eficiencia económica, pero ha producido una multiplicación de los conflictos, principalmente en lo que atañe a las nacionalidades. Mientras tanto, la eficiencia del sistema no ha prosperado en absoluto y el aprovisionamiento se ha deteriorado. Gorbachov no ha demostrado tener un programa coherente y estable sino responder de modo sucesivo a la propia evolución de los acontecimientos. No ha producido una regresión, como a veces se temió, pero tampoco ha satisfecho los deseos de los sectores más decididamente reformistas. El proceso que tiene en sus manos avanza lenta y confusamente, pero no podemos pensar que vaya a obtener necesariamente un éxito a medio plazo. La situación es infinitamente mejor que antes Jean François Revel, del advenimiento de Gorbachov, pero la inestabilidad de un país, que sigue teniendo una sociedad democrática en la que vivimos, 30.000 cabezas nucleares, mantiene un inpero que a veces parecemos haber olvidaterrogante grave sobre la vida de la humado. Lejos de tratarlos como «hijos pródigos» nidad que sería imprudente ignorar. nos debiéramos dar cuenta de su ejemplo, Los nuevos dirigentes de porque son los verdaderos héroes de nuesPero hay motivos para la confianza y por estas Regines de Europa tro tiempo que han conseguido llevar a casupuesto muy superiores a los que se daban bo una fabulosa hazaña. tienen ante sí gravísimos en 1985 cuando llegó al poder Gorbachov. Hasta aquí he procurado, fundamentalproblemas, pero también Lo sucedido en Europa del Este durante el mente, hacer descripción, pero, por supuesuna enorme ventaja sobre año 1989 ha sido una auténtica revolución to, es preciso profundizar en el análisis. PaGorbachov: la claridad del de la libertad. No era tan imprevisible como ra hacerlo conviene empezar por examinar diagnóstico respecto del a veces se ha dicho por la simple razón de las interpretaciones que se han dado en sistema político en que vique en realidad esa Europa central —una nuestro país de tan cruciales acontecimienvían y en los medios de lidenominación mucho más oportuna que detos. brarse de él. cir sólo «del Este»— sólo ha sido comunista merced a la presencia del Ejército soviéLa tortilla tico en ella. Esto explica que, iniciado el derrumbamiento se haya ido acelerando con de Orwell Iel impulso de la información y con el ritmo de lo progresivamente imparable. El comuAl hacerlo, se tiene, de modo inevitable, nismo ha demostrado ser una delgada pelíla sensación de que es necesario recordar cula sobre esas sociedades que se han liaquellas afirmaciones de George Orwell rebrado de él con relativa facilidad, pues los lativas a la impenitente tendencia exculpapropios dirigentes comunistas habían perditoria que los intelectuales del mundo occido la conciencia de su legitimidad. Los nuedental han tenido respecto a los totalitarisvos dirigentes de estas regiones de Europa mos. «Si objetas a una dictadura —escritienen ante sí gravísimos problemas, pero bió— eres un reaccionario, pero si esperas también una enorme ventaja respecto a Gorque una dictadura produzca buenos resultabachov: la claridad en el diagnóstico respecdos, entonces eres un sentimental.» Si te to del sistema político en que vivían y en los quejas del camino que siguen los totalitarismedios de librarse de él. Son intelectuales mos te dirán que «no puedes hacer una torque nos permiten redescubrir los valores de tilla sin romper huevos, pero si preguntas m dónde está ia tortilla, entonces te contestan en el mundo del este y afirmar que la renoque no puedes esperar que todo se consiga vación ya se hizo en el comunismo propio en un momento». Estas exculpaciones no del que habla. Pero esa ruptura de solidaritienen sentido ni tan siquiera lo tiene esa dad da la sensación de inautenticidad y bassupuesta convergencia de sistemas en las ta recordar el «eurocomunismo» para tener que creyeron, en los años sesenta, pensaun testimonio de lo poco en que quedó lo dores tan meritorios como Aron. que por un momento pareció un cambio de cierta magnitud; siempre el comunismo tuLos tres errores del vo como punto de referencia fórmulas surgidas allí y, en definitiva, mantuvo un cierto poscomunismo residual «patriotismo» soviético y unas claras referencias a ese modelo. A fin de cuentas, esPues bien, mucho de eso tas tres fórmulas de elusión lo que merecen ha habido entre nosotros en es, sobre todo, compasión porque el grado la interpretación de lo sucede convicción que proporcionan resulta esdido en el Este de Europa. Es caso. lógico que ésta haya sido la posición de los partidos coLa democracia sin munistas y de sus intelectuales orgánicos que ahora no perestroika sólo pierden el punto de referencia, sino que el de otros No creo, en cambio, que pueda tratarse tiempos parece lo abominacon compasión a otras actitudes. Más bien ble por excelencia. Para ellos lo que las caracteriza es una especie de «tercerismo utópico» consistente en