Nueva Revista 062 > Einstein, historia y otras pasiones
Einstein, historia y otras pasiones
Alberto M. Arruti
Reseña del libro "Einstein, historia y otras pasiones. La rebelión contra la Ciencia en el final del siglo XX". de Gerald Holton.
File: Einstein, historia y otras pasiones.pdf
Número
Referencia
Alberto M. Arruti, “Einstein, historia y otras pasiones,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1342.
Dublin Core
Title
Einstein, historia y otras pasiones
Subject
Libros
Description
Reseña del libro "Einstein, historia y otras pasiones. La rebelión contra la Ciencia en el final del siglo XX". de Gerald Holton.
Creator
Alberto M. Arruti
Source
Nueva Revista 062 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
la creencia generalizada de que los los mercados la moral se fomenta: en asuntos económicos están sometiel mercado importa mucho si un dos a irresistibles leyes naturales agente miente o estafa, entrega un comparables a las leyes de la física». buen producto o presta un buen serY quince líneas más abajo: «Todo el vicio. En cambio, en el mundo de la mundo sabe que el análisis econóintervención del Estado, la moral mico no tiene la misma validez unicuenta menos, y cuenta más el cabilversal que las ciencias físicas». deo, la obsecuencia y la mentira. Soros piensa que el liberalismo ecoEn fin, Soros eventualmente da nómico socava la democracia. No lo en la diana: «Me pregunto si usted parece. En cambio, el intervencioestaría leyendo este libro si yo no me nismo sí, porque exige mayor poder hubiese labrado una reputación político y un debilitamiento de los como mago de las finanzas». Buena checks and balances característicos pregunta, sí señor. del Estado de Derecho. CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN El intervencionismo suele comparar la realidad del mercado con los resultados de un mundo intervenido ideal: «En la toma de decisiones colectivas debemos anteponer el interés común a nuestros intereses individuales... en lo que se refiere a las decisiones colectivas, deberíamos guiarnos por los intereses de la sociedad en su conjunto y no por nuestros intereses personales estrechos» . El Estado, por supuesto, es un ente benéfico y perfecto; no tiene ningún problema de hipertrofia, Gerald Holton es un catedrático de puesto que su ámbito apropiado es Física y de Historia de la Ciencia de «decidido por el pueblo». Harvard que ha escrito un libro verdaderamente interesante. Aborda el Como se inventa categorías nueproblema de la pérdida de confianza vas para expresar ideas viejas, el del hombre medio en la ciencia, en libro es difícil de leer (y la traducestas postrimerías del siglo XX. No ción no ayuda). Su falta de rigor es sucedió lo mismo en la primera parte siempre visible, y nunca como en la de este siglo, cuando la ciencia página 61. Dice al principio: «Existe constituyó uno de los pilares más siones. Éstos no acaban de comprenimportantes del cuerpo de creencias der que la mayor parte de los benefique mantenía el hombre de la calle, cios prácticos de la ciencia deben ése que no conoce la ciencia más que revertir en nuevas inversiones en por lo que se dice en los periódicos o, investigación. en estos momentos, en la televisión. Uno de los peligros en los que Holton se rebela contra este estado de caen muchos pensadores contempocosas. Y, para ello, toma como ejemráneos es el de extrapolar conceptos plo la vida y la figura de Einstein. Tal científicos a campos que se encuenvez en esto resida precisamente la tran fuera de la ciencia. Por ejemplo, parte más débil del libro. El autor olviel relativismo en campos no científida que la figura de Einstein es genial e cos se basa en analogías sacadas fuera irrepetible, y que no sirve como parade contexto. Holton afirma que digma de un determinado tipo de «ningún campo de pensamiento es científicos. Además, la circunstancia más conservador que la ciencia. histórica de la ciencia, que él conoCada cambio engloba necesariació, es también única. Podríamos aquí mente el conocimiento anterior. La recordar aquella frase que se atribuye ciencia crece como un árbol, anillo a a Napoleón en la que se afirma que un anillo. Einstein no demostró que el genio es un gran temperamento en trabajo de Newton fuese erróneo; él una gran circunstancia. proporcionó un escenario más amplio dentro del cual desaparecían No hay que olvidar que la cienalgunas limitaciones, contradicciocia gozó de muy escaso apoyo social nes y asimetrías de la física anterior». hasta la Segunda Guerra Mundial. Y que, a partir de entonces, el GobierLa traducción de este libro de no americano no escatimó el dinero Holton es muy buena, y presenta el a los científicos. Ello se debió, en atractivo de un lenguaje preciso y gran parte, a la carta que, en 1939, sencillo. Otro de los aspectos más envió el propio Einstein al presidensugerentes del mismo lo constituyen te Roosevelt. En ella le alertaba las relaciones, siempre problemátisobre la posibilidad de que los alecas, entre la ciencia y el arte. Aquí manes estuvieran trabajando en la nos viene a la mente aquel libro de fabricación de la bomba atómica. Lupasco de allá por los años sesenta, Pero, desde entonces, ha pasado cuando escribió Nuevos aspectos del mucho tiempo y se ha producido arte y déla ciencia. una reacción en sentido contrario Holton recuerda la negativa de por parte de quienes toman las deciEinstein a aceptar el carácter fundamental del concepto de probabilidad. Casos similares se han dado también en otros científicos. Así, «lo que salva a la ciencia de caer víctima de presuposiciones inadecuadas son, por supuesto, los papeles aleccionadores de la coordinación con el experimento y de la múltiple verificación cruzada de cualquier hallazgo por otros científicos que, quizá, han empezado con presuposiEl siglo XX ha sido el siglo de las ciones completamente diferentes». mujeres. La revolución femenina En definitiva, Einstein y otras ha roto más moldes y ha cambiado pasiones constituye una llamada a la más costumbres que todos los mileprecisión, a definir los límites de la nios precedentes. La mujer ha conciencia y a poner de manifiesto que seguido libre acceso a la educación, ésta es una actividad humana; que a la política y a las esferas de poder; tiene analogía con otras muchas, ha roto su dependencia con el hompero que posee unos conceptos espebre y ha entrado en el mundo del cíficos que, cuando son sacados de trabajo, consiguiendo la autonomía su contexto, pierden su significado. económica. Todos los campos del trabajo y de la actividad humana, ALBERTO M. ARRUTI sin excepción, al menos en la teoría, le han quedado abiertos. Esta tendencia resulta tan fuerte, que se ha llegado a pensar no sólo en una destrucción de los antiguos roles sexuales la mujer en el hogar, el hombre en el mundo exterior sino hasta en una posible inversión. El futuro nos depararía la feminización del hombre, la crisis del varón y del padre que, perdido en un mundo cambiante y cada vez más controlado por las mujeres, no sabría encontrar su posición en la sociedad ni en la familia.