Nueva Revista 135 > Nuestro grano de arena
Nuestro grano de arena
Arturo Moreno Garcerán
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Arturo Moreno Garcerán, “Nuestro grano de arena,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/3606.
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Title
Nuestro grano de arena
Subject
libros
Creator
Arturo Moreno Garcerán
Document Item Type Metadata
Text
Nuestro grano de arena
Arturo Moreno Garcerán
España vive quizás su hora más difícil y decisiva desde la Restauración
democrática de 1978. NUEVA REVISTA pretende hacer,
en este tiempo de necesario e insoslayable compromiso,
una aportación responsable y positiva al conjunto de la sociedad
dedicando este número monográfico a la idea de la España
competitiva. Nos detendremos a reflexionar sobre aquellas cuestiones
de fondo y factores estructurales en torno a los cuales
pensamos que hay que afrontar la recuperación de España.
Subyace en la plural agenda de temas que se desarrollan una
mentalidad proclive a las soluciones constructivas sustentada
en una visión realista, pero indeclinablemente esperanzadora
sobre las posibilidades de España.
Evidentemente, en este número no se tocan ni por asomo todas
las cuestiones que inciden y forjan la competitividad de una
nación. Muchas de estas impregnan el debate político cotidiano
y han sido suficientemente tratadas, otras simplemente quedarían
pendientes, entre ellas podríamos destacar el tamaño y la
eficacia del sector público, así como el funcionamiento de las
distintas administraciones públicas (aunque dedicamos a este
tema un artículo). Pero también hay otros elementos que afectan
sustancialmente a la naturaleza competitiva de un país, como
son sus valores constitutivos e inmanentes que deben otorgar la
energía y la motivación necesaria a la sociedad, dando sentido o sinsentido a la acción desplegada y que hoy aparecen desactivados.
Tampoco en esta mirada caleidoscópica nos detenemos a
pensar en el efecto que tienen sobre la competitividad los vicios
políticos adquiridos y ya adheridos al sistema político como son
el electoralismo, el coyunturalismo, el cortoplacismo y el clientelismo
político, que tantos recursos detraen al conjunto del sistema
y tanto deterioran la credibilidad de la democracia. Asimismo,
no se deben menospreciar otras cuestiones tan importantes
como pueden ser el grado de calidad institucional de nuestro sistema
político para afrontar la profundidad de los cambios sociales,
o la flexibilidad o adaptabilidad de nuestra legislación laboral
para dar respuesta a un contexto de globalidad competitiva.
En la elaboración del temario hemos optado por ahondar en
aquellos asuntos que al tener efectos transformadores y por lo
tanto repercutir en la visión a largo plazo del país y en el dibujo
de su horizonte de futuro, necesitan un mayor debate y una reflexión
más profunda para llegar a unas conclusiones convincentes.
Así, nos detenemos muy especialmente en materias tan
decisivas como la educación, porque es allí donde se construye
y se fragua el futuro de una nación, pues sin una sociedad
competente y preparada cualquier proyecto nacional será mediocre.
Por otro lado, nos extendemos en un elemento nuclear
de nuestro desmesurado Estado de bienestar, como es la sanidad,
donde parece necesario perfilar un criterio político que
sirva como cimiento para desarrollar una atinada gestión empresarial
de este servicio público.
Los reconocidos profesionales que colaboran en este número
se valen de su experiencia en sus ámbitos de gestión para establecer
certeros análisis, propuestas y recomendaciones sobre
los distintos asuntos, no solo desde la visión aislada y fría del
especialista, sino desde el conocimiento y la interpretación de
las circunstancias reales y de los contextos externos que condicionan los problemas. Late en todos los escritos un espíritu riguroso
y reformista con un afán regeneracionista.
Gerald Brenan, en El laberinto español, cita los estudios de
Cánovas sobre la rápida decadencia de España en el siglo XVII.
Cánovas consideraba que un grave error habitual de los españoles
era intentar llevar adelante ambiciosos proyectos sin estimar
en lo debido los medios económicos y materiales sobre los
cuales debían asentarse los mismos. Cánovas ponderaba como
el mayor vicio español, según el texto de Brenan, un exceso de
confianza (o si se prefiere falta de realismo) y de optimismo (que
a veces roza lo fantasmagórico). Se puede recurrir a un cierto
paralelismo histórico con algunas de las causas de los males
que vivimos en la actualidad. Por lo tanto, cualquier proyecto
nacional debe considerar el valor de la prudencia, de las actuaciones
públicas previsoras, «de esa cordura en los empeños» de
la que nos habla Baltasar Gracián. En ese sentido, parece muy
acertado y profundo constitucionalizar la limitación del déficit
estructural del Estado en su conjunto, así como el volumen de
deuda en el que puede incurrir en relación al PIB.
Definitivamente es hora de vencer el peso de las inercias
históricas, de acotar, centrar y priorizar los problemas y darles
soluciones razonables y duraderas.
Por todo ello, NUEVA REVISTA, en coherencia con su espíritu fundacional, quiere hacer una apelación al bien común, al sentido
del deber y de la responsabilidad de la sociedad española,
al trabajo y al compromiso con España de todos sin exclusiones,
a la constancia en el esfuerzo y en la voluntad decidida de
alcanzar sus objetivos nacionales. Cultivemos la esperanza y
pongámonos manos a la obra.
