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El 12 de octubre y su valoración histórica

Jorge Eduardo Arellano

De cómo la España Histórica no reconoce su expansión colonialista, sino su herencia de cultura que es parte de nuestro ser mestizo: Su idioma y religión, su literatura y tradiciones, los pensamientos y hechos de sus mejores hombres y mujeres.

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Jorge Eduardo Arellano, “El 12 de octubre y su valoración histórica,” accessed March 28, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2369.

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El 12 de octubre y su valoración histórica

Subject

Especial quinto centenario del descubrimiento de América

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De cómo la España Histórica no reconoce su expansión colonialista, sino su herencia de cultura que es parte de nuestro ser mestizo: Su idioma y religión, su literatura y tradiciones, los pensamientos y hechos de sus mejores hombres y mujeres.

Creator

Jorge Eduardo Arellano

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Nueva Revista 025 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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Fragmenta del lienza mexicano de Tlaxcala. Como Dario, Sandino ii|t|i» ggg honda crooncta on los valoro» hw monos omarnados por ol puoblo ospañol »In dosprotlar la sangro «horotofln gao, con la do orígon poninsular, corria oncondida por sus voaa» Una perspectiva nicaragüense EL 12 DE OCTUBRE Y SU VALORACION HISTORICA Por Jorge Eduardo Arellano instrumentalizado por una retórica obsoleta de ErilfI I N los años ochenta, algún parlamentacierta corriente ideológica que concebía la articulario nicaragüense proclamó que el 12 de ción de los pueblos hispanoamericanos en una I Octubre debía ser considerado «El Día unidad política superior, estructurada por un fe de la Ingominia»; y un periodista, de común denominador hispánico. Pero ambas posi~~apellido arraigadamente español como ciones extremas replantean las enconadas tenel anterior, opinó que el 11 de Octubre de 1492 dencias de interpretar un pasado definitorio. habría que conmemorarlo como «El Día del Indio», Ese pasado, que abarca la estructura y los por ser esta fecha la última en la que e! indígena mecanismos de dominación inherente a todo proamericano gozó, como buen sauvage, su roussoceso conquistador, no debe exaltarse con nostalniana libertad. Décadas atrás, el 12 de Octubre era gía ni condenarse radicalmente desde la perspectradiciones, fundación de centros educativos y de tiva actual. Sencillamente porque de allí, de los asistencia social, etc., se transformó en una realiformativos siglos coloniales que se derivaron del dad vivificadora y vivificante. En la Etpaña hlitórka acontecimiento colombino, procede el pueblo hisEn esa misma línea, es necesario referir que los no hay qua ra<ane<tr panoamericano y en concreto, a través de un mesfranciscanos y demás misioneros, humanistas lu aipanilón coloniatizaje medular, el nicaragüense. por excelencia, rescataron la cultura prehispánica, Hila, sino w baranda como Fray Bernardíno de Sahagún en su monuAsí lo entendieron nada menos que nuestras do cwltwra qua ai parta mental Historia; e iniciaron proyectos alternativos dos mayores glorias: Rubén Darío y Augusto C. da nuaitro sar mattlSandino, el de todos ios nicaragüenses no el cony humanos como el de «Tata» Vasco de Quíroga 10: su idioma y railfiscado por el Frente Satánico de Liquidación en Patzcuaro, México. Y que aún ofrece una siste?i6n. H lltaratura y Nacional. Si el primero constituyó la voz universal mática revaloración la obra de los jesuítas en Calitradl<lona»T lo» poníamás alta y perdurable de ese mestizaje, el segundo fornia y en las reducciones del Paraguay: la más mianto» y haiboi da lo formuló en el concepto de indohispanísmo, plancercana aproximación, según José María Pera»u» majara» hombrai y teándolo como lo que fue: la base étnica y espiritual más, a la República ideal de Platón. de Hispanoamérica. Además, como Darío, Sandino majara». Ha hoy qua En fin, la efemérides del 12 de Octubre debe mantuvo una honda creencia en los valores humaconducir a una ecuánime valoración histórica, no hacar ion alia un penonos encamados por el pueblo español sin desprea