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Poesía y narrativa en la España democrática

Dámaso Santos

Nos habla sobre la "nueva narrativa española", que brota en reacción contra cierto realismo que apodaron de "la berza" (José maría Guelbenzu, Ramón Hernández, Vázquez Montalbán, Umbral, Jesús Torbado, Vaz de Soto).

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Dámaso Santos, “Poesía y narrativa en la España democrática,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2402.

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Title

Poesía y narrativa en la España democrática

Subject

Especial, 15 años de democracia en España

Description

Nos habla sobre la "nueva narrativa española", que brota en reacción contra cierto realismo que apodaron de "la berza" (José maría Guelbenzu, Ramón Hernández, Vázquez Montalbán, Umbral, Jesús Torbado, Vaz de Soto).

Creator

Dámaso Santos

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Nueva Revista 026 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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experimentales, metalingüísticas propuestas de cambio o reviviscencia en los años setenta, Poesía y narrativa en la cuando cesa de ser algo ineludible comprometer la escritura con la lucha social. la libertad política. Y aunque reposo del gueEspaña democrática rrero, la poesía era dispensada por teóricos pontificales, como Sarlre, de tales servidumbres, Por Dámaso Santos del palenque donde el mismo teórico francés bregó con la novela, el teatro, el ensayo de situación, la nuestra, por la taza y media de las consecuencias de la guerra civil, debía potenciarse de algún modo en ellas. El proceso de rehumanización reflejado en las antologías de la década anterior (las de José Luis Cano en Gredos) podía conjugar con las inquietudes existcnciales. religiosas y solidarias, tanto si la filiación estética ejerciente daba «garcilasista» o «timoneda» cual I el desencanto político discurso, el eclipse o enrarecido dividía Cervantes las parecidas hizo acuñar al cabo de la de sus «constantes y epifanías», alternativas poéticas de su tiemStransición, por la pluma que diría DOrs, en causas y po, ahora desfiguradas como perfilera de Francisco Umbral, concausas mal avenidas con expresión de ideologías en liza. me parece que «contra Franco determinaciones o vaticinios Pero ya estaba bien, y hasta para vivíamos mejor», no falta la conapresurados. El profesor García el propio Gabriel Celaya que traposición igual de agresiva de la Concha ha llamado a su mediado el siglo lo había proclasobre la incumplida fecundidad asturiano encuentro de poetas y mado. deja la poesía de consideliteraria con las libertades y estícríticos El estado de las poesías, rarse «como un arma cargada de mulos del advenimiento demoque recoge en monográfico Los futuro, un instrumento para crático. A lo castizo resumiríaCuadernos del Norte 1986. La transformar el mundo». mos que nos iba «la marcha», o cera que arde desde la climatizasea la coerción, la censura, la ción o precalentamiento demoAlgunos ven tan o más pesipretensión dirigista. Que tal crático a estas fechas en que ya mista la salida que la entrada. deduciríamos de las aceradas solamente «movida a resplanPara el almanaque literario 1975 intervenciones de los profesores dor», como con el creacionista de Castalia responde el historiaDomingo Indurain y Carlos Juan Larrea diríamos, avanza. El espíritu llueve o sopla dor Manuel Tuñón de Lara: París y (en el mismo convivio La generación de ios ochenta sobre los desencantos en «Creo que seguimos atravesando sobre la literatura del medio {Consorci de Editors Valecians un período de crisis literaria flor, como en aquellos siglo por la Asociación Colegial 1988) detectada por antología cuyas raíces habrá que buscar en «desiertos culturales», de Escritores y la Facultad de siempre penúltima de José Luis la coyuntura sociohistórica que frustaciones ciertas o Filología de la Complutense) la García Martín. Aceptemos la vivimos. Tras el desengaño de la del ponente osé Antonio convención metodológica y el pretextadas mal llamada literatura «social» Gómez Marín, concluyendo ondulante «error» que señaló de hace quince o