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Francia, enfermedad y crisis

Ricardo Paseyro

Sobre la crisis a la que se encamina Francia, un análisis de situación que augura la realidad de este país dominado por el tema de la inmigración.

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Ricardo Paseyro, “Francia, enfermedad y crisis,” accessed April 24, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2543.

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Francia, enfermedad y crisis

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Panorama

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Sobre la crisis a la que se encamina Francia, un análisis de situación que augura la realidad de este país dominado por el tema de la inmigración.

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Ricardo Paseyro

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Nueva Revista 005 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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1 por 100, el Front National se realidad, desde siempre, un erigió en único defensor de una cambiante mosaico de tradicioFrancia se encamina hacia una crisis de régimen. Los «identiad francesa» amenazada nes y razas. Sin embargo, el jacopor la pasividad con que Mittelímites impartidos a este artículo no permiten exponer, binismo centralizador le forjó rrand y los socialistas acogieron, una maciza apariencia de unidad con la holgura necesaria, las razones de mi atrevido llegados al poder, el alud masocial, y le dio, a su tipo de vipronóstico. Digamos, sumariamente, que lo abonan las ghrebino. Serio objeto de discuda y a sus «valores» nacionales, faltas, los vicios, el desgaste del sistema en vigor. sión, al cual Le Pen propuso una notable estabilidad. No obsuna respuesta simple y nociva: tante sus virulentas querellas, azuzar el rencor contra los áramonárquicos y republicanos, bes, bereberes y negros venidos cristianos y librepensadores, dede los exdepartamentos, colorechas e izquierdas se reconocían la calidad de franceses. Hanias y protectorados franceses Francia: ciendo vibrar exageradamente debía crear, ineluctablemente, esa vieja fibra patriótica, Le Pen graves tensiones. Movidas por despertó un «chauvinismo» lacálculos tácticos, las izquierdas tente, y designó a los responsafomentaron, jugando por la bles de los males que aquejan a banda, el auge del Front Natioenfermedad Francia: los extranjeros instalanal, y privaron a las derechas lidos intramuros. berales de los votos imprescindibles para vencer en los últimos Ciudadano francés, el autor comicios presidenciales y legisde este artículo sabe que sus y crisis lativos. Mas no habían barajacompatriotas no son ni más ni do la posibilidad de que la exmenos xenófobos o racistas que trema derecha fuese capaz de los naturales de los países conPor Ricardo Paseyro trastornar la vida francesa. Así tiguos. El criticable sentimiento ocurrió... a brutal recrudescencia del de superioridad de los franceses antisemitismo ha suscitano reposa en una hipotética pureza de su sangre o de sus rasdo horror. Encendidas en LEl fenómeno Le Pen gos físicos, sino en el excesivo Carpentras, las llamas se propaaprecio que profesan por su ingaron. La policía descubrirá, sin Sólo predicador brioso y diteligencia y su cultura. Y la hisrecto, Le Pen sacudió la inercia duda, a los culpables, y los captoria enseña que, a diferencia de general; la práctica del comproturará. Conviene, entre tanto, Polonia, Rusia y Alemania, miso permanente desacreditaba situar y analizar los sucesos de Francia no figura tampoco ena la clase política entera y la mayo sin extraerlos del panoratre los campeones del antisemioposición liberal, floja y dividima político y social francés. Ello Las izquierdas tismo. Los franceses le pagaron da, se mostraba impotente para nos conducirá a rememorar, con fomentaron el auge del a éste un tributo intermitente, de combatir a un gobierno socialisfrecuencia, el pasado. «Front National» y índole ante todo libresca. Asomta que representa menos de un Francia padece, desde su cabra leer las befas antisemitas de tercio del electorado. A la naprivaron a las derechas tástrofe militar, intelectual y Montesquieu; Voltaire lanzó turaleza la espanta el vacío: en liberales de los votos moral de 1940, una esquizofretantos vituperios contra los juvirtud de tal principio, el Front nia ya latente, ya manifiesta. imprescindibles para díos, que la ley votada en mayo National atrajo multitudes. Su Dominado por el tema de la invencer en los últimos último, en la Assemblée Natiocrecimiento refleja una inquiemigración, el ciclo presente se comicios nale, por los socialistas y los