Nueva Revista 061 > La economía en sus textos
La economía en sus textos
Francisco Cabrillo
Reseña literaria de "La economía en sus textos" de Julio Segura y Carlos Rodríguez Braun.
File: La economia en sus textos.pdf
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Número
Referencia
Francisco Cabrillo, “La economía en sus textos,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1305.
Dublin Core
Title
La economía en sus textos
Subject
Libros
Description
Reseña literaria de "La economía en sus textos" de Julio Segura y Carlos Rodríguez Braun.
Creator
Francisco Cabrillo
Source
Nueva Revista 061 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
nitiva, lo sistémico es una forma de gracias a sus continuos procesos de reordenación e interpretación de los adaptación a las nuevas circunstantan esquivos como equívocos impulcias. También son destacables los trasos de lo ético. Hablar sobre la reforbajos de Ferrera y Rys sobre las caracma del Estado de Bienestar es pensar terísticas de los Estados de Bienestar sobre un nuevo concepto de solidaridel sur de Europa del primero, y sobre dad. Entre otras cosas. los procesos de transición de las economías de algunos países postcomuJUAN MANUEL GIL CELMA nistas de Europa central del segundo. El libro termina con un breve pero sustancioso trabajo de Bénetón. En él se pone de manifiesto de forma explícita algo que hubiera merecido muchas más páginas, cuando no libros: el sustrato y la dimensión moral que subyacen en toda reflexión sobre la viabilidad y reforma del Estado de Bienestar. De forma muy sucinta, Bénetón señala que las políticas sociales ignoran a menudo la dimensión moral de las acciones humanas. Si esto es así, no parece ¿Tiene aún sentido leer a los clásicos posible llegar a un acuerdo sobre la del pensamiento económico? Poca idea del bien común; por tanto, duda cabe de que la mayor parte de desembocamos en la constatación de mis colegas economistas darían un no que las políticas de bienestar cargan con pocas matizaciones como respuescon la contradicción de intentar ta. Los datos en su favor parecen, por hacer el bien sin una noción clara del una parte, irrebatibles. En la mayoría bien común. Algo tan simple tiene, a de las universidades más prestigiosas la vez, la virtud de ser luminoso. No del mundo, la enseñanza de la historia hay que olvidar que el fundamento de las doctrinas económicas ha desaúltimo de las críticas al Estado de parecido por completo o desempeña Bienestar realizadas, tanto desde las un papel de mínima importancia, ya filas neoconservadoras y neoliberales que se piensa que el economista concomo desde las de la izquierda, se temporáneo poco tiene que aprender encuentra en los fundamentos éticos de las ideas del pasado. Pero, paradójiy morales de la convivencia. En deficamente, la investigación en este Malthus ni J.S. Mili. Pero hay textos campo parece vivir, al mismo tiempo, de J. Anderson, de J. Pennington o de una época de esplendor. Nunca, en M. Longfield, por citar sólo algunos efecto, ha habido tantas revistas acade aquéllos cuyos nombres dirán démicas dedicadas a la historia de las menos al lector de hoy, pero que doctrinas económicas; y nunca se han desempeñaron un papel relevante en publicado tantos libros sobre estos su época. En la segunda parte, dedicatemas como los que están apareciendo da a la Economía neoclásica, los nomen nuestros días. bres resultan, en todos los casos, bien La universidad española no es, conocidos, si bien causa alguna sordesde luego, ajena a este fenómeno, y presa que dentro de la escuela neoclácada vez es mayor el número de obras sica, cuyos orígenes suelen situarse de autores clásicos que pueden ser leíen el último tercio del siglo XIX, se das en nuestra lengua en traduccioincluyan dos autores, Beccaria y nes fiables y ediciones cuidadas. Y, lo Bernouilli, que pertenecen, tanto hisque es tal vez incluso más relevante, tórica como culturalmente al siglo no se trata ya sólo de los autores más XVIII. La justificación para su incluconocidos; también otros economissión en este apartado es clara, sin tas, hasta ahora considerados como embargo. Lo relevante aquí no es el «de segunda fila» se van incorporanmomento histórico en el que escribiedo a este proceso de popularización. ron, sino el contenido de sus obras, Tal es el marco en el que hay que que permite establecer un evidente situar la nueva antología de textos de punto de conexión entre sus trabajos la historia del pensamiento económiy lo que harían los economistas un co preparada por los profesores Julio siglo más tarde. Segura y Carlos Rodríguez Braun, cuya principal característica es, preciLa última parte, dedicada al equisamente, que pone el énfasis en autolibrio general y la Economía matemáres o textos no traducidos nunca al tica, es sin duda la que más dificultaespañol o como en el caso de Say des de comprensión presenta. Uno de en textos traducidos hace mucho los trabajos incluidos, el artículo de tiempo en ediciones que resulta casi Barone «El ministro de la producción imposible encontrar. El contenido en un Estado colectivista», tiene una puede sorprender, por tanto, un poco importancia e interés indudables. al lector no especialista. En la primera Más discutible es la inclusión de dos parte, dedicada a la escuela clásica de textos de Wald y von Neumann que, Economía política, no aparecen, en aunque tienen una gran relevancia y efecto, ni Adam Smith, ni Ricardo, ni son trabajos básicos para entender la moderna teoría del equilibrio general resultarán, seguramente, de una complejidad matemática excesiva para la inmensa mayoría de los posibles lectores de esta antología. La estructura del libro es, ciertamente, novedosa en España. Pero conviene señalar que tanto la segunda como la tercera parte de esta obra resultan, en buena medida, deudoras de la excelente antología Precursors El autor de este libro, Jesús Huerta de in Mathematical Economics, que preSoto, está reputado como uno de los pararon en el año 1968 William mayores economistas austríacos de Baumol y Stephen Goldfeld, y que Europa. Lo cual no sé si es bueno o a muchos economistas nos ha servimalo para la aceptación de sus ideas. do como introducción valiosísima Si cogemos dos temas de controversia al estudio de la evolución de la teórica de este siglo, comprobaremos Economía matemática. Tres de los seis el alcance de mi duda: el debate sobre textos de la segunda parte y tres de los metodología de la ciencia económica cuatro textos de la tercera de la antoy el debate sobre el cálculo económico logía de Segura y Rodríguez Braun en una sociedad socialista. El primer habían sido seleccionados, en efecto, debate, iniciado por Cari Menger, funtambién por Baumol y Goldfeld para dador de la Escuela Austríaca de ecosu citado libro. nomía, al entrar en controversia con Gustav Schmoller, cabeza visible de El resultado final de este esfuerzo la Escuela historicista, se centraba en editorial es, sin duda, muy positivo. la posibilidad de conocer leyes econóLos textos están bien traducidos y la micas universales. La postura de edición ha sido cuidada con el estilo Menger afirmaba la posibilidad de y con el alto nivel científico habitual conocimiento de leyes económicas en los trabajos de los profesores aplicables a cualquier época y socieSegura y Rodríguez Braun. Una antodad. Se trataba de una actitud conlogía de esta naturaleza forzará necetraria a la de la Escuela historicista, sariamente a abrir el ámbito de la hisque sólo admitía un conocimiento toria del pensamiento económico a económico particular de cada época y campos y autores que aún resultan pueblo, sin ser posible la generalizapoco conocidos en nuestro país. ción de leyes económicas. De dicho FRANCISCO CARRILLO