Nueva Revista 126 > La política exterior a debate:intercambio de diagnósticos

La política exterior a debate:intercambio de diagnósticos

Gaspar Atienza

De cómo nuestra política exterior merece generar un profundo y rico debate sobre objetivos, intereses, medios, estrategia y posición de España en el mundo.

File: La politica exterior.pdf

Referencia

Gaspar Atienza, “La política exterior a debate:intercambio de diagnósticos,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1944.

Dublin Core

Title

La política exterior a debate:intercambio de diagnósticos

Subject

La actualidad internacional

Description

De cómo nuestra política exterior merece generar un profundo y rico debate sobre objetivos, intereses, medios, estrategia y posición de España en el mundo.

Creator

Gaspar Atienza

Source

Nueva Revista 126 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

INTERNACIONALLa política exterior a debate:intercambio de diagnósticosGASPARATIENZAANALISTADERELACIONESINTERNACIONALESNo es habitual que el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, MiguelÁngel Moratinos, responda por escrito a las ideas y planteamientos que sobrela política exterior española exponen los analistas y académicos en revistasespecializadas. Por ello la contestación del ministro en la revista Política Exterior, septiembreoctubre de 2009, a los planteamientos expuestos por JoséMaría de Areilzay José Ignacio Torreblancaen el artículo «Diagnóstico diferencial, política exterior», en la edición española de Foreign Policy, juniojuliode 2009, abre un nuevo camino en la política exterior española: el del debateabierto entre el ejecutivo y la sociedad civil. Nuestra política exterior merecegenerar un profundo y rico debate sobre objetivos, intereses, medios, estrategia y posición de España en el mundo que contribuya a desarrollar unapolítica exterior de Estado coherente y eficaz a largo plazo, que proyecte nuestros valores, ideales y cultura y represente eficazmente a la nación española.En el artículo que ha iniciado el debate, Areilza y Torreblanca elaboranundiagnóstico de la política exterior del actual Ejecutivo, al tiempo queaconsejan y plantean nuevas formas e instrumentos que le ayudarían adesarrollar una política más eficaz. Según estos autores, los logros de lapolítica exterior de los últimos cinco años son, en el mejor de los casos,difusos, y los objetivos del Ejecutivo demasiado amplios a la vista de losresultados obtenidos y de las capacidades del país. El artículo se centra91DICIEMBRE 2009GASPAR ATIENZAencuatro focos de la acción exterior de Zapatero —la Unión Europea, laAlianza de Civilizaciones, la lucha contra la pobreza y el multilateralismo—, con dos elementos comunes a los cuatro: la falta de estrategia y lafalta de medios.El primero de estos elementos, junto a la conocida tendencia a la improvisación del Ejecutivo, ha hecho que la política llevada a cabo combinede forma desordenada e impredecible una orientación normativa e idea lista,con dosis de realismo y con tintes en ocasiones excesivamente ideológicoso partidistas. Es lógicamente necesario combinar estos elementos a la horade definir cualquier estrategia exterior, pero si no se enmarcan bajo unas directrices generales la política pasa a ser meramente reactivae intuitiva. Amodo de ejemplo, la secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton,quiere hacer uso del poder inteligente («smart power») —término acuñadopor Joseph Nye y que consiste en la capacidad de combinar poder duroypoder blandopara desarrollar una política eficaz— haciendo uso del instrumento o la orientación ideológica correcta en cada momento, pero siempre bajo un marco definido en atención a las características del problema ya los principios que guían la política exterior americana. En definitiva, indican estos autores, hace falta «más gente pensando y planificando, y menosreaccionando y ocupándose sólo de lo que es urgente».De la falta de medios es clara muestra la incapacidad del Ministerio deAsuntos Exteriores y Cooperación para coordinar la acción exterior de lasdemás carteras ministeriales (léase Ministerio de Defensa, de Justicia o elde Medio Ambiente en materia de agricultura). El mismo día que Defensa yExteriores se contradicen en relación a Afganistán, el ejecutivo se postula afavor de la liberalidad económica en Doha al tiempo que defiende la Política Agrícola Común europea. Para mejorar la coordinación es necesario aumentar los medios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de los diplomáticos y profesionales a cargo de la acción exterior. Los autores argumentanque el gobierno ha abandonado el proyecto de reforma del servicio exterior—que fue incluido en el programa electoral del PSOEe iniciado en la pasada legislatura—, pero que ésta resulta imprescindible pese al coste políticoque pueda implicar.Por su parte, el ministro responde a la carta abierta de Areilza y Torreblanca «desde la humildad y con satisfacción» por la política exterior 92NUEVA REVISTA 126LA POLÍTICA EXTERIOR A DEBATE: INTERCAMBIO DE DIAGNÓSTICOSespañola de los últimos años. Segúnel ministro, España es hoy más fuerSegún estos autores, los logros de late en la comunidad internacionalpolítica exterior de los últimos cincoque hace un lustro, se identifica conaños son, en el mejor de los casos,un mundo más equilibrado y justo,difusos, y los objetivos del Ejecutivopromociona la paz, respeta la legalidemasiado amplios a la vista de losdad internacional y contribuye al deresultados obtenidos y de las capasarrollo y a la seguridad. Además, lacidades del país.política exterior del actual gobiernoresponde a un nuevo modelo en elcual las «ideas son verificadas por