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La gesta americana

Rafael Gómez López-Egea

Sobre Pedro Cieza de León, uno de los más admirables cronistas conocidos y considerado el "príncipe" de los historiadores de Indias. Un estudio de su monumental obra para conocer al personaje.

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Rafael Gómez López-Egea, “La gesta americana,” accessed December 13, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1998.

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La gesta americana

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Ensayos

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Sobre Pedro Cieza de León, uno de los más admirables cronistas conocidos y considerado el "príncipe" de los historiadores de Indias. Un estudio de su monumental obra para conocer al personaje.

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Rafael Gómez López-Egea

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Nueva Revista 008 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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El descubrimiento, conquista y cotos elaborados a base de informaciones obtenidas sobre el terreno, con tanta honestilonización de América tuvo en sus dad como era posible en unos tiempos que, «cronistas» los testigos puntuales de sobre revueltos y apasionados, se complicaban por la escasez de medios y la lucha priunos hechos que todavía hoy, desmaria por la subsistencia, entre rudos solpiertan el asombro de cualquier lecdados y buscadores de fortuna. tor imparcial. Pedro Cieza de León Los escritos de Cieza muestran la realidad tal como se le presenta a la vista. «Sus «Cró(152115541 nacido en Uerena (Banicas» transmiten el asombro del europeo dajoz) es uno de estos admirables ante el fascinante mundo que le ofrece Amécronistas. Muchos dicen que fue el rica: «Hay grandes dantas, muchos leones y osos crecidos y mayores tigres. En los árPrincipe» de los historiadores de Inboles andan los más lindos y pintados gadias. En todo caso, nada mejor que tos que pueden ser en el mundo y otros monos tan grandes que andan por los árboestudiar su obra monumental, como les»... «y cuando los españoles pasan debael medio adecuado para conocer al jo, quiebran ramas y les dan con ellas, copersonaje. cándolos y haciendo otros visajes. Los ríos (levan tanto pescado... que con palos matábamos cuanto queríamos».... «hay muchos pavos, faisanes, papagayos de muchas maLA GESTA neras y guacamayas, que son mayores, muy pintadas...» AMERICANA Sin darse cuenta, puesto que era desconocido el concepto actual de periodismo, Por Rafael Gómez lópezEgea Pedro Cieza actúa como «enviado especial», reportero fiel que informa de lo que sucede a su alrededor, para cumplir los propósitos as primeras fases del descubrimiento que le animan: «de aquí adelante diré lo que y conquista de América tuvieron como Lvi y se me ofrece, sin querer engrandecer ni m protagonistas a navegantes y capitaquitar, cosa de lo que soy obligado; y de esnes andaluces. Pero no tardaron mucho los to los lectores reciban mi voluntad». extremeños en seguir sus pasos en sucesivas expediciones. Hernán Cortés y FrancisAquel muchacho de apenas 15 años cuanco Pizarro no fueron los únicos en incorpodo llega a América en 1535, permanece desNo pretendo más que Su rar extensos territorios a la corona españopierto siempre, atento a recoger los hechos Majestad sea informado la. Extremadura abrió los caminos de Améhasta los menores detalles. Desea cumplir de las cosas que han parica, y no sólo con la fuerza de las armas, fielmente la misión informativa que se ha imsado en estos sus reinos; sino también a través de las letras y la culpuesto desde el principio, tal como lo declay que la patria mía y totura, como fue el caso del cronista de Uerera:.., «No pretendo más que Su Majestad sea das las otras naciones que na (Badajoz) Pedro de Cieza de León, llamainformado de las cosas que han pasado en debajo del cielo son, lo do por la monumentalidad y rigor de sus esestos sus reinos; y que la patria mía y todas vean y entiendan critos, el «Príncipe de los Cronistas» espalas otras naciones que debajo del cielo son, ñoles. lo vean y entiendan.» A través de la actitud personal de Cieza, expresada reiteradamente