Nueva Revista 016 > La vida en chándal

La vida en chándal

Luis Marañón

Hace referencia a una España que ocupa su ocio y se divierte en chándal y zapatillas anatómicas antes de alcanzar el reposo merecido.

File: La vida en chándal.pdf

Referencia

Luis Marañón, “La vida en chándal,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2199.

Dublin Core

Title

La vida en chándal

Subject

Los Grandes Cambios

Description

Hace referencia a una España que ocupa su ocio y se divierte en chándal y zapatillas anatómicas antes de alcanzar el reposo merecido.

Creator

Luis Marañón

Source

Nueva Revista 016 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

incertidumbres relativas y verdades provisionales. En la vaguedad del contexto y en La sociedad española de finales del siglo XIX y comienzos del XX se el liviano espíritu de la época —tan verdadibujaba bastante quietista y tabernaria. El deporte nacional por dero y trivial—, el culto al cuerpo, en sus distintas versiones, se ahinca con fuerza y excelencia —los otros dos, la emigración a América y los por derecho propio. Su primera derivada, pronunciamientos— era la tertulia variopinta, escandalosa a veces y el deporte, se constituye en firme religión violenta las menos. La verdad es que el regeneracionismo de Costa, las civil, adobada con los ingredientes de multiiniciativas itinerantes de los krausistasinstitucíonalistas y el dolor nacional tudinarios espectáculos y ética protestante. Muy norteamericano todo ello. de los del 98, acongojados bajo el fardo unamuniano del sentimiento Hoy, gran parte de nuestra España ocupa trágico de la vida, primaban en el discurso de las élites pensantes, su ocio y se divierte en chándal y zapatillas mientras el resto, los más, las pasaba estrechas con su «pan y toros» mal anatómicas, antes de alcanzar el reposo medigeridos en charletas colmadas de humo e interminables partidas de recido, degustando los pinchos morunos asados en la barbacoa del chalecito adosachámelo. do. Nos movemos en un medio social muy distante, también más abierto y menos protocolario, de las pobreterías pasadas, y son otros muy diferentes los medios económicos —hay encima, muchos más, afortunadaLA VIDA EN CHÁNDAL mente— y los valores de los que tenían nuestros bisabuelos y abuelos. Se vive más Por Luis Marañón deprisa y con mayor estrés, es cierto, que antaño, y los malos humores retenidos a lo largo de seis días laborales se descargan duNTES de que cambiaran las corante el fin de semana practicando el deporsas radicalmente a mediados de te favorito. Éste, además, sirve para impullos años 70, tras los severos y sar las relaciones interpersonales, puede llesufridos pasos de dos dictadugar a contribuir a! ascenso profesional y soras una II República, una guecial. y, finalmente, colabora a malar el gurra civil y una dictablanda, dos santones de sanillo del amor propio, arteramente reprela generación del 14 habían emitido opiniosado por el jefe en la oficina o en la fábrica. nes desazonadoras que hoy resultarían casi cienciaficción. Así Gregorio Marañón se Vemos por los espacios y praderones esmostró muy crítico, en uno de sus Ensayos pañoles corretear y practicar deporte a miLiberales, en lo que respecta a la moda del llones de ciudadanos de ambos sexos, con sport y los ases, e incluso atacó duramente la tensión y las ganas de un opositor a letraal joven que vive largos años esclavizado al do del Consejo de Estado. Unos ensayan deporte. Por su parte. Ortega y Gasset, que mil veces los regales y fintas de Butragueescribió mucho sobre la caza, comentó en OY una gran parte de ño, el Buitre; otros quieren «patear» como su plenitud racionalista que «el alma corponuestra España ocupa su ocio Seve Ballesteros u Olazábal; algunos ambiral sirve de asiento o cimiento al resto de y se divierte en chándal y cionan escalar los Alpes como Perico Delnuestra persona. Es