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La política después de las elecciones. Una interpretación

José Ignacio Wert

Acerca del análisis de un fenómeno social, que cuando se dice "los números hablan por sí solos"por lo general, tras ella suele venir una interpretación equivocada.

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José Ignacio Wert, “La política después de las elecciones. Una interpretación,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2201.

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La política después de las elecciones. Una interpretación

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Los Grandes Cambios

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Acerca del análisis de un fenómeno social, que cuando se dice "los números hablan por sí solos"por lo general, tras ella suele venir una interpretación equivocada.

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José Ignacio Wert

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Nueva Revista 016 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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está en interpretar qué y sobre todo para qué. Porque —ça va de sot— cuando todos han ganado algo también suele suceder que LA POLITICA DESPUES todos han perdido algo. Antes de los comicios, apuntaba en estas páginas tres o cuatro claves de anticipación de lo que iban a dar de sí estas elecciones en términos de pérdidas y ganancias para DE LAS ELECCIONES: unos y otros. Como los electores —en detalle que les agradezco— han tenido a bien conformar su comportamiento a mis predicciones, se trata ahora de ver lo que hay deUNA INTERPRETACIÓN trás de los cambios políticos que las elecciones han sacado a la luz. En este sentido, es más útil concentrar el Por José Ignacio Wert análisis en las elecciones municipales —por su alcance nacional— que en las autonómicas, que sólo han tenido lugar en trece Comunidades y dejan fuera cerca de un cuarenta por ciento del censo. Los números nacionales a] respecto son a UANDO, en el análisis de un la vez ilustrativos y engañosos. Comenzanfenómeno social, se dice esa do por el aparentemente más unívoco de totontería de que «los números dos, Ja participación. El descenso de afluenhablan por sí solos», por lo gecia a las urnas —cercano a los ocho puntos neral, tras ella suele venir una porcentuales de censo con relación a 1987— interpretación equivocada de los números no sólo es sintomático del enfriamiento de que hubieran debido hablar por sí solos y (a ilusión participativa, como se ha dicho, que más bien ponen en evidencia al demiursino que en la forma en que se ha producido go aficionado que la proclama. En realidad, revela la cada vez mayor «carga táctica» que de demiurgo sólo tiene la fachada: quien acompaña a la conducta electoral: el análisis sostiene que los números hablan por si solos ecológico del voto en Madrid, por ejemplo, tiende a ser un ventrílocuo de poca monta descubre una tendencia sistemática a la absque intenta hacerles hablar sin que se note tención proporcionalmente mayor en los demasiado el movimiento de su boca. OR mucha costumbre distritos de predominio PSOEIU frente a aquellos de predominio PPCDS (que en esque tengamos ya de escuchar tas elecciones se han transformado en prea todas las formaciones dominio PP solamente) en un orden de Números opacos políticas apuntarse el triunfo magnitud cercano a los cinco puntos. A su en la noche electoral, sin que vez, el vuelco de proporciones de apoyo reNada hay, por el contrario, más complejo nos choque, es menos lativo y absoluto en unos y otros distritos de interpretar que los números que expresugiere que un número estimable de iradifrecuente que además todas san la métrica de fenómenos sociales, las cionales votantes del PSOE han optado por tengan algo de razón al matemáticas, por ejemplo, de lo que la ciumostrar su discrepancia o su escepticismo a dadanía expresa en las urnas en unas elecapuntárselo través de la abstención. El PP, así, se aprociones. Y si esas elecciones son como las xima a la mayoría absoluta de sufragios y que tuvimos el pasado 26 de mayo, cualcrece más de doce puntos porcentuales soquier pretensión de análisis elemental está bre voto válido con apenas un 5,8% de crecondenada a la