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Cómo y por qué se desarrollan los pueblos

Carlos Alberto Montaner

Sobre el problema del subdesarrollo en los países latinoamericanos que supone una amenaza para Occidente.

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Carlos Alberto Montaner, “Cómo y por qué se desarrollan los pueblos,” accessed April 23, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2457.

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Cómo y por qué se desarrollan los pueblos

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Ensayos

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Sobre el problema del subdesarrollo en los países latinoamericanos que supone una amenaza para Occidente.

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Carlos Alberto Montaner

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Nueva Revista 004 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Con la vista puesta en los países latinoamericanos, cuya crisis global constituye una grave amenaza para todo el Occidente, el autor aborda el problema del subdesarrollo y pone las cosas en su sitio: «Los recursos naturales no son, como generalmente se piensa, la base sustancial de la riqueza de las naciones. El factor clave es de tipo moral y se corresponde con el carácter, la disciplina y el tesón de los pueblos». Dos ejemplos medulares sirven de base para esta tesis: por un lado la riquísima Argentina, que vive en pleno retroceso desde varias décadas, y, por otro, un pobre enclave como Singapur, que crece constantemente a un ritmo impresionante. Gauchos en la riquísima Pampa. máticas financieras, pero haciendo uso del sentido común y de la capacidad de análisis que había podido desarrollar a lo largo de muchos años como comentarista del COMO Y Wall Street Journal, del New York Times y por último de Newsweek, consiguió concretar una docena de criterios fundamentales que deberían inscribirse en los despachos POR QUE SE de todos los empresarios y hombres públicos que de alguna manera participan destacadamente en el proceso económico. Por supuesto, estoy citando a Hazlitt para acoDESARROLLAN germe a este precedente, y realizar ciertas reflexiones sobre el desarrollo económico. En efecto, ¿por qué, por ejemplo, SingaLOS PUEBLOS pur crece este año nada menos que al 9 por 100, mientras la economía de Argentina proPor Carlos Alberto Montaner bablemente decline varios puntos porcentuales? Una reflexión para latinoamericanos los recursos naturales ace muchos años el gran periodista Y la mención de los dos países que acaHenry Hazlitt escribió un breve libro abo de citar nos lleva de la mano al primer ^^^ titulado Una lección de economía, en elemento que hay que tomar en cuenta paeHíual volcaba una serie de observaciones ra explicarnos el crecimiento y desarrollo de inteligentes sobre cómo se crean las riquelos países, aunque sólo sea para descartarzas, cómo se malgastan y cómo se conserlo de inmediato: los cacareados recursos navan. Hazlitt probablemente no sabía matetremendamente la capacidad de desarrollo. Si Argentina, en los últimos 30 años, se hubiera conducido como Singapur, hoy sería, probablemente, el país más rico del planeta. Las suyas, como las de todas las naciones, son riquezas potenciales, no «habas contadas». A las habas siempre hay que cosecharlas. No obstante su limitadísima influencia, y sólo con el ánimo de eliminarla, empiezo por la riqueza natural, porque se trata del único elemento concreto entre los que determinanan, aunque sea potencialmente, el grado de Intensidad del desarrollo. Pero a partir de este factor, el resto de las causas fundamentales de la prosperidad de los pueblos se inscriben en el territorio de la imaginación. Nosotros no podemos inventar una bolsa carbonífera, o un territorio apto para la siembra de maíz, pero sí podemos crear, con nuestra fantasía, con nuestras emociones, con nuestra inteligencia y con nuestras destrezas, el resto de los elementos que determinan el grado de riqueza que ostentan las naciones. De la conjugación de estos factores, de la suma, la resta y del orden en que se articulan, depende la gradación que obturales. No