en sus escritos, se observa la percepción de una tarea informativa que asume, consciente de la imporLa fascinación de América tancia de los hechos que le ha tocado vivir. Considerar «monumental» la obra legada Sus propósitos quedaron cumplidos, puesa su temprana muerte (33 años) por Cieza de to que su Crónica del Perú fue publicada en León, no es ninguna exageración ni una Sevilla (1553), en Amberes (1554, dos ediciovuelta al patrioterismo barato, afortunadanes) y en Italia (1555, cinco ediciones). Hoy, mente en desuso. Es solamente un acto de vista con la perspectiva del tiempo, la obra justicia, que valora un cuerpo de documende Pedro de Cieza de León, despierta admiración y respeto. En su conjunto, muestra térros informativos, ofrece uno de los más una estructura ordenada y rigurosa, con ficompletos estudios documentales conocina sensibilidad para delimitarei dato fundados, sobre los «Incas Yupanquis, señores namental del supérfluo o anecdótico. Nuestro turales que fueron de las provincias del Peinsospechado reportero, procede a la detarú y de otras cosas tocantes a aquel reino...» llada descripción de los territorios que serEl trabajo de Cieza fue de tal calidad y previrán de marco ambiental a los sucesos decisión, que hizo reconocer ai historiador pesarrollados en el descubrimiento y conquisruano, Porras Barrenechea: «La historia del ta del Perú. Su Crónica del Perú, queda así, incario nace adulta con Cteza». dividida en tres partes. En la primera... «traLa tercera parte se centra en la narración ta de la demarcación de las provincias del del descubrimiento y conquista del Perú por Perú, la descripción de ellas,., las fundacioFrancisco Pizarro, que transmite en toda su nes de nuevas ciudades... los ritos y costumpatética grandeza, preludio de los dramátibres de los indios... y otras cosas extrañas cos enfrentamientos posteriores entre espadignas de ser sabidas...» ñoles. La segunda parte, siguiendo lógicos criFinalizadas las tres partes de la Crónica del Perú, aborda Cieza en su libro dedicado mentaban las noticias de América. Muy pronto supo quiénes eran los Vasco Núñez, a «Las Guerras Civiles» peruanas, la detallaOjeda, Ovando, Andagorta, Pedrarias Dávida noticia de los dramáticos acontecimienla, esforzados hombres de acción y aventutos. En origen, los planes del cronista abarra, en busca de la fama y la gloria. can cinco grandes apartados, que titulaba, de acuerdo con los hechos cronológicos: La Con el tiempo, la familia de Los LeónCaGuerra de las Salinas, La Guerra de Chupas, zalla aumenta. Nacen otros hijos, un varón, La Guerra de Quito, La Guerra de Guarina Rodrigo, y tres mujeres, Leonor, Beatriz y y, por último, La Guerra de Xaquixahuana. María, que vienen a complicar la situación Igualmente, pensaba redactar dos extensos económica, no muy lucida. Todo ello sin perapartados, tal vez resumiendo toda ¡a obra, der el buen tono y la consideración social a modo de comentarios finales. entre las gentes de Llerena. La muerte prematura del croA primeros de 1529, cuando el pequeño nista (1554), le impidió rematar Pedro contaba ocho años, llegó al pueblo la su obra, puesto que no llegó a asombrosa noticia que confirmaba los rumoterminar los manuscritos cores y leyendas sobre el oro de las Indias, rrespondientes a las guerras de Acababa de arribar al puerto de Sevilla el exGuarina y Xaquixahuana, así cotremeño de Trujillo, Francisco Pizarra, en mo tampoco de los «Comentauna nao cargada de objetos preciosos, de rios». Existen hoy ediciones oro y plata, mostrando los ricos tesoros que completas y fiables del resto de aguardaban en el Perú a los valientes que sus escritos, que forman un decidieran acompañarle. Traía consigo un cuerpo documental de reconoselecto grupo de indios «tallanes» ataviados cido valor histórico. con lujosas ropas de algodón y preciosos adornos de oro. También causaron asombre el pequeño rebaño de «llamas», a las que conocían con el nombre de «ovejas del Perú», o «camellos sin giba». El cronista de lierena Pedro de León, escuchaba, fascinado, los Cuando nace Pedro Cieza de detalles del suceso. Los mejor enterados, León, hacia el año 1521, su ciucomentaban el triunfo de aquel pobre camdad natal, Llerena, era una villa pesino de Trujillo que iba a ser recibido en próspera, de