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Aprender a contar

Nazareth Echart

Artículo que se refiere al crecimiento del interés por las fundaciones en Europa. Un análisis del sector fundacional español y de los retos que tiene planteados.

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Referencia

Nazareth Echart, “Aprender a contar,” accessed May 1, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1872.

Dublin Core

Title

Aprender a contar

Subject

El reto de saber transmitir al pueblo

Description

Artículo que se refiere al crecimiento del interés por las fundaciones en Europa. Un análisis del sector fundacional español y de los retos que tiene planteados.

Creator

Nazareth Echart

Source

Nueva Revista 123 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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Aprender a contarpara generarconfianzaNAZARETHECHARTPROFESORADECOMUNICACIÓNPÚBLICA«En toda Europa crece el interés por las fundaciones, que cada vez desempeñan un papel más importante en los debates sobre el futuro económico, social, medioambiental y otras cuestiones de gran relevancia general.Pese a ello, tanto la opinión pública como muchos de los responsablesde las grandes decisiones y bastantes líderes políticos parecen poco informados sobre las particularidades y el papel que las fundaciones son capaces de desempeñar en la sociedad». Así comenzaba un texto del Centro Europeo de Fundaciones editadoen 2001. Han pasado ocho años. ¿Han cambiado las cosas? ¿Está la sociedad mejor informada sobre las particularidades de las fundaciones y sobreel relevante papel que cumplen? ¿Poseen los ciudadanos la percepción deque, en el origen de casi todas, se encuentra el deseo de devolver a la sociedad parte de su riqueza?En mi opinión, en estos pocos años se han producido importantesavances, pero aún es mucho el camino que queda por recorrer. La construcción de la identidad europea, desde esa perspectiva, ofrece un horizonte de oportunidades para la consolidación del sector fundacional queéste no debe desaprovechar.De hecho, meses antes de las pasadas elecciones europeas, el CentroEuropeo de Fundaciones promovió un Manifiesto, con el fin de trasladarlas principales demandas del tercer sector a los nuevos eurodiputados. Eltexto giraba en torno a dos ejes: la necesidad de desarrollar un clima amistoso para las fundaciones a lo largo y ancho de Europa y la exigencia deavanzar en materia de justicia social. El primero incluía la creación de unEstatuto de la Fundación Europea para las fundaciones y un tratamientodel IVAmás adecuado a su naturaleza, dos reclamaciones básicas que, deprosperar, pueden tener un impacto decisivo en el tercer sector.66NUEVA REVISTA 123Ambas tienen su justificación. En su libro Giving, el ex presidente BillClinton señala que, para prosperar, un país debe poseer tres características: en primer lugar, una economía próspera, que asegure a todos los ciudadanos un trabajo; en segundo lugar, un buen gobierno, que se ocupede todo aquello de lo que no se puede ocupar el mercado, y, por último,«una sociedad civil vibrante, con ONGs que hagan que no se olvide anadie». Clinton insiste en este último aspecto, en la necesidad de contarcon un tercer sector sólido, organizado. No es una aportación nueva. Laidea de que la generación de bienestar no es competencia exclusiva de losgobiernos forma parte de la tradición política y cultural del mundo anglosajón. De ahí la fortaleza de su asociacionismo, esa característica de la sociedad estadounidense que más llamó la atención de Alexis de Tocqueville cuando éste viajó a Estados Unidos, como queda bien reflejado en Lademocracia en América. El asociacionismo y la fortaleza de las organizaciones civiles (entre ellas, muchas fundaciones) han estado, sin duda, estrechamente ligados al progreso de ese país.Desde esa perspectiva, en Europa queda mucho por hacer. Por eso lareclamación del Manifiesto merece cierta atención. La regulación actual nofacilita la labor de las fundaciones que quieren desarrollar sus actividadesen más de un país de la Unión ni contribuye a la creación de nuevas fundaciones de ámbito europeo. Pero el sector fundacional europeo, tanto entérminos cuantitativos como cualitativos, está llamado a desempeñar unpapel fundamental en el desarrollo económico y en el impulso de la innovación de políticas claves de la Unión Europea. No es una afirmación retórica. Los autores del estudio de viabilidad sobre el Estatuto recuerdanque las 110.000 fundaciones existentes en Europa (casi 4 fundaciones porcada 10.000 habitantes) gastan entre 83.000 