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Las ciudades de hoy ya no nos sirven

Javier Carbajal

De cómo el desarrollo y evolución de las ciudades a partir de la Revolución industrial las ha convertido en anáquicas y deformes aglomeraciones imposibles para el encuentro, el conocimiento y la convivencia humana.

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Javier Carbajal, “Las ciudades de hoy ya no nos sirven,” accessed May 1, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2313.

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Las ciudades de hoy ya no nos sirven

Subject

Artes y Letras

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De cómo el desarrollo y evolución de las ciudades a partir de la Revolución industrial las ha convertido en anáquicas y deformes aglomeraciones imposibles para el encuentro, el conocimiento y la convivencia humana.

Creator

Javier Carbajal

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Nueva Revista 021 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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LAS CIUDADES DE HOY YA NO NOS SIRVEN Por Javier Carvajal miento de la civilización que heS cierto que no arreglaEl desarrollo y evolución de mos riada al quejarnos comos heredado, permanece en las ciudades a partir de la Revotidianamente y el denunellas y se abraza a las imágenes lución Industrial las han converciar, sin respuesta, que nuestras de sus heredadas arquitecturas, tido en anárquicas y deformes ciudades se han convertido en aglomeraciones imposibles para en tanto su realidad cotidiana se un caos, donde vivir es difícil. el encuentro, el conocimiento y ha ido alejando cada vez con Pero la queja está justificada. la convivencia humana que en mayor rapidez, con el paso del Las ciudades nacieron, no capriotros siglos fueron. Sin que destiempo y la aparición de nuevos chosamente, sino como respuesde esos abismos de desconocifactores integrados en ta vida ta a necesidades compartidas, miento pueda esperarse de ellas colectiva, del fin y razón de ser para el encuentro y y la solidarireacciones de solidaridad y de básico que les dio la vida. Condad. frente al aislamiento, inseayuda mutua, sino el puro trasservamos la idea de que ser civiguro, de la vida en la naturalevase de esas necesidades esenlizado radica básicamente en ser za. El hombre, al comenzar su ciales a los capítulos funcionaciudadano, miembro de una «ciandadura histórica, se agrupó en nales de las instituciones admivis» que etimológicamente liga ciudades para unir y sumar esnistrativas, alejados del valor de los conceptos de ciudad y civilifuerzos más allá de la tribu. Se la vida, ahogados en los papeles zación. unió a otros hombres para su de las reglamentaciones y de las Pertenecer a la ciudad ha sigLas ciudades nacieron, no defensa, se unió a otros homnormativas deshumanizadas. nificado participar en un grado caprichosamente, sino como bres para ofrecer y encontrar superior de la convivencia, poEl hombre en la ciudad de ayuda, desde la solidaridad. La respuesta a necesidades tenciador de esfuerzos colectihoy no se siente amparado por simple consideración de esos cocompartidas, para el vos superadores del egoísmo inella, sino esclavo del monstruo mienzos y motivaciones hace encuentro y la solidaridad, civil y salvaje del individuo aisque con su inconsciencia ha geque nos preguntemos hoy si son frente al aislamiento, lado. ¿Sigue siendo así?. nerado. El modelo histórico de ciudades, nuestras ciudades, o la ciudad al que asociamos el inseguro, de la vida en la si, lejos de ello, se han converticoncepto del «cives» ya no es do en monstruos que nos esclanaturaleza Ciudades deshumanizadas aplicable a la ciudades de hoy, vizan y destrozan. aunque muchas de sus ¡negables tentaciones nos hagan olvidar Porque, a pesar de todos los Nuestras actuales ciudades, momentáneamente sus desdipesares, se nos hace difícil penpaso a paso, han ido alejándose chas. sar hacia el futuro, en una conde ese ideal de encuentro para vivencia sin