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El cambio en la TV

Alberto M. Arruti

Acerca de cómo el mundo de la comunicación mantenga en los próximos años, un crecimiento más rápido que la mayoría de las actividades económicas.

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Alberto M. Arruti, “El cambio en la TV,” accessed November 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/3599.

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El cambio en la TV

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Acerca de cómo el mundo de la comunicación mantenga en los próximos años, un crecimiento más rápido que la mayoría de las actividades económicas.

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Alberto M. Arruti

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El cambio en la TV Por Alberto M. Arruti
Decir que vivimos una época
de profundos cambios
resulta un lugar común.
En ciencia, lo mismo que en política
o en la vida social. Hace
tan sólo un año, todavía existía
el muro de Berlín. Los medios
de comunicación social no podían
permanecer ajenos a esta situación
de cambio profundo.
Durante mucho tiempo, los
estudiosos de la comunicación se
han centrado, principalmente,
en el estudio de los efectos de los
medios, sobre todo la televisión,
y en el papel cultural de los mismos.
Basta citar los nombre de
Halloran, Lasswell o Lazarsíeld.
Pero he aqui que, a lo largo
de la década de los ochenta,
los medios se han convertido en
uno de los sectores más dinámicos,
por no decir más agresivos
de la economía. Solamente en el
sector audiovisual y en un espacio
tan corto de tiempo, como
es el que transcurre desde principios
de 1988 hasta la mitad de
1989, se han realizado en Europa
más de 100 operaciones de
adquisición y fusión, que han representado
un movimiento de
capital de muchos miles de millones
de pesetas.
En Europa, diversos grupos
están tomando posiciones frente
a! mercado único europeo.
Por ejemplo, el grupo alemán
Bertelsmann, cuya principal actividad
es la editorial, participa
en la televisión como colaborador
de la Compagnie Luxemburgoise
de Televisión. Los grupos,
Havas, francés, y Maxwell,
inglés, cuyas actividades principales
se centran, respectivamente,
en los campos publicitario y
editorial y en la prensa diaria,
están participando en canales de
televisión de otros países distintos
de los suyos.
Otro hecho a tener en cuenta
es la presencia, en el sector de las
comunicaciones, de empresarios
relevantes en otros campos de la
actividad económica. Tal es el
caso de Bouygues o de grupos,
como «General des Eaux», y
«Lionnaise de Eaux». Esta presencia
es debida a dos factores.
En primer lugar, el atractivo que
pueden ejercer los medios de comunicación
ante cualquier financiero
o empresario por el poder
a que dan lugar. Y, por otra
parte, a que, según muchos analistas
económicos, es previsible
que el mundo de la comunicación
mantenga, en los próximos
años, un crecimiento más rápido
que la mayoría de otras actividades
económicas.
El mundo de la publicidad está
sufriendo, en consecuencia,
profundos cambios. Una publicidad
de un producto o de un
servicio, a escala planetaria,
asusta y preocupa a muchos.
Por su parte, los profesionales
de la publicidad hablan de la «libertad
de expresión comercial»
a la que comparan con la libertad
de expresión sin otros calificativos.
La nueva carta fundamental
de Holanda de 1981, ha
excluido, de forma expresa, la
publicidad comercial del artículo
referido a la libertad de expresión.
También, una posible regulación
de la publicidad, a nivel
de la Comunidad Europea
está siendo considerada, aunque
otros opinan que debe ser el
mercado el que diga la última
palabra.
La lucha por conseguir publicidad
es, cada día, más acusada.
Este año el mercado publicitario
norteamericano asciende a 4.200
millones de dólares, a repartir
entre ABC, NBC, CBS y Fox, la
incipiente cadena de Murdoch.
Los pronósticos establecen para
ABC, 1.300 millones; para
NBC, 1.500 millones; para CBS,
900 millones y 500 para Fox. Pero,
la publicidad sólo se consigue
con programas atractivos
para la audiencia. En este sentido,
la competencia es también
feroz. Por ejemplo, Televisión
Española que tenía la exclusiva
del partido España-Corea del
Mundial de Fútbol, consiguió
que más de catorce millones de
personas vieran este partido. En
cambio, Tele 5 se había hecho
con 1a exclusiva de las últimas
actuaciones de los Rolling Stones
en España, por lo que TVE
ignoró informativamente la presencia
de este conjunto.
En Inglaterra, el informe Calcutt
ha levantado una encendida
polémica. Mientras unos lo
defienden, porque pretende garantizar,
con mayor eficacia, el
derecho a la intimidad, otros advierten
de sus posibles peligros,
porque podrían mermar, en algún
sentido, la libertad de expresión.
Así, el Financial Times escribe:
«Las leyes propuestas
marcarían una clara ruptura con
el pasado y con una tradición
británica, según la cual los periodistas
no tienen más derechos
que los demás ciudadanos... pero
tampoco menos».
Alberto M. Arruti es físico y periodista