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Spinoza, entre la gloria literaria y el apogeo del capitalismo

Lorenzo Martín del Burgo

Sobre la fascinación de los poetas por el filósofo moderno Spinoza, que ha servido de motivo de inspiración de no pocas obras literarias.

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Lorenzo Martín del Burgo, “Spinoza, entre la gloria literaria y el apogeo del capitalismo,” accessed April 16, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2025.

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Spinoza, entre la gloria literaria y el apogeo del capitalismo

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Ensayos

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Sobre la fascinación de los poetas por el filósofo moderno Spinoza, que ha servido de motivo de inspiración de no pocas obras literarias.

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Lorenzo Martín del Burgo

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Nueva Revista 010 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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SPINOZA, ENTRE IA GLORIA LITERARIA Y EL APOGEO DEL CAPITALISMO Por Lorenzo Martin del Burgo de los volúmenes de los Studia Spinozana, uizá no haya habido otro filósofo moconsagrado a «Spinoza y la literatura». Spiderno tan amado por los poetas como Qnoza en la obra de Malamud, en la de Borges, — Spinoza. «En la Etica de Spinoza enen la de Melville, en la de Canetti o en la de contré un apaciguamiento a mis pasiones», Leopardi, Spinoza en la poesía, Spinoza en la decía Goethe. Y añadía: «La imagen de este literatura finlandesa o en la alemana, son algumundo es transitoria; sólo quisiera ocuparme nos de los temas estudiados en el presente de las cosas duraderas y procurar a mi espívolumen. Desgraciadamente, la literatura esritu la eternidad, de acuerdo con la doctrina pañola es, salvo excepciones, poco proclive a de Spinoza». La razón de este amor de los inquietudes filosóficas. Aun así, Spinoza no poetas por Spinoza reside probablemente en ha dejado de fascinar a algunos escritores esel hecho de que ningún filósofo de los tiempañoles. Tal fue el caso, por ejemplo, de Pío pos modernos ha encarnado tan cumplidaBaroja, el protagonista de cuya novela El gran mente la figura arquetípica del filósofo y la artorbellino del mundo lee precisamente la Vida dua empresa de la filosofía como Spinoza. de Spinoza de Colerus para consolarse de sus Frente a las tendencias del escepticismo modesengaños. Eso si, no falta en el volumen derno, Spinoza proclama la ligazón indisoluque comentamos un estudio sobre Borges, ble de la libertad humana con la potencia del sin duda el más spinozista de los escritores entendimiento. Frente al relativismo y al de lengua española, que consagró al filósofo eclecticismo nos dice que la verdad es siemdos espléndidos sonetos, uno en El otro, el pre norma de sí misma y de lo falso, y que, mismo y otro en La moneda de hierro. por tanto, esto último no puede nunca amePrecisamente, y desde Ciudad Real, el úninazarla. Frente a la inconstancia y provislonaco miembro español del comité editorial de lidad de las cosas efímeras que constituyen los Studia Spinozana es Atilano Domínguez, nuestro mundo, proclama valerosamente que al que debemos una recentísima, y excelente, sentimos y experimentamos que somos eteredición del Tratado breve de Spinoza3. El Tranos. En fin, frente a los profetas tan modernos tado breve, escrito en holandés, en el que Spi(y tan posmodernos, desde luego) de la muernoza esboza las ideas que luego desarrollaría te de Dios, afirma sin el más leve atisbo de en la Ética latina de forma geométrica, permaduda que cuanto es, es en Dios, y que nada neció completamente inédito hasta 1852, en puede ser ni concebirse sin Dios. que Eduard Boehmer publicó un compendio del mismo. Atilano Domínguez ha hecho su Spinoza y la literatura traducción del Tratado breve sobre el texto holandés de la edición crítica de Filippo MigEsta fascinación de los poetas por Spinoza, nini (1986), y en su documentada introducción que ha servido de motivo de inspiración de no el lector interesado encontrará todos los porpocas obras literarias, ha sido estudiada premenores relativos a la historia del manuscrito cisamente en el quinto y, de momento, último spinozista tan largamente inédito. Pero la imMéchoulan de Amsterdam en la época de SpiQuizá para los griegos portancia de la edición del Tratado breve resinoza es el haber sido «el laboratorio del dinero el filósofo fuese Sócrade, además, en que, con ella, con la publicaen su modernidad y el de las libertades en su tes y en el medievo lo ción de este quinto volumen, Atilano Domíndiversidad». «¿Debemos concluir que dinero guez concluye su proyecto de realizar «una es sinónimo de libertad?», se pregunta Méfuese Aristóteles, pero traducción completa, objetiva y crítica, de las choulan. Y, de alguna manera respondiendo a en los tiempos moderobras de Spinoza». Con la excepción de la esta pregunta, nos dice que en Amsterdan, en nos el filósofo por exÉtica, de la que ya había una vahada gama de el Amsterdam de Spinoza, es en el único lugar celencia fue Spinoza traducciones, y del Compendium grammatien el mundo en que se encuentra «una mercae linguae hebreae, excesivamente especiacancía que no tiene precio: la posibilidad de