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Elegía al código ético de las televisiones

Mariano González

Sobre el Código de Autorregulación de las televisiones, uno de los documentos más concienzudos, bien pensado y mejor articulado conocido en España.

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Mariano González, “Elegía al código ético de las televisiones,” accessed April 24, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1691.

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Title

Elegía al código ético de las televisiones

Subject

Las televisiones respetuosas con los telespectadores

Description

Sobre el Código de Autorregulación de las televisiones, uno de los documentos más concienzudos, bien pensado y mejor articulado conocido en España.

Creator

Mariano González

Source

Nueva Revista 121 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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Elegía al código éticode las televisionesMARIANOGONZÁLEZPERIODISTA. LICENCIADOENCIENCIASPOLÍTICASHan pasado casi cinco años desde la entrada en vigor del primer Código deAutorregulación firmado en España por varias cadenas de televisión. DesdeATR)entonces, la Agrupación de Telespectadores y Radioyentes de Madrid (—pionera en la promoción de la calidad de los contenidos en medios audiovisuales y en el impulso a la participación de los usuarios en tan importante actividad— lleva realizados ocho informes sobre el grado de cumplimiento de ese código ético.La iniciativa (abril, 2004) fue aceptada por TVE1, TVE2, Telemadrid y lasprivadas Antena 3, Cuatro, La Sexta y Telecinco. El compromiso de amparar unos contenidos adecuados a los menores de edad (413 años) constituyó un avance histórico en el orden de la autorregulación de los medios.A tal fin, se propusieron vigilar la programación en la franja de 6.00 a las22.00 horas para no ser agresivos con los consumidores más indefensos, losniños. El segundo compromiso, más contundente, consideró el tramo de17.00 a 20.00 horas de «protección reforzada», con idéntico intento de hacercompatibles ficción, entretenimiento y estímulo a la educación de niñas yniños.BENEFICIOSPersonalidades destacadas (Carmen Cafarell, Alejandro Echevarría, José Manuel Lara y Javier Díez de Polanco) estamparon su firma sobre un documento esperanzador para millones de padres, satisfechos de que contarancon ellos a la hora de decidir y controlar más la programación para menores de trece años. El Código de Autorregulación es uno de los documentos116NUEVA REVISTA 121GRÁFICO1Telemadrid y TVE2, las más respetuosas en contenidos de programación infantil.Incumplientos diarios de lunes a viernes. Tabla comparativa de los semestres analizadosmás concienzudos, bien pensado y mejor articulado, de objetivos más explícitos, concretos y generosos conocido en España.Abarca desde el uso de un lenguaje correcto y limpio, hasta filtrar losmensajes discriminatorios e intolerantes, la violencia gratuita, la incitaciónal sexo y al consumo de alcohol, tabaco y drogas, pasando por evitar la temática conflictiva o las secuencias crudas y brutales capaces de aturdir la psicología del niño. Preserva la intimidad de los menores en los programas informativos y les ahorra los anuncios de programas calificados para mayores,a la vez que se les ayuda, a ellos y a sus padres o tutores, mediante la correspondiente señalización de alertas en otros.Guión prolijo en su desarrollo, convertía este enjundioso código en lajoya de la corona televisiva. Los padres podrían tener la seguridad de que,en ese horario de protección reforzada, cualquiera de las programaciones deestas siete cadenas sería buena compañía para sus hijos, aun cuando ellosno estuviesen a su lado.117FEBRERO 2009BALANCEDesgraciadamente, entre propósitos y hechos creció la distancia. Por eso, laanterior valoración puede catalogarse de elegía al mejor código ético que hatenido hasta hoy la televisión en España. Salvo que las cadenas quieran reconsiderar su vigencia activa. Para ellas, dicho documento es un punto dereferencia en la calidad de su producción, pues les espolea a apostar por eltalento, sin olvidarse de lo inolvidable: la tiranía de las audiencias.La ATRde Madrid inauguró un sistema de control a los objetivos del código. Su primer Informe de Seguimiento data de junio de 2005. Recabó lacolaboración de especialistas en Sociología de la Comunicación y Audiencias y la del Centro Universitario Villanueva. Con esos mimbres lleva efectuados ocho informes en tres años. En conjunto, arrojan un balance pocooptimista, por el constante grado de incumplimientos y la inexistencia deconsecuencias.Los investigadores José Antonio Ruiz San Román (Complutense), M.