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Hilde Domin

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“Hilde Domin,” accessed April 19, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2631.

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Title

Hilde Domin

Source

Nueva Revista 132 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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Antonio PauHILDE DOMIN EN LA POESÍA ESPAÑOLATrotta, Madrid, 2010, 144 págs., 12 eurosLa editorial Trotta publica en su«colección mínima» una obra dePau, que por su contenido es«máxima», pues ha sido escritacon la maestría y la soltura de unexcelente conocedor de la lenguay la cultura alemanas, que en estelibro se pone una vez más de manifiesto. Se compone de diecisietecapítulos, precedidos de una notapreliminar, y cerrados con una nota final, a la que se añaden una cronología, una bibliografía (de Hilde y sobre Hilde) y un índice de ilustraciones.En el elenco bibliográfico no hay ningún autor español, elloprueba que son necesarios trabajos como este que presentamos por parte de escritores españoles, que dediquen suatención a una autora, que tanto escribió en España, y enespañol, y que de modo tan decisivo contribuyó a dar a conocer en Alemania a los autores españoles (de prosa y deverso). Hilde Domin, junto con su marido, Erwin Palm,contribuyó poderosamente al conocimiento de la poesía española del momento con la obra Rosa de ceniza, pero laprosa española era poco conocida y para su difusión fue denueva revista· 132244hilde domin en la poesía españolacisiva la obra de Domin España contada. A la selección quede los autores de prosa hace Domin dedica Pau el capítulo XIII (pp. 117 y ss.), recogiendo cómo ve el estilo de losescritores españoles y el porqué de su selección.El título responde muy bien al contenido, pues la obray la vida de esta poeta alemana son presentadas desde elprisma de su relación con la poesía española. Se trata deun libro muy bien documentado, con unas traduccionesde los versos originales del alemán al español muy acertada: mantiene el lirismo y la sencillez de la lengua original. Ya la primera obra de Hilde tenía una originalidad «a laque contribuía, y no poco, la influencia de los poetas españoles del 27, era como una bocanada de aire fresco quealiviaba la densidad de la poesía alemana del momento»(p. 102). Su poesía sorprendía por el delicado lirismo enun panorama poético en el que «dominaba el tono épico yel ásperamente sarcástico» (p. 102). Pero si el conocimientode la poesía española fue el campo abonado, la semillaque luego germinó en una obra poética cuajada de frutosmaduros, fue su propia experiencia vital. Desde su huidade la Alemania nazi primero y de la Europa invadida después, hasta la muerte de su madre y el abandono real y ladura incomprensión por parte de su marido Erwin Palmfueron experiencias que nutrieron su obra. Ella misma diría que su apoyo era una rosa, y que «con la rosa me refiero al idioma, que fue el asidero en los años de exilio» (palabras de Hilde, recogidas por Pau en la p. 103). «HildeDomin se consideró una poeta española que escribía en alemán. Su estirpe literaria era española» (p. 9). «Este injerto meridional en el árbol sombrío de la poesía alemananueva revista· 132245244247 Hilde Domin.qxp:Layout 1 9809 18:11 Página 246maría josé rocadio frutos hasta entonces desconocidos: unos poemas sinpeso y con pulpa de sabor intenso» (p. 10).A lo largo de sus diecisiete capítulos el lector se introduce en las dificultades de todo tipo (también económicas) de un matrimonio de judíos alemanes que conoce lapoesía de Lorca, porque un librero catalán tiene la generosidad de regalarle un libro que su economía no les permitía adquirir, que vive en Santo Domingo y en España, yviaja por distintos puntos de su geografía, además de darconferencias por toda Europa, América y Asia, cuando yahan alcanzado fama y reconocimiento mundial, cada unoen su propio ámbito. El capítulo V (pp. 37 y ss.) recoge elencuentro de Domin con Juan Ramón Jiménez en NuevaYork. En el capítulo VIII (pp. 59 y ss.), se relata cómo ycuánto publicó Hilde en la revista poética malagueña Caracola. Pau da cuenta también de cómo su amistad conVicente Aleixandre propició que su primer libro se publicara en España. En cambio, en su primer libro en Alemania hubo de experimentar la humillación de que falsificaran el año de su nacimiento, porque se consideraba quepublicar un primer libro tan mayor era una desventajapara su difusión. En el capítulo XII (titulado «Aquí fui feliz») se recoge una extensa carta de Hilde a su hermano,en la que se expresa el desahogo de la autora acerca de laintimidad de su vida junto a Erwin, de su abandono y desu encuentro con Rudolf Hirsch. Todo ello sería el temade su novela poética El segundo Paraíso. En estas páginas,el lector aprende de la experiencia humana de Hilde, unamujer que por haber amado tanto, ha sabido sufrir y perdonar, sin amargar por ello su carácter, y también aprendenueva revista· 132246hilde domin en la poesía españolacon ayuda de Pau —y de las citas que éste hace de Gadamer— del significado de la idea del «retorno» en la poesíaalemana contemporánea.«Sin quererlo» podría ser la leyenda del escudo poético de Domin, señala Pau en la nota final (p. 143), tomándolo de unos versos de esta poeta («Y al pasar, sin quererlo enciendo uno u otro farol en los corazones, alborde del camino»), y explicándonos que ese «sin quererloexpresa la ligereza intencionada hecha de elegancia y dela ausencia de toda pretensión didáctica» (p. 143). A lolargo de toda la obra aparece la vida de la poeta como ungráfico marcado por dos coordenadas: el profundo enamoramiento de su marido, que a pesar de todas las dificultades murió en sus brazos, y una convivencia real yconcreta llena de fricciones desde el comienzo de la vidamatrimonial. Tal vez ambas cosas fueran como las dos caras de la moneda, que alcanzó un gran valor humano y literario por estar hecha de dolor y de perdón (de experiencias y de olvidos, diría Hilde), más que de sentimientos:«La poesía como espuma del corazón surgida contra eldestino, hecha de experiencias y de olvido» (p. 144).Hilde, en respuesta a Lope de Vega escribió, «Puse elpie en el aire y me sostuvo» (p. 106), versos que ella quisoque se grabaran en su tumba. Los versos de Lope, que ellamisma había traducido al alemán, a los que respondía son:«Dando voy pasos perdidos por la tierra que es toda aire».Hoy, quien se acerque a la obra de Domin a través de estelibro de Pau, podrá experimentar que su poesía sigue sosteniéndose en el aire como una rosa de tallo sereno y fuerte.María José Rocanueva revista· 132247