Nueva Revista 131 > Enrique Andres Ruiz

Enrique Andres Ruiz

File: Enrique Andres Ruiz.pdf

Referencia

“Enrique Andres Ruiz,” accessed April 20, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2598.

Dublin Core

Title

Enrique Andres Ruiz

Source

Nueva Revista 131 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

Enrique Andrés RuizCuando me han pedido que diera alguna raz?n de escribir,siempre he recordado y lo vuelvo a hacer ahora, una frase deHans Urs Von Baltasar en la que el gran te?logo depositaba enlos cristianos la responsabilidad ante la forma del mundo.64La forma del mundo: es decir, la carne de lo real, de loencarnado, el recuerdo de aquella promesa que se le hizofrente al olvido de lo que es putrescente y mortal? Sentir,como dec?a otro poeta, que tenemos la experiencia de esacaducidad pero no tenemos su signiicado, y perseguir el signiicado de la experiencia, es lo que yo veo que, a grandesrasgos, me mueve a escribir.65ENRRIQUE ANDRÉS RUIZDOS POEMAS DE INVIERNOA la hora de encender las l?mparasPendent mobilibus lumina funibusAurelio PrudencioEsta es la hora de encender las l?mparas,cuando en las tardes cortas ?las m?s cortas del a?o?la noche aqu? de pronto se echa encima,pese a que todav?a, sobre las monta?as,en las rocas m?s altas da el sol ?ltimo.Y es la hora del alma.Igual que humo de f?bricas,unas nubes que pasancon sus hilachas rojas, me recuerdanla exacta sincron?a en que a esta hora ya estar?n encendidas las radiantesluces de la ciudad.Pero qui?n iba a decir que en esta casade la mitad del monte,la casa que ninguna luz el?ctrica ha alumbrado jam?s?, que aqu? es donde ella se encuentra a gusto, en vela,solitaria y velando junto a la ventana,rodeada de sombras, en esta oscuridad.66NUEVA REVISTA 131DOS POEMAS DE INVIERNODulzona y desdichada,aqu? es casi feliz, medio vencidapor el sopor cercano de la muerte,hermana que se siente de las ?ltimas ascuasapag?ndose en la chimenea.De animales hermana(el corzo y los topillos), de los ?rbolesconformes cada invierno con morirsin haber llegado a conocer la sombra??Oh, Hija de Si?n, al?grate!?que llega sobre el mundo, (sobre todo estas noches de diciembre)para encender la luz del mundo.Y as? como se dice que las palabras justas,cuando llegue el momento vendr?n a nuestros labios,ahora digo con estas, sin pensarlo:?Alza tus ojos hacia el techo y miradel fuego los relejos que bailan en las vigas!?Mira a tu alrededor el irmamento,y cuenta las estrellas que titilancon destellos de loza, de cobre y de cristal!?La verdad est? en ti, junto al deseo.Es una noche quieta.El alc?zar del cielo est? pintadocon astros y planetasigual que en el comienzo del verano.?C?mo me acuerdo de la luz enteradel verano, la gota de oro contra el sol, temblandoen la aguja del pino, cuando ha acabado el riego de la tarde! NUEVA REVISTA 13167ENRRIQUE ANDRÉS RUIZMe acuerdo de esas tardes,pero hoy no las puedo imaginar.Nunca he podido hablar del sol de agostocuando en los negros charcos de diciembrese hielan los ocasos. Ni de este hond?n del a?o cuando llegan esas tardes de mayo, en gloria de la luz.Feliz quien en la noche contempla la ma?ana.Pero esta voz y las palabras m?as est?n hechas de tierra,y a la ley de la tierra, con sus estaciones, se rendir?an siempresi no fuera por ti,raro animal que esperas ?alma m?a?no la celebraci?n que se repitede un acontecimiento,sino algo que ha llegado para siemprey de una sola vez.Porque s?lo de una inmensa alicci?npudo llegar una inmensa alegr?a,y s?lo fue capaz de recibirlaquien la deseaba con todo su coraz?n.Como en la Navidady en los viejos d?as de iesta.68NUEVA REVISTA 131DOS POEMAS DE INVIERNOLa encina y el amigoQue promesa y memoria se parecena un lejano pa?s en el que esperajusticia lo perdido,lo puedo comprender.Pero la vuelta un d?a de lo que ni siquiera ha llegado a ser nunca, eso ya, para m?, es patrimonio de lo inexplicable.Recuerdo el d?a fr?o.Proyectos y esperanzas intactos todav?a.Y hasta me puedo ver, dici?ndome a m? mismo:?Hoy tengo que salir para plantar la encinaque voy a trasplantar con el amigo.As? que cuando sea la hora, all? estar?. ?l con ella vendr? cargada en el remolque ?y abrigada?desde el pueblo vecino.Envuelta en la arpillera de las ilusiones?.Porque hace fr?o todav?a en esas tardes hermosas de febrero, tardes con su color de rosa, pero de diente ino en cuanto escapa el sol entre las ramas a su gruta en poniente.(Y digo de aquel fr?o que es el suyo, ?el que le corresponde quiz? un poco tard?o, pero en su tiempo a?n.Ya habr? de venir luegoese otro que de pronto retorna en primaveray enciende las mejillas con aquel mismo fuegocon que abrasa la lor).NUEVA REVISTA 13169ENRRIQUE ANDRÉS RUIZEn el terru?o ajeno,al sol, dos d?as antes,en su paz la miraba.Me entraron ganas de decirle: ?Mira,no muy lejos de aqu? hay una lindecon sus piedras doradas?te guardar?n del viento?y ya baja la acequia cantando en el deshielo:a la vera del agua se engordar?n tus ramas?.Peque?a y escondida,as? lleg? a la tierra de mi vida,sin yo pensar siquiera ni el momentoni su sitio mejor para el tempero.Ojal? est? de Dios la buena hora?fue todo lo que dije.Pero para nosotros siempre es hora.Y nunca entenderemosque por igual requieren su saz?nel fuego y el perd?n, la amistad y los ?rboles.Ojal? que te sea mi ejido favorable ?me desped? diciendo.Ahora, casi un a?o despu?s, en lo que piensoluego de mi fracaso y de que en sitio tan seco como este ?son las cosas?el pobre ?rbol se muriese ahogado por exceso de lluvia, en lo que piensoes en aquel pa?s de nuestro sue?o 70NUEVA REVISTA 131DOS POEMAS DE INVIERNOdonde es posible amar lo que no ha sido, lo que no ha ocupado ni siquiera un sitioen la realidad,amarlo como a carne de un recuerdovaciado de tiempo?por ejemplo el de un ni?o que no lleg? a nacer.Cuando lleguen los p?jaros ?pensaba?y salgan muchas hojas en las ramas,una tarde mi amigo se llegar? diciendo:?Anda, si va la moza,que parece una dama?.Y s?lo una memoria con o?dospara lo nunca dicho, guardar? esas palabras. Y s?lo una promesa tan grande como el mundo,y mucho m?s que el mundo, podr? cumplir un d?a los deseos que habitan en nuestro coraz?n?en nuestro coraz?n y nuestra gram?tica.NUEVA REVISTA 13171