rechazar no la estrategia exculpatoria de sólo el modelo en crisis sino también todos una responsabilidad que es los modelos en general sin proponer uno también propia se ha concrepropio. En España ha habido quien ha detado en tres fórmulas. La pricretado «la venturosa orfandad» de modelos mera es la fuga hacia adelano quien ha decretado con ocasión de la te que consiste en afirmar muerte del modelo comunista la supuesta que el modelo no ha explotadel capitalismo, cuando parece obvio que do todavía sus potencialidauna cosa son las fórmulas concretas en que des. El momento en que pose vertebra la democracia, y otra, algo que día ser creído este argumenparece poco dudoso, que a nada se puede to ha pasado ya desde hace tiempo: si hay Octavio Paz. aspirar para el futuro sin ella. Otra afirmaalgo obvio es que proseguir en el mismo sención frecuente ha sido la de un género de intido un sistema en crisis no llevará más que telectuales de izquierda que dicen que a a un agravamiento de la crisis. La segunda La pregunta sobre el coellos les corresponde en exclusiva ajustar fórmula consiste en pretender que lo que esmunismo no es por qué se cuentas con el pasado y el presente de la tá haciendo Gorbachov es volver a los oríacaba ahora de pronto, si URSS, cuando la ceguera benevolente en el genes, traicionados por Stalin y Breznev; es no cómo ha podido durar pasado debiera servir de argumento para no decir, en este caso la fórmula exculpatoria tanto tiempo creer a quienes fueron devotos de esas fórconsiste en una fuga hacia atrás. Pero eso, mulas políticas. Se ha asegurado que los como ha escrito Octavio Paz recientemenpueblos del Este de Europa han sido víctite, son delirios que demuestran el fundamas de su propio sistema y del nuestro, comento religioso de esta actitud, pues, como mo si la decisión de defenderse y la «guerra toda heterodoxia, se basa en un retorno a fría» hubieran endurecido a los regímenes la fe primitiva. «Gorbachov somos nosotros» comunistas al considerarlos como enemiha dicho algún comunista español antes de gos, cuando sus características dependían que empezara a cambiar su imagen en los por el contrario de la filosofía política en que medios de comunicación. Eso no es mucho, se fundamentaban. Incluso se han oído afirpero, además, cualquier historiador sabe maciones tan extraordinarias como la de que no es la fe primitiva del comunismo. La que la existencia del comunismo ha servitercera fórmula consiste en la fuga en diado para que hubiera una tensión hacia la jusgonal, como el alfil del ajedrez, en eludir ticia social, sin que ella pueda ser considecualquier responsabilidad con lo sucedido rada como un producto de la propia demomo puede sufrir tan sólo un eclipse parcial cracia. En fin, han existido patrocinadores y, por si fuera poco, siempre será, por desgracia, una tentación por mucho que la liberde una «perestroika» para Occidente cuantad sea una aspiración indeleble del ser hudo la realidad es que la democracia es la mano. Por ello, siempre será necesario deapertura perpetua a los cambios, y que los fenderla. Revel ha indicado precisamente regímenes mineralizados son precisamente los comunistas; la posibilidad de modificaciones es esencial a la democracia que, por eso, no necesita de una «perestroika» que modificara alguno de sus rasgos fundamentales. Todas estas afirmaciones, en realidad, tienen mucho más que ver con las actitudes de quienes las enuncian y con una cierta voluntad de autoflagelación característica del intelectual occidental que con la realidad de los hechos. De Fukuyama Ia Revel Al tratar de aproximarse a ella parece inevitable hacer referencia al conocido artículo de Francis Fukuyama que tan espectacular repercusión ha tenido en todo el mundo. Por ello mis comentarios a él van a ser escuetos. Me parece que tiene el suficiente grado de simplificación, de brillantez y de verdad como para convocar al debate, al que, por otro lado, también incitan los propios acontecimientos. Si no hubiera publicado su artículo Fukuyama, otro autor hubiera provocado este debate fundamental. Por mi parte, yo opino que algunas de las afirmaciones (como la relativa al fin de la que una de las ventajas que siempre ha tehistoria o al inevitable aburrimiento que senido el totalitarismo comunista ha sido la guirá a la difusión de una ideología demoderivada de la credulidad occidental respeccrática generalizada) son ingeniosidades pato de él. En definitiva, como más recienteTres estrategias de exculra especialistas que quedan sometidas a mente aún ha recalcado el propio Revel, lo ación que no valen: lálje una inevitable adulteración de su sentido al que la Libertad y la Democracia han conseEi huida hacia adelante, la ser resumidas por la prensa de gran tirada. guido es por el momento, tan sólo una vicfle la fuga hacia atrás y la toria moral e intelectual, no efectiva. Para Quizá el mayor reproche que se puede hade