Nueva Revista 004 > La televisión en Francia

La televisión en Francia

Jean Ferre

Debate sobre la sustitución del actual Estatuto de Radiotelevisión pública. Comparativa con la experiencia francesa en televisión con mala información y buenos programas.

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Referencia

Jean Ferre, “La televisión en Francia,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2462.

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Title

La televisión en Francia

Subject

Club de Debates

Description

Debate sobre la sustitución del actual Estatuto de Radiotelevisión pública. Comparativa con la experiencia francesa en televisión con mala información y buenos programas.

Creator

Jean Ferre

Source

Nueva Revista 004 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

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Language

es

Type

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«Si Gran Bretaña no hubiese contado durante muchos años antes de !a creación LA TV EN FRANCIA de la televisión comercial con un organismo de radiodifusión de servicio público, Por Jean Ferré el desarrollo de ia televisión comercial hubiera seguido un camino muy distinto y los espectadores británicos no serian, como son hoy en mi opinión, los televidentes más privilegiados y mejor servidos del mundo.» Así se expresaba John Hoban, n el mundo político francés de la BBC. en las VI Jornadas de Estureina el consenso sobre un sodio para Antiguos Alumnos de la Univerlo punto: la televisión es mala. En los sonsidad de Navarra, en mayo de 1981 (5). deos de opinión, el público va más lejos: Antes se había referido al monopolio es execrable. Los dirigentes y las vedettes de la BBC, pero matizando que «Gran de las dos cadenas de Estado, Antenne 2 y FR3, cambian como las parejas de baiBretaña tuvo la suene de que esta enorle. Incluso la prensa gubernamental prome responsabilidad fuese puesta en matesta. Una especie de fracaso gigantesco. nos de personas de singular entereza y ¿Por qué? gran sentido de la responsabilidad públiAnte lodo, bay que examinar algunos ca». elementos históricos. En la saga de la teMr. Hoban también aclaró que «los a crisis del monopolio estatal no levisión hay dos épocas distintas: hasta sectores comerciales que esperaban y busdebe ir acompañada de la crisis de la televi1982, y después. caban el tipo de libertad operativa que hasión privada; pero todos los partidos polítibían visto en otros países, iban a quedar cos sea cual sea su ideología conciben acDESDE LOS ORIGENES HASTA 1982 decepcionados porque el canal comercial tualmente a la televisión como un instrufue establecido por el Parlamento bajo el La televisión francesa en sus orígenes era control de una autoridad central que lo mento de propaganda ideológica un asunto de estado. Eso era una consesupervisaria, exigiendo las mismas concuencia del monopolio de las telecomunidiciones y objetivos que se habían imcaciones. Todos los gobiernos pretendían puesto a la BBC» utilizar la televisión, ante todo como insGanó el buen sentido y la responsabitrumento de propaganda. Por razones de lidad. La implantación en Gran Bretaña eficacia inmediata, aceptaban conceder nna gran libertad a los programas (emisiode la televisión comercial no se hizo «a nes de ficción, reportajes, concursos, etc.), la americana». con tal de poder controlar sin discusión la información (telediarlos, debales, entrevistas). El rey es la publicidad Se había establecido con los colaboraEl semanario liberal alemán, «Die dores de las «teles» una especie de gentleZeit», advirtió hace algún tiempo que no men agreement: a cambio de una sumisión todas las empresas periodísticas debían absoluta en el campo de la información, participar en la televisión comercial. Progozaban de una gran libertad en el de los pugnaba una estrecha puerta o control exprogramas. Francia conoció entonces la inhaustivo antes de la concesión de licenformación televisada más estúpida del mundo y unos programas que, a menudo, cias. Argumentaba que ciertos consorcios eran los mejores del mundo. Los prograperiodísticos, con publicaciones sensaciomas dramáticos y los tdefdmes de esa éponalistas y chabacanas de gran tirada e influencia, no eran aptos para tener en sus manos una cadena de televisión. En Estados Unidos, cantidad y variedad de cadenas no significa calidad. Casi todo discurre alrededor del consumo. Incluso los programas informativos, envueltos en una soberbia técnica y en unos gigantescos presupuestos, se conciben al estilo de los «spots» publicitarios. Más que noticias se ofrecen titulares. Estas se destacan en función de su espectacularidad, pero no para formar opinión pública con sentido crítico. Es cierto que el periodismo televisivo norteamericano se enorgullece de su libertad e independenZacarria, «el rey de! sistema es la publicidad». Con el agravante de que a eso hay es cuentan, al menos con un diez por cíenLa televisión francesa no puede esperar que añadirle la poca producción de prolo de obras maestras, lo que representa una nada de la liberalización de las ondas (seis gramas propios: proporción considerable. cadenas, es ya mucho), ni de la multipli«Existe el riesgo concreto de que las cación de las emisores (el territorio nacioprivadas en lugar de producir sus propios nal está bastante bien cubierto), ni de la DESDE 1982 AL MOMENTO ACTUAL programas, compren en el exterior, cosa competencia (las televisiones francófonas que es muy fácil. Y que la televisión pubelgas y suizas están faltas de medios). Los telespectadores están atrapados. Se abolló el monopolio