hay duda de que Argentina es el servamos en el planeta entre los niveles de gigante mejor dotado de América Latina. Todesarrollo que exhiben las diferentes socieda la Comunidad Económica Europea cabe dades y pueblos. cómodamente en su superficie de casi tres millones de kilómetros cuadrados. Los recursos argentinos, su capacidad como país agricultor y productor de minerales, sus inEl marco jurídico finitos pastos, adecuados como pocos para la ganadería, su rica plataforma marina, Pero ¿cuál parece ser entonces el primer sus costas, sus ríos navegables, todo favogran requisito para que sean posibles la rece a la Argentina, y ya sabemos la deseoprosperidad y el desarrollo? Si ya hemos derazonadora situación en la que ese país se sechado los recursos naturales, ¿acaso el encuentra. número de personas educadas sería lo priPero en el otro extremo de la balanza nos mordial? Me temo que no. Y precisamente encontramos con un pequeño enclave, ativuelve a ser Argentina el caso que mejor deEl ingrediente básico en borrado de personas, cuya superficie total muestra el escaso peso relativo del capital la consecución de la prosprobablemente sea menor que la ciudad de humano como causa directa y primordial del peridad es el Estado de Buenos Aires, y sin embargo los singaporendesarrollo, Probablemente no hay pueblo en Derecho y la estabilidad ses, sin petróleo, sin agricultura, sin riqueAmérica Latina mejor instruido que el argenpoHtica e institucwMt zas naturales, triplican la renta per cápita de tino. Casi con toda seguridad no hay gradualos argentinos y mantienen unos niveles de do universitario en nuestro continente mejor prosperidad de rango europeo. formado que los naturales de ese país. V, sin embargo, los resultados están a la vista. No es necesario aducir una docena de Para hallar respuesta a esta pregunta quiejemplos de parecidas características para zá la fórmula más sencilla sea preguntarnos demostrar que los recursos naturales no ¿qué distingue y qué tienen en común las son, ni con mucho, el elemento clave del denaciones más desarrolladas del planeta? sarrollo. Sin embargo, sería necio negar que Evidentemente, no es la raza, porque los sinesos recursos naturales, empleados de una gaporenses y los habitantes de Hong Kong manera correcta por la sociedad, multiplican Argentina: un pueblo privilegiado en ruina. son asiáticos, mientras los suizos y nortease ejecutan y con un marco constitucional, mericanos se inscriben en esa clasificación claro, sólido y al margen de los vaivenes poextraña de «caucásicos». También pudiéralíticos. mos añadir que son ios negros trinitarios, de Es muy sencillo de entender: las actividaTrinidad y Tobago, los ciudadanos que en des económicas no son otra cosa que tranAmérica, al margen de Canadá y Estados sacciones que se realizan y viven en la atUnidos, han conseguido un mayor índice de mósfera del derecho. Se produce, se vende, desarrollo. De manera que debemos rechase compra, se trabaja, se proyecta bajo la zar la raza como condición para escalar los protección de un manto jurídico, de una red primeros puestos del planeta. hecha de leyes justas y de instituciones capaces de administrarlas correctamente. Si Tampoco parece muy aceptable aquella ese fascinante mundo de la imaginación es explicación que hace unas cuantas décadas firme, equitativo y funcional, la atmósfera diera Max Weber sobre el origen religioso de tendrá todos los elementos nutritivos necelas diferencias económicas. En su momensarios para que los demás factores que ento pareció una propuesta acertada e intelitran en juego en el proceso productivo se gente, pero una mirada profunda nos revela conjuguen adecuadamente y generen un que no hay gran diferencia entre los alemamonto creciente de riquezas. Eso, precisanes protestantes y los católicos, y sí la hay, mente, es lo que tienen en común Estados sin embargo, entre los propios católicos del Unidos, Suiza, Alemania, Suecia y cualquienorte de Italia y los del sur. ra de los países que han conseguido un alY es que, probablemente, el primer rasgo to grado de desarrollo económico. que emparenta a las naciones más desarrolladas es de otro tipo: es el