agricultores y homla corte del emperador Carlos, en Toledo. Le bres de negocios que mantenía fueron concecidas licencias para el descupor entonces máxima atención brimiento, conquista y gobernación del Pea los asuntos de Indias. Sus parú, nombrándole capitán general y alguacil dres, don Lope de León y doña mayor. Tras la firma de las Capitulaciones Leonor de Cazalla pertenecían en La Corte, el 29 de julio de 1529, Francisa familias distinguidas de raico Pizarro, acompañado de su abigarrado gambre local, emparentadas séquito, es recibido entre el entusiasmo de con sectores cultos y muy dinámicos en acsus paisanos en la ciudad de Trujillo. tividades comerciales. Los primeros años de Aquellas noticias produjeron en el muchaPedro de León transcurren en un ambiente cho y futuro «cronista» enorme impresión. favorable al estudio de la gramática y la liEs muy fácil que en su mente se forjara el teratura española, completado con el fomennacimiento de su vocación historiadora. Lo to de la cultura clásica, especialmente la de cierto es que en los años siguientes contiRoma. Además de las enseñanzas paternas, núa sus lecturas y estudios, siempre alenrecibía Pedro clases de latín y retórica, juntado por su padre, que le proporcionaba nueto a nociones de aritmética y cálculo. vas fuentes de conocimiento. El chico mostraba grandes aptitudes paPasaron cuatro años y la gran empresa de ra la expresión escrita, facilitada por las lecPizarro mantenía vivo el interés en toda la turas que le proporcionaba la excelente binación, pero con mayor fuerza en Extremablioteca paterna. Desde que tuvo uso de radura y Andalucía. Pedro de León, adolescenzón, asistía a las conversaciones de los mate de 13 años, estaba ya firmemente decidiyores, en largas veladas en las que se codo a marchar a América a la menor oportunidad, Esta se le presentó en la primavera Pedro de León, atraído por los escritos de de 1533, cuando su pariente y paisano, Luis Francisco de Jerez, se fija especialmente en de Llerena le invitó a acompañarle en la gesunos versos del cronista: «Se partió desta tión de ciertos negocios familiares en alguciudaddon Francisco de Jerezen 15 años de nos pueblos de Sevilla, con destino final en su edad...» Se propuso aventajar a Jerez... ¡él la ciudad del Guadalquivir. no tenia los 15 años! Sus propósitos quedaDespués de un recorrido por Valverde del ron ya definidos. Tras lograr el reglamentaCamino, donde conservaban posesiones los rio permiso paterno —no sin serias dificulLlerena, y por San Juan del Puerto, arribatades— un asiento de embarque, fechado en ron al puerto de Sevilla, donde Pedro sintió Sevilla el 3 de junio de 1535, nos prueba que con fuerza el atractivo de América. Sus suenuestro Pedro de León, «hijo de Lope de ños se convertían en realidad. Allí, muy cerLeón y Leonor de Cazalla...» tuvo plaza en ca, en las riberas del río, los capitanes alisla nao del maestre Manuel de Malla, con taban en sus mesas a los caballeros y soldestino a la isla de Santo Domingo, donde dados que marchaban al Nuevo Mundo. A llegó como escala intermedia antes del trasPedro de León, los ojos se le iban detrás de lado último al puerto de Cartagena de Indias. aquellos jóvenes que aguardaban su turno, Una vez en América, aquel adolescente, ansiosos de aventuras. todavía con el inmediato recuerdo de la luPosteriormente, viajaron Luis Llerena y Pedro de León a Córdoba. Allá se encontraban cuando les llegaron noticias impresionantes. Había desembarcado en Sevilla Hernando Pizarro con un inmenso tesoro tomado a los incas (Atahualpa), tras la victoria de Cajamarca el 16 de noviembre de 1532. Según decían testigos presenciales, 27 grandes cajones custodiaban la mayor parte del tesoro del inca. Otras vasijas, también de considerable tamaño, se apilaban en los muelles cercanos. Desperdigados, se contemplaban finos trabajos de orfebrería, collares y ajorcas, fuentes, vasos, láminas de oro y grandes pepitas del mismo precioso metal, que eran transportados en carros hasta la Casa de la Contratación, entre el asombro de los sevillanos. minosidad de su Llerena natal en los ojos, despliega una actividad incesante. Recorre | En el camino de las Indias los poblados y bohíos indígenas, en busca El «oro del Perú», no sólo dejó a España de ios datos que necesita para