veinte años contristado: «... debería manteGerardo Diego del muestrario (por cierto muy tímida en la nerse en cuarentena la idea simantológico o sugestivo «despromayoría de los casos) la búsqueplista de que la falta de Libertad pósito» como Julia Barella escrida de formas novísimas no pareahoga la Literatura, tanto como be de su distendida contemplace conectar con las demandas la otra de que su reinstauración ción Después de la modernidad del público. Menos mal que habría de provocar una explo(Anthropos 1988). hemos podido leer Las guerras sión creadora». (Ver República de nuestros antepasados», de de las Letras, abril 1989). Miguel Delibes..,» Pero también el espíritu llueLos ejemplos de la mejor poeNi arma ni instrumento ve o sopla sobre los desencantos sía con este subrayado quedarán en flor, como en aquellos en dos puntuales antologías. Es ya con los «novísimos» «desiertos culturales», frustraDialéctica, interpretativa, por nueva novela, nueva poesía a ciones ciertas o pretextadas, Y Leopoldo de Luis que también vueltas con las incitaciones cifra las crisis de la creación y hizo otra religiosa: Poesía social llet quiere ser la prueba de una rectificación para actualizar la antología aquella con las conversiones algunas tan opulentas como la de Jorge Guillén en su ttaremagnum al compromiso y sociorrealismo. seguro de esta línea para aumentar o mantener la dignidad de nuestro tesoro lírico. Curiosamente falta en ambas Juan Ramón Jiménez. Por resuelta exclusión significativa y bien mirado injusta de! antologo, en Castellet, Por prohibición caprichosa del poeta, a la segunda edición, en la de Diego; quien le tenía por central de ella, y no pudo por menos de estampar con unción, en el lugar previsto, los títulos de los poemas seleccionados. ¿Sabía Castellet que lo recuerda García de la Concha cuando dictados como el suyo entronizaban al Machado peor y borraban del mapa al Juan Camilo José Cala. Carmen Martín Gaita. Ramón plenario, que dos de los más altos poetas de posguerra, y tenidos como ejemplares de sentido, Blas de Otero y Jasé Hierro. adoraban en secreto, y el segundo se comunicaba personalmente con el maestro guía doblemente exiliado. Glorias y Memorias Como suelen todos los cronistas. pongo delante a ios poetas. Iban primero en el desfile de las Exequias de Fomer. Sin considerar si tas reclama ahora la lengua, pueden primar en sus honras, con ios áureos colegas, o prosiguiendo la «edad de plata» del pulsado ensayo de José Carlos Mainer. El primer espacio de normalización se coima cada día con exaltaciones exegéticas de la obra indiviGonzalo Torrente Ballester. dual o generacional. Se logró reunir la nómina casi entera de los su atención alerta le resucita a española contemporánea (Alia«cincuenta», «niños de la guerra» ios cuatro años, saludando los guara 1965, Júcar, 1982), Y la de antes de desaparecer Carlos indicios de una generación rupJosé María Castellet, cerradaBarral y aquel Jaime Gil de lural con sus Nueve novísimos mente doctrinaria. Veinte luego influencia tan operante ahora. (Barral. 1970). Un cuarto lie siglo de poesía Claudio Rodríguez, Caballero Si la antología de Gerardo española* (Seix Barral 1960. Bonald. Cabañero. Angel GonzáDiego, Poesía española contem1966}. Si con esta el crítico sella lez. Badosa, Goytisoio, Crespo, poránea (19321934, reed. laula tumba del simbolismo parValente, Brines, Sahagún, Rolras 1961), esplende y fija todo el tiendo del reproche de Amonio dan..., Antes se fue Gabino A. despliegue simbolista español en Machado al hermetismo de Carriedo que enlazaba y desenlael siglo XX, el empeño de CasteMallarmé y la gongorina prole. Corno quiera que en 1977 se cumplían cincuenta años de la estelar generación del 27, vuelco de glorias y memorias. Pregunta un apurado director general qué podría hacer para reunir a «los veintisiete», el hombre... Gabriel Celaya. Lu¡$ Rosales. zaba (ya totalizado en Nuevo semiexilio con sus lectores natuexilio empezaron briosamente. chos «niños de la guerra», así compuesto descompuesto viejo) rales. Si se recuerda y exhuma a Manuel Andujar que se estableagrupados por la novelista Josefidel realismo al postismo, de Federico García Lorca y a ció cabeza de