ciudades. Porque la Y, sin embargo, la ciudad, convenirse muchas veces en civilización ha nacido de ellas y como lugar de encuentro y soli«guetos» económicos y sociales en ellas se asienta, a pesar de todaridad, debe ser reconstruida: insolidarios que transforman a dos sus males y defectos. el futuro feliz del hombre las sus habitantes en miembros de Tal vez ocurre que de las antihace necesarias. multitudes solitarias pobladas guas definiciones que seguimos Los hombres que habitamos por seres anónimos aislados en proyectando sobre nuestra idea las modernas aglomeraciones la masa. de la ciudad, las de nuestro urbanas miramos con nostalgia a Hoy aquel anhelo original de tiempo sólo han conservado las los pueblos apartados del tráfico aunar esfuerzos para lograr una del pasado, ampliándose y exo a las pequeñas ciudades donde vida mejor y más segura, alcantendiéndose. su emplazamiento aún es posible el paseo, el enzar un nivel de vida más pleno y y la memoria de su historia, que cuentro y el conocimiento mufeliz, nacido de un esfuerzo coes memoria de cultura y de protuo de quienes cruzan sus pasos; lectivo, difícilmente es aplicable greso, La memoria de los fenódonde la naturaleza es próxima a las monstruosas aglomeraciomenos colectivos que son ciy se abre el contrapunto de su nes urbanas que padecemos. La catedral de Segovta, parte del conjunto monumental de una ciudad milenaria El desarrollo y evolución de las ciudades a partir de la Revolución industrial las ha convertido en anárquicas y deformes aglomeraciones imposibles para el encuentro, el conocimiento y la convivencia humana se puede— cuando ta dura coticonstante presencia, donde aún decantados por el devenir de la viendo en ella, clamando contra dianidad de vivir en ellas descues posible el silencio tras la jorhistoria. Estos elementos hacen la ciudad, viviendo dolorosabre la falsedad del reclamo. nada de trabajo. de eilas patrimonios colectivos, mente su cotidiana tortura en la Al descubrirlo, desde la realiLa ciudad, con sus luces y su testimonio de una aventura de esquizofrenia de una aceptación dad traumática de su devastadodinamismo, con su múltiples cultura y de arte, vivido en coy un rechazo incompatibles. ra vivencia, el hombre urbano ofertas, sus lugares de esparcimún hasta convertirse en signo La ciudad, las grandes agloadopta una de las tres soluciones miento y de cultura, sigue siende identidad no sólo de quienes meraciones urbanas deshumanique su razón le ofrece; do reclamo atractivo para el las habitan, sino de los que parzadas en las que muchos aún vihombre que vive en el campo. ticipan de ¡os valores culturales Aceptar su ineludible realivimos, guardan, sin embargo, que les dieron vida. Lo es ahora como lo fue a lo dad, contrapesando los bienes junto a sus terribles males, venlargo de la historia, para las trique la ciudad le ofrece a los maAnte esas realidades contratajas que se reconocen como bus itinerantes que deseaban les que por la ciudad padece. puestas que la ciudad ofrece de ciertas. conquistar Roma y las brillantes Aceptación que no siempre — belleza y fealdad, de eficacia y ciudades del Imperio. casi nunca— supone conformide ineficacia, de seguridad y pedad. La ciudad representaba para ligro, de solidaridad y enfrentaRecuperar núcleos ellos poder, riquezas, comodimiento, no cabe la indiferencia. Rechazar su imposición y huir históricos dad, seguridad y cultura, de Las ciudades deben ser salvadas al campo, eligiendo zonas urbaigual manera que hoy las granpara guardar y proteger cuanto nas más limitadas y menos tenLa ciudad ha sido desde siemdes ciudades siguen ejerciendo de positivo alienta en ellas, y no sas, donde la vida puede conserpre. y hoy aún lo sigue siendo, su espejismo sobre tos hombres sóio como recuerdo y nostalgia var su escala humana y donde el centro de creación de cultura inque no padecen sus males. del pasado, sino como motor y hombre puede sentirse aún prosustituible; la herencia histórica estímulo de una sociedad mejor, tagonista compartido de un coLos modernos