sus informes. sumida en la admiración, sino también a las Entrevista a los veteranos soldados, a ios inmás influyentes cortes y Estados europeos. dios amigos. Se entera de sus costumbres En Lyon, donde se encontraba Francisco I; religiosas, vestidos, armas, modos de alien Munich, en Venecia, en Londres, políticos mentarse, tradiciones y lenguas. Va tomany comerciantes comentaban agitados la sido, día a día, nota puntual dei mundo que tuación planteada. Sobre el relato de Franle rodea, aunque la realidad resulte muy discisco López de Jerez, Verdadera relación de tinta a los sueños heroicos. La pomposa la conquista de Perú, aparecido en ese mis«Cartagena de Indias», no era más que unas mo año, 1534, se redactaron en Alemania, cuantas chozas de barro con techos de paFrancia, Italia, Holanda, hojas impresas con ja. El hambre y las enfermedades amenazalas nuevas de América, claros precedentes ban a (os inexpertos recién llegados. Avende lo que mucho más tarde se convertirían tureros, pillastres y ladrones abusaban de en verdaderos «periódicos». los incautos, estafándolos de mil maneras. Sin caer en el desaliento, Pedro de León es consciente de los momentos históricos en que vive. En su crónica, aquel «adelantado» cronista de Llerena, de apenas 1516 años, buen conocedor del mundo clásico, alude a que si existen noticias sobre la fundación de Cartago por Dido, de Roma por Rómulo y Remo, y de Alejandría por Alejandro Magno, con mayor razón los siglos futuros deberán guardar eterna memoria del Emperador Carlos,... «pues en su nombre se han fundado en este gran reino de Perú tantas ciudades...» Para cumplir la misión que se ha marcado, vive muy de cerca de los hechos que recoge y analiza: «los he mirado con gran estudio y diligencia para escribirlos con aquella verdad que debo, sin mezcla de cosa siniestra. Logró adentrarse en la mentalidad de los indios, aprendiendo el quechua, lengua general del Perú incaico, a la que considera: «muy buena, breve y de gran comprensión y abastada de muchos vocablos y tan clara que en pocos días que yo la traté, supe lo que me bastaba para preguntar muchas cosas por donde quiera que andaba». Le ayudaron en su tarea de conocer a Pedro Cieza de León tuvo los naturales, dos indias que le servían plaza en la nao del maesde traductoras, Catalina y Ana, a las que tre Manuel de Malla, ton se muestra agradecido, especialmente a de presentar la historia de acuerdo con una destino a la isla de Santa Ana, recordada en su testamento con el enversión literaria y casi «bucólica» de los heDomingo, donde llegó cocargo de misas en sufragio de su alma, lo chos. mo escala intermedia anque hace suponer su conversión al cristianismo. tes del traslado último al puerto de Cartagena de El cariño y afecto hacia los indios aparece en numerosas ocasiones a lo largo de los Indias, en 1535 escritos de Cieza, de modo expreso y desLos años turbulentos tacado. Con frecuencia entrevistaba a miemLa primera época de Pedro de Cieza en bros de la nobleza incaica (los llamados América transcurre bajo las órdenes del go«orejones»), y a famosos capitanes de sus bernador Pedro de Heredia, con más pena ejércitos, con el fin de ofrecer la visión de que gloria. Los años siguientes, que van deslos hechos, «desde el otro lado», actitud que de 1539 a 1546, sirve con fidelidad al marishonra a Cieza y lo convierte en historiador ca) Jorge Robledo, llegando a ser uno de sus insólito. Durante su estancia en el Cuzco hombres de confianza, pues le nombró cro(15491550), después de múltiples gestiones nista de las sucesivas expediciones. Junto para conseguir datos, aclara el cronista: «hia Robledo, firmará el acta fundacional de la ce juntar a Gayu Tupac y a otros orejociudad de Cartago, para marchar después a nes... con las mejores intérpretes y lenguas Panamá, donde se reciben noticias alarmanque se hallaron... y también a Pisca, capitán tes del Perú. En 1538 ha sido ejecutado Diede Huayna Capac...». Todos ellos, con sus go de Almagro, socio y viejo amigo de Frantestimonios, le permitieron exponer la vercisco Pizarro, de modo que se inicia una lusión de los vencidos, logrando de este mocha sangrienta, sin cuartel, entre almagrisdo superar en precisión y veracidad a otros tas y pizarristas. Cieza de León siente el docronistas como