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Despertares y Cyrano el amargo sabor dela entrega

Violeta de la Villa

Nos hace referencia a dos películas de cine, tan distintas y distantes. "Despertares" y "Cyrano de Bergerac".

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Violeta de la Villa, “Despertares y Cyrano el amargo sabor dela entrega,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2217.

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Title

Despertares y Cyrano el amargo sabor dela entrega

Subject

Artes y Letras

Description

Nos hace referencia a dos películas de cine, tan distintas y distantes. "Despertares" y "Cyrano de Bergerac".

Creator

Violeta de la Villa

Source

Nueva Revista 016 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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claudicar ante la explosiva fuerza de los deseos comentes frente a la contemplación exquisita «DESPERTARES» Y «CYRANO» de museos o jardines botánicos. Aunque los dos últimos films son. se puede decir, de factura clásica en cuanto a su realizaEL AMARGO SABOR ción, no podemos omitir la enorme belleza que contienen alguna de sus escenas: el magnífico comienzo de Despertares, en cuya sensibilidad se nota !a DE LA ENTREGA feminidad de su directora, Penny Marshall, y el pasaje paralePor Violeta de la Villa lo, con ia entrada al teatro de Cyrano, donde está reflejada como nunca, a través de los ojos f CAE inocentes de los niños —en realidad, la mirada de ambos directores— la eterna candidez de la OS películas, a primera infancia. vista, tan distintas y distantes que, sin embargo, Todas las escenas de masas y tienen tanto que ver. acción en Cyrano están resueltas Una, «Cyrano de Bergerac», con excepcionales soltura y reabasada en la obra clásica de Edlismo, amén de buena fotogramond Rostand, transcurre en la fía, lo que resulta notable en Francia del siglo XVII; la otra, una película europea. Lo mismo sacada de un libro reciente de se puede decir del grandioso fiOliver Sachs, en el Bronx neonal, digno de una tragedia clásiyorquino de los años sesenta; ca, que, aunque apoyado en un pero ambas nos narran la histonotable texto que aquí llega a ria de dos personajes aislados ser bellísimo, no olvida en nin(por una deformidad física en el gún momento que es un final ciprimer caso, por una trayectoria nematográfico. profesional y vital anómala en el Y, llegados a este punto, hasegundo), encerrados en una esblaremos de los actores: Gerard pecie de exilio interior que les Dépardieu, como Cyrano, está llenará, que les resultará satissoberbio, derrochando energía, factorio, hasta que tengan que como siempre, pero especialenfrentarse con algo básico en la mente medido a la hora de recivida de todo ser humano y que tar el verso, que, a veces, susuGerarti Depardieu en Cyrano de BerAmbos se creen fuertes, indeles hará salir de sí mismos: el gerae; abajo una escena de »Desperrra, sin perder jamás e! ritmo. pendientes, representan el inditare samor. Naturalmente, esto hace prefevidualismo y la insolencia del rir la versión original francesa, exclusivo compromiso consigo mismos, en suma, ei hombre lisubtitulada, que tiene un swing bre. Sin embargo, toparán, bien especial, aunque no haya nada con el fracaso (Despertares), que reprochar al eficaz trabajo bien con la infelicidad de la aude traducción e interpretación sencia del amor correspondido de la versión doblada, (Cyrano), a pesar de su enorme Robin Williams compone en entrega. Despertares un raro y anacróniE inmediatamente surge algo co doctor, muy creíble. más profundo, ei reconocimienLos secundarios son excelento de una herida íntima, !a del tes en ambos casos. Al joven hombre al que no gusta su vida Vincent Pérez, Christian en la y que, en el fondo, no se gusta obra, poseedor de un buen físia sí mismo, lo que queda patenco, le aguarda un futuro espete en la escena del exagerado ranzador en el cine; Jacques parlamento sobre su propia naWeber, Conde de Guiche, y Roriz de Cyrano o en la secuencia land Bertin, Raqueneau. están del baile en Despenares, donde como lo que son, buenos actores el despistado doctor tiene que de formación teatral; y qué decir de Roben de Niro, secundarít de lujo en Despertares, actoi profesional e indiscutible dondt los haya, que aquí alcanza la DVORAK EN MADRID perfección precisamente en los momentos del «despertar» de la Por Ernesto GarcíaManso Duperier enfermedad, brindándonos esa maravillosa sonrisa y chispeante mirada suyas que efectivamente parece experimentar por primera vez desde hace mucho tiempo, con la misma inocencia y picardía del infantil despertar de cada mañana, aunque tal vez resulte un poco exagerado