ª Carmen García Galera (Rey Juan Carlos) y Elena Fernández Martín (Villanueva)han procesado los datos obtenidos entre del 13 de octubre al 7 de noviembre de 2008, mediante el visionado íntegro de la programación emitida porlas siete cadenas, de cinco a ocho de la tarde, de lunes a viernes.MEJOR LAS PÚBLICASLos incumplimientos son palpables. Según este VIII Informe de Seguimiento, dichos compromisos fueron vulnerados una media de 7,50 veces por día,lo que representa el segundo peor dato de la secuencia histórica. Ciertamente, no todas las cadenas observan la misma conducta. La Sexta (13,78 veces)y Antena 3 (13,14) superan esa media y encabezan el número de incumplimientos diarios, mientras que Telemadrid, TVE1 y TVE2, por este orden, estánen cifras más que aceptables de respeto a la norma.La diferencia de comportamiento entre las televisiones públicas (dos estatales y una autonómica) y las privadas, no debe ser pasada por alto. Enocho de los diez capítulos examinados, las infracciones de las públicas sonsensiblemente más bajas. Así ocurre con los incumplimientos en violencia118NUEVA REVISTA 121MARIANO GONZÁLEZ (41 en La Sexta, 35 en Telecinco, 30 en Cuatro, 29 de Antena 3, pero 21 enTVE1 y 13 en Telemadrid); en lenguaje inadecuado (59 incumplimientos LaSexta, 50 Telecinco, 22 Antena 3, pero 10 TVE1, 5 TVE2, 3 Telemadrid); o ensexo (38 vulneraciones en Telecinco, 26 en Cuatro, 22 en Antena 3, 17 enLa Sexta, mientras que son 13 en TVE1, 5 en TVE2 y 1 en Telemadrid.Cuantitativamente, los frentes más amplios de incumplimientos se detectan en los capítulos de violencia (181 en total), lenguaje inadecuado (165),promoción de programas calificados para mayores (125), sexo (122) y faltade señalización (96). Salen mejor paradas las cadenas en secuencias crudasy brutales (66 infracciones) intolerancia (63) o temática conflictiva (55).CONSEJO AUDIOVISUALA estas siete cadenas, cuatro años de aplicación de un código ético debierahaberles dotado de una estrategia (planes) y una táctica (medios para lograrlo). En cambio, el registro de un esbelto cuerpo doctrinal ha sido alicorto. Escomo aquella brocha de afeitar de Josep Pla. Contaba el gran escritor catalán (Viaje en autobús) las grandes virtudes con las que el vendedor le adornó el artilugio, pese a lo cual, cuatro afeitados más tarde, la brocha estabamonda y lironda de cerdas. Lista para tirar.El código de 2004 puede haber fracasado por varias razones: falta de voluntad de los firmantes en su aplicación, escaso control de los consumidores, dificultades económicas, etc. Pero la senda de la autorregulación no supone un camino extraordinario para fomentar la responsabilidad en elcomplicado mundo audiovisual; es bastante normal. Se parte del principiode la plena libertad de las cadenas en la toma de decisiones. Claro, esojamás ocurre en una burbuja, sino en un marco real, con muchos interesesen juego, casi todos —como los del empresario que arriesga— legítimos.Quizá lo deseable tras los evidentes síntomas de agotamiento del actualcódigo, es que no reverdezcan sospechosos intentos del poder político porimponer una temible regla a las televisiones: el acatamiento a lo que pomposamente llaman «valores constitucionales», con el peligro de faltar a la libertad de expresión e información. Algo que acabará ocurriendo, si Gobiernos119FEBRERO 2009ELEGÍA AL CÓDIGO ÉTICO DE LAS TELEVISIONESy partidos políticos realizan labores de escolta en proyectos alternativos a laautorregulación de los medios.Que los consumidores de televisión somos parte afectada por los contenidos de las televisiones es indiscutible. Lo somos tanto o más que los «valores constitucionales», pues las personas son sujetos de derechos muchoantes que la sociedad, los grupos o los Estados. Por lo tanto, tiene su lógicala contrapartida del espectador exigiendo calidad y corrección a los contenidos de las televisiones, máxime cuando las compañías se benefician de laconcesión de un servicio público, que eso es todavía la televisión en España. El Gobierno anuncia su intención de cincelarlo bajo el rótulo de «servicio de interés general».He cantado la elegía al Código de Autorregulación de 2004, antes de quealguien quiera enterrarlo. La alternativa que se avecina es el Consejo Estatalde Medios Audiovisuales. Se pergeña en Moncloa. La vicepresidenta actúa deanfitriona con representantes del sector industrial. Lo hacen con tanta discreción que pocos conocen a sus invitados.El Gobierno se comprometió, en 2005, a poner en marcha una Ley General Audiovisual y un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, al que, una vezmás, elegirá el Congreso por mayoría reforzada de 233 diputados. Tendríacompetencias en licencias de radios y televisiones estatales, capacidad sancionadora y normativa y vigilaría la aplicación de los «valores constitucionales».El Consejo Audiovisual ha sido ensayado con éxito en países como FranBBCes otro sistema escasamente homologablecia y Gran Bretaña, donde la al español, de concesión administrativa del servicio y sin participación de losciudadanos. Consejos Audiovisuales funcionan actualmente en Cataluña, Andalucía y Navarra. El estatal que ahora se negocia debería dar a los consumidores la oportunidad de formar parte de él, en lugar de permitir que seaconstruido a imagen del equilibrio de fuerzas políticas reinantes. El debatecomienza ahora. 120NUEVA REVISTA 121MARIANO GONZÁLEZ