puente, consulado na Rodríguez Aldecoa, viuda del social a neovanguardista. Miguel Hernández, (ya remitiende avanzada para la gestión norque fue delantero, Ignacio Aldedo el perjudicial motivo extralitemalizadora en lucha y esperanza. coa, {Los niños de ta guerra. EdiComo quiera que en 1977 se rario que Juan Ramón lamentaba ciones Generales Anaya 1983): cumplían cincuenta años de la de ambos casos) culminando en Jesús Fernández Santos, Ana estelar generación de! 27, vuelco estos días del cincuentenario obiMaría Matute, Rafael Sánchez de glorias y memorias. Pregunta Nueva Narrativa tual, un Luis Rosales que repreFerlosio, José Manuel Caballero un apurado director general qué senta cimero y logrado al grupo Bonald, Carmen Martín Gaite. podría hacer para reunir a «ios al que Hernández pertenecía Antonio Prieto, Juan García Horveintisiete», el hombre... Aún se Coincide este regreso con el con Gil Albert, Vivanco, Panetelano, Juan y Luis Goytisolo, alcanzó a enaltecer vivos y cabavoluntarismo de una nueva narraro, I. M. Gil..., recibe, octogenaMedardo Fraile, Grosso, Marsé, les a Jorge Guillén, Vicente Aleitiva que reclamaba la afición, tras rio en activo, el sucesivo homeAlfonso Sastre y Lauro Olmo, xandre, Gerardo Diego, Dámaso el impacto y revulsivo del llamanaje. Igualmente de los primeros dramaturgos... Se añaden en este Alonso y este Rafael Alberti que do boom hispanoamericano que, de posguerra, donde figuran tranco, a toda revoltée el difícil y desde que regresó del exilio vive en buena medida, es en España Gabriel Celaya, Leopoldo de atrayentc Juan Benet, Miguel jocundo y omnipresente, abrumaimpulsado. Cuando el antes menLuis, Crémer, García Nieto, Espinosa malogrado. das sus sienes de plata por incetado Tuñón lamenta el empobreRafael Morales, Otero. Bousoño. santes lauros. El 23 de abril de cimiento creativo («menos mal Y aún mis: aquellos que echaValverde, Nora, Anglada..., ha ese año recibe en Alcalá Guillén que Delibes...), acusa los efectos: ron a andar más enérgicamente, sido para José Hierro. el Premio «Miguel de Cervan«Y claro, sin entrar en comparacontra viento y marea, la narratites», instituido recién para honor ciones, seguimos entusiasmándoBien es verdad que, todavía va española en la posguerra: y provecho de los más grandes nos con lo que escriben Carpencon algún tropiezo que otro, el Camilo José Cela, Gonzalo cultivadores del idioma. El Rey tier y García Márquez. Y eso sí exilio, venía siendo desde la Torrente Ballester, Miguel Delisolemnizaría desde el siguiente la que tiene lectores». En realidad la década sesenta, un acontecimienbes, Castillo Puche, reobrando entrega y una recepción después, «nueva narrativa española», que to, una irrupción. No digo ya los resueltamente. El cervantino presin precedentes en la historia, al brota en reacción, contra cierto poetas, pues la tradicional reducmio a Torrente en 1986, fué decimundo todo de las Letras. Seguirealismo que apodaron de «la ción, permitía, en ediciones de dido contando con La sagafuga rían alternando con hispanoaberza» (José María Guelbenzu. allí y de acá, revistas y estudios de J. B„ de 1972. que tiene algo mericanos Dámaso Alonso. Ramón Hernández. Vázquez comprensivos, llegar puntualde mágico y humorístico juego Gerardo Diego y Alberti. A AleiMontalbán. Umbral. Jesús Torbamente a la «inmensa minoría». paródico como el Quijote del xandre se le anticiparon con el do. Vaz de Soto...) se encabeza Vinieron los novelistas, que no Amadís de Cien años de soleNobel. Y, en estos días, el narrapor los denostados que, dejando o eran muchos, pero algunos podedad. De la misma manera que el dor granadino Francisco de Ayano su canción, afrontan la aventurosos ante la crítica y el markeNobel en 1989 cuando el de la, que a la altura de este galardón ra experimentalista o culturalista ting. como el abundoso Ramón J. casa remolonea otorgado al se considera normalizado tras la que más de uno había madrugaSender, el requintado Ayala. el Cela umversalmente reconocido incomunicación de exilio y do, Loscomo los poetas antedivario Max Aub; de los que en el por el Pascual Duarte y la colme70 (Cuasyeitorial, Sevilla 1991) donde analiza José Luna Borge el panorama, «Todos concluye piensan