ella el plinto de la estagado o correr a más velocidad que la moto zapatillas anatómicas antes de tua espiritual, la raíz del árbol consciente». de Sito Pons; muchas niñas y no tan jóvenes alcanzar el reposo merecido, El propio Unamuno, ya muy cansado de pretenden emular los éxitos de Arantxa degustando los pinchos tanto poner los dedos en las llagas nacionaSánchez Vicario y Conchita Martínez coa la morunos asados en la les, atendía meditabundo los últimos esterraqueta en el circuito mundial, y miles de barbacoa del chaledto tores de las doradas tardes salmantinas niños aspiran a jugar y triunfar algún día en mientras se aplicaba con sabiduría y tino al adosado la NBA. sedentario ejercicio de haeef pajaritas de El deporte en España se ha socializado, papel sobre el velador de mármol de un alha perdido la connotación de clase, y para borotado café. A la verdad, tales planteabastantes se ha convertido en una profesión mientos y actitudes vitales han quedado badigna y bien remunerada. Se han sacudido rridos del comportamiento social y forman de encima viejas perezas y raro es el pueblo parte de nuestra larga y atormentada histoque no cuenta con un polideportivo o unas ria. instalaciones deportivas aceptables. El nivel medio del deportista español se ha elevado enormemente —en su ayuda ha venido la Vivir con el deporte mejor alimentación—, la práctica periódica se ha hecho masiva y las numerosas estrellas Ciertamente, en las sociedades occidentadeportivas se constituyen en ídolos mitificales de este fin de siécle, la realidad, presendos, figuras a copiar, seguir... y, si se puede tida o desarrollada, se ve pespunteada por —aquí además de esfuerzo y horas se reEmilio Butragueño L nivel medio del deportista español se ha elevado enormemente —en su ayuda ha venido la mejor alimentación—, la práctica periódica se ha hecho masiva y las numerosas estrellas deportivas se constituyen en ídolos mitificados quieren condiciones y talento, como en casi todo—, a superar. Los hábitos sociales y pautas de comportamiento se han modificado tantísimo que existe una considerable cantidad de españoles ocupando —falta poco para que lo rebase— un amplio segmento en las estadísticas oficiales de la población activa: los «deportedependientes», en los que aparecen incluidas las legiones de lectores de periódicos deportivos y televidentes de programas en la materia. Claro que esta adicción al chándal es muchísimo mejor para el país que la otra, la de las drogas, tan patética como lamentable —aquí, en este último punto, se puede recuperar justificadamente el lema del «dolor de España» de los noventayochistas. El tenis dura más Así las cosas, a nadie puede extrañar el estado de zozobra permanente en que se halla Agapito Valladares, el enjuto pedicuro de Alhaurín el Grande, provincia de Málaga, con consulta abierta desde hace un montón de tiempo en la localidad. Este sesentón rubiacho y tostado por el sol subtropical es un fiebres del tenis —su biblioteca cuenta con más de cuatrocientos libros sobre la materia—• cuya psiquis se ha visto golpeada de modo brutal tras la adquisición de un chirriante y desvencijado baúl del que sacó unos sorprendentes manuscritos. Lino puede afirmar de manera categórica que tras ia lectura de esas amarillentas páginas bajo la falda. ¿Quién da más a tan contun—según me contó, «se desgranan huérfadentes y amedrentadores títulos? nas, inútiles y desoladas»— este adicto del Pero las averiguaciones de Pito, persona tenis se quedó entre perplejo y confundido enteriza y concienzuda sí las hay, no se queal comprobar que se trataba de los escritos daron en la superficie sino que fueron más secretos, relativos al tenis, de su autor prelejos, siempre empujadas por el ventarrón ferido (como se sabe, el tenis es deporte de una curiosidad enfermiza. Por lo visto, que debe el nombre de ribetes griegos—el el hasta entonces incuestionado