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El embrollo de Rusia

Juan Pablo de Villanueva

Entrevista a Afanásiev, Yablinski y Yákovlev sobre la reforma en Rusia.

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Juan Pablo de Villanueva, “El embrollo de Rusia,” accessed April 26, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/699.

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Title

El embrollo de Rusia

Subject

Conversaciones

Description

Entrevista a Afanásiev, Yablinski y Yákovlev sobre la reforma en Rusia.

Creator

Juan Pablo de Villanueva
Sucre Alcalá

Source

Nueva Revista 037 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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Réquiem por la Reforma EL EMBROLLO DE RUSIA Hablan Afanásiev, Yablinski y Yákovlev Por Juan Pablo de Villanueva y Sucre Alcalá urante el curso de un reciente viaje a Rusia, Juan Pablo de I Villanueva y Sucre Alcalá, del Consejo Editorial de NUEVA • REVISTA, mantuvieron una serie de conversaciones con diversas personalidades del mundo político y cultural. Les ofrecemos a continuación un amplio extracto de las más relevantes, celebradas en Moscú en julio y agosto pasado, con el historiador y académico Yuri Afanásiev, rector de la Universidad del Estado para las Humanidades, considerado como la máxima estrella de la intelligentsia excepción hecha de Solzhenitsin, que es otra cosa, un profeta, etc.; con el economista Grigori Yablinski, el reformador radical original, como lo calificó el New York Times, autor del famoso plan de los 500 días para Gorbachov y artífice, luego, junto con Gaidar, de las reformas económicas incoadas durante el primer tramo de la presidencia de Yeltsin; y con Alexander Yákovlev, hombre polifacético, antiguo embajador en Canadá, donde conoció a Gorbachov, quien lo convirtió después en su consejero principal, hasta el punto de que casi todos estiman que Yákovlev es el verdadero padre de la perestroika. Fue director de la poderosa Radiotelevisión estatal y ahora es dueño y director del influyente periódico Diario Común. Por otra parte, agradecemos muy especialmente su inestimable colaboración a la señora Irina Zorina, presidenta del Comité de Moscú de Defensa de los Derechos Humanos, y al señor Eugeni Bai, comentarista internacional del periódico Izvestia, sin cuya ayuda no hubieran sido posible estas conversaciones. Juan Pablo de Villanueva: Para un observador extranjero resulta complicado columbrar la verdadera orientación de lo que está sucediendo en Rusia, aunque con una perspectiva histórica más amplia se comprende la quiebra del sistema bolchevique. Existe una imagen contradictoria, como lo evidencia el triunfo de un hombre Yeltsinque, aupado bajo las banderas de la reforma, inicia éstas, pero a renglón seguido prescinde de reformistas como Gaidar y Yablinski... para después llamar al Gobierno a reformistas de otro tono, de tono menor, compensados, quizá, con miembros inmovilistas de la nomenklatura. ¿Qué está pasando, en realidad? ¿Quién tiene el poder? Yuri Afanásiev: Comprendo su perplejidad. Los acontecimientos de los últimos años y de los últimos meses evidencian una serie de contradicciones. Pero, más allá de la imagen que se proyecta, sobre todo frente al extranjero, existe una realidad muy clara, nunca tan clara como ahora en los últimos tiempos: el poder no lo tienen los demócratas, lo tienen el complejo industrialmilitar, el complejo agrícola, es decir, el gigantesco Agroprom, con su cuerpo de dirigentes feudales rojos en connivencia con los campesinos de los koljoses, corrompidos y parasitarios en grado sumo; la burocracia, más numerosa que nunca y corrompida hasta límites insospechados y, finalmente, el nuevo complejo financiero. JPV: ¿Se trata de fuerzas sin ideología? YA: No hay estructura ideológica, al menos no tan clara como para considerarla en un plano ideológico. Se trata, más bien, de intereses. Hay, eso sí, una mezcla de nacionalismo, de chauvinismo. Los agrarios tienen, además, un partido fuerte en la Duma (Cámara Baja del Parlamento). El complejo industrialmilitar no tiene partido. Agroprom, tampoco. El complejo financiero tiene una representación sutil, de carácter indirecto, pero perceptible en las más altas instituciones del Estado. El actual alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, es el más