un subjetivo y prejuiciado deshago anticoloniaqírito ni una <ari<at«ra ciar la sangre chorotega que, con la de origen lista, mucho menos a una manipulación hispanópeninsular, corría encendida por sus venas. fila de mentalidades deformadas e ignorantes. En la España histórica no hay que reconocer su Porque lo que ella produjo, a largo plazo, fue la expansión colonialista, sino su herencia de cultura que es parte de nuestro ser mestizo: su idioma y religión, su literatura y tradiciones, los pensamientos y hechos de sus mejores hombres y mujeres. No hay que hacer con ella un panegírico ni una caricatura. Lo mismo ha sostenido, en su redefinición teórica, la nueva Comisión Nacional del Quinto Centenario del Descubrimiento de América que advierte en este acontecimiento una oportunidad para reafirmar la vinculación trascendente de la cultura Occidental y la precolombina, negándose tanto a una diatriba contra la época colonial como a una glorificación del Imperio. En la misma España histórica hay que rescatar los elementos positivos. Por ejemplo: ese único fenómeno, no concebido ni ejecutado por ninguna otra nación o pueblo, que consistió en someter desde un principio su propia política expansiva a un severo cuestionamiento moral, como lo realizaría la emergente monarquía española del siglo XVI. Y, al mismo tiempo, nunca olvidar su corolario: que esa reflexión crítica o autocrítica tuvo su mayor representante en Fray Bartolomé de Las Casas, auténtico español en cuya vida y obra tal conciencia se tornó, hiperbólicamente, en denuncia e impugnación proféticas. Otro elemento rescatable es el papel de la Iglesia y sus órdenes religiosas en la forjación de nuestros pueblos, al margen de los abusos institucionalizados e independientemente del «Patronato» que unificaba el Altar y el Trono. Por su esencial savia cristiana, la Evangelizaron traducida en labores misioneras, creación de pueblos y Cristóbal Colón. tiempo con las épocas más remotas. Y Sa segunda Cuadro conservado en el opera en la comunidad de naciones sin que la proMonasterio de La Rábida. tagonista se de siquiera cuenta, evolucionando en función de todos los pueblos del Universo, Pues bien, ambos elementos incidieron en el acontecimiento mundial dei 12 de Octubre de 1492 que sólo podía ser emprendido por la sociedad occidental, en virtud de su integración en una superior concepción de lo que Christopher Dawson llamó los cuatro factores básicos formativos de Europa: el clasicismo griego, la organización jurídica e imperial romana, el cristianismo universaíízador y el germanismo nacionalista. 0 sea que el acceso de los europeos a América ly no el de los indígenas de nuestro continente a Europa), se debió a la continuidad y solidaridad que acumularon posibilidad, medios técnicos y tradición en los conocimientos geográficos. Y ninguno de estos elementos poseían las culturas precolombinas que, si bien tenían historia, carecían de conciencia integral de su existencia común, manteniéndose como un conjunto de sociedades y grupos étnicos en muy diversos estados de evolución, sin trascender los círculos de vida cultural comunitaria ni alcanzar más allá de un adelantado nivel neolítico. En resumen, no se dieron en ellas Ew HiwfiiQ »> ho lioposibilidad, medios y tradición como en la socieinsoslayable interpenetración de dos sociedades godo al punta do prodad occidental. en pugna y un proceso impulsado por una pax mocionar una obro da Estaenseñaba Mario Hernández SánchezBarhispánica que no segregó sino que unificó para toatro an la cual »a ba, mi maestro en la Universidad Complutense de engendrar nuestra existencia mestiza. Madrid, «estuvo capacitada para conocer, es ropraionta a Colón decir, para descubrir, mediante la solidaridad y la coma Introductor do! continuidad en el esfuerzo que abre una posibiliSIPA an Amórica Distorsión dad, forma una tradición y produce unos medios técnicos». Evidentemente, el Almirante dispuso Aunque en varias ocasiones he planteado estos de esa triple concurrencia, condicionado además puntos de vista sobre el «encuentro de dos munpor las dos necesidades materiales de la época: el dosdescubri miento de América», como oficialoro que la economía feudal exigía para satisfacer mente se ha designado al arribo del Almirante Crisla desmedida fiebre de numerario y las