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Otero Pedrayo, el gran patriarca
Carlos Casares
De cómo el gallego figurea desde hace años, no sin esfuerzos, en el mapa de la Romania. Es la lengua de la Administración Autonómica, del Parlamento y la Universidad.
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Carlos Casares, “Otero Pedrayo, el gran patriarca,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2251.
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Title
Otero Pedrayo, el gran patriarca
Subject
Especial Galicia
Description
De cómo el gallego figurea desde hace años, no sin esfuerzos, en el mapa de la Romania. Es la lengua de la Administración Autonómica, del Parlamento y la Universidad.
Creator
Carlos Casares
Source
Nueva Revista 020 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
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pocos kilómetros de Orense, en la cima de un monte desde cuyas estribaciones se divisa el El rescate de una lengua románica cauce majestuoso e imponente del Miño, tenía don Ramón Otero Pedrayo su pequeño pazo rural. Poca cosa. En contra de lo que parece sugerir la resonancia aristocrática del nombre, nada OTERO PEDRAYO, en su arquitectura hace pensar en un palacio. En el exterior, sólo el corredor de madera pintado de verde que acota la solana, y que fue diseñado por Castelao, le confiere un cierto rango de superioridad jerárquica EL GRAN PATRIARCA frente a otras casas grandes de la zona. En el interior, nada hay que lo diferencie, a no Por Carlos Casares ser ia amplitud de las habitaciones y la calidad de algunos muebles, de cualquier vivienda campesina habitada por una familia de renta media o alta. Por supuesto, en la casa, y éste es otro detalle que la singulariza entre todas las demás, en un pequeño cuarto situado encima de las cuadras, hay una biblioteca. No es muy amplia, aunque sí selecta, con un número considerable de libros que hov podrían llamar la atención por su rareza. En viaje de Francesc Cambó a Galicia, decidió una estantaría de madera de castaño, sobre cambiarla por el castellano, la lengua en el lienzo de pared que queda a la izquierda que había escrito sus primeras paginas inésegún se entra, se ve un ejemplar manoseaditas, en pleno triunfo y prestigio del modo del Ulyses de James Joyce. Está allí dernismo. Privada de ninlas v nenúfares, desde 1923, poco más o menos. El mismo con el olor del estiércol subiendo desde el Otero Pedrayo tradujo algunas de sus págiestablo a la biblioteca, el refinamiento culnas al gallego en el año 1926 y las publicó tural de Joyce debía contribuir a perfumaren «Nós», la revista cultural más importante la, a arrancarla de la tosquedad campesina de la Galicia de su tiempo. Algunos pensade la que nunca había salido. Ése era el rán que se trató de una extravagancia. propósito de Otero. Tal vez. Por lo menos, si se tiene en cuenMás de cincuenta años después, un rosata que era la segunda traducción parcial que rio de escolares de toda Galicia circula en se hacía del célebre y polémico libro de Joyperegrinación todos los inviernos por la casa solariega de Ramón Otero Pedrayo, actualce, hasta entonces sólo vertido fragmentamente convertida en museo. Ellos, y probariamente al francés por Valéry Larbaud en blemente tampoco sus profesores, no sa1922 y publicado también en una revista, l.a ben, cuando éstos les explican algunos asNouvelle Revue Fran$aise. Mayor extravapectos de la vida y la obra del ilustre escrigancia aún, si se piensa que el capítulo eletor, que el coqueto salón de actos en el que gido por Otero Pedrayo fue ni más ni metranscurre la lección, antes era la cuadra. nos que el XVII, uno de los preferidos por Todos ignoran además que cuando Otero el novelista irlandés, que un día se refirió a Pedrayo iniciaba sus primeras conferencias esa parte de su novela como una sublimaen gallego, incluso sus más fervientes admición matemático astronómica físico meradores de! Liceo de Orense, o del Club, se cánica * geométrica química de Bloom y miraban unos a otros con una sonrisa cómStephen: y que si tenemos en cuenta el paplice para subrayar la curiosidad o la rareza ralelismo con (a Odisea, la acción de esas TERO Pedrayo tradujo de que un hombre sabio en varias lenguas y páginas se desarrolla en la ítaca del mito culturas tuviese aquella manía de querer algunas páginas del «Ulyses» homérico. convertir en lengua de cultura el idioma tosde James Joyce al gallego, en co de los criados. 