sobresaliente. Todos estos grupos, en definitiva, tienen representación en el Gobierno y en el Parlamento. El poder, en otras palabras, está en manos de los aparatos de la estructura neodemocrática. Sucre Alcalá: ¿Se puede afirmar que la nomenklatura comunista conserva su influencia? YA: Aunque el comunismo como tal ha muerto, la nomenklatura permanece; el Partido Comunista y sus variantes tienen peso. En el proceso de privatizaciones, por ejemplo, han aumentado su capacidad económica. Es decir, ahora ellos tienen la propiedad; antes tenían los privilegios personales sólo. Son millonarios, multimillonarios. Con el proceso de privatización del petróleo en Siberia se están forrando. En este aspecto, pues, la situación está muy clara... JPY: ¿Yla Prensa? YA: La Prensa, por desgracia, está prácticamente comprada por estos grupos. El drama estriba en que el poder está dispuesto a comprar la Prensa y ésta está dispuesta a venderse... Sí, amigos. Dos veces comprada, al por mayor, y al detalle... La Prensa está manipulada. Sobre ciertos asuntos, la Prensa permanece callada. Ahí está el caso de Solzhenitsin. Primero dieron la noticia de su regreso, después vino el silencio. SA: Una afirmación de ese calibre es muy grave. ¿Habrá excepciones? YA: Las hay, como es lógico, pero muy pocas. Hoy, Konsomoles de Moscú, algún gran programa de TV independiente... Existen, cómo no, críticas aisladas al presidente, al Gobierno; pero no a esas fuerzas económicas que dominan la relación entre el poder y la sociedad. JPV: ¿ Cuál es la importancia de los partidos políticos ? YA: El Partido Comunista es el auténtico partido, dotado de medios económicos y de una base social amplia. Gaidar líder reformista de Opción de Rusia no tiene partido de verdad. JPV: Entonces, ¿cómo se puede intentar una reforma con este tipo de estructura? YA: Considere que ya está establecida y arraigada una oligarquía monopolista que dicta todo: oferta y demanda. En efecto, se ha fortalecido la monopolización todavía más. Gaidar, que hizo mucho humo, pregonando su condición de demócrata, realizó, en resumidas cuentas, una política monetarista, superficial, que dejó en pie las estructuras del sistema económico. JPV: Pasando a otro campo, su campo propiamente dicho, ¿ es la Universidad un cuerpo crítico? YA: Esta Universidad, fundamentalmente humanista, es una alternativa de la Universidad Konsomol, reaccionaria y oficial. En la Universidad de la que yo soy rector trabajan los que perdieron su trabajo en la época soviética. JPV: ¿Y cómo se financia? YA: El Estado aporta sólo el 30% del presupuesto. El resto lo buscamos nosotros mismos. Por eso hay que pagar para estudiar aquí, aunque sólo el 15% de los alumnos pagan realmente. Tenemos dificultades, lógicamente, y estamos estudiando medidas económicas para resolver los problemas en este ámbito decisivo. Lo cierto es que sobrevivimos. Tenemos, además, una gran demanda para ingresar en nuestros cursos (cinco aspirantes por plaza). Tenemos diez Facultades, incluyendo Teología e Informática. La Iglesia Ortodoxa vive en la servidumbre al Régimen JPV: ¿La Iglesia Ortodoxa rusa es un elemento conservador de lo establecido o supone una conciencia crítica frente al materialismo? YA: La Iglesia Ortodoxa me merece un juicio negativo dentro del conjunto de las Iglesias. Para mí, la reforma es adaptarse a lo contemporáneo; la Iglesia Ortodoxa vive en el pasado, esto es, en la servidumbre al Régimen. Quieren seguir al servicio del Poder. Pedro el Grande hizo de la Iglesia Ortodoxa un Departamento del Estado, y así continúa. JPV: Tengo la impresión de que la sociedad civil no existe o es muy débil. Hay una estructura poderosa la nomenklatura y el resto es un magma. YA: Sí y no. En los últimos tiempos se está formando, en consonancia con un proceso larvado de reestructuración de la población. Un atisbo, por ejemplo, es la fuerza de la economía sumergida. A menudo se piensa que, según cánones de mercado estricto, eso es malo. Pero no es así. Aquí y ahora, ese fenómeno es vital para sobrevivir. Más aún: tiene una potencialidad insospechada, como se demuestra en el sector de la construcción. Eso contribuye al milagro de ver gente alimentada y bien trajeada. Acabo de recorrer 2.000 Kms. por el centro de Rusia y no he visto miseria. ¿Cómo se explica la espectacular caída de la producción con el estado relativamente