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El teatro sin censura

Luis Núñez Ladevéze

Comparativa de la situación actual del teatro con la de hace veinte años. De cómo con la censura se hacía mejor teatro que sin ella.

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Referencia

Luis Núñez Ladevéze, “El teatro sin censura,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2443.

Dublin Core

Title

El teatro sin censura

Subject

Artes y Letras

Description

Comparativa de la situación actual del teatro con la de hace veinte años. De cómo con la censura se hacía mejor teatro que sin ella.

Creator

Luis Núñez Ladevéze

Source

Nueva Revista 001 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

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ven gracias a la subvención. En l iniciarse el decenio de suma, combinadas ambas oferlos noventa cuenta MaAtas, la comercial y la oficial, la De los veinticinco teatros abiertos al público drid con una veintena de teatros aglomeración urbana de Madrid en la capital de España, una cuarta parte espresuntamente comerciales. Si no llega a reunir una treintena se compara esa relación con la tán subvencionados íntegramente bien por eí de salas teatrales, aproximadacartelera de dos decenios antes, mente el mismo número que haMinisterio de Cultura, bien por la Comunidad hay que lamentar alguna desace veinte años, aunque en la disAutónoma; otra cuarta parte recibe su b ven parición, como la del llorado tribución de la oferta se obserciones indirectamente a través de las compateatro Beatriz. También hay noven algunas variaciones dignas ñías o para la puesta en escena de las obras; vedades felices, pero no se trata de señalarse. de salas sometidas a un régimen <itra cuarta parte representa comedia frivola, De los veinte escenarios que estricto de competencia. Sin duaparentan afrontar el desafio y la última cuarta parte ofrece obras de calida, el Centro Cultural de la Vicomercial de competir con el cidad literaria. El comentarista compara la silla de Madrid y algunos otros esne, la televisión y la nueva intuación actual con la de hace veinte años y se cenarios que se sostienen gracias dustria del vídeo, sólo siete propregunta j>or qué con la censura se hacía mea la representación de compaponen al espectador local y al ñías de teatro nacional, constijor teatro que sin ella. advenedizo —que según la tratuyen una interesante aportadición aprovecha la visita a la ción a la vida teatral madrileña, urbe para actualizar su curiosipero su contribución a la formadad dramatúrgica— una obra de EL TEATRO ción de un ambiente integrado pretensiones literarias, entenen las expectativas del público es Lina Morgan, entre dos chulapo* discutible. En general, se trata ñas, estrella indiscutible de la esSIN CENSURA de representaciones que sobrevicena hispánica. Pur Luis Niiñe Ladevézt era cierta. Incluso cabría supodiendo lo «literario» de manera ner lo contrario, que contra la amplia. Los otros dos tercios de censura había un teatro mejor la programación optan por ta reque sin ella. Entonces, un estrevista, la comedia erótica, el vono del Marat Sade de Peter devil vulgar y otros sucedáneos Weiss, una obra actualmente en entre los que cabe contar el teacartelera, era algo más que un tro infantil. Tal es, a grandes acontecimiento cultural o una rasgos, el tono de la temporada velada teatral, era un desafio, que abre el decenio de los novenuna forma alternativa de conta, en lo referente a Jas artes que gregarse politicamente, de estihace tres milenios instituyeron mular la imaginación y de susTalia y Melpómene para compirar por la democratización; un placencia intelectual y afianzaestreno del Tartufo en versión miento moral de los ciudadanos, de Marsillach, una provocación en esta ciudad habitualmente al gobierno de turno; una repreconsiderada como la capital nasentación de Luces de Bohemia cional dei teatro. o de una obra de Buero ValleHay aigún detalle más que jo, una acusación en clave conprecisar. De las siete obras que tra el régimen. pueden considerarse de calidad Algo se ha perdido, tal vez ese literaria, sólo dos afrontaban al sentimiento de conciliábulo