al inca Garcilaso, partidario lor de la tragedia, sentimiento que plasma de Gómara, con Hispania Victrix, a los en sus guerras civiles peruanas, documencuales supera en puntualidad y precisión. to de notable imparcialidad, frente a otros menos objetivos, como las crónicas de Fernández de Oviedo sobre el mismo tema. La situación se complica, al conocerse el El regreso a España asesinato alevoso de Francisco Pizarro, el Marqués Gobernador en su residencia de LiPuso Cieza de León particular empeño en ma el 26 de junio de 1541, a manos de un valorar fos méritos del Imperio de los Incas, grupo de almagristas. En ese mismo año, coreconociendo en numerosos puntos de su mienza Pedro de León a redactar su crónicrónica los aspectos más notables de su orca, en base al rico acopio documental reuganización, sistemas de gobierno y consnido pacientemente, día a día, en sus cinco trucción de ciudades. De su viaje a la región años de estancia en América. de Los Charcas (1549) se conservan sus impresionantes descripciones del templo de Por desgracia, los graves problemas no se Pachacama, ia fortaleza de Huarco, la ciulimitan al Perú. También el mariscal Robledad de Arequipa, la provincia del Condesudo sufre los envites de ambiciosos rivales, yo, del paisaje del lago Titicaca, y de los modeclinando su estrella con diversas alternanumentos de Tiahuanaco. En particular, el tivas, hasta que muere ajusticiado en 1546, relato de Cieza sobre Tiahuanaco, fue incordejando en difícil situación a sus fieles. Enporado por Bartolomé de Las Casas —sin tre ellos, a Pedro de León que tal vez para citar la procedencia— a su obra Apologétievitar represalias, decide intercalar uno de ca Historia Sumaria. sus apellidos familiares, firmando a partir de entonces, con el definitivo: Pedro de Cieza Cuzco despierta la admiración del cronisde León, escrito en las variantes: Síesa, Cieta. Describe sus enormes construcciones de sa, Siega y Ciega. piedra, con detalle ausente en otros —el inca Garcilaso, por ejemplo— «Tenían a mi pa* Aunque no se calman las aguas de las recer de íargo trescientos y treinta pasos, y guerras peruanas, nuestro cronista disfruta...Los escritos de Cieza de ancho doscientos... aigunas de estas pierá de unos años tranquilos con el nuevo preforman el entramado básidras son anchas como de doce pies y más sidente La Gasea, gracias a los buenos ofico para conocer las regiolargas que veinte,..». cios de su pariente (por parte de madre) Penes americanas, desde Defiende la calidad de los edificios, y ladro López de Cazalla, secretario de Gasea, Colombia a Chile, con parmenta su destrucción a manos de irresponque interviene en su favor. La Gasea, adeticular referencia al Perú sables: «No quisiera ver la culpa grande de más, hombre culto y aficionado a la histolos que han gobernado en lo haber permitiria, no sólo nombra a Pedro de Cieza cronisdo; y que una cosa tan insigne, se hubiera ta oficial, sino que le proporciona... «cartas desbaratado y derribado...». para todos los corregidores, que me diesen Desde el Cuzco, se traslada a Lima, la ciufavor para saber e inquirir lo más notable de dad de los Reyes, a fa que dedica elogios enlas provincias...» Quedó Gasea tan satisfecendidos: «En ella no hay pestilencia, ni lluecho con el trabajo de Cieza de León, que le ve, ni caen rayos ni relámpagos, ni se oyen entregó documentos y escritos personales, truenos; antes siempre está su cielo sereno tomados por él mismo, sobre aspectos funy hermoso...» Encuentra allí el sosiego de esdamentales, que nuestro cronista incorpopíritu necesario para terminar de redactar su ró a sus obras. Y lo hizo con tal rigor metoCrónica del Perú, y la oportunidad de gesdológico e informativo, que los escritos de tionar el regreso a España, formalizando su Cieza forman el entramado básico para cosituación familiar... En Lima acuerda el manocer las regiones americanas, desde Cotrimonio con Isabel López de Abreu a través lombia a Chile, con particular referencia al de los buenos oficios de su paisano y amiPerú. La obra de Cieza enlaza en puntos dego de los tiempos de Llerena, Pedro López terminados con otros cronistas, incluyendo de Abreu, que se encuentra en la capital del a Gasea y Fernández de Oviedo, sin olvidar Perú. Resueltos los problemas, Pedro Cieza, a