banalidad, a la equivocación cimiento de votos sobre censo. En todo o a la —rada infrecuente— mezcla de amcaso, estos componentes tácticos no dispenbas. san la preocupación por la caída de la tasa Pocas elecciones tan polisémicas, de inde votantes y su correlato de riesgo potenterpretación tan abierta, como las celebracial de retraimiento democrático. das semanas atrás. Por mucha costumbre que tengamos ya de escuchar a todas las formaciones políticas apuntarse el triunfo en la noche electoral, sin que nos choque, es menos frecuente que, además, todas tenEl color del cristal gan algo de razón al apuntárselo, Y lo cierto es que por lo que respecta a las formacioPor lo que se refiere a Jas cifras «macroenes parlamentarias de ámbito nacional, con conómicas» de los partidos nacionales, éstos la única, señalada y terminal excepción del son los saldos 8791 más expresivos: CDS, todas han ganado algo. La cuestión 1987 1991 1987 Dif, 1987 1991 1991 Wf. % 7.229.782 1 7,163.668 66.114 PSOE PSOE CDS PP . . . 4.080.705 4,703.468 + 622,763 +15 % de sus volos en estrato (A) 39,0 26,1 % de sus votos en estrato (A) í 30,7 34, CDS . 1.902.293 721,832 1.180,461 62 % de sus votos en estrato (B) ) 7,7 % de sus votos en estrato (B) 8,1 5.2 8.1 1.578.361 + 366.099 +30 IU . . . 1.212.262 % de sus votos en estrato (A) + (B) 47,1 31,3 % de sus volos en estrato (A) + (B) . . } 38,4 43,1 % de sus votos en estrato (C) % de sus votos en estrato (C) 52.9 68,7 57,0 61.6 Es decir, prima facie, teniendo en cuenta N.1 de capitales partido mis votado . 28 23 N. de capitales partido más votado 1 el incremento de la abstención, nos encon— _ N.° municipios (B) partido más votado 16 N.° municipios (B) partido más votado , 16 traríamos con un partido en situación de estabilidad absoluta, pero al alza relativa (el PSOE), dos creciendo significativamente en 1987 I9»l 1987 tm ambas dimensiones (PP e IU) y un cuarto en desplome se le mire por donde se le mire PP rt (el CDS). Sin embargo, si entramos en una % de sus votos en estrato (A) 37.6 33,5 % de sus volos en estrato (A) 39, i 41,6 contabilidad «analítica» un poco más fina, % de sus votos en estrato (B) que tome en cuenta lo que se llama la ecolo% de sus votos en estrato (B) 4,7 5,4 17,1 12.8 gía del voto, es decir, que discrimine en el % de sus votos en estrato (A| + (B) . . 54.7 46,3 % de sus votos en estrato (A) + (B) . . 44,6 47,0 balance qué proviene de unos y otros tipos % de sus votos en eslraio (C) % de sus volos en estrato (C) 55.4 53,0 45.3 53,7 de asentamientos humanos, no encontra11 21 N. de capiiaes partido más votado ! 1 mos cambios de entidad mucho mayor que N.° de capitales partido más votado la que el balance general permite adivinar. — N. municipios (B) partido más votado . l N.° municipios (8) partido más votado I 1 Para ello, hemos dividido España en tres cortes. El primero, el conjunto de las cinFUENTE: Ministerio del Interior y elaboración propia. cuenta capitales (A), El segundo, las veinte ciudades no capitales con más de I00.CMX) Varias son ¡as consecuencias que los cuahabitantes (B), A ciertos efectos, agregadros anteriores nos autorizan —previa la memos (A) y (B) para definir un estrato que diación analítica correspondiente; ni siquieviene a ser la España más urbana en térmira estos números «hablan por sí solos»— a nos políticoelectorales. A otros efectos, las extraer: consideramos independientemente. El es1. El PSOE pierde apreciablemente trato (A), que posee cierta heterogeneidad punch electoral en la España «capitalina», interna, representa el habitat con mayor de las clases medias urbanas tradicionales y peso relativo de las clases medias emergenemergentes, pero aguanta mucho mejor el tes, junto con clases medias tradicionales tirón entre los asalariados industriales y, como la burguesía comercial y el grueso de desde luego, mejora de forma impresionanlas burocracias públicas y privadas. El estrate su penetración en el medio rural y seto (B) es algo más homogéneo, destacando miurbano. FaCts, las interpretaciones son lien él como definitorio el peso de los asalabres. Aunque haya ampliado en términos riados de la industria, muchos de ellos inmiF de apoyo relativo (38,4% del voto válido a grantes de primera o segunda generación de L vuelco de proporciones nivel nacional), su resultado