Nueva Revista 048 > La libertad era esto

La libertad era esto

Nazareth Echart

Reseña literaria de "La libertad" por Ignacio Vidal-Folch.

File: La libertad era esto.pdf

Referencia

Nazareth Echart, “La libertad era esto,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/988.

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Title

La libertad era esto

Subject

Libros

Description

Reseña literaria de "La libertad" por Ignacio Vidal-Folch.

Creator

Nazareth Echart

Source

Nueva Revista 048 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

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Sacro Romano Imperio, crisol de puetria Erit In Orbe Ultima, hasta el final blos y culturas, y gran potencia antes y del mundo existirá Austria. Casa e después del nuevo Imperio y la monarImperio pensaba sin duda el soñador quía dual que duraría hasta 1918. En príncipe. Eso ahora es sin duda agua Versalles, los dominios de la Casa de pasada que no volverá a correr. Pero en Austria fueron repartidos entre cinco Europa puede haber por fin una paz repúblicas nuevas (una de ellas, la auspública, en la que reinen una idea cotríaca) y la monarquía serbia. Repúblimún del hombre y de su destino y no ca entonces por primera vez, conoció la fuerza o el provecho. Si los austríauna guerra civil y un régimen cristiacos se tomaran en serio a sí mismos y nocorporativo en la época dorada de Austria la Austria que sus nacionales los fascismos, y fue provincia del III aman y que es el hogar de su naturaleReich, tras su ocupación por Hitler. za y su alma (de su geografía y de su Alineada por fuerza entre los vencidos espíritu) acertara a recuperarse, condel 45, sufrió diez años de ocupación tribuirían a esa venturosa y benéfica cuatripartita, y, por fin, desde el 55, es realidad. Lo mismo tendríamos nosoya la actual república independiente. tros que decir de España, y ponerlo Como prenda de paz entre los dos blopor obra. Antonio Fontán. ques, se vio forzada a mantenerse neutral, hasta que, caídos el imperio soviético y la ideología comunista, pudo La libertad por fin ingresar en la Unión Europea. era esto Pero aquí está la cuestión: para aportar ¿qué? El emperador Federico Ignacio VidalFolch ni, bisabuelo de Carlos V, desafortunaLa libertad do en la guerra y en la política, que Anagrama con su reinado llenó más de medio siBarcelona, 1996, 251 páginas glo XV, acuñó el famoso acrónimo de las cinco vocales y lo hizo grabar en monumentos, libros y objetos de ajuar. El A.E .I.O.U. de Federico fue ideado con título tan sencillo como mo divisa, entre enigmática y humaambicioso pone muy alto el nista, de la Casa de Austria. Con ella listón de las expectativas. Use quería formular la vocación univerAunque nos pese reconocerlo, el tema sal de la dinastía y de la nación de la de la libertad presenta recovecos insonque tomaba el nombre. De las lecturas dables, espacios fértiles para la literatuen que se suele desarrollar el acrónimo, ra. En uno de ellos, Ignacio VidalSchulmeister prefiere la que dice AusFolch ha encontrado los elementos necesarios para construir una buena notos, de sueños y decepciones, de lealtavela. des traicionadas, de saqueos inmorales, La libertad se sitúa en Bucarest, en de caminos maltrechos. los tiempos agónicos y paranoicos del Los extranjeros que llegan a Rumarégimen del dictador Ceaussescu, en nía están hechos de una pasta especial: el año de la tambada. Los personajes Si (un hombre) a lo largo de su vida forman un grupo extraño y heterogéha construido algo que valga la pena, neo, a veces perdiendo pie, sumergiénno lo abandona todo para venir a un dose en un imaginario sentido de la país como el nuestro. No, los que vierealidad. nen solo han dejado en sus casas ceniDaniel, un engreído ingeniero eszas y deudas, vienen porque les pagan pañol a quien las necesidades de los más por venir, le explica el rector del demás solo le causan una profunda inInstituto Politécnico a uno de sus diferencia, es desplazado por su emprealumnos en un momento de la