1926, y las publicó en «Nos», la Al terminar la íección. estos muchachos revista cultural más de hoy se dispersan en pequeños grupos. importante de la Galicia de su Hablar en gallego Unos suben a ver la casa del escritor; otros tiempo pasean por la huerta; muy pocos compran Homero, ítaca, Bloom, sublimación maalgún libro en las dependencias del museo. temáticoastronómica.,. ¿qué diría el viejo Lo que esperan con más inferes es Ja hora Tenacio, un fiel criado de Otero, que miende bajar a Orense, dar unos paseos por la tras el señor estaba encerrado en su cuarto ciudad para situarse en un ambiente y prede los libros ocupado en tan prestigiosos guntar después por los lugares de moda. A menesteres, apenas un par de metros por media tarde, entrarán en las discotecas. A encima de su cabeza, cuidaba él de vacas y las diez, los más diligentes llegarán los pricerdos, preparaba las hoces y restauraba meros a los autobuses. Una hora más tarde, con mimbres la cesta rola de recoger las pairán apareciendo los remolones o los que tatas? Por las noches, después del trabajo son capaces de enamorarse en una larde. de la jornada, cuando amo y criado se senUna vez que todos estén dentro, contados taban al fuego en la cocina, mientras el y acomodados, el conductor pondrá los priviento y ta lluvia alborotaban y sembraban meros vídeos o las primeras cintas de músiel miedo en la oscuridad medieval de la alca. Eso bastará para animarles hasta llegar dea, el uno podría pensar en las dificultades al destino. de traducir a Joyce ai gallego; el otro no Al día siguiente, en la clase de gallego, dejaría de considerar los problemas que los profesores que promovieron la excurplanteaba conseguir un huen injerto. Amsión. harán con fe, algunos incluso con enbos hablaban en gallego. tusiasmo de militantes de una causa en la Ese era el lazo que los unía. Para el criaque creen, la recapitulación pedagógica de do, un hecho natural, su habla de siempre, lo que han visto el día anterior. Durante una jerga paleta que no servía ni en la igleuna ñora. Otero Pedrayo, el Ulyses de Joysia ni en la escuela, pero la única que podía ce, la revista Nós, la generación que lleva utilizar para expresarse. Para el señor, una el mismo nombre V otros datos relacionados lengua que no era la suya propia, ni la de con aquella época ocuparán de nuevo su sus padres, pero que cultivaba literariamenatención, esta vez sin la novedad del viaje, te desde que en el año 141K, después de un ahora en condiciones de igualdad con la historia, las matemáticas, la física o la filosotura del país no eran más que una minoría que ni siquiera las nieblas del pasado, que fía. Es decir, con la conciencia de que todo tantas veces acostumbran a engrandecer helo que puedan aprender sobre literatura gachos históricos intrascendentes, se atrevería llega. en realidad, les va a servir de muy a convertirla en algo más que una simple poco el día de mañana. Un poco menos inanécdota. cluso que la literatura española, que están convencidos de que no les sirve para nada. Y sin embargo, la utopía hubiera sido entonces más fácilmente realizable. La cultura Es cierto que les parece normal que el gahumanística gozaba de una veneración que llego sea materia de estudio en las escuelas. hoy casi nadie le profesa, cuando la técnica Tampoco tienen nada en contra de que alse ha visto favorecida por el prestigio que gunos profesores, más bien pocos, les explile otorga la eficacia. Al abrigo de aquel quen sus asignaturas en la lengua del país. UCHOS ignoran que manto protector, amplio y generoso, se acoDesde que nacieron ha sido así y no se sabe gía la cultura gallega, que. procedente