en los tics de la recaída en la enfermedad incurable. do. Afirmación cierta, de ta que La representación femenina no cabe dudar, teniendo en es desigua!; Anne Brochet, cuenta que se trata de una cuercomo Roxanne, tal vez resulte da compacta, de un sonido lledemasiado transparente; en no, aterciopelado, con cal briECIENTEMENTE se Despertares, en cambio, la enllantez que produce escalofríos, celebró en el Auditorio fermera que apoya desde el como sucede en el difícil pasaje Nacional un concierto de principio al doctor es absolutaa cargo de los «cellos», en el la Orquesta Filarmónica Checa, mente real, y la encantadora Peallegro con brío que abre la sinbajo la dirección del maestro nélope Ann Miller pronto será fonía. En el mismo movimiento, Vaclav Neumann, dentro del ciuna estrella de la industria ameel sonido inmaculado de la flauclo dedicado al compositor Anricana. ta nos llega «grácil, ondulante» tonin Dvorak (18411904). Se —haciendo uso de la expresión interpretaron las Sinfonías n. 4 En cuanto a las tareas técniazoriniana—, como el allegro en Re menor, Op. ¡3, y la N. 8, cas, cabe destacar en Cyrano la suave, en forma de vals, que in«Inglesa», en Sol mayor, Op, 88. buena fotografía de Pierre terpretado de este modo nos LHomme y la excelente compoAntonin Dvorak, sin duda el transmite la más pura emoción. sición y dirección de la música más famoso músico checo, comEl conjunto de la orquesta se de Jean Claude Petit, lo que ha puso la Cuarta sinfonía en tres .muestra estupendamente emconvertido en un éxito de ventas meses, cuando tenía 24 años, dipastada, compacta, sin fisuras, la banda sonora original de la cho sea sin demérito, puesto que formando un todo integrado — película. no carece de momentos interealcanza los más altos grados de hasta en la misma colocación en santes, incluso buenos, como alPor último, cómo no, menciolirismo en compañía de una gran el estrado—, como queriendo gunos en el scherzo y otros en nar el impresionante trabajo con riqueza tímbrica. Elementos arropar a su maestro, principal el andante, de claras resonancias el vestuario de Franca Squarciacombinados sobre una base de artífice de este auténtico «retawagnerianas. El maestro Vaclav pino, que la hizo justa merecefolclore popular, elaborada por blo de las maravillas» que nos Neumann la dirigió con partitudora de un Oscar en el reparto el mismo compositor, a través ofreció esta versión de la Octava ra, realizando una labor no de de este año. de investigaciones que llevó a sinfonía, lo mismo que fue la trámite, como pudiera parecer En suma, dos interesantes pecabo —según él mismo nos Danza eslava, concedida de proal tratarse de una obra de juvenlículas, que no deben dejarse de cuenta— en las canciones de los pina. tud del compositor, sino que lover, que harán que el cinéfilo recampesinos de Bohemia. Su gró una ejecución seria y equilipase más de una vez, sobre todo buen hacer de gran sinfonista ha Neumann, mesurado, eleganbrada, como no podía ser de el Cyrano en sus dos versiones, logrado elevarlas a melodías de te el gesto, señorial el porte, otro modo tratántose de un diy que darán mucho que pensar la más pura belleza. En esta Ocmás que dirigir la orquesta parerector de su categoría. En todo al público en general acerca de tava sinfonía, director y orquescía indicar a sus filarmónicos: caso, aunque sólo fuera por el los sentimientos humanos, porta brillaron a la misma altura, lo así quiero que se realice esta placer de escuchar a esta orque, en definitiva, siempre se que es tanto como decir al nivel música, desde el sentimiento. questa, hubiera valido la pena la trata de eso, ¿no?, de sentimiende auténtica excepción que amAsí deberá hacerse, porque es la audición de la Cuarta sinfonía. tos. de vidas reales, en este caso bos tienen. música de nuestra vida misma; y vividas con un sentido total del En la segunda parte del consus profesores parecían responA uno de los directores a compromiso y de la entrega, y cierto, la Octava sinfonía —que, der: sí, maestro, así lo hacemos, quien más debe mi afición a la que al final, a pesar del fracaso, junto con la 7.a, son las mejores porque es la música de nuestra música, el gran Marquievich, dejan la dignidad y el orgullo de de todo el sinfonismo de Dvopatria y no podemos hacerlo de tuve la oportunidad de oírle dehaber sido fie! a uno mismo. • rak— se apodera del público otra manera, fl cir, refiriéndose a la Filarmónica desde los primeros compases, Checa, que esa orquesta, a la gracias a la calidaddc su poética que él dirigió en varias ocasioErntstn (¿arriaManso Dupcrler es aboEmesia García Manso Puperler es ahogado. invención, donde su inspiración nes, era de las mejores del mungado