Nueva Revista 120 > Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poder

Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poder

Mariano González

De cómo ha adelgazado la fortaleza del Estado español y se ha visto dividido en nacionalismos, regionalismos, etc. Desde la Constitución de 1978 hasta ahora.

File: Nacionalismo.pdf

Archivos

Referencia

Mariano González, “Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poder,” accessed March 19, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1830.

Dublin Core

Title

Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poder

Subject

Treinta años de Constitución

Description

De cómo ha adelgazado la fortaleza del Estado español y se ha visto dividido en nacionalismos, regionalismos, etc. Desde la Constitución de 1978 hasta ahora.

Creator

Mariano González

Source

Nueva Revista 120 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

MAYOR INFLUENCIA CON MENOR REPRESENTACIÓNNacionalismo y regionalismo,una técnica de poderMARIANOGONZÁLEZPERIODISTAl tiempo es justiciero y pone todas las cosas en su sitio», escribióVoltaire. Aunque, a veces, no haga justicia y las ponga patas arriba,Ecomo ha sucedido con la Constitución más democrática e innovadorade nuestra historia, aprobada hace ahora treinta años, el 6 de diciembre de 1978. El cambio, provocado, es un desplazamiento del eje delpoder, desde España como nación indivisible a un conjunto de comunidades, que primero fueron autonomías dentro del Estado y hoy caminan hacia la insustanciosa condición de territorios.Triste herencia de los partidos nacionalistas y regionalistas, infladoshasta el exceso por el Gobierno central, que les ha dado un plus de respetabilidad al pactar con ellos. Ambos han sacado pingües ventajas deuna operación de reparto del poder, planificada por el actual presidente del Gobierno y sus ayudantes más próximos. Los grupos nacionalistasvascos, catalanes y gallegos han forcejeado todo este tiempo hasta desnaturalizar el Estado de las Autonomías; los regionalistas se han pegado al terreno, vendiendo sus resultados electorales al mejor postor.Paradójicamente, unos y otros vienen perdiendo votos desde hacetiempo. Sin embargo, ganan influencia en las decisiones de Estado, deGobierno y en las administrativas. Han adelgazado la fortaleza del Estado español y puesto al descubierto que el nacionalismo no trata dedespertar ninguna realidad colectiva preexistente, como dicen ellos,sino de alentar una voluntad política que, a su vez, fabrique una nación (A. Cruz Prados. El nacionalismo. Una ideología. Tecnos 2005).NUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 9]Mariano GonzálezUSARYTIRAREn definitiva, a lo largo de una generación, y sobretodo con la llegada (2004) del nuevo socialismo al poder —el de usar y tirar, representado por José Luis Rodríguez Zapatero—, el Estado autonómico y unitario se ha cuarteado en un mosaicode territorios, cuyo ideal más acariciado parece ser una confederación depueblos (¿ibéricos?). Las cesiones del presidente, lejos de moderar a nacionalistas (entre los cuales incluyo a IU) y regionalistas, les ha procurado más brío. Y ha devenido en una nueva técnica: la de mantenerse enel poder mediante pactos entre fuerzas políticas antagónicas, pero ambiciosas de mando. Han nacido los nuevos amos de la España posconstitucional, los nuevos ricos en plena crisis de las ideologías.