jurídico. DigáNo puede olvidarse que el crecimiento es moslo un poco más elaboradamente: el insiempre el producto de un ciclo de ahorro grediente básico en la consecución de la e inversión que se debe suceder ininterrumprosperidad es el Estado de Derecho y la espidamente a lo largo de extensos períodos. tabilidad política e institucional que éste sea No es posible el enriquecimiento fulminancapaz de fomentar. Sólo se puede alcanzar te de la sociedad. Estados Unidos —por ciun alto grado de riqueza si existe un marco tar el caso más conocido— a lo largo del sijurídico adecuado, con leyes que se respeglo XIX, cuando comenzó a asentarse su sutan, con tribunales que velan por el cumplipremacía, creció al modesto ritmo del 2 por miento de las normas, con sentencias que 100 anual. Incluso, el súbito despegue de los que contribuyen a determinar el éxito o el pequeños Países de Nueva Industrialización fracaso de los grupos humanos. Porque, si —los cuatro famosos dragones de Asia—, es el producto de unas cuantas décadas de bien es cierto que el Estado de Derecho es ininterrumpida gestión económica y de estala condición sine qua non, ¿cómo explicarbilidad política, aunque esa estabilidad, en el nos la diferencia que existe, por ejemplo, en caso de Corea, sólo sea parcial y discutible. el grado de desarrollo que exhiben los suizos con relación, digamos, a los italianos? De manera que es el marco jurídico lo que Incluso, seamos más precisos y observemos alienta las transacciones económicas de lenta maduración, porque la confianza en el que dentro de la misma Suiza podemos ver futuro hace posible las ilusiones y concede diferentes niveles de desarrollo entre los los necesarios periodos para que los más cantones alemanes, los franceses y los itacaros sueños de las personas consigan llevarse a cabo. Es tal la mentalidad que llega a prevalecer en el ciudadano que tiene la dicha de vivir en un Estado de Derecho absolutamente consolidado, que no me resisto a relatar una anécdota que me sucedió hace muchos años y que, de forma parecida, también le ha ocurrido a infinidad de cubanos que emigraron a los Estados Unidos. Alguna vez, intentando explicarle a un to® argentinos tienen una de las lianos. Y estamos hablando de un país que azorado norteamericano —que nada entenmejores ganaderías de! mundo. ostenta un marco jurídico común, mas, sin día de cuestiones políticas —cómo la revoembargo, se observan diferencias perceptilución de Castro despojó violentamente de bles entre los distintos grupos que lo forun laboratorio de productos farmacéuticos man. Algo similar pudiera decirse con relaa la familia de mi esposa, empresa que con ción a España. En el norte de España los cagran esfuerzo habían conseguido levantar, talanes y los vascos tradicionalmente han mí apiadado interlocutor me preguntó, sin la tenido un grado mayor de prosperidad que menor dosis de sorna: «¿Y por qué no llamaLos grupos humanos sus conciudadanos andaluces o extremeron a la policía y denunciaron lo que estaba producen y trabajan con ños. ¿Por qué? sucediendo?». arreglo a ciertos valores En aquel momento yo pensé que mi amiEso quiere decir algo bastante obvio que y creencias... Estos varian no suele aparecer en los manuales de ecogo norteamericano era casi un idiota, pero sustancialmente, modifinomía: eso quiere decir que los grupos hucon los años he descubierto que esa reaccando, de paso, la cantimanos producen y trabajan con arreglo a ción no era del todo extraña en una persodad y calidad del trabajo ciertos valores y creencias, y que éstos vana que había tenido el privilegio de vivir perrían sustancialmente, modificando, de paso, manentemente protegida por leyes que no la cantidad y la calidad del trabajo que se cambiaban arbitrariamente y que no estaban desarrolla. sujetas a ese flagelo de la prosperidad, el deHay grupos humanos en los que son muy sarrollo y la armonía que son las revolucioimportantes la seriedad, la puntualidad, la nes. vocación por la excelencia, la curiosidad científica, la capacidad de trabajar en equipo, el orgullo de realizar a conciencia las taCausas morales reas encomendadas y otra docena de virtuosas actitudes. Por supuesto, no