Calvete de la Estrella, en su biografía deemprende el viaje de regreso a España a fidicada a La Gasea; a Gutiérrez de Santa Clanales de 1550, llegando a Sevilla a primeras ra, con su libro Historia; a Fernández el Pade 1551. Su primera visita en suelo español, lentino con su Historia; a Francisco López dro de Cieza, al encontrarse gravemente enes a su ciudad natal, Llerena, donde abraza fermo, otorga testamento: largo, prolijo, sigemocionado a sus padres, hermanos, faminificativo, que se conserva en su integridad liares y amigos. Al mismo tiempo, ultima dey ha sido estudiado por el investigador petalles para concluir los trámites de matrimoruano Miguel Maticorena, en el Anuario de nio, fijando residencia en Sevilla, en la calle Estudios Americanos, tomo XII, págs.: 615 de las Armas, hoy de Alfonso XII. Al empaa 640. rentar con la próspera familia de comerciantes representada por su suegro, Juan de LleQueda aííí reflejado el hombre íntegro, esrena, disfruta —junto a los bienes ganados crupuloso, puntual y noble, que reparte sus en Indias— de una cómoda situación ecobienes entre sus amores: la familia y su panómica, que le permite dedicarse por entetria chica, Llerena, presente en las cláusuro a su gran proyecto: publicar su Crónica las del testamento: concede limosnas a la del Perú. Al revisar y corregir los textos, una iglesia de Santa Catalina y a todos los hoscierta nostalgia le envuelve. Descubre que pitales del pueblo. Destina se den doscienlas tierras de América, sus paisajes hermotos ducados al monasterio de N.a S.a de los sos y sus «gentes naturales» entrañables, Remedios, siempre que «se obliguen a hason parte irrenunciable de su propia vida. Se cer y hagan cada año y para siempre jamás siente peruano, tanto como extremeño o lieuna fiesta de la concepción de nuestra serenés. Misterio y grandeza del «conquistañora con su. misa y vísperas todo cantado dor» conquistado. por mi ánima... Llega a las puertas de la muerte aquel croEn esos días, tiene ocasión de tratar a fray nista de 33 años. Ya apenas sin fuerzas, esBartolomé de Las Casas, estableciendo con tampa su firma en el testamento que siél tanto los puntos esenciales de acuerdo, guiendo sus instrucciones ha preparado su como las discrepancias ineludibles. Tamsuegro, Juan de Llerena. Sus recuerdos de bién cambia opiniones con fray Domingo de juventud le llevan de vuelta a América. Ante Santo Tomás, dominico experto en lengua él se proyectan sus valles suaves y escarquechua autor de una gramática de ese idiopadas montañas. Ahora revive imágenes de ma, quien le facilita otros datos valiosos paepisodios recogidos en sus crónicas y comra su crónica. prende más todavía el sentir de aquellos inYa hemos hablado sobre el influjo ejercicas a los que defendió con palabras emodo por Pedro de Cieza en sus cronistas concionadas: «yo me acuerdo haber visto a intemporáneos, como fray Bartolomé de Las dios viejos estando a la vista del Cuzco, miCasas. Otro tanto ocurre con el historiador rar contra ta ciudad y alzar un alarido granAntonio de Herrera quien toma prestados de, el cual se convertía en lágrimas salidas capítulos enteros en sus Décadas, sin hacer de tristeza contemplando el tiempo presenreferencia a su verdadero autor. te y acordándose del pasado, donde en aquella ciudad por tantos años tuvieron señores de sus naturales, que supieron atraerlos a su servicio y amistad...». I Los últimos acontecimientos Murió nuestro cronista, Pedro de Cieza de Tras conseguir los permisos y licencias León el 2 de julio de 1554 y fue enterrado en previos a la publicación de sus obras en la la iglesia sevillana de San Vicente. El espíCorte de Felipe II, entrega Cieza sus manusritu que le animaba y la visión de los episocritos a la imprenta de Martín Montesdoca, dios vividos por él han sobrevivido en sus viendo su Crónica del Perú la luz el 15 de obras. • marzo de 1553, que es bien acogida por libreros y eruditos de temas americanos. Continúa Cieza la redacción de las partes sin terminar, con el ánimo de dar fin a su versión de las Guerras civiles peruanas, referida a las batallas de Guarina y Xaquixahuana. Pero el destino le impedirá cumplir sus propósitos. En mayo de 1554 muere su esKafiiel (íómez lópeíEgea es abogado y periodista. posa, Isabel López de Abreu, El mismo Pe