maestro, saphiristiké— al mayor británico Wingfield, rodeado de eolegiales sonrosados y pecosos, quien lo puso en circulación en el no tan y con los recuerdos imperiales correteando lejano 1874). por su trepidante memoria, se dedicó, a orillas del río Prater, a frecuentar el orondo El descubrimiento del contenido de! baúl NTE la doble frustración «Círculo de los Miércoles», mientras que en ha venido a congelar un tanto ia pasión deslos ratos libres iba elaborando pacientemenbordada de Agapito, Pito para todos, por del amigo, mi sensibilidad te un singular cuerpo de doctrina, cuyo nú«su» deporte, al que Kipling, otro británico, herida se reconforta tras la cleo central es, más o menos, el siguiente: calificó de «rey de los deportes y deporte lectura de la rotunda y el sexo es saludable, pero el tenis dura más; de reyes». No es para despreciar los escalosolemne máxima anunciada el inconsciente temático como perplejidad fríos de mi amigo, puesto que enfrentarse a desamparada; el celibato tenístico, versión 74 textos, signados entre 1896 y 1938, modipor los gurús del inconsciente moderna de la condena terrenal y anticipo ficando, con sólidos argumentos y desparen París: «La parienta —o el del fuego eterno; la neurosis tenística es pajo literario, !a sustancia teóricopráctica pariente— y la raqueta, para una urgencia a satisfacer a la mayor brevede un deporte ejercitado con tesonera dediquien las trabaja» dad posible para no sumergirse en la insania cación y frenesí de neófito es algo capaz de de por vida; la pista de tenis concebida erosionar la fe del carbonero más bragado como tálamo nupcial, en el que centellean y fundamenta lista. , las zonas emocionales y eróticas del ser huBaste mencionar algunos de los títulos de mano. los papiros para tomar justa medida de la gravedad del asunto: Fijaciones sexuales y La síntesis desvergonzada de toda la pael modo de agarrar la raqueta a dos manos, rafernalia académica de! maestro idolatraPasiones carnales y la dejada. Resistencia do, don Segismundo Freud, podría bosquepsíquica al uso del globo, La relación sexual jarse así: el tenis es la metáfora de! cambio de la volea corta, Moral tenística y neurosis de siglo; la sublimación amorosa se logra moderna. Parricidio y su vinculación a la mediante el batallador empleo de la raquepérdida del saque, Misterios y desventuras ta, y el complejo de Edipo no va más allá Arantxa Sánchez Vicario de una abundante cosecha infantil de desastrosos resultados en partidos importantes. Como colofón del esbozo teórico, no cabe silenciar la terapia recomendada por el sesudo y atormentado profesor para superar un cuadro patológico determinado: «Tres partidos de individuales y dos de dobles a la semana, por lo menos». Si fueran listas, las compañías comerciales lograrían sustanciosos beneficios de seguir y promocionar tan sabia sugerencia. El viejo Freud, al fondo Pero no sería correcto ni honesto dejar la cuestión en este estado. De ahí que se faciliten algunos de los conceptos acuñados por el homo sapiens, al que sus críticos tachan de «traficante de emociones de segunda mano» (incluso Joyce define su doctrina, el psicoanálisis, como «puro chantaje»). Veamos: la inhibición sexual es efecto de las dos dobles faltas; la mujer del tenista, engendradora de la guerra de íos sexos; el nido vacío, situación creada por perder los partidos por un doble 60; el desmadre semal, efecto automático de primeros saques no devueltos por el rival; la continencia permanente, secuencia lógica de fallos absurdos en pelotas fáciles, pero decisivas: la curva erótica, entrevista en el globo defensivo; la raqueta franqueada por dos pelotas de tenis, símbolo machista contemporáneo, debido a la tensión interior generada por la soledad y la falta de afecto que siente el jugador desde el fondo de la pista. Muchas de las incógnitas referidas a la personalidad del maestro