pasable de la población? La clave está en la economía sumergida. JPV: ¿Se ha diluido el valor moral de la solidaridad, el apoyo a los más débiles? YA: Esta tendencia existe. Gracias a Dios existe. Ahora cada uno busca su sustento por sí mismo. Antes todo se esperaba del Partido o del Estado. Ahora el patriotismo se limita a la familia. No me entristece esta situación. Lo más importante es que Rusia vuelva a una vida normal. Antes todo era artificial. Poco a poco, la sociedad empieza a respirar por sí misma. Eso es indiscutible. JPV: ¿Cuál es la situación del complejo económicomilitar? YA: Como he dicho, su poder está básicamente intacto. Para reformarlo, todavía tenemos que esperar mucho. La parte del PNB dedicada al conjunto militar es mayor. Pero es peligroso dar cifras concretas. JPV: Una reforma militar acarrearía graves problemas políticos. YA: La reconversión no va bien. No está prevista en el Presupuesto de este año. Ni contra los monopolios. El Presupuesto reproduce el contenido del Régimen. SA: Usted afirmó en Foreing Affairs (Volumen 73, n° 2, 1994) que la reforma ha muerto. ¿Se mantiene en esa tajante afirmación? YA: El impulso reformista se ha perdido. Al revés, hoy en día todos hablan de estabilidad y conservación. Esto va para mucho tiempo. Se está formando un régimen autoritario, centralista, con los elementos nacionalsocialistas en vanguardia. SA: ¿Las fuerzas dominantes en Rusia, con el Gobierno de Yeltsin a la cabeza, están fraguando ya la reconstitución del antiguo imperio, aunque sea bajo nuevas formas y límites? YA: Es un hecho. Vamos a reunimos otra vez en un Estado unitario. Georgia ha sido aplastada. Tajikistán está siendo sometida por la fuerza armada, Azerbaiyán y Armenia han sido empujadas a la lucha, Bielorrusia es un feudo, etc. SA: ¿ Y Ucrania y Kazajstán? YA: Contra esos países no se pueden emplear las armas. No obstante, es muy aventurado hacer una prognosis al respecto. En Kazajstán la política nacionalista es no hacer reformas. Puede ser dividido, asignando la parte norte a Rusia. El presidente Nursoltan Nazarbaev quiere cambiar la capital de Alma Ata. En Ucrania sucede más o menos lo mismo. Pueden sobrevivir sólo en el caso de que emprendan el camino de las reformas democráticas profundas. La mitad de la población es rusa, más o menos. La única posibilidad de independencia para ambas es que logren mejores condiciones de vida que en Rusia, tanto en cuanto a libertades como en el nivel de vida. JPV: Señor Yablinski. Le agradecemos, ante todo, que haya tenido tiempo para recibirnos y conversar con nosotros. Conocemos y valoramos sus esfuerzos para introducir en Rusia la economía de mercado. Aunque seguimos los asuntos internacionales, desde nuestra relativa lejanía no acertamos a establecer un cuadro objetivo y riguroso de la situación reinante en esta gran nación o nación de naciones, cuyos pueblos gozan de general simpatía en España. Apreciamos, eso sí, la consagración de las libertades formales que, por supuesto y como decía Raymond Aron y recuerda Ralph Darendorf, son las más importantes, pero en la práctica se observa una estructura política y económica rígida por ejemplo, en la formación de los precios. Como gran potencia política y militar, Rusia seguirá pesando en el mundo. Pero si no se acometen los cambios imprescindibles para conseguir una economía de mercado, esa potencia será rebajada a un segundo o tercer orden en el campo económico, lo cual incidirá necesariamente en el aspecto político y militar. Como persona cualificada, con experiencia además en el Gobierno ruso de Boris Yeltsin, ¿cuál es su visión de las cosas, sobre todo con referencia a un futuro más o menos próximo? Grigory Yablinski: Me complace su visita. Soy yo quien les agradece su interés en hablar conmigo. Me encanta España, donde estuve hace año y medio. Bien, entrando en materia, debo decirle que la situación es absolutamente alarmante porque todas las instituciones básicas de nuestra economía permanecen casi intactas, sin cambios. Subsisten los grandes monopolios. No hay verdadera competencia. No hay mercado de tierras. No hay, en definitiva, derecho de propiedad real. Vivimos en un régimen oligárquico, monopolizado, autoritario, corrompido. Es fácil comprender cuáles son las causas. Durante más de setenta años hemos creado y mantenido una economía propia de un Estado