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La humanidades en la era tecnológica

Luis Alburquerque

Reseña bibliográfica de "La humanidades en la era tecnológica" de Ciriaco Morón Arroyo.

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Referencia

Luis Alburquerque, “La humanidades en la era tecnológica,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1343.

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Title

La humanidades en la era tecnológica

Subject

Libros

Description

Reseña bibliográfica de "La humanidades en la era tecnológica" de Ciriaco Morón Arroyo.

Creator

Luis Alburquerque

Source

Nueva Revista 062 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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situación. Hay otras cuestiones que las completan y las justifican de manera mucho más clara y que son internas a la estructura y al modo de ser femenino: su deseo de establecer un equilibrio entre vida familiar y profesional; la mayor relevancia que concede al éxito sentimental frente al social; el hecho de que el poder por el poder no consigue imponerse a la mujer como una finalidad existenLa defensa de las humanidades que cial profunda; su diferente actitud en este libro se propone el profesor ante el riesgo y la competencia, etc. Morón Arroyo, catedrático de la Universidad de Cornell (Estados Para el autor, por tanto, lo que Unidos), se asienta, frente al escepnos depara el futuro es una permaticismo actual dominante en el nencia de los roles sexuales pero ámbito académico, en la convicción como referentes blandos, es decir, explícita de que la verdad existe y de como esquemas que se imponen que es meta asequible en las discipliinteriormente sobre el hombre y la nas abarcadas bajo el título de mujer por su diferente identidad y Humanidades. por las distintas motivaciones que los impulsan, pero no por una consNo se trata de un ejercicio que tricción social que impediría elegir el presupone unos principios (fides propio destino o el propio modo de quaerens intellectum) sino, más bien vida. Así, Lipovetsky considera que al contrario, de la idea de que las el futuro nos ofrecerá una perpetuahumanidades pueden lograr un rigución tendencial de los roles clásicos: roso conocimiento de la realidad, a una mujer más pendiente de la bellela vez que una contribución a la za y de lo relacional, de lo expresivo y mejora de la calidad de vida del de la persona; y un hombre más penhombre. diente de lo instrumental y efectivo, Se destaca lo esencial de las del poder y del mando. Siempre, eso humanidades y las disciplinas englosí, en el marco de una sociedad abierbadas en ellas: es decir, estudiar «al ta y posmoderna en la que cada uno hombre en lo que tiene de peculiar y puede decidir su propio destino. diferente de todo otro ser. Sólo el hombre pero todo el hombre: filosoJUAN MANUEL BURGOS fía e historia; la expresión, que es la articulación de la realidad. «La lenarticulación consciente del ser gua es, pues, la realidad misma en humano: lengua y literatura. Y finalcuanto articulada. La articulación mente, la búsqueda del sentido últino existe sin el hombre, pero éste no mo de la vida humana y de toda la la crea (idealismo), se le impone». realidad: teología». Aquí aparece una de las imágenes, la El discurso humanista se caractede encrucijada, fundamentales para riza, en primer lugar, por una visión la comprensión del libro. global que da sentido al todo y que cubre facetas no recogidas por el disEn el caso de la literatura, tamcurso científico; en segundo, por ser bién tratamos de representar una un estudio abarcador que no se conrealidad que se nos muestra a través tenta con resultados parciales, sino de la palabra que, en este caso, se ha que procura «desplegar la realidad sustantivado, es decir, ha dejado de en todos sus tentáculos». De aquí ser mero instrumento de comunicasurge la tercera característica, a ción para convertirse en algo más. saber, la dimensión ética, sin cuya Se analizan también aspectos de presencia la investigación quedaría la historia, la filosofía y la teología y incompleta y deshumanizada. se dedica un apartado al estudio del clasicismo por la vigencia perenne Al estudio de la lengua, la cultuque los clásicos tienen en las tres disra y la lingüística se concede mayor ciplinas nombradas. espacio y demora en el tratamiento. La razón es clara: «Se puede afirmar El progreso no lineal propio de que la lengua es nuestra esencia en los estudios de humanidades, es su dimensión refleja y potencialdecir, su carácter articulado, es otro mente consciente». de los signos fundamentales que aparece como hilo conductor de la La explicación sobre filosofía del obra. Así, lo interdisciplinar se conlenguaje se basa en las ideas expuesfigura como característica propia de tas por Heidegger en su conferencia las humanidades que avanzan, no sobre «La lengua» de 1950. La lencomo los saberes especializados, gua es, según esta interpretación, la sino de forma circular. Lo