del 87 en casi la España rural. El tercer corte (C) es el de apoyo relativo y absoluto dos puntos porcentuales, ha reducido su diresto de España, lo que supone los estratos en unos y otros distritos ferencia respecto a) segundo partido fel PP semiurbanos o intermedios y los rurales. ahora. AP en 1987) en tres puntos (era de sugiere que un número El peso demográfico de cada estrato en dieciséis puntos y es ahora de trece). Lo estimable de tradicionales porcentaje respecto al censo electoral de que fue la «barrida urbana» del 83 y su ate1987 y 1991 es el siguiente: votantes del PSOE han optado nuada versión del 87 han dejado lugar a un por mostrar su discrepancia o escenario de poder metropolitano en el que su escepticismo a través de la —elementos simbólicos al margen— se da 1987 1991 una situación equilibrada con el PP. En abstención 36.1 (Al 36,3 1987, el PSOE, partido más votado de to8.2 8,4 08) . .. dos los concurrentes en 28 capitales, aventa44,7 jaba al PP en 36 de las 50. En 1991, et . 44,3 (A) MB) PSOE, partido más votado en 23 capitales, 55,7 55,3 (C) aventaja al PP en 29,y es superado por él en 21. Lo que se llama en sociología electoAnalizando los resultados electorales mural ta «pluralidad» PSOEPP en el voto de nicipales de los cuatro partidos parlamentalas capitales (esto es. la relación porcentual rios de ámbito nacional según esta división existente entre el voto a cada uno y el total demográfica, tendríamos el siguiente cuaque constituye su suma) ha pasado de ser dro; de deterioro electoral relativo en cada subsistema se asemejan enormemente a fas de la caída letal de UCD en 1982. 4. Y, hablando de Marx, están los resultados de IU. Se trata, tal como veíamos al considerar los balances agregados, de la fuerza de ámbito nacional que experimenta un crecimiento neto relativo más rotundo: los trescientos sesenta mil votos en que aumenta su cosecha del 87 significan un aumento del 30%. Pero el grueso de su crecimiento tiene lugar en el estrato (C) —desde luego en términos relativos, aunque también en términos absolutos— y, en menor medida (aunque la anterior sobrerrepresentación en ese estrato traduzca ahora su avance absoluto en un descenso relativo de su tasa de participación) también en el estrato (A), el capitalino. Pierde participación y votos en cambio en el estrato (B), el que representa de modo más genuino los caladeros tradicionales del PCE, lo que puede estar sugiriendo varias cosas en torno al cambio de referente de este voto, cada vez menos explicado por la matriz de la subcultura 6139 en 1987 a ser ahora 5347, es decir, se centristas de ahora equivalen en número a política tradicional del comunismo y más inha equilibrado casi por complejo. la cuarta parte de los recabados en 5987. ducido por variables de orientación neoiz2. Por lo que se refiere al PP, el reverso mientras que en el estrato (C), semiurbano quierdistas. Con todo, la naturaleza funciodel análisis anterior en cuanto le es de apliy rural, el CDS obtiene votos equivalentes nal de IU dentro del sistema del poder polícación (es decir, incremento espectacular al 50% de los que consiguió hace cuatro tico loca! apenas se modifica «directamendel voto urbano, reequilibrio a ese nivel de años. Espejismo aritmético o reedición en te» a través def resultado: sigue ostentando la comparación con el PSOE, mejor peneclave de farsa (recuérdese lo que dice Marx posiciones relativas homologas a las del 87, tración en el estrato urbano industrial) no sobre la repetición de los acontecimientos pese a tener más votos; el que esos votos le puede ocultar ciertos elementos de fragilihistóricos en «El 18 Brumario de Luis Bosirvan o dejen de servir para conquistar dad o de insuficiente avance en relación con naparte»), lo cierto es que las proporciones nuevas parcelas de poder tiene, paradójicalas «rentas de oportunidad» que la elección mente, menos que ver con su fortalecimienpropiciaba. Así, sucede que el PP ha perdíto que con el debilitamiento geográficamendo primeras posiciones en diversos lugares te localizado de su adversariocomplemencomo Santander, Cuenca, Zamora, o posito, el PSOE. Desde esta perspectiva, el rebilidades de seguir gobernando al carecer galo aparente de votos para investiduras de «coalescibilidad» en lugares como Toleque —a la altura