tud que cunde y que se traduce, revela peligroso... Su perigeo presidenciales y comunistas, lo mandaría a pretambién, por el abstencionismo. data de los años setenta, cuanlegislativos. Mas no sidio (1)... Las más penosas El ultranacionalismo del do al acecho de una futura clienhabían barajado la erupciones del antisemitismo F. N. no soporta un examen setela electoral, socialistas y coposibilidad de que la francés se han conjugado con la vero, y no expresa una doctrina munistas empezaron a reclamar extrema derecha fuese «razón de Estado», que las aticoherente. ¿Cómo conciliar, por una amplia apertura de las fronzó dos veces en medio siglo. Los capaz de trastornar la ejemplo, las nostalgias seudoteras y los empleos franceses a desgarros del asunto Dreyfus vida francesa. paganas y seudohelénicas de los extranjeros. Temiendo que eran aún perceptibles cuando el ciertos intelectuales próximos de se les tachase de egoísmo retródesastre engrendró, en 1940, la Le Pen con el rígido catolicismo grado, las derechas y el centro psicosis de una traición atribuide otros consejeros suyus? Su liberales renunciaron a detener da a los «plutócratas», «apátricomún denominador es el culto o canalizar el flujo inmigratorio. das», «cosmopolitas» o «revode Francia. Pero se trata, si bien La extrema derecha encontró lucionarios marxistas» de origen se mira, de una Francia mítica entonces un vasto terreno libre judío. Ese sacrificio expiatorio —de una entidad compacta, inpara construir, piedra tras pieculminó con las oprobiosas letemporal, invariable—. Lo misdra, un sólido edificio. Gruyes discriminatorias promulgamo que España, Italia, Suiza, púsculo cuyos votos alcanzaban, das en Vichy, y la entrega a los Alemania, etc., Francia es, en hace tres quinquenios, apenas el nazis —que los exterminarán— de millares de hombres, mujeres y niños franceses. Para prevenir los rebrotes racistas, lo mejor hubiera sido, pues, estudiar cómo y por qué medraron, en el período 19391945, las tesis antisemitas. Ahora bien, a ninguna de las corrientes políticas de izquierda o derecha le interesa remover las cenizas de Vichy: todas pecaron, en la época, y comparten la responsabilidad colectiva. Así, la inmensa mayoría de los franceses exorciza el pasado inmediato sea olvidándolo, sea exagerando, a título de postuma compensación, las proclamas antirracistas. Hoy día, se utiliza la segunda fórmula. La inmigración Nunca se ha asistido aquí a tan denso y espectacular despliegue de manifestaciones en favor de un credo —en este caso, el antirracismo—. En 1989, Francia había gastado un Potosí en celebrar el bicentenário de su Revolución, pregonera de la igualdad, la fraternidad y los derechos humanos: sus efectos han sido mínimos. ¿En qué desembocarán, mañana, los anatemas y los debates, las directivas pedagógicas y las medidas administrativas con que se pretende ahora erradicar el racismo? Cuando el estrépito se atenúe, cuando la existencia cotidiana vuelva a su ritmo rutinario, se comprobará que Le Pen guarda intacto su caudal de partidarios, porque no se vislumbran soluciones eficaces al problema de los inmigrantes. Cierto, los socialistas han retrocedido, y postergan su proyecto de otorgar el derecho de voto en las elecciones locales a los residentes extranjeros (2); paralelamente, la propaganda y los delitos racistas recibirán más rudo castigo. Célebre especialista del mundo musulmán y profesor de Historia social del Islam en el Collège de Fr anee, Jacques Berques, afirma, en el cotidiano de izquierda Liberation: «Desde hace años, en ese dominio (el raCarteles expresivos contra el antisemitismo. capaces de emprenderlo y llevarlo adelante? Le cedo la pluma a un editorialista del Fígaro: «La perniciosa degradación de nuestra vida política —escribe Xavier Marchetti, bajo el título Una sociedad enferma— (...) suscita la burla y la exclusión, Los hechos prueban cuna de todos los extremismos. que París manejó mal A fuerza de marginalizar los dela emancipación de su bates auténticos entre opiniones imperio. contrarias, los extremistas los recuperan en su beneficio. A fuerza de ofrecer, como único espectáculo, la confusión de valores, los escándalos, las prevaricaciones (de ministros y dipuMitterand encabeza la gran manifestación contra la profanación del tados) que se amnistían a sí miscementerio judío. mos, los extremistas terminan por creerse dueños de la pureza cismo), la política y la represión mero de extranjeros que residen Argel? Los xenófilos franceses y, prevaleciéndose de ella, comehan sido un fracaso absoluto. Si en su territorio. Circulan, a ese evitan tratar ese punto; no se les ten exacciones (5). nos limitamos a legislar o a larespecto, cómputos