Nueva Revista 044 > Contra Keynes and Cambridge

Contra Keynes and Cambridge

Luis Jacobo Rodríguez

Reseña literaria de "Contra Keynes and Cambrige" por Friedrich A. Hayek.

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Luis Jacobo Rodríguez, “Contra Keynes and Cambridge,” accessed April 26, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/863.

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Title

Contra Keynes and Cambridge

Subject

Libros

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Reseña literaria de "Contra Keynes and Cambrige" por Friedrich A. Hayek.

Creator

Luis Jacobo Rodríguez

Source

Nueva Revista 044 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Language

es

Type

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grama permanente, digno del esEl debate comenzó oficialmente fuerzo de muchas generaciones. • cuando Economica publicó una críM Gemma Prieto. tica de Hayek al libro de Keynes Treatise on Money. En su reseña, Hayek criticó a Keynes por no inFriedrich A. Hayek, corporar en su teoría del ciclo la esContra Keynes and tructura teórica del capital de WickCambridge sell y de la primera generación de Essays ana Correspondence economistas austríacos. Keynes, en University of Chicago Press vez de defender sus propias teorías, Chicago, 1995, 269 pägs. que ya había cambiado cuando la segunda parte de la reseña apareció, respondió atacando el libro de HaA la luz de lo acontecido en yek sobre teoría monetaria, Precios el período de entreguerras y producción. la aparición de los regíEn lo esencial de esa polémica, menes totalitarios en Europa y el observamos dos enfoques de la teoperíodo general de expansión ecoría y la política económica radicalnómica seguido por la Gran Depremente opuestos. La defensa teórica sión que comenzó en 1929 los ecopor parte de Keynes de la política de nomistas comenzaron a investigar estabilización es decir, el empleo de manera sistemática las causas del de la política monetaria para contraciclo económico. En particular, se rrestar los efectos del ciclo refleja preguntaron si era una característica su actitud intervencionista. No obsinnata del sistema de libre empresa; tante, como la mayoría de los intery, dada la eficacia aparente de las vencionistas, no se dio cuenta de economías planificadas que hacían que la política de estabilización que que los trenes fuesen puntuales, si proponía era procíclica, al exacerbar aquel sistema sobreviviría. Friedrich los efectos de la depresión o de la A. Hayek, un joven economista ausexpansión económica. tríaco que trataba de establecerse en Hayek, por su parte, adoptó un el mundo académico británico, y enfoque apriorista que le permitió John Maynard Keynes, el economisreconocer el carácter procíclico de ta más famoso e influyente de su las llamadas medidas de estabilizaépoca, estuvieron en el meollo de ción. En consecuencia, propuso una este debate intelectual desde 1931 política no intervencionista de reshasta la muerte de este último en tricción, para que el ciclo pudiera 1946. seguir así su curso normal. Para él, el ciclo económico no era una carra, comenzaron a experimentar una racterística innata de la economía de subida general de precios acompalibre mercado, sino una consecuenñada por una disminución en el nicia inevitable de cualquier tipo de vel de producción (stagflation), tal economía crediticia. La Escuela como había predicho Hayek. El ausAustríaca atribuye este hecho a la tríaco también tuvo la fortuna de sodiferencia entre la tasa de interés brevivir a la revolución comunista natural y la tasa de interés del merde la Unión Soviética, que había llecado que aparece en ese tipo de ecovado a los pueblos de la Europa del nomía. Este al borde de la servidumbre. La realidad es que, en épocas de Después de todo, resultó que la placrisis y el sistema capitalista expenificación socialista no podía resolrimentó una grave crisis durante los ver los problemas del cálculo ecoaños de entreguerras los llamanómico. mientos en favor de la intervención, Desafortunadamente, hubo un incluso cuando ésta es la causa de la aspecto del debate en el que las crisis, tienen mayor atractivo que ideas de Keynes han prevalecido los llamamientos en favor de !a reshasta nuestros días. Nos estamos retricción. Consecuentemente, tanto firiendo, por supuesto, a los fundalos políticos como los académicos mentos metodológicos que dominan aceptaron de manera contundente hoy en día las corrientes principales las opiniones de Keynes. De hecho, del pensamiento económico. Los la victoria del credo keynesiano fue principios keynesianos de política tan apabullante que Hayek fue desaeconómica la creencia que la polícreditado totalmente como econotica fiscal sirve para armonizar la mista teórico. Al comenzar los años economía y eliminar el ciclo le cuarenta, el austríaco concentró sus obligaron a desarrollar teorías ecoesfuerzos en los campos de la filonómicas que hacen mayor uso de sofía política, de la jurisprudencia, los agregados económicos. Esto, por de la historia de las ideas e incluso su parte, propició la aparición de la de la psicología cognitiva. econometria como disciplina hermaNo obstante, en los años setenta na de las ciencias económicas, así la historia comenzó a dar la razón a como la formulación de modelos Hayek, el pensador económico. La disparatados que no pueden suplanmayoría de los países de Occidente, tar a la teoría general de la acción cuyos gobiernos habían adoptado humana, la Praxeología, que está las medidas intervencionistas de basada en selecciones individuales. Keynes en el período de la postgueA. Mine y Ph. Séguin, La prominencia que han adquiri¿Deux France? do los aspectos cuantitativos dentro Ed. Plon de la teoría económica se puede París, 1995, 340 págs. considerar como el legado más duradero de la revolución keynesiana. Hayek se percató del nuevo enfoque hacia la macroeconomia que surgió % os pesos fuertes de la polítras la publicación de la Teoría ge tica y el pensamiento de la neral de Keynes. Sin embargo, el 1»„„«J? actualidad francesa dialoaustríaco, cansado de disentir sobre gan en estas páginas sin más cortala política monetaria con el inglés y pisas que las impuestas por un horacon sus discípulos, con quien a perio muy recargado y que quizás no sar de todo mantuvo una buena relahaya permitido las condiciones exición personal, se negó a criticar la gidas para obras de este tipo, que obra maestra de Keynes. Es cierto gozan en Francia del aplauso del también que la tentación totalitaria, público y que en España están lejos en la que tantos intelectuales de Ocde alcanzar, sin embargo, tal aucidente cayeron, representó a partir diencia, sin duda a causa de la mede los años treinta la mayor amenanor densidad de clima cultural. za para el sistema de libre empresa, Muchas son las cuestiones y los que Keynes también quería presertemas abordados galos y no gavar. los, pero curiosamente ninguno de Este volumen, editado por el ellos se centra en verdad en el título profesor Caldwell, recoge obras que los agrupa. Probablemente lleacadémicas, ensayos retrospectivos, vados del afán de publicidad y venta algunos de ellos inéditos hasta ahohoy tan desatado en los medios pura, y la correspondencia pertinente blicísticos, los editores lo han rotuentre las partes involucradas: una lado de forma tan atractiva para procombinación con un gran atractivo, vocar una mayor demanda de lectotanto para el lector especializado cores. Empero, éstos no quedarán demo para el lector en general, ya que fraudados: tanto los asuntos tratados nos permite entrever al Hayek pencomo su enfoque y desarrollo crepisador económico, así como el papel tan de interés y, a menudo, de suque desempeñó en defensa del orgestividad. El diálogo es siempre den liberal y de la libertad indivicorrecto, mas no por ello se omiten dual en el siglo xx. • Luis Jacobo las discrepancias e incluso los enRodríguez. frentamientos descarnados a la hora de valorar fenómenos y asuntos co