lizado, Atilano Domínguez ha ¡do ofreciendo al sustraerse a todo orden transcendente. En las lector español una fidedigna y documentada orillas del Amstel no se quema ni a las brujas traducción de ta totalidad de ta obra de Spinoni a tos filósofos». za, y el lector español spinozista no puede En fin, no hace mucho los pensadores marsino estarle reconocido. xistas buscaban inspiración en la obra de Spinoza. Así Pierre Macherey, discípulo del recientemente fallecido Althusser, le dedicaba Laboratorio del dinero un libro titulado expresivamente Hegel ou Spinoza (1979), en el que la tesis subyacente Un último acontecimiento en la bibliografía era que Spinoza es más dialéctico todavía spinizosta lo constituye la aparición del estuque Hegel, que es Spinoza, y no Hegel, el audio Amsterdam au temps de Spinoza de Henténtico padre del pensamiento dialéctico. Y ry Méchoulan3, libro subtitulado reveladorapoco después, Antonio Negri, el teórico de las mente «Dinero y libertad». Lo que le interesa a Brigadas Rojas italianas, escribía desde la cárcel ¡.Anomalía selvaggia (1981), «una obra no llegó a conocer a Spinoza, se limitó a recoger los testimonios de los que lo conocieron, marxista sobre Spinoza», en opinión de Alees decir, se limitó a recoger su leyenda, la auxandre Matheron. reola mítica que envolvió a nuestro filósofo Quién sabe, quizás lo mismo que los anatecasi desde el principio. En el libro de Colerus matizadores del capitalismo de ayer, los apoqueda ya definitivamente establecido el mito logistas del capitalismo de hoy, como parece del santo laico, ajeno, pero no opuesto, a las indicarlo el libro de Méchoulan, encontrarán iglesias, que se ganaba la vida puliendo leninspiración sobrada en la obra singular de Betes, que gustaba de fumar en pipa, y al que nito Spinoza. Pero que ideólogos tan aparennadie vio nunca ni muy triste ni muy alegre, temente contrapuestos encuentren inspiraporque nunca se salió de su imperturbable ecuanimidad, a no ser, para que no faltase la ción y aliento en la obra del filósofo sefardita, nota pintoresca un tanto enigmática, cuando, lo mismo que la fascinación que éste nunca como solía hacer en ocasiones, gustaba de ha dejado de ejercer sobre los poetas, lo únicontemplar cómo una araña se comía a la Frente a la inconsisco que de verdad nos revela es la perenne acmosca que había quedado atrapada en la tetualidad del pensamiento de Spinoza. tencia y provisionalilaraña, en cuyo caso rompía en estruendosas dad de las cosas efímecarcajadas. Libertad filosófica ras que constituyen Colerus, nombre literario latinizado del pasnuestro mundo, protor protestante Johann Koehler, no comulgaDe esta manera, oponiéndose decididamente a todas las tentaciones desfallecientes ba con las ideas de Spinoza, a cuyo pregonaclama valerosamente del derrotismo moderno, Spinoza sigue endo ateísmo no podía sentirse más radicalque sentimos y expericarnando un pensamiento absoluto, un penmente opuesto. En la vida que le consagró, mentamos que somos samiento absoluto en el que ni el infinito ni la Colerus defiende, frente a Spinoza, la resueternidad están reñidos con la razón, que no eternos rrección de Cristo. Y, sin embargo, como dice puede sino derechamente a ellos encaminarGebhardt, la Vida de Spinoza de Colerus «la nos. ¿Y qué sino esto seria la filosofía? Una fileemos con la misma veneración y edificación losofia que Spinoza, como ningún otro en la que si se tratara de la vida de un santo». La modernidad, sigue pensando, es decir, encardiscordancia con tas ¡deas de Spinoza no le nando, viviendo, pues el pensamiento no es impide a Colerus una admiración incondiciosino la forma de vida del filósofo. Por eso dice nal por la beata vida del filósofo. Y es esta Santayana que tenemos que agradecer a Spibeata vida, tal como queda registrada en la noza «ese espléndido ejemplo de libertad filoobra de Colerus, esa vida impertérrita que ensófica que nos ofrece, y... el valor, la firmeza, carna como ninguna otra la plenitud de la vida la transparencia con que supo acordar su cofilosófica, la que, desde su altura mítica, no razón a la verdad». dejará de fascinar a la posteridad, y, muy en Spinoza encarna como ningún otro filósofo particular, a esos amantes del mito que son moderno la figura arquetípica del filósofo, y, al los poetas. Quizá para los griegos el filósofo encarnar la figura arquetípica del filósofo, Spifuese Sócrates, y en el medievo lo fuese Arisnoza, sin salirse del terreno de la filosofía, tóteles, pero en los tiempos modernos el filósino todo lo contrario, dominándolo sin resersofo por excelencia es Spinoza. a va, pero, al mismo tiempo, por esa encarnación arquetípica de la filosofía, está ingresanNOTAS do en el espacio del mito, y, al entrar en el terreno del mito, resultaba inevitable que Spino Studia Spinozana, vol. 5 (1989): Spinoza and t.iieraiure» Spinoza, Tratado breve, traducción, prólogo y notas de Atilano za empezase a interesar a los poetas. Domínguez. Madrid, Alianza, 1990. Esta talla mítica de Spinoza no podía pasar 1 Henry Méchoulan. Amsterdam au temps de Spinoza argenI et liberté, Paris. Presses Universitäres de France, 1990. inadvertida a sus mismos contemporáneos, como queda patente en la espléndida Vida de Spinoza que le dedicó Colerus poco después de la muerte del filósofo. En realidad, Colerus [.orenu Martin del Burga es bibliotecária y escritor.