contradictoescapa, sin embargo, que una mentarnos, actuamos como si rios. fuerte proporción de inmigranLa crisis, aseguran los diccioestuviese produciéndose algo tes maghrebinos rechaza los monarios, es un cambio favorable El Ministerio del Trabajo acainevitable, y auspiciamos hechidelos europeos. o desfavorable, sobrevenido en ba de anunciar los suyos, que cerías contrarias a nuestros proproceden, a menudo, por extrauna enfermedad. Acerca de ese Un impedimento suplementapósitos, pues atraen al mal que polación, o se fundan en docucambio tocante a la enfermedad rio obstruye la ruta de la «asianhelamos extirpar (3).» ¡Acermentos poco fidedignos. Según milación»: el actual cuadro ecofrancesa, estampé mi predicción tada advertencia! Los encantasu informe, Francia contaría nómico, político y demográfico en el registro de un notario. Me mientos ocultan las causas, sin tres millones y medio de residenno puede equipararse con el que placería que los lectores de suprimir los efectos. tes extranjeros (4). Los inmiencontraron, de 1950 a 1970, los NUEVA REVISTA me comunigrantes clandestinos no entran, ibéricos. Hoy, Francia confiesa casen las suyas. • Los franceses habían aceptanaturalmente, en el cálculo. Los dos millones y medio de parado (y, acaso, explotado...) la inexpertos consideran que medio dos; las desigualdades sociales se migración española, y, luego, la Ricardo Paseyro es poeta y escritor millón de personas viven en acentúan. Diez años atrás, los portuguesa. En pleno despegue uruguayo. Fue representante diplomáFrancia «en situación irregunegros africanos y los maghrede su economía, Francia necesitico de su país en Francia entre 1960 lar». El número real de extranbíes eran los bienvenidos, portaba mano de obra extranjera y 1974. Entre sus libros destaca El mito jeros superaría, por ende, los que aceptaban los peores trabaabundante y barata, ya que sus Neruda, España en la encrucijada y muy recientemente Elogio del analfacuatro millones. jos y las peores condiciones de propios ciudadanos rehusaban betismo. Ha sido redactor jefe de la abrigo; hoy, dadas las circunsejecutar las tareas penosas. La Si nos atenemos al Ministerio, revista Contrapunto. tancias, es sólito que se les permayoría de aquellos españoles y un millón de inmigrantes están ciba como «parásitos» o rivales. portugueses regresó a la penínasalariados, y 400.000, sin em(1) Votada en primera lectura, esa ley sula; los que se afincaron y sipleo ni remuneración. El saldo, Los hechos prueban que Paserá enmendada, después de pasar por guen afincándose en Francia, se dos millones, constituye la porís manejó mal la emancipación el Senado, y comportará disposiciones integraron en su país adoptivo. blación pasiva (niños, ancianos, de su imperio, y no midió sus que agravarán las penas incurridas por La similitud de costumbres y inválidos, etc.). delitos racistas. consecuencias. Era de suponer creencias les había allanado el que, liberados, los súbditos acuUn dato importa sobremanecamino. Integrar o «asimilar» dirían, en masa, al asalto de la ra: el nivel de calificación, bají(2) Durante una entrevista difundida (término en boga) a los maghreexmetrópoli. Tal eventualidad simo, de los inmigrantes (0,32 meses atrás por la televisión francesa bíes, es incomparablemente más no fue prevista, y el boomerang por 100 de los turcos, 0,41 por el rey de Marruecos, Hassan II, había criticado esa idea socialista, y aconsearduo: su lengua, su pertenencia golpeó de lleno en la sociedad 100 de los marroquíes, 0,73 por jado a sus compatriotas la mayor prual islamismo, sus usos tradiciofrancesa. 100 de los argelinos son «cuadencia al respecto. nales —fruto de sistemas teocrádros») prolonga en drama social Es ahora demasiado tarde paticos, o, al menos, autoritarios el problema étnico y religioso. ra escoger una de las buenas opy paternalistas— son muros gra(3) Libération, 17 de mayo de 1990. ciones posibles tiempo atrás: sóLos guarismos citados ilusníticos. Antes de atacarlos, buelo queda la «asimilación». tran una conclusión palmaria: no sería sondear el ánimo de los «asimilar» a los extranjeros, en (4) El Ministerio del Interior comunimusulmanes en Francia: ¿preca, por su parte, una cantidad de particular a los negros y maLos asimilables fieren «asimilarse», o adunarse 3.720.000 inmigrantes, de los cuales ghrebíes, requiere un gigantesco 750.000 son argelinos. en núcleos sometidos a la inesfuerzo económico, político, ¿Quiénes son y cuántos los fluencia de los muftís iraníes o educativo, psicológico, intelec«asimilables»? Aunque parezca los burócratas «marxistas» de tual, moral. ¿Los franceses son (5) Le Figaro, 14 de mayo de 1990. mentira, Francia ignora el nú