fallecido han quedado despejadas tras las innumerables horas del 1 + D de Agapito Valladares. Según Valladares, si Freud detestaba a Mendel y Jung su causa hay que atribuirla sin duda a que le ganaban siempre. Y si, por el contrario, aceptó a Adler como colega y amigo desde el primer momento es a causa de que los dos abandonaban la pista empatados a un set y lan satisfechos por la tarea cumplida y por el orgullo individual ¡10 doblegado. Los historiadores médicos y los memorialistas han repetido hasta la saciedad que Freud murió de cáncer de boca, en 1939, en su exilio de Londres, y muy zurrado por el peso de la sangre maldita y errante. Por su parte, mi amigo Pito ha pergeñado su Su miaño Ballesteros propia hipótesis de trabajo, con lucidez y para los partidos de tenis del próximo otoparo tenístico. Ante la doble frustración del respeto: «Don Segismundo era mala raqueñoinvierno. Y ello porque la poderosa amigo, mi sensibilidad herida se reconforta ta, y su enfermedad se vio agravada ante la sombra de la raqueta de don Segismundo tras la lectura de la rotunda y solemne máimposibilidad de superar las fases previas en Freud planea muy bajo, tiende a comporxima enunciada por los gurús del inconslos torneos locales. A Freud, quizá, lo mató tarse como ave carroñera en las horas bajas ciente en París: «La parienta —o el pael sentimiento de culpabilidad nacido de sus y continúa causando estragos dentro y fuera riente— y la raqueta, para quien las trabareiterados fracasos tenis ticos». Tal vez lleve de las pistas de tenis imaginarias que se van ja». razón mi amigo, que los misterios del delevantando al paso irreverente y desmedido Sólo me resta añadir una confesión persoporte y del corazón derrotado son insondade mis palabras. A lo peor, yo soy quien nal: me he quedado sin contrincante fijo bles. comienza ahora a padecer esos malos sueños. En la vida tan agitada que llevamos Pero no es hora ni lugar de hurgar con iodo puede ocurrir. Toquemos madera, memala fe en los forros ajenos ni de entrar en jor aún, el grafito de la raqueta, que resulta polémicas torluosas. El hecho cierto es que más fino y posmoderno. mi amgio. por culpa del enrevesadísimo hallazgo, está transitando una época muy anPor su parte, Agapito Valladares, mi amigustiada y siente el alma como desarbolada. go Pilo, me ha confesado en la última conPara equilibrar los malparados biorritmos y versación telefónica mantenida que para salir de la depresión aguda ha recurrido a la poner en orden sus ideas y así poder volver meditación trascendental y a un compiejo a salir a una pista de tenis con garantía de A neurosis tenística es vitamínico oriental, si bien sin ningún éxito ganarme un par de juegos por set, ha hecho una urgencia a satisfacer a la todavía. Es más, me acaba de anunciar que la promesa de salir de cofrade en las procemayor brevedad posible para va a probar con el análisis transaccional y, siones de la Semana Santa próxima. Realal mismo tiempo, con el diván de un psicoamente, el compromiso de Pito supera con no sumergirse en la insania de nalista porteño que conpce desde hace algucreces el concepto de que el deporte sea por vida nos años. Tal vez así pueda remontarse. hoy una religión civil. Presiento que tal inPersonalmente, y aunque cuestione la teracertidumbre metafísica terminará por traerpia elegida por Pito, deseo su pronta recume la lesión del codo. Lo que me faltaba a peración. mis años. Ante estos le mores reverencíales decido no ponerme hoy el chándal y dedicar En todo caso, el preocupante naufragio mi ocio a leer un libro, el que estoy escride Pito y las melancólicas y resignadas lágribiendo. entre partido y partido de tenis, somas de Regla —su esposa de siempre, y aún segadamente. a de buen ver— han servido para que comprenda a cabalidad los efectos desastrosos generados por la mezcla del ayuno sexual y l.uk Maniñún es abobado y estrilar.