sin derecho, sin leyes ni control social. SA: ¿No ha habido planes concretos de reforma económica? GY: A principios de los años 60 este sistema empezó a ser criticado. Kosiguin inició en 1965 una cierta reforma, dando cabida a la autogestión en las empresas, otorgando más poder a los directores de los grandes monopolios. Pero el Partido Comunista, el Partido controlaba todo esto. Así llegamos al punto final de esta etapa. Ahora los empresarios tienen libertad, pero no son propietarios. Allí tiene el caso de la sociedad MMM (Fondo de inversión con 4.000.000 de pequeños accionistas que ha ido a la quiebra este verano, provocando un fenomenal escándalo; el presidente Serguei Mavrodi, fue encarcelado, pero ya está en libertad pues fue elegido diputado en una reciente elección parcial). Además, la liberalización de los monopolios soviéticos va acompañada de un sistema ad hoc para apropiarse de ellos y no repartir la tarta. JPV: ¿Cuánto tiempo hará falta para superar esta situación? GY: El cambio en profundidad puede llevarnos 50 años. De entrada esta generación no está preparada para las elecciones. El presidente del Parlamento dijo que lo habían elegido. Pero, en realidad, fue nombrado por Yeltsin en colusión con otras fuerzas políticas, so pretexto de una política de reconciliación nacional. SA: Pero usted y Gaidar pusieron en marcha una serie de reformas. GY: Sí, por supuesto. Algo hemos hecho, pero no nos dieron tiempo. Liberalizamos los precios, abrimos las fronteras y el comercio exterior. Teníamos que hacerlo. Muchas de las medidas adoptadas lo fueron en la dirección correcta. Yegor Gaidar es una personalidad histórica. Pero la reforma de este tipo no es suficiente para crear una economía de mercado de verdad y un sistema constitucional y pluralista de carácter democrático. Por otra parte, se nos despreció y se trató de desprestigiarnos. Desgraciadamente, seguimos perdiendo las oportunidades de reforma que aún tenemos (Nota: Como es sabido, a raíz de la caída brutal del rublo el pasado 11 de octubre, Yeltsin efectuó varios cambios en el Gobierno y en la Administración, situando al reformista Anatoli Chubais como viceprimer ministro encargado del campo económico. Este Chubais está enfrentado al poderoso alcalde de Moscú, Luzhkov, con quien incluso estuvo a punto de batirse en duelo. Fuentes bien informadas de Moscú piensan que esta es una maniobra de diversión más de Yeltsin para aplacar a los reformistas). JPV: Es posible difundir la propiedad. GY: Lo primero es combatir la inflación, frenar la caída de la producción se estima en un 27%, y promover la inversión propia, ya que ahora está a cero; se estima también que unos 15.000 millones de dólares de capital ruso han salido fuera en los dos últimos años. Por otra parte, habría que reducir la burocracia tenemos veinte veces más funcionarios y combatir la corrupción. Rusia no debe vivir de la diferencia entre los precios internos de la energía y los mundiales ahora el precio de aquéllos es un 60% de éstos, lo que ha permitido levantar un imperio de servicios y el complejo agrícola. Tampoco se debe fundar la economía en la fuerza del trabajo casi regalada. Las privatizaciones, tal como se están haciendo, resultan también gratis y con destino político preestablecido. En contraste, aquí los impuestos son altos. Los Bancos funcionan como bandidosladrones, de manera que tienen anualmente unos beneficios del 100%. No dan créditos a plazos muy cortos, y envían mucho dinero al exterior. Como remate, no tienen la competencia de la Banca extranjera. Pero el curso del Gobierno es imprevisible como el presidente también es imprevisible. JPV: ¿Cómo se explica el fenómeno Zhirinovski? GY: No conviene exagerar. En otro país, Zhirinovski habría conseguido el 30% de los votos. Dispuso de seis horas de televisión, gratis, que le dió Yeltsin. Eugenio Bai: ¿Tantas horas? GY: Sí, el Estado se las proporcionó; Yeltsin, personalmente. Conviene recordar que Zhirinovski actuó como un consumado demagogo. Denunció lo que quiso y como quiso y prometió el oro y el moro. Es como si usted en España promete a cada mujer que si le vota va a tener al hombre más hermoso... Con todos estos datos, hay que congratularse de que Zhirinovski sólo obtuviera el 12% del voto censado. Además, vivimos todavía, y eso que Moscú es la ciudad más cara de Europa. Sin embargo, nadie