en que esto se escribe, ando o Jaén. Esto es, no en todas partes la tes de la constitución de gobiernos municidesaparición o el extremo debilitamiento L PSOE pierde pales y regionales— constituye el mensaje del CDS se traduce en conquista de poder, apreciablemente «punch» lanzado a la opinión por los hombres de sino que a veces su efecto es el inverso, la electoral en la España Anguita parece una forma inteligente de gapérdida de posiciones «conquistadas a menar espacio de maniobra futuro, sin desgas«capitalina», de las clases días». tarse ahora en la discusión —siempre anmedias urbanas tradicionales 3, El caso del CDS adquiere en este tipo tiestética— de las parcelas de poder. Pero y emergentes, pero aguanta de análisis si cabe mayor contundencia que esa es la harina del costal siguiente. en el —ya de suyo muy expresivo— análisis mucho mejor el tirón entre los de conjunto. Porque la ecología del naufra5. Antes de sumergirnos en él bueno será asalariados industriales y gio pone de manifiesto la naturaleza presudecir siquiera una palabra acerca de los parmejora de forma miblemente «extintiva», deferente y clientetidos que este análisis no ha considerado, impresionante su penetración lar de los puñados de votos que han ido a los de ámbito regional. Su suerte ha sido en el medio rural y semiurbano parar a su contabilidad. El descalabro tiene desigual entre la estabilidad en las (sólidas) una versión capitalina y otra urbana no caposiciones de jjoder local ya ocupadas, pitalina, pero las intensidades del mismo como es el caso de CiU, al ascenso espectason muy similares. De hecho, las proporciocular del PA (que no está lejos de doblar nes que representan los votos de 1991 en sus votos del 87) o los deterioros de particada uno de esos dos estratos en relación dos tan distintos como puedan serlo el con los obtenidos en el mismo estrato cuaPAR, EA o HB. Como es sólito, las electro años atrás son milimétricamente iguales: ciones locales han dado lugar también a la I en ambos «ecosistemas» políticos, los votos floración de algunos ejemplares políticos nos que solía explicar en clase la peregrina singulares. Si en la politología anglosajona doctrina de que el esquema marxista era se habla del single issue party (lo que poaplicable a economías agrarias de secano dríamos traducir como partido monotemátipero no a las de regadío. Pues con esto de co) para referirse a aquellas formaciones los pactos viene a suceder lo propio: la lista que nacen con el exclusivo propósito de resmás votada debe gobernar aunque no sea ponder a una demanda muy concreta y esmayoritaria allá donde su acceso al poder pecífica de ciertos ciudadanos, aquí vamos pudiera verse entorpecido por la lista más camino de consagrar como paradigma el pactada —en la genial expresión de Máxisingle persort party, es decir, aquel partido mo— de signo contrario; por el contrario, que nace con la exclusiva vocación de dar A naturaleza funcional si uno está en condiciones de propiciar ese cauce expresivo (y, fatalmente, también insde IU dentro del sistema de arreglo de «lista más pactada», va de suyo trumental) a las ansias de poder, dinero o que tos electores así lo han querido al negar poder político local apenas se vendetta de algún personaje de la jet society, al más votado la mayoría suficiente para hamodifica «directamente» a de la café society o, incluso, de la *Marca cerse con el poder. society». Y así los marbellíes han dado la través del resultado: sigue mayoría absoluta al G.I.L, de Gil y Gil, Esto es natural. Lo que sucede es que en ostentando posiciones como antes algunos millares de ciudadanos esas estrategias de pactos no se juegan lo relativas homologas a las del de todo el país le habían dado un euroescamismo los dos actores más relevantes de la 87, pese a tener más votos ño a RuizMateos (y otro a su yerno por competición a escala nacional: en esa apuesexceso de celo). En fin, será que somos ta arriesga mucho más el PP como challenmuy individualistas: ya dijo hace bastantes ger que el PSOE como incumbenl. A mi juiaños Murillo Ferrol que en España en vez cio, mientras los méritos y deméritos del de grupos de presión —como en todas parPSOE son ya un dato, en buena medida los tes— había individuos de presión... del PP permanecen para muchos como una incógnita. De