todas las El Estado de Derecho constituye, pues, lo personas de esos grupos ostentan las misque pudiéramos calificar de verdadera atmas características, pero sí un número lo sumósfera en la que es posible que germinen ficientemente grande como para determinar el desarrollo y la prosperidad. Sin embargo, el signo final de desarrollo de la comunidad. aun cuando ese marco jurídico sea común a todas las naciones desarrolladas, esa cirAhora bien, esto no implica la menor docunstancia no garantiza por sí misma que sis de determinismo biológico. No me estoy las naciones consigan enriquecerse. refiriendo a los genes, sino a valores que se trasmiten dentro de las sociedades por meExisten, además, causas morales, valores los alemanes o la menos rigurosa de los canismos muy complejos y sutiles, a veces pueblos hispanos— es algo que pertenece asociados con la educación, a veces con la a la entraña misma de eso que llamamos familia, y a veces con la cultura juvenil o con idiosincrasia. El trabajo, la forma en que lo los mitos que sustentan los adultos, y que realizamos, el perfil de nuestro quehacer, es de alguna manera construyen una determiuna expresión tan genuina de nuestra natunada cosmovisión. raleza como los modos que tenemos de diEs una generalización casi banal afirmar vertirnos, las peculiaridades con que expreque los alemanes, los japoneses, los inglesamos nuestras creencias religiosas o con ses o los norteamericanos —que son, a un que nos vestimos. tiempo, alemanes e ingleses, además de otras muchas cosas— son laboriosos y disNo sé si es necesario aclarar que, ante la propuesta de intentar la modificación de nuestros valores para convertirnos en criaturas más productivas, me parecería perfectamente legítimo que se alzaran voces de protesta que expresen su disgusto por estos esfuerzos de cambiar algo tan sustancial e íntimo. Sin embargo, debemos admitir que si nosotros proclamamos nuestro derecho a continuar trabajando de la forma en que lo hacemos, simultáneamente nos vemos obligados a aceptar que el producto de nuestro esfuerzo sea menor, y por lo tanto, nosotros seamos más pobres que los ciudadanos de otras naciones. Pero lo que no podemos esperar es producir de acuerdo con una cierta idiosincrasia complaciente y, al mismo tiempo, pretender (os frutos de quienes producen y crean riquezas con mayor eficacia. Porque no es por suerte o por hurto que hay ciertos pueblos más ricos que otros en el planeta. En líneas generales, las riquezas que poseen son producto de la cantidad y la calidad de io que se produce. El automóvil lujoso, el aire acondicionado, o la vivienSingapur, da confortable son el resultado de un deterciplinados, y que, por el contrario, los latiminado esfuerzo, aunque nuestros trasnonoamericanos carecen de esos rasgos; pechados revolucionarios no se cansen de rero aunque se trate de una generalización un petir que son la consecuencia del robo dotanto vulgar, es probable que estemos ante méstico e internacional. una observación lamentablemente cierta. Y Ese esquema es casi siempre falso. En las si esto resulta ser una correcta apreciación, sociedades prósperas se puede fácilmente no puede extrañarnos que haya una diferencomprobar cómo, aunque aumente el númecia sustancial entre el producto del trabajo ro de ricos, e incluso de millonarios, simulque se genera al norte del Río Grande o a táneamente mejoran las condiciones de visu dramático sur. da de los pobres y de las clases medias, lo Como es inevitable, esta reflexión me lleque quiere decir que las riquezas de los más va a debatir un problema moral de la mayor afortunados no salieron de los bolsillos de transcendencia: ¿hasta qué punto es válido los más pobres. intentar la modificación de nuestros valores Y en el orden internacional se puede decon el objeto de conseguir unos más altos cir exactamente lo mismo. Las naciones niveles de rendimiento laboral y, por lo tanmás prósperas y desarrolladas del planeta to, de acumulación de riquezas? realizan la mayoría de sus transacciones coAl fin y al cabo, el ademán con que se tramerciales entre ellas, mientras todas se debaja —ya sea la disciplinada severidad de Pero ese pueblo, lejos de