¿Explicación de este fenómeno? La Constitución quiso hacer descansar la bóveda del Estado autonómico sobre dos partidos de implantación nacional. Como el sistema electoral producía mayorías parlamentarias frágiles, aquellos dos partidos recurrieron a los nacionalistas,al PNVy CiU. Hasta que Pasqual Maragall, aprovechándose del «buenismo» de Rodríguez Zapatero, recién llegado a la dirección del PSOE,avanzó un paso más e impuso una estrategia rompedora en el socialismocatalán: se tiñó de nacionalista, ganó por la mano a CiUy tomó la Generalitat (2003) con los independentistas de ERCy ex comunistas deIniciativa por Cataluña. CiU, nacionalismo más proclive al diálogo, ganadora de las autonómicas, quedó fuera de combate, mientras ERCeICV, arrellanados en los sillones de cachemir, lucían en el club de losnuevos amos.Tan excéntrico modo de gobernar, dirigidoALPODERCOMOSEAexpresamente a conquistar el poder político (Maragall, 2003; Pérez Touriño, 2005) o a conservarlo (Montilla,Iglesias, Paulino Rivero, Revilla) es la trocha por la que circula Zapatero desde 2004. Al ganar las generales por la mínima, el presidente sentencia el descabello de un derrotado PP. Inspirándose en el nuevo artede Maragall, se alía con nacionalistas de toda especie, también con ERC,BNGy EA, rivales a muerte del constitucionalista PP. Los tres declaradamente independentistas, y por lo tanto, deseosos de abatir al EstadoNUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 10]Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poderautonómico y con la prioridad de la soberanía plena para Cataluña, PaísVasco y Galicia.Se oficializaba así la novedosa técnica de hacerse con el poder«como sea», aplicada con mortífera agresividad. Desde entonces, los nacionalistas son la coartada del socialismo para gobernar, en España yen la periferia, sin atender al segundo partido nacional, el PP, que representa a diez millones de ciudadanos. Y los regionalistas participando en las labores de tuneartan onerosa realidad.El hecho es que, en el Congreso, a losDESOPLOAHURACÁNcinco años de la implantación de estanueva técnica, los diputados nacionalistas y regionalistas representanun raquítico 7,4%, 26 escaños de un total de 350. Un soplo, que con lanueva técnica de acceso al poder, se ha travestido en huracán.Con tan genuflexa escolta el presidente del Gobierno publicó en elBOEla dudosamente constitucional reforma del estatuto catalán; la inquietante de los estatutos andaluz y valenciano; el blindaje del agua delos ríos a su paso por determinadas comunidades (Aragón, Andalucía);la ley de Educación para la Ciudadanía; la entrada en el Tribunal Constitucional de representantes autonómicos; el vaciamiento del TribunalSupremo y del Consejo General del Poder Judicial, con delegación defunciones a las autonomías; el cambio de mayorías para elegir altos cargos de los tribunales y controlar al personal; el matrimonio de homosexuales; el cambio de sexo.Y para no ser pesado, la guinda: una vergonzante negociación conETA; la ley de Memoria Histórica y el acoso al castellano en favor del catalán, vasco y gallego.Y sin embargo, paso ahora a la prueba de quePÉRDIDADEVOTOSlos partidos que sirven de comodín a los socialistas para cambiar la Constitución sin reformarla se hallan en retroceso.Respecto de 2004, de los diez partidos nacionalistas y regionalistas representados hoy en el Congreso, solamente dos —CiU, diez diputados, y Nafarroa Bai, uno— tienen ahora idéntico número de escaños y porcentajeNUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 11]Mariano Gonzálezde voto. Todos los demás o registran un notable descenso de voto ciudadano, o desaparecen.El PNV(seis escaños) ha perdido 120.000 votos, y un diputado. ERCtiene tres diputados, cinco menos. IU, fuerza asimilada al nacionalismocatalán y vasco más combativo, es una fuerza testimonial, al perder tresde sus cinco escaños.El Bloque Nacionalista Galego (BNG), fiel vasallo del PSOEen la pasada legislatura, pierde una de sus tres actas, al igual que Coalición Canaria. A la Chunta, paladín del nacionalismo aragonés de izquierdas,sus electorales le han echado del Congreso de los Diputados, igual quea Eusko Alkartasuna, anclada ya en el separatismo vasco.En el ámbito autonómico, los naPARLAMENTOSAUTONÓMICOScionalistas se dejan detrás cadavez a más votantes. Así, CiUpasa del 46% del voto, en 1992, al 31,5%actual, 14,5 puntos porcentuales menos. ERCsacó en 2003 el 16,46% delos votos (23 diputados) y ahora tiene el 14% (21 escaños). Con todo,el presidentMontilla (PSC) mima a ERCy la utiliza para obtener del Estado todas las ventajas posibles: en financiación, en imposición de lalengua catalana o en desafío soberanista y al Tribunal Constitucional.En el Parlamento vasco hay menos diputados nacionalistas purosque no nacionalistas. La formación gobernante de toda la vida, el PNV,logró el 42,72% de los votos en 2001, mientras en 2005 bajó hasta el38,6%, 4 puntos menos.Galicia. Entre 1997 y 2008, el BNGha caído 6,1 puntos en voto autonómico, no obstante, la ayuda prestada en el Congreso a Zapaterorevaloriza su cartera de valores como socio del PSOEen la Xunta, puesTouriño le ha tenido que dar un peso en el Gobierno desproporcionado a su fuerza en las urnas.En definitiva, los gobierno autonómicos disponen de puestos paratodos los compañeros de viaje, sin reparar en su grado de constitucionalidad o en si, como BNG, ERC, ICV, CiU, PNVy Coalición Canaria(nuevo en la plaza) buscan hacer de Galicia, Cataluña, País Vasco, Canarias y Baleares naciones soberanas.NUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 12]Nacionalismo y regionalismo, una técnica de poderREGIONALISTASEl pacto a nariz tapada rindió al PSOEel mismobuen resultado en Aragón y Cantabria, en dondelos partidos regionalistas han preferido pactar con los socialistas, no porafinidad ideológica sino para estar más confortablemente en el poder. ElPartido Aragonés (PAR) conserva su porcentaje de voto y facilitó la permanencia de Marcelino Iglesias (PSOE) en la presidencia cobrando unaalta tasa en términos de poder.En Cantabria, el éxito acompañó en la última convocatoria al Partido Regionalista de Cantabria (PRC), el único de toda España con unasubida apreciable de votos. El perspicaz Revilla, bien informado de laambición socialista por someter los principios a negociación, puso a popularesy socialistas la condición de quedarse él con la presidencia, sinhaber ganado las elecciones. El PPse negó; el PSOE, siempre leal a la técnica de asalto al poder como sea, aceptó. Revilla, agradecido, es hoy elgran propagandista de Zapatero. Cuando va a la Moncloa a pedirle unaautovía le regala anchoas. De paso, enreda en el PP.Coalición Canaria, que en los últimos ocho años ha perdido 14 puntos en porcentaje de voto autonómico, impuso igualmente en la presidencia a Paulino Rivero, que tampoco ganó las elecciones. En este caso,el PSOEcanario no aceptó la humillación; pero el PP, sí. En Baleares,Antich (PSOE, 16 diputados) es presidente no por sus votos, sino por lahabilidad de arrebañar 15 más procedentes de un semillero de cincopartidos.Está claro. La infección de acordar el reparto delUNMERCADOpoder se propaga por todas latitudes políticas. Aldesvertebrarse el Estado, cambia también la formación de mayoríasde gobierno. A buena parte de las comunidades que ahora prefierenllamarse territorios, les interesa entenderse con el PSOE—no con elPP— porque no hace ascos a la desvertebración del Estado autonómico y unitario que, en teoría, es España. Al tiempo, el PSOEutilizasu poder en la periferia como una subasta de contrapartidas: si meapoyas contra el PPen el Congreso, te doy entrada en los gobiernosautonómicos.NUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 13]Gracias a ello, Zapatero convertirá en ley la eutanasia (y quizá el suicidio asistido), una ley de plazos para abortar, cambios en las relacionescon la Iglesia y la nacionalidad española para las Brigadas Internacionales. Y si gana Patxi López en el País Vasco probablemente habrá una pareja de hecho entre PNVy PSOE, y nuevas exploraciones para entregarseal eslogan de los nuevos amos de España: «Menos Estado y más supermercado». Lo que no impide a socialistas, nacionalistas y regionalistaspresentar a España como «la cantante calva que sigue peinándose», quedecía García de Cortázar.MARIANOGONZÁLEZNUEVA REVISTA 120 · DICIEMBRE 2008[ 14]