ahí la importancia que puede tener cierto desempeño emblemático, como Negociaciones y canciones de amor la alcaldía de Madrid. De ahí la importancia del acierto en los pactos: no culminar ni uno más ni uno menos de los que puedan Empezando por este último aspecto, que Hay, tras estas elecciones, varias incógniarrojar un saldo neto de estabilidad instituen sí mismo merece un ensayo de cierta extas abiertas. En sí mismas, lo cierto es que cional. Tal es su riesgo. En una zona que es tensión en el que ya estoy trabajando, cabe tas urnas no despejan más que unas pocas ya casi del inconsciente colectivo está la hacer una «lectura profética» del relativo interrogantes cuyas respuestas casi estaban asociación entre estabilidad institucional y desplome del PSOE en las ciudades (y a ya prefiguradas y como «descontadas» por gobierno socialista y fragilidad política y goello darían pie los análisis secuenciaies de la gente. La más importante, sin duda, la nuestra historia electoral desde 1986} tanto bierno de centroderecha. Para el PP, ensegunda »muerte del centro», de la que ya como una «lectura táctica» (según la cual el trar en pactos con un potencial de inestabilihemos dicho algo de pasada. Tema evidenelectorado urbano «avisaría» al PSOE en temente de enjundia bastante para no poder dad consecuente puede resultar demoledor. estas elecciones de menor calado político). ser despachado analíticamente a la ligera, No estaña de más en esta hora de fumas Prospere la interpretación que prospere, lo pero —si se me permite un pronóstico sin que —antes de sacar la estilográfica— todos cierto es que el partido gobernante tiene neaportar la argumentación que lo sustentarecordaran la advertencia de Paul Simón: cesidad de enfrentarse a la situación —para tema decidido: en este ciclo político de la «Negotiations and love songs I are often él inédita— de intentar reconquistar lo que posttransición no queda espacio ya para el mistaken for one and the same» iTratn in en gran parte fue la «silla de montar» de su CDS. La tercera edición de una fuerza de the disfame. 1981). victoria telúrica de 1982. Pero despejar esa centro habrá —a mi entender— de aguardar En estas cuestiones, como amargamente cuestión implica un análisis de las políticas a que se cierre este ciclo políticoinstituciohan aprendido algunos, las confusiones se de este país en el último lustro y sus consenal. pagan. Porque, para finalizar, sigue siendo cuencias sociales, que desborda con mucho válido aquello que Walter Lippmann escriA su vez, esa muerte —y mi nula fe en su las posibilidades de hospitalidad de este arbiera hace cerca de treinta años acerca de resurrección— redimensiona la siempre tículo. aplazada cuestión de la alternativa política las expectativas del pueblo sobre el gobieral PSOE. Creo que hoy la cuestión está en Por lo que se refiere al manejo de los pacno: «No hay necesidad mayor para quienes saber si el «hueco» político dejado por la tos, la frase (a veces atribuida a Andreotti viven en comunidad que la de ser gobernaretirada de Suárez contribuye más a afiany a veces a Fanfani, y tan creíble en uno dos; autogobernados, si ello es posible, zar a Felipe González en la Moncloa o a como en otro) de que lo que más desgasta bien gobernados si tienen esa suerte, pero, abreviar la peregrinación de José María Azdel poder es su carencia, parece el mol dorsea como sea, gobernados...» (New York nar a ese mismo destino, Y elementos hay dre que guía los pasos de las cúpulas partiHerald Tribune, 10 de diciembre de 1963, en el resultado electoral para sostener lo darias en estos trasiegos postelectorales. p. 24; cit. por Samuel Huntington, Political uno como para afirmar lo otro. El decantaNadie —excepto, con mucha más sagacidad Order in Changing Societies, Yale Universimiento final tendrá que ver con el manejo de la que parece, Izquierda Unida— quiere ty Press, Londres 1968, p. 2; subrayado no de los arreglos poste lectora les tanto como dejar de rebañar lo rebañable y se escuchan original). • con el sentido de las pérdidas del PSOE y mensajes desconcertantes. De cierto catelas ganancias del PP en el subsistema urbadrático de Económicas (ya fallecido, por lo Jo« Ignacio Werl es sociólogo y consejero delegado no. que omitiré el nombre) contaban sus alumde Demosccipia, S.A.