amilanarse ansarrollan simultáneamente. Incluso, puede te lo que le proponían los cañones del milidecirse que en ese gran circuito comercial tar norteamericano, decidió jugar la carta de el enriquecimiento y el empobrecimiento se la occidentalizacíón y adaptar sus costumhace de consuno, y de consuno también se bres y su modo de producir ai nuevo modeproducen los períodos de crisis. lo de sociedad que, casi por la fuerza, le esPor otra parte, sería ridículo pensar que taban imponiendola riqueza alemana se debe al despojo de Namibia, o la de Estados Unidos al saqueo Cuarenta años más tarde los japoneses de Haití o de México. Ese tipo de razonaya lanzaban la gran reforma de la era Meíji, miento, que supone que los centros capitay cuando despuntaba el siglo, ya habían silistas se han enriquecido a costa de la perido capaces de crear una impresionante maferia subdesarrollada, pertenece a ia más desacreditada mitología tercermun dista, aunque —lamentablemente— todavía es posible escuchar semejante disparate o verlo escrito en papeles que pretenden ser serios y objetivos. La educación Vuelvo al asunto focal de la relación entre valores morales e intelectuales y la capacidad de producción, pero ahora analizándolo desde otro ángulo. Supongamos que una parte sustancial de nuestros ciudadanos decide que sí es necesario entrar en el universo de los valores y modificarlos hasta el punto en que nuestra capacidad productiva sea similar a la de otros pueblos líBolsa de Singapur. deres del planeta. riña, vencedora del imperio ruso, y de apoderarse de una buena parte de! «know how» Hay muchos argumentos para tomar esa de ia época. En 1905 Japón ya había alcandecisión. V uno de ellos pudiera ser el ejemzado el modelo de desarrollo occidental. plo japonés. A nosotros nos admira que ese lo que no podemos esEste ejemplo debe ser tomado en cuenta archipiélago sin recursos naturales y atesperar es producir de acuertado de gente ha logrado convertirse en la por los latinoamericanos, puesto que no podo con una cierta idiosinsegunda economía del mundo, y probabledemos, a un tiempo, admirar la tremenda crasia complaciente y, al mente será la locomotora económica más creatividad y productividad del pueblo japomismo tiempo, prewtender enérgica y poderosa del siglo XXI. Pues bien, nés, y reclamar para nosotros nuestro derelos frutos de quienes proa mediados del siglo pasado, Japón era tocho a no cambiar de actitudes, valores, ducen y crean riquezas con davía un imperio medieval, de lotos, sombricreencias y metas. Una de dos: o es bueno mayor eficacia llas y samurais, movido por pura tracción copiar sin temor el modelo de los pueblos animal. Producían como se producía en avanzados, aunque tengamos que recurrir a Europa en los siglos XIV o XV, y vivían de una especie de cirugía ética, o es perjudicial, no muy diferente manera. Era un país de tray entonces lo que han hecho Japón, Singadiciones milenarias arraigadisimas, con la pur o Hong Kong es censurable. vista puesta en el pasado. Admitamos, como hipótesis de trabajo, que es conveniente y deseable buscar el maPero un día de 1853 el comodoro Perry anyor grado de desarrollo, aunque tengamos cló su flotilla en una bahía del sur de Japón y reclamó la apertura de esos puertos al coque modificar ciertos aspectos de nuestra mercio internacional. Fue una bárbara impoidiosincrasia. En ese caso, lo que hay que sición de Occidente. Fue una terrible violapreguntarse es si esto es posible, y si lo es, ción de la soberanía japonesa. Fue un atrocómo conseguirlo. pello tremendo a la cultura japonesa. Creo que sí es posible lograr la transformación de la conducta laboral de una sociecialdemócratas que proclaman que el objetivo del Estado es procurar un grado mínidad, aunque admito que debe tratarse de mo de bienestar social para la mayor parte una tarea tan larga como difícil. Sin embarde los ciudadanos, y que no vacilan en ingo, hoy sabemos, con toda certidumbre, que tentar corregir mediante leyes y decretos lo es posible enseñar valores y actitudes, y que que ellos consideran que son «distorsiones» para ello tanto la escuela como los medios del mercado? de comunicación pueden ser extraordinaria¿O