se muere de hambre. No sé si Madrid tiene tantos Mercedes... Puede haber incidentes dentro del Ejército JPV: Probablemente, sí, o más... Pero, cambiando de tercio, me gustaría saber qué pasa en el Ejército. ¿Está sometido al poder civil? GY: El Ejército es muy grande. Es un organismo heterogéneo, menospreciado en octubre del año pasado. Por vez primera fue utilizado en una lucha interna. A los generales se los alimenta y cuida muy bien, pero eso no significa que los oficiales estén contentos. En otras palabras, el Ejército no es una fuerza sometida o controlada. Más bien es una piedra colgada al cuello del Gobierno. En consecuencia, si se mantiene esta situación podemos esperar problemas locales, porque no somos Chile. Tenemos, evidentemente, otra clase de Ejército. ¡Atención! ¡Puede haber incidentes dentro del propio Ejército! JPV: ¡Vaya panorama! GY: No quiero decir que todo esté mal o inestable. Pero existen razones para preocuparnos muy seriamente. JPV: Entonces la única salida está en las próximas elecciones legislativas (1995) y presidenciales (1996). GY: La salida, no. El paso correcto. SA: Hace poco se planteó una dura polémica entre Strobe Talbott, ex embajador de los EE.UU. en Moscú y actual subsecretario de Estado, y Brzezinski (Yablinski interrumpe diciendo: ¿Cuál es la última opinión de Brzezinski?), en torno a la ayuda financiera a Rusia. El primero la defendía de manera inmediata y sin apenas condiciones para evitar el colapso de la reforma, en tanto que el segundo anteponía la puesta en marcha inequívoca de ésta para cualquier subsidio importante. En síntesis, ¿considera usted que los Estados Unidos, el Gobierno y las instituciones financieras, comprenden los problemas de Rusia? GY: No. Pero ¿por qué deben comprenderlos? ¡Ni se imaginan que se habla otro idioma en otros países! Además, ellos tienen sus propios problemas y bastante hacen con ocuparse de sí mismos. Dicho esto, ojalá nos comprendieran. Los EE.UU. están interesados en que haya calma aquí. Los europeos quizá entiendan algo, pero no lo suficiente. Ellos no han tenido inflación, por ejemplo. JPV: Los alemanes, sí. GY: Los actuales alemanes la han aprendido en los libros. Los expertos anglosajones repiten lecciones técnicas. Paradójicamente, quienes pueden darnos consejos prácticos muy valiosos son algunos países latinoamericanos: México, Brasil, etc. JPV: ¿Presentará su candidatura a la Presidencia en 1996? GY: Trataré de hacerlo, aunque el trabajo de presidente no es para un hombre normal. Alexander Yákovlev: El próximo año se cumple el décimo aniversario de la perestroika. Estoy organizando la celebración, tanto en Moscú como en Génova. Quedan ustedes invitados... En esta ciudad habrá una reunión de alto nivel en febrero, con asistencia de Gorbachov, Bush, Thatcher, Berlusconi, Mitterrand, etc. Es una lástima que Yeltsin se empeñe en separar el año 1990 de 1985. Esta etapa última presidida por él es heredera y consecuencia de la anterior. Trataré de explicársela. JPV: ¿Cómo ve la renovación en el poder de Boris Yeltsin? AY: Dentro de la dinámica del país: para el año 1996, Yeltsin se va a acabar como figura política. Aunque todavía cabe un aplazamiento de las elecciones hasta 1998. Entonces el candidato ideal sería el actual alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. A éste le he preguntado: ¿quieres ser presidente? y él me ha respondido: yo soy un hombre leal; seguiré insistiendo para que Yeltsin se presente; si no lo hace, entonces seré candidato. SA: En algunos círculos empresariales se vincula a Luzhkov con grupos mafiosos. AY: El alcalde es una persona razonable y aunque ciertos políticos se empeñan en relacionarlo con actividades de la Mafia, no comparto en absoluto esa opinión. Tiene valores más altos que el propio dinero. Se trata de un hombre modesto, pero le gusta el poder. SA: ¿Qué perspectiva tienen las fuerzas reformistas? AY: Las fuerzas reformistas ya no existen. JPV: ¿Es un peligro Zhirinovski? AY: Eso es un cuento, creído a pies juntillas en Occidente. Igual sucedió con la famosa amenaza imperial o peligro ruso de los años 8590. Zhirinovski está totalmente desprestigiado, incluso entre los obreros. A pesar de los problemas, Yeltsin sigue fortaleciendo su poder. En última instancia, todo dependerá del estado físico de Yeltsin. Señores, les repito que Zhirinosvki es un bluff. «