del bien por qué habría de ser de otra manera. cuando Otero Pedrayo iniciaba campo humilde de la tradición campesina, Después de todo, la elaboración de los prosus primeras conferencias en ¡letrada y oral, aspiraba ¿i conseguir un gramas escolares no les compete y si por gallego, incluso sus más puesto al lado de las demás culturas de Eucualquier motivo impensable o pintoresco, fervientes admiradores del ropa, rodeadas por el nimbo y la aureola de algún día llegaran a tener opinión ai respecun pasado glorioso basado en la escritura. Liceo de Orense o del Club se to. se quedarían con las asignaturas práctiPara hacer mériios a favor de su país. Otero cas. Los de letras, ya se sabe, abogarían por miraban unos a otros con una Pedrayo traducía en su casa de Trasalba un mantener algunas disciplinas inútiles, pero sonrisa cómplice capítulo del Ulyses, entonces considerado es que resulta inevitable que se deje algo una de las manifestaciones más eminentes para aquellos que, por alguna razón, no son de la modernidad. capaces de enfrentarse a las matemáticas o la física. Hoy se ha convertido en un simple episodio curioso que ya no es preciso citar como prueba de que la lengua gallega ha salido del ámbito rural en que fue cultivada y estuvo durante siglos, sin otra manifestación Utopía realizada culta que la producción de sus poetas, insuficiente entonces para conquistar el estatuto Si a esto se llama la normalidad, no hay de un idioma normal Esa batalla hace tiemduda de que la cultura gallega, hasta hace po que fue ganada. El gallego figura desde poco convertida en objeto de veneración en hace años, no sin esfuerzos, en el mapa de ¡as catacumbas, goza del prestigio con que la Romanía, Es la lengua de la Administracuenta la vida que transcurre al aire libre, ción autonómica, del Parlamento y la Unien la superficie. El viejo ejemplar inglés del versidad. Y como corona de gloria, dispone Utysses propiedad de Otero Pedrayo, grade una cátedra en la Universidad de la Ciucias a una generosa subvención del gobierne) dad de Nueva York, además de un lectoragallego, ya no se guarda encima de la cuado en la Universidad de Oxford, No hace dra que cuidaba el viejo criado Tenacio, falta añadir más pruebas a la evidencia. sino que ahora descansa sobre la atmósfera Lo que ocurre es que el prestigio está hoy impoluta, perfumada en los días de fiesta en otro lugar y ya no corresponde a las lencon un ambicntador que huele a flores, de guas. que son meros instrumentos o herraun hermoso, funcional y aséptico salón de L gallego figura desde mientas materiales al servicio de esa vasteactos que preside un moderno retrato del hace años, no sin esfuerzos, en dad informe y poderosa que llamamos codueño de la casa. Desde luego, a los hommunicación, ni a la literatura, un adorno el mapa de la Romanía. Es la bres de la época de Otero ése les hubiera cada vez más costoso dado el alto valor que lengua de la Administración parecido un sueño o una utopía absolutaha adquirido el tiempo, esa condición neceAutonómica, del Parlamento y mente irrealizables. saria para leer. Un tiempo que le sobraba a la Universidad En parte, entregaron sus vidas a esa cauRamón Otero Pedrayo, señor de la aldea, sa. El modesto régimen autonómico que se en donde los días se alargaban siguiendo el afanaban en conseguir en 1936. cuando ritmo pausado de las horas y la lentitud araquel viento huracanado de la historia moniosa de las estaciones. Por supuesto que arrumbó con tantas cosas, hubiera sido, taneran otros tiempos y que nunca más van a to en el orden de las competencias como en volver. La verdad es que. de habérselo proel de los presupuestos o la atención a la culpuesto, hubiera sido capaz de traducir el tura gallega, un pálido reflejo del actual. Ulysses entero. Un prestigio entonces, una Aquella era una Galicia infinitamente más simple curiosidad en el mundo de hoy. pobre, y las personas, entidades y organizaciones políticas y sociales que estaban a favor de la recuperación de la lengua y la culCarlos t asares os direclor de la Editorial Galaxia.