ARTURO MORENO GARCERÁN
Octubre de 2011
Arturo Moreno Garcerán
España vive quizás su hora más difícil y decisiva desde la Restauración
democrática de 1978. NUEVA REVISTA pretende hacer,
en este tiempo de necesario e insoslayable compromiso,
una aportación responsable y positiva al conjunto de la sociedad
dedicando este número monográfico a la idea de la España
competitiva. Nos detendremos a reflexionar sobre aquellas cuestiones
de fondo y factores estructurales en torno a los cuales
pensamos que hay que afrontar la recuperación de España.
Subyace en la plural agenda de temas que se desarrollan una
mentalidad proclive a las soluciones constructivas sustentada
en una visión realista, pero indeclinablemente esperanzadora
sobre las posibilidades de España.
Evidentemente, en este número no se tocan ni por asomo todas
las cuestiones que inciden y forjan la competitividad de una
nación. Muchas de estas impregnan el debate político cotidiano
y han sido suficientemente tratadas, otras simplemente quedarían
pendientes, entre ellas podríamos destacar el tamaño y la
eficacia del sector público, así como el funcionamiento de las
distintas administraciones públicas (aunque dedicamos a este
tema un artículo). Pero también hay otros elementos que afectan
sustancialmente a la naturaleza competitiva de un país, como
son sus valores constitutivos e inmanentes que deben otorgar la
energía y la motivación necesaria a la sociedad, dando sentido o sinsentido a la acción desplegada y que hoy aparecen desactivados.
Tampoco en esta mirada caleidoscópica nos detenemos a
pensar en el efecto que tienen sobre la competitividad los vicios
políticos adquiridos y ya adheridos al sistema político como son
el electoralismo, el coyunturalismo, el cortoplacismo y el clientelismo
político, que tantos recursos detraen al conjunto del sistema
y tanto deterioran la credibilidad de la democracia. Asimismo,
no se deben menospreciar otras cuestiones tan importantes
como pueden ser el grado de calidad institucional de nuestro sistema
político para afrontar la profundidad de los cambios sociales,
o la flexibilidad o adaptabilidad de nuestra legislación laboral
para dar respuesta a un contexto de globalidad competitiva.
En la elaboración del temario hemos optado por ahondar en
aquellos asuntos que al tener efectos transformadores y por lo
tanto repercutir en la visión a largo plazo del país y en el dibujo
de su horizonte de futuro, necesitan un mayor debate y una reflexión
más profunda para llegar a unas conclusiones convincentes.
Así, nos detenemos muy especialmente en materias tan
decisivas como la educación, porque es allí donde se construye
y se fragua el futuro de una nación, pues sin una sociedad
competente y preparada cualquier proyecto nacional será mediocre.
Por otro lado, nos extendemos en un elemento nuclear
de nuestro desmesurado Estado de bienestar, como es la sanidad,
donde parece necesario perfilar un criterio político que
sirva como cimiento para desarrollar una atinada gestión empresarial
de este servicio público.
Los reconocidos profesionales que colaboran en este número
se valen de su experiencia en sus ámbitos de gestión para establecer
certeros análisis, propuestas y recomendaciones sobre
los distintos asuntos, no solo desde la visión aislada y fría del
especialista, sino desde el conocimiento y la interpretación de
las circunstancias reales y de los contextos externos que condicionan los problemas. Late en todos los escritos un espíritu riguroso
y reformista con un afán regeneracionista.
Gerald Brenan, en El laberinto español, cita los estudios de
Cánovas sobre la rápida decadencia de España en el siglo XVII.
Cánovas consideraba que un grave error habitual de los españoles
era intentar llevar adelante ambiciosos proyectos sin estimar
en lo debido los medios económicos y materiales sobre los
cuales debían asentarse los mismos. Cánovas ponderaba como
el mayor vicio español, según el texto de Brenan, un exceso de
confianza (o si se prefiere falta de realismo) y de optimismo (que
a veces roza lo fantasmagórico). Se puede recurrir a un cierto
paralelismo histórico con algunas de las causas de los males
que vivimos en la actualidad. Por lo tanto, cualquier proyecto
nacional debe considerar el valor de la prudencia, de las actuaciones
públicas previsoras, «de esa cordura en los empeños» de
la que nos habla Baltasar Gracián. En ese sentido, parece muy
acertado y profundo constitucionalizar la limitación del déficit
estructural del Estado en su conjunto, así como el volumen de
deuda en el que puede incurrir en relación al PIB.
Definitivamente es hora de vencer el peso de las inercias
históricas, de acotar, centrar y priorizar los problemas y darles
soluciones razonables y duraderas.
Por todo ello, NUEVA REVISTA, en coherencia con su espíritu fundacional, quiere hacer una apelación al bien común, al sentido
del deber y de la responsabilidad de la sociedad española,
al trabajo y al compromiso con España de todos sin exclusiones,
a la constancia en el esfuerzo y en la voluntad decidida de
alcanzar sus objetivos nacionales. Cultivemos la esperanza y
pongámonos manos a la obra.
ARTURO MORENO GARCERÁN
Octubre de 2011