es preferible optar por una economía mente útiles. Si una sociedad cualquiera lleliberal en el sentido europeo del término, y ga a creer en ciertas cosas fundamentales, en la cual se subrayen las responsabiliday esas creencias se convierten en artículo des individuales, se limite al mínimo la injede fe o en revelaciones casi axiomáticas, serencia del Estado en la vida de los ciudadaguramente tendrán consecuencias en el nos, y se deje al libre mercado todo el juego comportamiento de ese grupo humano. de transacciones económicas, aun a sabienDe manera que aquí sí está muy claro que das de que es posible que en ese proceso el huevo precede a la gallina. Y el huevo es se produzcan desigualdades notables entre la creencia: tan pronto como estemos conlos miembros de la sociedad? vencidos de que el camino más corto y recPersonalmente me inclino a pensar que la to hacia el triunfo es el del cambio sustanopción liberal suele producir un mayor gracial en nuestra escala de valores, de lo que do de riqueza que la socialdemócrata. se tratará entonces es de crear los mecanisComo principio general, me parece que tomos educativos para que esa creencia se do lo que entorpece el libre juego del merconvierta en un modo de comportamiento. cado acaba por ser antieconómico. Sin emPor ejemplo, si nosotros creemos que es bargo, estoy dispuesto a admitir que las soimprescindible la consolidación de un marciedades prósperas, después que han creaco jurídico previo para que la productividad do una cierta cantidad de riquezas, pueden aumente y la convivencia sea pacífica y grapermitirse el lujo de ser menos eficientes, ta, no hay duda de que tenemos que educar con el objeto, a cambio de esto, de proteger ciudadanos respetuosos de las leyes y de los intereses de los más débiles. Sólo que las normas democráticas, ¿Se hace esto en cuando los Estados pobres —por ejemplo, nuestra sociedad? ¿Se educa a nuestros nilos de América Latina— se proponen y se ños y jóvenes en el culto al respeto a las norexigen asignar a los menos favorecidos biemas y en la práctica del ejercicio democránes y prestaciones para los que no existen tico? ¿Se les enseña, desde pequeños, a vorecursos disponibles, se producen la inflatar por cosas simples y a respetar los resulción, el empobrecimiento, la mutilación de tados de la elección? la capacidad de desarrollo de las empresas Como sabemos, la axiología nos enseña y, en consecuencia, se agrava aún más la sique los valores son duales. A cada valor poH atrtoroóvi lujoso, el aire tuación de los pobres. Esa tragedia la hemos sitivo le corresponde uno negativo. Y no pueacondicionado, o la vivienvisto muchas veces en América Latina por de concebirse la pasión por la puntualidad da confortable son resulla manifiesta incapacidad de los demagogos o por el rigor sin aprender a rechazar, simultado de un determinado esy políticos populistas, empeñados en repartáneamente, la impuntualidad o la dejadez. tir una riqueza que aún no ha sido creada. fuerzo, aunque nuestros Todo eso y mucho más tendrían que entrasnochados revolucionaComo todos habrán podido comprobar, ni señarlo en las escuelas y proclamarlo a los rios no se cansen de repesiquiera me he detenido a analizar el modecuatro vientos los medios de comunicación, lo marxista. En 1990, tratar de ponderar sus tir que son la consecuenhasta conseguir que nuestras sociedades se virtudes, tras el colapso de los regímenes de comporten de otro modo, y que de una macia del robo doméstico e Europa del Este y de la tambaleante Unión nera espontánea y natural acaben produinternacional Soviética, me parece una broma de mal gusciendo con mayor eficacia. to, y especialmente ahora, cuando los derroNo obstante, como último epígrafe de estados marxistas admiten el fracaso de su tos papeles, conviene acercarse a lo que quiideología y descubren que la libertad es tamzá se parezca más a una reflexión típicamenbién un componente en la lucha por el dete económica. ¿Qué tipo de organización sarrollo y la prosperidad. económica le conviene más a las sociedades empeñadas en producir más y mejor? Caitos Alberto Monta rter es periodista y escritor. ¿Es preferible optar por los esquemas so