los hechos y, viceversa, los hechos sonincorporados en ideas», un modelo multidimensional, proactivo y adaptativo, que produce una política rica en teoría e ideas, eficaz y de compromiso. Así, parece que con más satisfacción por el trabajo realizado que humildad, el ministro concluye afirmando que la política exterior españolagoza de una inmejorable salud y cuenta con el consenso parlamentario yel refrendo de la ciudadanía española.El primer objetivo de nuestra política exterior, indica el ministro, eradefender y promover un multilateralismo eficaz, a lo que el Ejecutivo hacontribuido con la presentación de iniciativas y propuestas en torno a lanueva estrategia global contra el terrorismo y la Alianza de Civilizaciones.Aunque el ministro conceda particular importancia a esta alianza —segúnargumenta, de su implantación y seguimiento dependebuena parte de laconvivencia intercultural y la prevalencia de los derechos humanos— paraAreilza y Torreblanca la llegada de Obama a la Casa Blanca y su capacidad para hablar en directo con el mundo musulmán le resta valor y relevancia. Efectivamente, gracias a sus características personales y a sus diferencias con el anterior presidente, Obama parece haberse convertido en elinterlocutor que la alianza proclamaba.En la relación con Estados Unidos los autores difieren claramente:mientras que, según Areilza y Torreblanca, Obama no espera nada de estelado del Atlántico pero está dispuesto a ser muy amable y a hacernos sentir muy bien, para el ministro la coincidencia de intereses entre Obama yZapatero les hará estrechar vínculos y buscar objetivos comunes. El casode Oriente Medio es paradigmático: el ministro es un gran experto en la93DICIEMBRE 2009GASPAR ATIENZAmateria —fue enviado de la Unión Europea en Oriente Medio— pero a lahora de apoyar el proceso de paz prefiere resaltar la complicidad entre Zapatero y Obama, situando a España independiente del Cuarteto (ONU, UE,EE.UU.y Rusia), que trabajar a través de la UEy sus instituciones, comoproponen Areilza y Torreblanca.También chocan los autores en la definición de multilateralismo y la relevancia del derecho internacional. Todos buscan el equilibrio entre derecho y poder, pero mientras el ministro utiliza un lenguaje más universal ymoralizante, Areilza y Torreblanca manifiestan su escepticismo hacia losmismos y en particular hacia el anquilosado sistema de Naciones Unidas.Al final se trata de la difícil cuestión de admitir la relevancia pero tambiénlos límites del derecho internacional: el déficit democrático del Consejo deSeguridad, la incapacidad de la ONUy de la UEo las lagunas del derechointernacional para poner fin a los crímenes contra la humanidad o a losconflictos internacionales (un ejemplo reciente es la piratería en la regiónde Somalia) que se siguen sucediendo y ante los que la comunidad internacional permanece paralizada.En el ámbito europeo los objetivos parecen afines —fortalecer la UEysu papel como actor global, entre otros aspectos—, pero Areilza y Torreblanca reclaman mayor liderazgo al Ejecutivo español para que actúe convoz propia y con igual dosis de pragmatismo y europeísmo, siguiendo ejemplos como el de Sarkozy. La presidencia de 2010 es una excelente ocasiónpara equilibrar el papel de España en los Balcanes y en particular haciaKosovo, asunto en el que, según Areilza y Torreblanca, el ejecutivo deberíaactuar con una orientación más realista que normativa (al no reconocer aKosovo, el ejecutivo se encuentra alineado con Rusia, Eslovaquia, Rumaníay Grecia, en contraposición a EE.UU., Francia, Reino Unido y Alemania).Tanto hacia América Latina como hacia China, Areilza y Torreblanca solicitan mayor compromiso del Ejecutivo por la promoción democrática yla defensa de los derechos humanos. En Latinoamérica es necesario distanciarse de la retórica populista de muchos de sus líderes —tal y comoha hecho Obama— y conseguir que España se convierta en un referentede primer orden, no sólo por la cultura común o por la presencia económica, sino por los valores democráticos. El ministro advierte que no hahabido ningún otro gobierno español que haya dedicado tanto esfuerzo a94NUEVA REVISTA 126LA POLÍTICA EXTERIOR A DEBATE: INTERCAMBIO DE DIAGNÓSTICOSdialogar y concertar con las autoridades de los estados iberoamericanos ySegún el ministro, España es hoycon Cuba en particular, incluyendomás fuerte en la comunidad internala oposición de cada país, pero locional que hace un lustro, se identicierto es que el mensaje que Españafica con un mundo más equilibrado yha transmitido no ha sido siemprejusto, promociona la paz, respeta latodo lo claro y rotundo que pudieralegalidad internacional y contribuyey debiera ser en cuanto a la promoal desarrollo y a la seguridad.ción de valores democráticos y defensa de las libertades.El debate sobre política exterior exige combinar multitud de elementosy alternativas, y los artículos citados promueven un diálogo rico en contrastes que permite valorar distintas visiones de las relaciones internacionales y de la posición de España en Europa y en el mundo. No obstante,está claro que España debe buscar el equilibro entre poder y derecho,entre sus intereses en Europa, Iberoamérica, EE.UU., Oriente Medio, Asiay África, teniendo en cuenta que éstos no siempre, ni necesariamente,confluyen, y que debe fortalecer su imagen como país democrático pocoproclive a modificar sus compromisos internacionales en función de losvaivenes electorales internos. Al debate sobre una política exterior de Estado contribuyen los artículos del ministro de Asuntos Exteriores y deAreilza y Torreblanca reseñados en este escrito, y por ello les debemosestar agradecidos.95DICIEMBRE 2009