y 150.000 millones de euroscada año, más del doble que el sector fundacional en Estados Unidos. Las elecciones europeas, por tanto, pueden suponer un estímulo si,entre los objetivos de la nueva Cámara, está el de apoyar con decisión lasacciones de interés público que desarrollan las fundaciones. RETOS DE LAS FUNDACIONES ESPAÑOLASCualquier análisis del sector fundacional español, y de los retos que tieneplanteados, debe tener en cuenta el marco anterior. A pesar de la crisis67JUNIO 2009NAZARETH ECHARTde identidad y liderazgo que vive la Unión Europea, lo cierto es que España ya no se entiende sin Europa. Los últimos treinta años han constituido un periodo decisivo en la consolidación de las fundaciones de nuestro país. Con la llegada de la democracia, el sector fundacional experimentó en España un auténtico boom,que ha contribuido a que, en los campos más variados, se hayan abordado problemas inéditos, ofrecido soluciones y aportado nuevas vías y buscar modos de atender las necesidades emergentes de los ciudadanos y lasinstituciones. Tal y como destacan los expertos, la presencia e influenciade las fundaciones en la política económica, educativa, social y cultural española es evidente. En muchos casos, además, su voluntad transformadora resulta innegable. Sin embargo, todavía hay mucho por hacer: avanzaren transparencia, promover una mayor profesionalización, ganar independencia respecto del poder político, adaptarse a los nuevos escenarios quevan surgiendo, consolidar su influencia en la definición de estrategias delargo alcance que contribuyan al progreso y el bienestar de nuestro país… Marta Rey ha resumido estos grandes retos que afrontan, en la actualidad, las fundaciones. En su opinión, el primero de ellos consiste en definir su identidad, «más allá de la mera negación de lo empresarial o lo público». El segundo desafío es el de la capacidad.La fragmentación yheterogeneidad del sector, unidas al desequilibrio entre los recursos de losque disponen y los fines propuestos, suponen un problema real. El tercero es el riesgo de obsolescencia. Las fundaciones nacen, en muchos casos,para preservar y conservar no sólo un patrimonio sino unos valores. Sinembargo, en la sociedad actual, como explica el gurú del managementGary Hamel en Liderando la revolución, lo único estable es el cambio.De ahí que sólo las organizaciones capaces de apostar por el cambio puedan optar al liderazgo en el sector en el que se desarrolle su actividad. Esono sólo es aplicable a las grandes compañías; lo es también a las fundaciones. Pero también está aún pendiente el reto de contar. Aunque, en los últimos años, las organizaciones sin ánimo de lucro han realizado un esfuerzo muy importante en materia de transparencia y buenas prácticas de gestión, merece la pena reflexionar sobre la eficacia de su comunicación.¿Aciertan las fundaciones a la hora de transmitir su misión, a la hora de ex68NUEVA REVISTA 123APRENDER A CONTARPARA GENERAR CONFIANZAplicar los valores que dan sentido a toda su actividad? Porque no basta conconfiar en las buenas intenciones de estas organizaciones, sino se debe lograr el activo más importante con el que puede contar una fundación: laconfianza. Como señala Rey, «si tuviéramos que definir el negocio fundacional enuna sola palabra, esa palabra sería confianza. La confianza es el núcleo delquehacer de las fundaciones, y es la responsabilidad de sus gestores sabergenerarla y mantenerla». ¿Cómo? Con transparencia, rendición de cuentasy una comunicación eficaz.EL RETO DE CONTAR«No communication, no event». Se trata de una máxima muy conocida enel campo de los medios. Si un asunto no se comunica, en la práctica noexiste. Pues bien. No es exagerado afirmar que, sin comunicación, tampoco hay fundación, pues las relaciones en la sociedad actual sólo se entienden desde la comunicación. Para transmitir, por tanto, aquello que les es más genuino, sus valores,las fundaciones deben asumir el reto de querer contar lo que son: quiénesson, qué hacen y por qué lo hacen. Una comunicación deficiente sólo servirá para impedir que estas organizaciones puedan alcanzar la misión parala que han sido creadas. En definitiva, las fundaciones comunican para existir y existen para comunicar. El reto, en estos albores del siglo XXI, consiste en hacerlo con eficacia. Sólo abordando esta tarea podrán asegurarse de que quienes tienenla responsabilidad de tomar decisiones que afectan de forma relevante albien común comprenden la naturaleza y las peculiaridades de estas organizaciones, llamadas a desempeñar un papel protagonista en los años quevienen.69JUNIO 2009