medios de code sus monumentos, el patrimoque no puede olvidar lo que ha nocer y un ser conocido que le municación, y muy especialmennio incuestionable de sus musido su devenir, ni los ejemplos identifica, aun a costa de admitir te la omnipresencia de la televiseos y bibliotecas, de las grandes a superar desde una realidad las limitaciones que, sin duda, sión en todas las casas, acercan instituciones de cultura que en distinta. Eso es así, sin duda, esta solución supone en aras de a todos los rincones de la tierra ella se insertan, desde las unipero la ciudad debe ser recupelos valores positivos que le libela falsa imagen de los paraísos versidades, los teatros y las rada depurando su actual realiran. urbanos, la tentación de la ciugrandes instalaciones deportidad de los males que genera y Rechazar el proyecto de ciudad se ha convertido en una obvas, hasta los conjuntos urbanos de los males que padece, en la dad que se le ofrece y seguir visesión que sólo se abandona —si La nueva pianmcacion urvana pretensupervivencia hacia el tercer mida aunar comodidad y servicios lenio, no puede dejar indiferentes a los responsables de las ciudades que aún no han alcanzado los grados pavorosos de conflictividad y de esquizofrenia que pesan sobre aquellas. El proceso de degradación es imparable si no se toman medidas rigurosas para atajarlo. Las grandes ciudades actuales pasaron antes por los estadios que hoy comienzan ya a gravitar sobre las que aún sobrenadan de la crisis aunLos modernos medios de que comienzan ya a sentir en su comunicación, y muy propia carne sus terribles adverespecialmente la tencias. omnipresencia de la Cuando menor sea su nivel de televisión en todas las degradación, mayores serán las posibilidades de frenarla y mecasas, acercan a todos los nores sus costes, pero nada de rincones de la tierra la falsa eso excluye la urgencia de la acimagen de los paraísos ción renovadora, A menor escaurbanos la los medios a emplear serán ¡os mismos que para las grandes ciudades gravemente afectadas. Es hora de trabajar. No es hora para el lamento, la denuncia irresponsable, la tranquilizadora siesta, medida de lo que sea posible hazan ya a gravitar sobre las que trar en su entorno los estímulos cer... y lo que se puede hacer es aún sobrenadan de la crisis aunpara seguir creando futuro. En La transformación mucho. que comienzan ya a sentir en su estos momentos ese hombre que de ia ciudad propia carne sus terribles adverhabita las ciudades se ha converPara afrontar esa tarea que a tencias. tido. en gran medida, en su esveces parece imposible, hacen clavo y víctima. falta hombres con imaginación, Las ciudades que hoy hahítaCuando menor sea su nivel de capaces de trazar rumbos, rectimo, son muy distintas de las andegradación, mayores serán las Las ciudades del futuro, y haficaciones y objetivos. Hombres tiguas ciudades de las que loman posibilidades de frenarla y meblo de las ciudades que desde el que desde la eficacia de sus cosu origen y que llegaron, evolunores sus costes, pero nada de pasado deben seguir caminando nocimientos técnicos parciales cionando espontáneamente y sin eso excluye la urgencia de la achacia el mañana y no de utópise ofrezcan a reducir a la unidad excesivos traumas, hasta mediación renovadora. A menor escacas ciudades nuevas y desarraidel hombre que habita las ciudados del siglo pasado. La Revolula los medios a emplear serán gadas, desprovistas de la fuerza des. la multiplicidad de sus ción Industrial, gestada en Franlos mismos que para las grandes generativa de la historia, deben abrumadores problemas. cia pero desarrollada inirialmenciudades gravemente afectadas. comenzar a existir ya en la mente en la Inglaterra de Dikens y Personas que entiendan que Es hora de trabajar, No es hora te de quienes tengan voluntad de Marx, vino a romper su ares el hombre quien habita ¡a ciupara el lamento, la denuncia de crearlas. Esta perspectiva, monioso crecimiento. dad destinatario de todas las soirresponsable, la tranquilizadora que se acomoda a las grandes