especias, tóbal Colón al continente americano, no está de tan necesarias para e! consumo de los países más insistir sobre et tema, dado que plumas fanatieuropeos del siglo XV como el petróleo para nueszadas e intereses políticos y económicos pretenden tros días. De esta manera se dio la época de los manipular la efemérides con el fin de distorsionargrandes descubrimientos geográficos que tuvo la y sacarle el mayor provecho. Distorsión que en por móvil hallar una nueva ruta al Oriente AsiátiNicaragua ha llegado al punto de promocionar una co, rico en especias y oro. obra de teatro en la cual se representa a Colón como introductor del SIDA en América. Cada quién es libre de hacer con su trasero un tambor, pero científicamente nadie puede ocultar Vencedores y vencidos los dos elementos esenciales de la realidad histórica: la continuidad y la solidaridad. La primera se Pero Cristóbal Colón llegaría también a interdesarrolla sin que los hombres puedan evitarla, pretar con palabras el Nuevo Mundo. Como navede generación en generación, enlazando nuestro gante, lo abrió a exploradores y conquistadores; como escritor lo descubrió para la imaginación de Europa, ya que de él proceden dos ideas que pronto llegaron a ser lugares comunes: América como tierra de abundancia, y el indio como «noble salvaje». Es cierto que después de su descubrimiento se implantaría la dominación a través de la conquista, legitimada en el terreno con la fórmula teocéntrica del «requerimiento» que legalizaba la esclavización de los indios y el despojo o apropiación de sus bienes. Pero también es una verdad irrefutable, como sostiene el maestro Pablo Antonio Cuadra, que ninguna otra conquista antes y después de la española, «puede lanzar la primera piedra contra España» por haber sido la más humanitaria y sembrado una crítica respecto a su obra.«Esa página enfatiza, ninguna historia del mundo la puede presentar». Mas tampoco hay que exagerar la nota y enfilarse en una idealización supérflua. Porque la realidad es una: que nuestras naciones proceden tanto de los vencedores como de los vencidos; y que hablamos español y pertenecemos a una galaxia cultural hispanoamericana. Pero hay todavía un indio en nosotros «cuya procesión observa Pablo Antonio, nos anda por dentro, que también mira la historia con sus ojos». Una historiao visión de los vencidos, que es imposible negar y debe reconocerse, valorarse y exaltarse. Una historia, en fin, que condujo inevitablemente a la fusión del indio y el español y que, poco a poco, logró la definición y la plenitud del nicaragüense. Desde un principio, el español aquí establecido dejó de ser peninsular y el Indígena se alejaría, cada vez más, de sus niveles precolombinos. Más aún: fue engendrándose en Nicaragua sobre todo, un mestizaje sustancial y sustantivo. Así, la mayoría de los futuros nicaragüenses seríamos, fuimos y somos mestizos, triplemente mestizos, autonomía lingüística no vamos a persistir en la pues «el pringue de Africa» también enriqueció dañosa miopía de negar que somos nietos de Casnuestro crisol cultural. Los ejemplos se han recotilla tanto como biznietos de los nahuas». Que, por nocido en centenares de libros. un tiempo, hablamos en una mezcla de español del Recordemos, nada más, que de España vinieron siglo XVI y náhuatl, lengua franca de donde brotó la los ganados, las aves de corral, el trigo, el aceite, el mayor creación del genio popular nicaragüense: EL vino y por citar un dato significativo, 199 de las GUEGUENSE. Que el más hermoso himno de esa 347 especies vegetales y alimenticias, o de utilidad integración cultural la ejecutó Rubén Darío en su industrial, que se cultivarían sistemáticamente en «Salutación del optimista», texto que siempre América. Por su lado, de aquí saldría hacia Europa debemos leer y meditar, pues su poder de convola papa o patata, consumida tanto por los españocatoria de una comunidad hispánica de naciones les que no conciben la alimentación sin ella. unida por sus valores históricos y proclamada por Somos, pues, mestizos como ha escrito otro la España actual, aún no ha perdido vigencia. > maestro, Guillermo Rothschuh Tablada, «por naturaleza y cultura, como quien dice por factores Jorge Eduardo Arellano, nicaragüense, es poeta y escritor. propios y externos, y si en realidad se habla de