Nueva Revista 011 > Tres mundos. Cataluña, España, Europa

Tres mundos. Cataluña, España, Europa

Marcelino Moreta

De cómo Cataluña es un espacio peninsular que, con otros espacios contituimos una unidad política: España. Y juntos se camina hacia la Europa, cuya unidad tratamos de construir.

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Marcelino Moreta, “Tres mundos. Cataluña, España, Europa,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2052.

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Tres mundos. Cataluña, España, Europa

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Panorama

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De cómo Cataluña es un espacio peninsular que, con otros espacios contituimos una unidad política: España. Y juntos se camina hacia la Europa, cuya unidad tratamos de construir.

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Marcelino Moreta

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Nueva Revista 011 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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dad de las diversas nacionalidanal, han vuelto a aflorar esa tendes y regiones, la perfecta armodencia próxima al centralismo nía de las respectivas Adminisburocrático, que, sin desearlo, traciones y la aproximación y daña a Cataluña, a todas las Copotenciación de la relación Admunidades Autónomas y, a fin Tres mundos: ministraciónadministrados. Hade cuentas, a España. brá quedado bastante claro que las comunidades históricas, adelantadas del nuevo orden constiEl histórico proceso Cataluña, España, tucional, serían al tiempo un escatalán timulante para que las no históricas pudieran alcanzar progresivamente los mismos niveles auUn proceso histórico con sóliEuropa das raíces no se puede objetar tonómicos. Posiblemente no por con frivolidad. El proceso polítimala voluntad —en el debate Por Marcelino Moreta co catalán, junto con el probleconstitucional, todos los grupos ma social, ha sido una de las políticos se manifestaron abierfuerzas que con mayor constantos a la apertura de los nuevos cia han luchado por una España horizontes—, sino tal vez por on ese enunciado, José tituidas, reforzaba aquella conque pudiera acercarse a la Eurociertos atavismos que con freFerrater Mora nos ofrevicción. pa de progreso. Las sólidas raíció uno de sus magníficuencia flilyen en el alma de los El Título VIH de la Constituces del movimiento catalán hay cos ensayos. Creo que no es hombres y de tos pueblos, se ción de 1978 y loí di versos Estaque buscarlas en el complejo eninactual recordarlo. Cataluña, han producido resistencias que, tutos que sucesivamente se tramado de un renacimiento esgeográficamente, es un espacio bien a través de resoluciones adaprobaron establecieron un sispiritual y económico. Después peninsular que, con otros espatema de «competencias» con las ministrativas o —y lo que es más de la Guerra de Sucesión, los cios igualmente peninsulares, cuales se perseguía, aparte del de lamentar— a través de decicatalanes consideraron las conconstituimos una unidad polítireconocimiento de la singularisiones del Tribunal Constitucioca: España. Y, juntos también, caminamos hacia la Europa cuya unidad tratamos de construir. España ha efectuado a partir de la llamada «transición política» un giro trascendente. Hemos pasado del secular Estado centralista al Estado de las Autonomías, en cuyo proceso Cataluña ha luchado en todo lo que va de siglo. Con razón se ha hablado del «catalanismo regeneracionista». La cuestión catalana, todavía ¿Por qué la cuestión catalana sigue siendo problema? Había una convicción generalizada de que, con el reconocimiento de su autonomía política y consiguiente autogobierno, el viejo contencioso quedaría definitivamente encauzado. El hecho de que los criterios descentralizadores fueran asumidos por la casi totalidad de las fuerzas políticas y deseados por el resto de los territorios españoles, hasta llegar a diecisiete el número de Vardaguer, por Ramón Casas Comunidades Autónomas conssecuencias, concentraron todos según frase feliz de Ortega y Gasset, en «potencias de hispasus esfuerzos en la superación nidad». Estado y sociedad no de sus dificultades y decidieron debían aparecer divorciados, proyectarse hacia el futuro con enfrentados, sino comprometibuen ánimo y sin nostalgias. Redos en un proyecto que nos alimontaron su economía, iniciaCreo que, salvo actitudes neara con los pueblos libres y ron la industrialización del país progresistas de Europa. El hisde pequeños grupos y, a través de un gran movitoriador Melchor Fernández Almiento cultural, generaron lo radicales, nadie va a magro ha dejado escrito: «No que conocemos por «Renaixendiscutir la integración de justipreciará en todas sus maniça», que vio su plenitud ya avanCataluña en un proyecto festaciones el fenómeno regiozado el siglo XIX y principios político español: todos, sin nalista quien no acierte a distindel XX. En ese renacimiento, guir entre las formas urbanas y renunciar a la propia Cataluña —que literariamente europeas que caracterizan el había enmudecido en los tres sipersonalidad, unidos en el caso catalán». glos anteriores—, y su gran poeideal de una Gran Europa ta Jacinto Verdaguer, pudieron Sigo con Ferrater Mora. Cataofrecer, en lengua catalana, con luñaEspañaEuropa. Creo que, su Atlântida, la epopeya de la salvo actitudes de pequeños grugran gesta española, y Juan Mapos radicales, nadie va a discutir ragall, «el primer poeta español la integración de Cataluña en un proyecto político español: todel siglo XX» según Dámaso Maragall dos, sin renunciar a la propia Alonso, a través de su obra poépersonalidad, unidos en el ideal tica y de su prosa, pudo aportar, existían. Canalejas había sido nos entendían. Este grito debía de una Gran Europa. Seria un frente al pesimismo del 98, raasesinado y Maura estaba retiraser el complemento del Cataluerror la no comprensión de que yos de esperanza para todos los do, envejecido y prácticamente ña afuera, porque este segundo la unificación europea no puede abandonado por los suyos. españoles. «Maragall, o la espegrito, en su realidad, tiene sentisignificar la desnaturalización de ranza» , ha podido escribir Pedro do en función del primero. Amla personalidad que caracteriza Laín Entralgo. bos se corresponden, puesto que e identifica los diversos territoTransición política intervenir en es tanto como El proceso político catalán no rios integrados en los Estadoscontribuir a; ¿cómo se va a ha sido un fenómeno esporádico nación que constituirán esa Eucontribuir, si se empieza por no En la «transición» iniciada en que puede contemplarse con inropa del futuro. Cataluña, traditener nada o muy poco? Sólo se 1975, la «cuestión catalana» se diferencia, ni las figuras relevancionalmente abierta al exterior, puede contribuir eficazmente si proyectó como uno de los temas tes que lo expresaron en su reha afirmado siempre su volunse posee una copiosa personaliprimordiales. Los 40 años de sicorrido —Balmes, Prim, Prat, tad europeísta. Históricamente dad». lencios no la habían ahogado. Cambó— fueron comprendidas libera], podrá contribuir en la Era una realidad que requería En el periodo republicano, por el montón de mediocridades lucha común contra los estatalisuna solución, y así la entendieaños 193136, las izquierdas en que —salvo excepciones como mos que intentaron ahogar, en ron en su casi totalidad los gruCataluña ejercieron la hegemoCánovas, Canalejas, Maura. décadas pasadas, la libertad de pos políticos interesados en nía sustituyendo a ta «Lliga», Azaña— jalonaron la política los hombres y de los pueblos. construir una eficaz democracia. que la había ejercido en períocontemporánea española. En las reuniones en el Parador dos anteriores. Curiosamente, Los intentos que se detectan de Sau del «Comité de los 20», las izquierdas, que tanto habían en algunas vertientes de los dien el que tuve la suerte de particombatido el intervencionismo versos poderes, el administratiCataluña en la política cipar, la solidaridad fue la nota camboniano, se convirtieron en vo y el judicial particularmente, general dominante. Pudo producirse alpartícipes convencidos de la code descafeinar las Autonomías, guna discrepancia sobre algunos laboración. Cabe señalar que a no advierten que pueden ser aspectos concretos del proyecto esa actitud pudo contribuir la considerados como residuos esCon respecto a la intervende Estatuto, pero a nadie se le conducta de Manuel Azaña y de tatificadores reñidos con el rumción catalana en la política geneocurrió discutir la conveniencia las fuerzas más influyentes, fabo de los pueblos libres. No se ral hubo en un tiempo enconada del reconocimiento de una autovorable a las aspiraciones cataladebe impedir que Cataluña y topolémica. El «Catalunya ennomía que respondiera a las reinas, en contraste con la habilidas las Comunidades Autónodins» frente al «Catalunya enfovindicaciones históricopolíticas dad generalizada de los partidos mas que forman el arco constitura» se convirtieron en duros vodel pueblo catalán. políticos de los tiempos alfonsicional español participen en la cablos en torno a los cuales, en nos. Azaña comprendió la realiconstitución del nuevo orden la década de los veinte, giró la Había conciencia plena de dad catalana y creyó que lo europeo como auténticas «fuerpolítica catalana. José Ferrater que el centralismo absorbente oportuno era integrarla a un zas de hispanidad». • Mora, en el citado trabajo, aluhabía quedado obsoleto. No hagran proyecto político español. dió al tema con brillantez. «En bía conseguido unir a los pueEn el intento de Estatuto de un tiempo —dice— hubo una blos de España en un proyecto Autonomía del año 1919, los consigna: el Cataluña adenambicioso de vida en común y Mareta) Monta es abogado. Fue dipuhombres de Estado que hubietro, que, justamente, debía ser hacer que las diversas nacionalitado a Cortes por UCD en las dos priran podido encauzar el tema no todo lo contrario de lo que algudades y regiones se convirtieran. meras legislaturas, desde 1977 a 1982.