luciones que se propongan, él siesta. ciudades actuales en su reto de La aparición de nuevas forhombre feliz que pueda enconsupervivencia hacia el tercer mimas de poder, contrapuestas a la Las ciudades del ruturo. y hatrar en su entorno los estímulos lenio, no puede dejar indiferenriqueza territorial y agrícola en blo de las ciudades que desde el para seguir creando futuro. En tes a los responsables de las ciuque se había asentado la riqueza pasado deben seguir caminando estos momentos esc hombre que dades que aún no han alcanzado desde los albores de la historia, hacia el mañana y no de utópihabita las ciudades se ha converlos grados pavorosos de confliccreó la posibilidad de establecer cas ciudades nuevas y desarraitido, en gran medida, en su estividad y de esquizofrenia que focos de desarrollo económico, gadas. desprovistas de la fuerza clavo y víctima. pesan sobre aquellas. El proceso no vinculados a la tierra, dando generativa de la historia, deben de degradación es imparable sí paso a la aparición puntual de comenzar a existir ya en la menPersonas que entiendan que no se toman medidas rigurosas nuevos asentamientos urbanos, te de quienes tengan voluntad es el hombre quien habita la ciupara atajarlo. Las grandes ciujunto a las fábricas de nueva de crearlas. Esta perspectiva, dad destinatario de todas las sodades actuales pasaron antes creación, o los centros mineros que se acomoda a las grandes luciones que se propongan, el por los estadios que hoy comienfuente de la nueva energía. ciudades actuales en su reto de hombre feliz que pueda enconner el carácter y dimensionamiento que antes tuvieron nuestras ciudades, pensadas para el deambular a pie. o cuando más a caballo, a través de sus calles, La difusión del modelo de ciudad americana, una vez terminada la primera Guerra Mundial, avalado por el deslumbramiento que la victoria de sus armas sobre los imperios centrales concedió a todo lo americano, ocasionó la mayor catástrofe que pudo abatirse sobre el riquísimo y noble patrimonio monumental de las ciudades europeas. Porque aquel modelo no nos servía, por pura inadecuación histórica v cultural. El influjo norteamericano La ciudad americana, sin tradición y, en la práctica, culturalmente inexistente, no había tenido en su génesis la lenta evolución que había ido dando forma a nuestras ciudades históriAsentamientos urbanos que no moliendas con mayor justicia— San Francisco: las callas ceden ante cas. El ferrocarril y el automóvil crecieron al compás vegetativo el imperio del automóvil se construyeron hacinadas en las no fueron para ellas, en consedel desarrollo natural de las fapeores ¿reas suburbanas, sin escuencia. factores de perturbamilias ligadas al campo, sino de pacios libres para el tranquilo ción. sino que. muy al contrario, las necesidades y de los estímuencuentro, agrupadas en sórdilas modelaron y potenciaron los improvisados por los nuevos das calles y barrios en las perifecreando un nuevo modelo, desdetentadores del poder econórias de las ciudades antiguas, al de una perspectiva de tráfico, mico. al compás de motivacioLompás de los intereses especuque no era coherente con las nes de explotación, nacidas de la ladores de los nuevos ricos, dehermosas ciudades históricas de demanda de mano de obra que tentadores del nuevo poder. Sinuestro continente. En esto la nueva industria exigía. guiendo el ejemplo de las nuecomo en tantas «isas, e! deslumvas ciudades industriales, tamEl ferrocarril, por su pune, bramiento americano no fue poLa llegada masiva del bién las que específicamente no favoreció el desplazamiento masitivo para la cultura europea, lo eran y se convirtieron en censivo de ¡a población agraria a los automóvil a las ciudades ha que sigue, con actitud sufrida, tros de trabajo terciario, se fuenuevos centros industriales, imsido, sin duda alguna, en incomprensiblemente ciega a ron haciendo cada vez más despostados. a las viejas ciudades, nuesíros tiempos, desde ei sus propios valores, tan alejados vinculadas del entorno agrícola elegidas ertire