de comenzar el año sin ayuda ofideseo, y de critica de anticipacial del Ministerio de Cultura o ción democratizadora que el teade la Comunidad, la contingentro, pero no sólo el teatro, tamcia de exponerse al juicio del esbién otras actividades intelectuapectador. Las otras, a las que les, entre ellas la aportada por hay que añadir las totalmente la propia critica periodística en patrocinadas por su condición rotativos cuya línea editorial exide teatro municipal o de compagía o anticipaba el tránsito a la ñía nacional, reciben subvenciodemocracia, representaban en el nes de instituciones públicas en panorama cultural de hace veinuna u otra medida. Los precios te años. Pero junto a eso que tal de las entradas varían considevez se haya perdido también hay rablemente. Mientras reírse con algo que no se ha sabido enconJosé Sazatornil en el Alcalá Patrar a pesar de haberse anuncialace en un «divertido vodevil», do y prometido: la creatividad supone un desembolso de dos Lina Morgan baila el tango con el limitada. Lo cierto es que pasacapaz de vitalizar a un público mil pesetas, contemplar el Peer famoso actor Italiano Marcelo Masdos veinte años no aparecieron trolanl. en estado de somnolencia, autoGynt de Ibsen puede costar en los genios ocultos capaces de res y dramaturgos que susciten un teatro municipal la quinta deslumhrar a un público interela atención, que renueven la esparte. La diferencia de precios sado y expectante. Incluso alguapelativo de «calidad», no ofrecena, que despierten la curiosino quita que Sazatornil se mannos de ¡os que entonces tanteacían sorpresa alguna para un dad intelectual y estimulen a la tenga con éxito mientras el clában la fortuna dejaron de escriaficionado de hace veinte años. afición. Los dramaturgos de hoy sico apenas consiga perdurar. bir. Valores ya consagrados coHoy, como entonces, Antonio no son más, ni siquiera distinmo Lauro Olmo o Alfonso SasSazatornil y Lina Morgan, en Gala, Juan José Alonso Millán, tos, de los dramaturgos de ayer. tre desistieron de sus citas con el sus especiales concepciones del Antonio Buero Vallejo son los Pasados más de quince años es espectador. vodevil y del musical, son los grandes nombres propios de la el público quien deambula en busúnicos nombres que, por sí misactualidad. Unicamente la coCon la desaparición de la cenca de los prometidos autores, hoy mos, podrían asegurar por anmediógrafa Manuela María Reisura no se ha producido el promás renuentes a la cita que ayer. ticipado un éxito comercial. na puede considerarse una apormetido resurgimiento del arte También veinte años antes Lina tación en el inventario de valodramático. La descripción, veinLuis Núñez t.adfvéze es catedrática en Morgan triunfaba en la Latina. res surgido en los últimos veinte años después, conduce a conla Facultad de Ciencias de la InformaAl comenzar el año 1990 únicate años. cluir, lamentablemente, que el ción; doctor en Derecho; licenciado en mente Miguel Delibes con su teatro languidece; como mucho Filosofía y en Ciencias de la InformaAl iniciarse el nuevo decenio ción. Se inició como periodista en el obra ya clásica Cinco horas con sobrevive sobre los mismos el teatro ofrece una fisonomía diario El Alcázar, Fue redactor de poMario, en la que la actriz Lola nombres de antaño y, por desmuy distinta de la que cabria eslítica nacional y después de Opinión y Herrera realiza un alarde intergracia, no ofrece síntomas de reperar de las risueñas profecías y critico literario y teatral en Nuevo Diapretativo, es capaz de doblegar generación o de renovación. Hario. Fundador y primer jefe de Opilas aparentemente razonables nión en Diario 16. Entre sus libros fiel desamparo del mercado tembrá que rastrear motivos de diexcusas de quienes atribuyeron guran Crítica del discurso literario porada tras temporada. Por lo ferentes especies para explicar a la intervención de la censura (1973). Lenguaje jurídico ycienciasodemás, los otros autores de un esta pasividad. Uno, sin duda, la responsabilidad de que la cial 11977), Utopia y realidad (l 976), teatro que podría responder al El lenguaje de los media (1979). es que la excusa de la censura no oferta dramática fuera entonces