los ^eurocomunistas los estudiantes chinos, por supuesto, eso es cer a Fukuyama es que su artículo es exceque afirman que ya loU^ por completo insuficiente, como lo es para cían ellos sivamente optimista. El año pasado, la modos tercios de la población mundial que vida intelectual en los Estados Unidos consisven en la dictadura y la opresión permanentía en mostrar la evidencia de un declinar del tes. país, de acuerdo con las muy difundidas teCon todo, Fukuyama tiene razón en lo sis del libro de Paul Kennedy. Ahora la senesencial: existe en la actualidad un consensación, merced, entre otros motivos, al artíso ideológico generalizado en la afirmación culo de Fukuyama consiste en decir exacde la libertad y de la democracia como sistamente lo contrario: «Ya hemos ganado». tema ideal de gobierno; las otras fórmulas Sin embargo, esta interpretación es, a la vez, parecen carecer de cualquier prestigio inteinexacta y peligrosa. Es lo primero porque, lectual y de cualquier posibilidad de engende acuerdo con Besangon, en realidad el drar un futuro de prosperidad y, por supuesdrama todavía está ante nosotros sin que esto, de convivencia. No hemos llegado al fitemos seguros del desenlace. El totalitarislo que representaban los regímenes totalitarios. La quiebra del modelo soviético es el definitivo reconocimiento de que los atajos totalitarios no conducen a la utopía sino a un callejón sin salida. A partir de esta realidad podemos reanudar la siempre apasionante conquista de la libertad. Se habría así demostrado de modo palmario que, por utilizar la fórmula de Mario Vargas Llosa, los verdaderos bárbaros de nuestro tiempo son quienes pretenden disociar justicia y libertad para destruir la segunda con el pretexto de llegar más rápido a la primera. Sí, verdaderamente, el año de 1989 nos ha traído el colapso de este palacio de cristal que fue el sueño de los intelectuales del siglo XIX, Lenin es el muerto del año. El comunismo, la gran fantasía de nuestro tiempo, no se está reformando, se está desintegrando. La «perestroika» no es una solución reformista para él, sino una transición hacia la liquidación. Los acontecimientos recientes demuestran de manera fehaciente que no sólo está en conflicto con la libertad siGeorge Orwell. no con la naturaleza humana y con la creatividad. Su fracaso no es sólo político, o sónal de la Historia, pero el sentido de ésta se lo económico, sino de las dos cosas a la vez: nos revela más obvio que nunca. La senda tenemos, pues, la seguridad de que hay una de la humanidad en la época contemporácorrelación entre ambos terrenos como henea conduce desde el Antiguo Régimen a la mos afirmado durante mucho tiempo. Quielibertad. Es una senda peligrosa y larga. En nes están llegando al poder en los países de 1789 nacieron en Francia unos principios reEuropa del Centro y del Este, después del El comunismo, la gran fan volucionarios que sólo comenzaron a llevarcolapso del totalitarismo comunista, no tasía de nuestro tiempo, se a la práctica en torno a 1880; los españoquieren la democracia socialista sino la deno se está reformando, se les tuvimos sufragio universal teórico en mocracia, ni la economía socialista sino, está desintegrando 1890> Pero democracia sólo hace 13 años. La simplemente, la economía. Las mismas fórlibertad, a la que ha acompañado la paz pormulas del «socialismo con rostro humano» que nunca ha habido un conflicto importana lo Dubcek, han demostrado ser transiciote entre potencias democráticas en el siglo nales. Ni siquiera esta penúltima revolución XX, ha crecido a lo largo de la Historia hude la libertad nos trae Europa como una «camana más reciente. Los totalitarismos son sa común» a lo Gorbachov, sino una Eurocorreosos además de crueles, pero esta pepa de las libertades que ya conocíamos, penúltima revolución de la libertad que nos viero de la que a veces, acostumbrados a sus ne del Este parece demostrar que, aunque beneficios, habíamos olvidado sus fundasean angustiosas pesadillas, son también mentos más radicales. Lo que hace falta pasajeros a la larga. El problema no es si el ahora es que nos demos cuenta de que la comunismo está en una crisis radical, es eviLibertad es un bien escaso y frágil y que, por dente que sí. El interrogante debe ser por lo tanto, siempre será necesario defenderqué un sistema detestable ha durado tanto la. La mejor forma de hacerlo (que además tiempo. corresponde a toda una obligación moral) Por otro lado, nunca desaparecerá la conconsiste en que quienes ya la tienen la proflictividad sobre el globo; la democracia vimuevan entre quienes no disponen de ella. ve en ella y le da una solución razonable. Quizá lo que haya sucedido en estos últimos Javier Tusell, historiador, es catedrático de la Universidad de meses es que hemos llegado no al fin de la Educación a Distancia y director de la Fundación Humanismo Historia, sino de la Prehistoria, es decir, de y Democracia.