de la programablica, en lugar de mejorar como conseción. Las leyes Flllioud (1982), Léotyrd En el momento en que estoy escribiencuencia del estímulo del sistema privado, (1986) y LangTascal (1988) cambiaron rado, no hay ningún indicio que permita escorra el riesgo de empeorar, de asumir todicalmente los dalos. Autorizaron la exisperar que los programas mejoren. Al condos los defectos de la televisión comertencia de cuatro televisiones privadas (TF trario. La mala reputación de las creaciocial, No producir y comprar fuera taml, La Cing, M6 y CanalPlus) al lado de nes de ficción disuade a los telespectadobién, porque cuesta menos y rinde más las dos cadenas del estado (Antenne 2 y res de sentir curiosidad por ellas. Los proen términos de audiencia. Con el resulFR3U ductores saben por adelantado, que sus tetado, por tanto, de que en lugar de un sislefilmes serán sospechosos. ¿Por qué van En seguida mejoró la información en tema más pluralista, tendríamos un sisa asumir el riesgo de hacer grandes invercuanto a libertad y a diversidad. La intersiones? Aspiran tan sólo a satisfacerse con vención de una emisión diaria de debate tema más cerrado y dependiente de otro resultados mediocres, y encuentran su (veinte minutos), titulada Duel sur la Cing, sistema. De esta manera desembocaríacompensación en la mediocridad de sus espermitió el acceso a los estudios de gentes mos en un sistema de televisión privada fuerzos. desconocidas y de proscritos. Las otras cano pluralista y un sistema de televisión denas Intentaron competir en este esfuerPero hay algo peor. La información, pública que corre el riesgo de convertirse zo de liberalización: una competencia antambién, periclita. Continúa abierta a inen más privado y peor que aquel que llatkonformkta que fue espectacularmente vitados numerosos y diversos. Pero para mamos privado.» (7), saludable. la actualidad le faltan fuentes. Las agenPor desgracia, en el campo de los procias francesas están reducidas a la unidad. gramas se produjo el abandono, la quieSólo subsiste la Agencia FrancePresse. ¿Quién paga la televisión? bra artística e intelectual. Las cadenas Las televisiones, por numerosas que sean, La televisión privada está ya ahí lla—comprendidas las del Estado— que no disponen más que de los mismos teletimando a las puertas de los hogares espaaceptan la ley de la competencia para la inpos a la mismas horas. El resultado es una ñoles, dispuesta a ubicarse en las salas de formación, procedieron como si un acuermonotonía que en su realización es ridicula do licito las retuviera en el campo de los y por su repetición odiosa. estar, preparada para zambullirse en el esprogramas. Las pantallas fueron invadidas Los ayuntamientos han gastado miles de peranzado espectador. Los profesionales por series americanas «de rebajas»: nos millones en instalar redes de cable. En alde la información deberíamos tener una surtimos de los cestos de basura de New gunas regiones, al cabo de un año, menos buena dosis de cautela ante todo este nueYork, declaró el senador Cluzel, especiadel cinco por ciento de la gente que dispovo mundo. No hay que tener miedo, pelista de materias audiovisuales de la Alta ne de un cable a su puerta acepta pagar el ro tampoco se nos debe pedir que seamos Cámara. La mayor parte de los realizadoabono. A los tecnócretas que se interroirracionalmente osados. Sea bienvenido res más célebres vive del subsidio, del degan sobre las causas de este gigantesco fiaset final del monopolio televisivo, pero que sempleo o tienen que aceptar encargos mico, algunos bumorístas les preguntan: «Es no se nos obligue implícitamente a preserables. Se puede decir que una especie de que en el desierto, con los beduinos congonar esa muerte con un ¡viva! al otro sida artístico se ha abatido sobre la creavencidos de que se ha agotado el petróleo, ción audiovisual francesa. ¿se puede tener la idea de venderles una monopolio u ologopolio: el que imponen pipeUne? los espacios publicitarios. Nos pueden obligar a que ofrezcamos programas cor¿Y El PORVENIR? tados por un mismo patrón a fin de conseguir grandes audiencias, único incentiCon palabras de Paul Valéry, se puede J«n ferré es critico de televisión de «Le Figarovo para atraer masiva publicidad. Nos afirmar que «L avenir n *est plus ce qu 7 Magazine». pueden señalar las pautas para hacer unos était». programas informativos donde prevalezca el espectáculo sobre la noticia. Tratarán de convencernos que todo lo que se cía. Pero es independiente del gobierno, mueve es televisión —aunque se trate de no de la publicidad. una banalidad— y lo demás aburrimien«La información de las tres cadenas coto. Programarán ellos, con la idea de que merciales —ACB, NBC y CBS— es tan xiste el riesgo concreto de que las los informativos tienen que ser como similar en contenidos e imágenes que uno «spots» publicitarios. prívodas en lugar de producir sus propios prose pregunta por qué emplean equipos diferentes. Es un ejemplo donde la compeLos profesionales de la televisión inforgramas, compren en el exterior, cosa que es tencia no tiene el efecto saludable que de mativa han de aprovecharse de la nueva muy fácil ella esperábamos: diversidad y mejor catecnología hasta el máximo. Pero no palidad.» (6). ra confirmar aquello de que «el medio es Se ve, pues, cuál es la meta de la teleel mensaje», sino para informar mejor. visión comercial «a la americana» y de la Una programación digna, con cierto niexuberante televisión privada «a la italiavel, amén de bien hecha, nunca será abuna». En ambas, como ha dicho Roberto rrida. La televisión pública y comercial