novela. sa a Rumania con el pretexto de abrir Y es cierto. Daniel y los demás no permercado en un país a punto de cerrar miten que dejen huella en ellos todas por inventario... Allí conoce a Lucía esas vidas expoliadas que van dejando (la hija rumana de un compositor) y a tras de sí, como si éstas fuesen irreales; toda la colonia de diplomáticos, viejos se mueven con la libertad que ofrece inmigrantes, comerciantes y traductoel talonario de cheques, sin sentirse res agrupados alrededor de la embajada obligados por los afectos; se aburren, española en los dominios del Titán de pero evitan inquietarse por el dolor los Titanes. A partir de ahí, Ignacio ajeno; en el fondo, se ríen con cinismo VidalFolch relata su historia con excede la reserva moral de los rumanos, lente ritmo narrativo, trasladándose al el principal tesoro que éstos pueden pasado cuando el argumento lo hace aportar al mundo materialista del necesario. que ellos proceden y que fingen despreciar. La novela muestra el conocimiento del autor sobre la realidad de Europa Los sueños de libertad de rumanos oriental y, en concreto, de Rumania; como Lucía están puestos en un avión no en vano trabajó allí como corresque cruce el cielo y les lleve a Occidenponsal para cubrir la sangrienta caída te, donde todo parece mucho más fáde Nicolae Ceausescu. Se equivoca, sin cil. Creen que su vida dará un día un embargo, quien crea estar ante un relagiro de ciento ochenta grados y espeto de carácter político o ante una desran, y esperan. Pero Occidente es a vecripción minuciosa de las desgracias ces un pasaje de ida y vuelta del que del pueblo rumano durante todos esos solo se trae el corazón marchito y pateaños. La libertades una novela de afecado y la maleta vacía. Por eso, tambien del horror sentimos nostalgia y que podríamos agrupar en tres grantambién añoramos la nada. Con esta des temas: el origen del universo, de frase se abre La libertad. Al terminar la vida y de la mente. Estos científicos sus páginas, el lector comprobará que han roto con la visión tradicional en esto resulta tan cierto para rumanos la que todos hemos sido educados de como para extranjeros. Estos últimos dos culturas intelectuales de letras habrán dejado pasar la oportunidad de por un lado y científicos por otro, encontrar la felicidad en un país balcomo señaló, hace treinta y cinco dío, pero inexplicablemente vivo. Daaños, C.P. Snow en un célebre ensaniel volverá a casa sabiendo que el payo. Surge así una tercera cultura, que raíso era un jardín yermo en el verteva más allá de las Humanidades clásidero de Europa al que hubiera tenido cas y de la revolución científica. De derecho si hubiera sido más puro, más esta forma lo comprende el editor de pobre, más tonto, más sensible, si huesta obra, John Brockman, presidente biera sido otro. Nazareth Echart de una agencia literaria de Nueva York especializada en la promoción y gestión de derechos de autores científicos. Intelectuales No es fácil definir lo que se enyo tiende por intelectual. Pero es evidente que, en su época, astrónomos como científicos Hubble, matemáticos como Neumann, cibernéticos como Wiener y fíJohn Brockman (ed.) sicos como Einstein, Bohr o HeisenLa tercera cultura berg, no alcanzaron la estimación de Más allá de la revolución los intelectuales. Se les consideró simcientífica plemente científicos o sabios. Se enTusquets Editores tendía que el intelectual, el humanisBarcelona, 1996, 391 págs. ta, debía abordar en su pensamiento aquellas cuestiones que afectan a lo más íntimo de la condición humana. os encontramos ante un Hoy esta visión ha cambiado por conjunto de más de veinte completo. Además, ha surgido un heensayos, distribuidos en cinKcho completamente revolucionario. co partes, en las que diversos físicos, Los periódicos y las revistas de gran evolucionistas, biólogos, informáticos, difusión se preocupan por la ciencia, psicólogos y un filósofo discuten una de la que Stewart Brand ha llegado a serie de cuestiones fundamentales, decir que es lo único noticiable: La