las que presentatérmino de la Ia Guerra de los que están deformando del que antes tomaban vida, reban mejores condiciones para la nuestra propia imagen. El creciMundial, uno de los factores lacionadas con los centros indusconcentración o difusión de las miento industria!, por otra partriales por el ferrocarril primematerias primas y los productos más perturbadores para te. propició el abandono del ro, y por el automóvil después, manufacturados. mantener el carácter y campo y las migraciones a las y más tarde al ritmo del desarroLos emigrantes no tenían cadimensionamiento que antes ciudades que se presentaban llo de los transportes por avión, pacidad para fijar libremente su tuvieron nuestras ciudades como núcleos de una vida más que anulan la distancia. La lleresidencia en las nuevas ciudaprometedora para la nueva sogada masiva del automóvil a las des, como sucedía en las anticiedad masificada. ciudades ha sido, sin duda alguguas ciudades de lento crecina, en nuestros tiempos, desde Nuestras ciudades, que no hamiento. rodeadas de espacios el término de la primera Guerra bían nacido a impulsos de proabiertos casi inagotables. Las viMundial, uno de los factores gramaciones preconcebidas, más viendas de las nuevus aglomeramás perturbadores para manteque en muy puntuales circunsciones —que podrían llamarse Pese a la aglomeración de edificios, la ciudad conserva so atractivo para las masas tanctas y jamás bajo tas pautas Frente a esos problemas, las tivo de su imaginación y de sus El crecimiento industrial, por de un planeamiento urbanístico ciudades europeas raeaccionaafanes, a ese hombre liberado otra parte, propició el que nunca había sido necesario, ron tardíamente y al son de las de la supremacía del Estado y abandono del campo y las tuvieron que adoptar planes de palabras y propuestas que han del lucro. migraciones a las ciudades urbanización para dar respuesta destrozado las esperanzas de Ni la excluyente planificación a los problemas que la improvicasi un siglo en nombre de los que se presentaban como de la Administración, convertisación, la aglomeración y el tráhoy desprestigiados mitos del da simultáneamente en ejecutonúcleos de una vida más fico habían promovido. Pero dicapitalismo o del marxismo. ra y propietaria de los planeaprometedora chos planes, en la mayoría de Una vez más los modelos mientos teóricos, al margen de los casos, tropezaron con la falta adoptados eran inadecuados, las deseabilidades sociales. de experiencia de los inexpertos como consecuencia de la falseMi los planteamientos privaurbanistas, nuevos técnicos andad global de los prototipos sodos, parciales y demasiadas vetes inexistentes, con la barrera ciales que ambas doctrinas han ces incoherentes entre sí y sin que suponía la concentración de representado, ignorando, por más objetivo que el beneficio la propiedad del suelo en muy vías distintas y aparentemente económico de los promotores, pocas manos y con el egoísmo contrapuestas, la centralidad del convertidos por su propia proespeculativo de promotores, ciehombre en la estructura econópaganda en ios únicos definidogos y ajenos a todo otro valor mica y política de la sociedad. res de las deseabilidades consureferencial que no fuera el del mistas de los destinatarios de Tal vez ahora, hundido estredinero. una oferta manipulada, y cada pitosamente el mito del nuevo vez más agobiados por el endeuparaíso marxista, y denunciado El pastel estaba servido. Madamiento. han sabido encontrar el capitalismo como doctrina sificación, carencia dei suelo, eslas soluciones necesarias. que supedita los valores trascenpeculación incontrolada, improdentes del hombre al exclusivo visación, desprecio del valor huY sin embargo esta soluciovalor del dinero, haya llegado la mano de la vida, preminencia nes. que es preciso encontrar, hora de formular también nuedel dinero como único valor de son además posibles. • vas propuestas urbanas, que referencia admitido, congestión tengan a ese hombre como objede tráfico e insolidaridad. Juvter Can1 ají] es arquitecto