interdiscimorada del hombre, la «malla de plinar « progresa en la medida en que sentido» en la que nos encontramos profundiza». y desde la que establecemos diferencias entre las cosas, les aplicamos Según esta concepción, no sornombres concretos y actuamos luego prende que se dedique un capítulo al con ellas. Por eso, cuando hablamos hombre y a los valores, subrayando de no hacemos otra cosa que reflejar la manera especial la nueva concepción del hombre como «ser en el mundo» mos con el contexto en que se proque aparece con la publicación en ducen y con nuestra propia trayec1927 del libro de Heidegger Ser y toria humana; de donde se sigue que tiempo. El hombre, como ser abierto «el verdadero conocimiento se da es el centro, el punto de intersecen la escritura, en un texto que se ción de nuevo, «en que se condenelabora corrigiéndose». san y articulan sociedad, historia y De forma explícita se señala la naturaleza». La áurea medianía pronecesidad del crítico de traspasar el pia del discurso ético y la discreción texto para tratar de alcanzar la realicaracterística del discurso estético dad que el autor busca y que la obra serían una manifestación en el penrefleja; se señalan, por otro lado, las samiento occidental —según se deficiencias de toda crítica puramenseñala— de la circularidad misma te formalista que, a juicio del autor, si del discurso humanístico que huye no va más allá, no puede ser considede los extremos para descubrir el rada conocimiento humanístico. medio correcto, la intersección que Se sale también al paso de los que une y separa al mismo tiempo. erróneamente interpretan las huTres capítulos se dedican a los manidades como la capa de intuiconceptos leer, entender y conocer ción y belleza que debe acompañar respectivamente, cuya explicación al hombre supuestamente esquemaestá ilustrada con un texto clásico, tizado por el racionalismo científiLa vida es sueño, de Calderón, y dos co: «El discurso humanista no es contemporáneos, el soneto «Al intuición, sino una hermenéutica gran cero» de Antonio Machado y sujeta a todo tipo de revisiones». el poema «El golpe» de Pablo NeruNos encontramos, pues, ante da, del libro Las manos del día. una obra sólida y coherente en la Para no caer ni en la ilusión de que el método propuesto se lleva al que podemos dominar la realidad ni mismo tiempo a la práctica. Podeen el desánimo de que sólo podemos mos calificar el libro de riguroso conocer apariencias, se señalan dos ensayo, entendiendo «ensayo» en condiciones para el conocimiento. los mismos términos en que es defiConocer es, en primer lugar y sobre nido por el autor: «Es el género que todo, «abrirse a mirar, investigaestudia el punto de convergencia. Es ción»; en segundo lugar, conocer no analítico, riguroso, sistemático y es tanto un acto como una «virtud objetivo, como un tratado de filosointelectual» que va conformando en fía o ciencia, pero da sus visiones nuestra mente los datos que percibiobjetivas pasándolas por el filtro del Aragón, presente en un par de antoautor; de esa forma, resulta un génelogías de lenguas o ámbitos minoriro intuitivo». tarios, directora de la revista cultuSe esté o no de acuerdo con las ral Turia que financia la Diputación tesis defendidas en este libro por el Provincial de Teruel, y actividad profesor Morón Arroyo, toda lectura constante en el jurado de los Preseria le habrá de conceder las cualidamios de la Crítica. des de rigor, consistencia y autocoherencia, que no son frecuentes en el Hasta aquí, podría configurarse actual debate de las Humanidades. una vida banal de persona entregada profesionalmente a enseñar las bellas LUIS ALBURQUERQUE Letras, y probar fortuna como poeta y narradora. ¡Ah!, pero la profesora Navales disponía de un arma secreta, que ya utilizó sabiamente en una primera entrega de poesía, publicada en 1978 y titulada —precisamente— Del Fuego Secreto (Institución Fernando el Católico, Zaragoza). Allí —en el fuego que hace arder a los poetas—, se abrasó primero al alentar ya, como una brasa que aspirase al insomnio, hacia la aventura de su segundo libro, que llamó coherentemente Mester de Amor (Adonais, Rialp, 1979). Ana María Navales es de las personas que gustarían al Bertolt Brecht Así, Ana María Navales ha que afirmaba que las personas avanzado en siete libros veinte años imprescindibles son aquéllas que de dedicación intensa a la poesía, luchan todos los días. Lo tiene todo escritos con mano «...sonámbula para haber sido una oscura profesora por la misma herida por el verso en de lo que antes se llamaba «de prola palabra...», para «...detener el vincias», llena de dengues y quemismo viento de la sangre». Ese jumbres, y sintiéndose injustamente viento elemental que desplazan brumarginada. Docente en Literatura talmente algunos incendios persode un colegio privado, con una Beca nales por los confines de la escritura March, algún premio local de literaha llevado a la poeta a señalar su tura, colaboradora del Heraldo de propio camino, sellando la promesa