en una tradición y desde elía cuentan lo que les pasa en un lenguaje muy cuidado, coloquial y hasta desenfadado logrando sacar «vino nuevo de odres viejos» que. en definitiva, es lo que da cuerpo a la auténtica poesía de todos los tiempos». Inscribimos jefe de fila a Abelardo Linares entre los nombres escogidos en tan duras confrontaciones críticas, por su diáfana elegía. Espejos, con los anteriores Antonio Carvajal, Javier Salvago. José Bejarano, Miguel DOrs. Luis Alberto de Cuenca, Justo Navarro, Andrés Sánchez Robayna hasta el comienzo y más... Eugenio de Nora va a actualizar aquella monumental historia. Leopoldo Peñero. La novela española contemporánea (Gredos, 1962, 2.* ed. na de ta posguerra, habrá contado alcanza Francisco Umbral con 1968) a la que ba seguido no aw la ultranza de Oficio de tinieLeverufíi deI césar visíonarít» menos empeñosas de Martínez blas. y las últimas. Mazurca para novela que no sé el número que Cachero. Gonzalo Sobejano, dos muertos y Cristo versus Atihará entre sus libros. Pelea con el Ignacio Soldevilla, Angel zona, Sin duda removidas a la que ganará en poesía, también de Basanta, Santos Alonso y la tan vista de los García Márquez y los setenta, Abelardo Linares, necesaria Historia de la novela Carpentier y Borges, Rulfo, con su libro Espejos, un editado social española 194275, entre Onetti, Cortázar y compañíapor primera vez. Enrique Andrés otros trabajos, de Santos Sanz que con el historiador encuestaRuiz, a puro resplandor simboVillanueva, (Alhambra 1980), do, tan a gusto leímos. Y algunos lista. Con un título que parecería Ya tratado Umbral por este últioficiantes de la del comentario otra cosa si estas hazañas no se En realidad la «nueva mo, con la premiada Leyenda del novedoso pusimos por los cuerhubieran desenganchado he ahí césar visionario, que no se nos de la luna. la normalidad verdadera de narrativa española», que hubiera dejado publicar cuando toda proclamación enfática: La brota en reacción contra empezó a novelar en los años línea española. cierto realismo que sesenta, se sitúa en la consistenEn este y en otros sobre la En pos modernidad apodaron de «la berza» te línea de una nueva novelística mesa de Cuenca discutidos de superación realista tanto como en las de Jerez, Córdoba. (José María Guelbenzu, como del experimentalismo de Málaga, Coruña. Santander, Las Estamos unos cuantos, dos Ramón Hernández, Vázquez partida. Con Alvaro Pombo, Palmas... la variedad de este días de cada abril, sentados ante Montalbán, Umbral, Jesús Luis Landero, Antonio Muñoz tiempo que define muy bien una mesa abastada por entidad Torbado, Vaz de Soto...) se Molina, Luis Mateo Diez. José Julia Barella en su citado librocultural, en Santander, La Coruencabeza por los María Merino... Lirismo con que por cierto trata simultáneaña. Málaga, Córdoba, Jerez, Ramón y Azorín «unatúmismente las cuatro lenguas sobre Cuenca esta vez. para discenir denostados que, dejando o mo» con el de La colmena, del el estado de las poesías en ei pluganador del impecune pero honno su canción, afrontan la «episodio nacional» dentro de la ralismo posmoderno donde los rado premio de la Crítica. Hay aventura experimentahsta o novela histórica culturalista y novísimos de la ruptura rompen una selección colegialmente culturalista que más de uno testimonial postmoderna pasado o se reconcilian consigo misobtenida sobre los supuestos por el espejo de los esperpentos. mos, vuelven a los sentimientos, mejores poemarios y narrativa había madrugado Combatía, entre otros títulos, al humor, a la cotidianeidad, al del año, Firmas debutantes en con un «episodio nacional» tamantes repudiado realsocialismo rodaje y veteranas. Salvo en las bién, y en extremo revolté, por si se tercia. Con más amplitud, literaturas no castellanas, cuyo cierto: Cambio de bandera, de ya sin muestrario antológico, y desenvolvimiento posrrenaciente Félix de Azúa, novísimo que fue apreciaciones semejantes a las y posclandestino a ía vez, este a dos bandas... • de García de la Concha y de certamen finamente constata y Barella, del libro que acabo de yo hubiera querido aludir aquíleer. La generación poética del no se premiaran repetidos. Lo Dámaso Santos es etílico literario.