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Arte de nuestro siglo en museos neoyorkinos

José Manuel Cruz Valdovinos

Sobre las colecciones que expone el Museo de arte moderno de Nueva York (MOMA).

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Referencia

José Manuel Cruz Valdovinos, “Arte de nuestro siglo en museos neoyorkinos,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2537.

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Title

Arte de nuestro siglo en museos neoyorkinos

Subject

Artes y Letras

Description

Sobre las colecciones que expone el Museo de arte moderno de Nueva York (MOMA).

Creator

José Manuel Cruz Valdovinos

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Nueva Revista 007 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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Artes y Letras ARTE DE NUESTRO SIGLO EN MUSEOS NEOYORQUINOS Por José Manuel Cruz Valdovinos tad de precio una gran parte de adie puede ignorar el paWright no llevó a cabo en ¡a faNlas publicaciones —libros, tarjepe! fundamental que ha se inicial. ¡Ojala el resultado fitas postales, etc...— del museo. jugado el Museum of Modern nal no estropee la deslumbranAn de Nueva York en el desate visión de curvas que ha sido No aguardan mayores alerrollo y difusión del arte de siempre el museo! Retiradas las grías en el Whitney Museum. La nuestro siglo. La doctrina macolecciones —que en parte emcolección permanente del tercer nada del MOMA ha guiado el pezarán pronto a viajar por el piso reúne muy pocas obras y no gusto y ha encaminado la histomundo y llegarán también al muchos artistas. Con poco orriografía artística del arte conCentro de Arte Reina Sofía— den y menor concierto. Emociotemporáneo de manera trascenhan tenido la delicadeza de dena ver La pasión de Sacco y dente. Su prestigio mítico sigue jar abierto el paso al visitante Vanzeíti de Ben Shahn pero lueen pie entre muchos estudiosos curioso para que, al menos, congo hay que conformarse con aly aficionados. Pero tengo la sentemple las famosas rampas gún Hopper para pasar a Koosación de que tales influencias ni (aunque desde abajo, es decir, al ning, Pollock, Kline, Gorky, 01son tan importantes en la realirevés). Y como en una liquidadenburg y Warhol; Segal, Nedad ni encuentran siempre jusción por derribo, se vende a mivelson y David Smith; en escultificación. Las colecciones expuestas, tura, Reinhardt y Stella y casi que arrancan del llamado postnada más. Para colmo, en el seimpresionismo y que se ordenan gundo piso, una extensa y didáccon criterio múltiple según petica monográfica pero dedicada ríodos cronológicos, movimiena Maurice Prendergast (18591924) tos artísticos e incluso artistas enamorado del impresionismo, individuales, reúnen una apabude Seurat y, al final, del mismo Puvis de Chavannes. Demasiallante serie de obras maestras. do tranquilizador, bonito y doPero pasadas las primeras expeminguero, lo que naturalmente riencias de admiración y fruihace las delicias de muchos vición estética, cabe observar casitantes norteamericanos. rencias y hasta prejuicios no siempre explicables. Y lo que La sorpresa, sin que sirva de nos parece más grave: los fonprecedente, la proporciona el dos de! piso principal llevan vaMetropolitan. Su sección de sirios años sin ser removidos ni alglo XX se ofrecía repleta como terados y la representación en el nunca la habíamos visto (no es piso superior de! arte europeo, del caso tratar ahora las dos exe Incluso del americano postetraordinarias exposiciones que rior a la Segunda Guerra Munalberga el museo en otras salas: dial tampoco sufre modificacio«El gusto ruso por la pintura nes sino de detalle y resulta una francesa» con motivo del viaje triste e inadecuada muestra de lo de Gorbachov, que reúne cuadros de museos rusos de Possin que ha sido el arte en los últimos a Matisse y la dedicada a Tif40 años. fany con obras de soberbia caDurante un viaje en el recién lidad). Se inicia con una sala seacabado mes de junio confirmalecta de fauvistas que giran almos opiniones anteriores, pero rededor de unos Bonnard sin no acabó ahí nuestro infortunio desperdicio; sigue con cinco píneoyorquino respecto al arte del cassos centrando la segunda sasiglo XX. En el Guggenheim llela: El Ciego (1903), El Actor van algunos meses trabajando (19045), Gertrude Stein (1906), en la construcción de un nuevo El Peinado (1906), y la Mujer en edificio vertical tras el ya exisblanco (1923) y continúa con totente. El efecto por ahora es deplorable aunque se advierte al visitante que se están siguiendo Ptblo Picasso, •Woman ironlng». 1904 proyectos que Frank Lloyd en el MOMA se ha visto compensada con una de las más impresionantes exposiciones que puedan contemplarse de dio siglo de actividad del artisun artista vivo. El Hirshhorn ta. Es sabido que trabajó coMuseum and Sculpture Garmo diseñador de muebles y deden de la Smithsonian Institucoración interior, y cómo una tion (Washington) — y es simexposición de Picasso en París bólico el hecho: ¿acaso el tesle llevó a pintar desde su regretigo de la modernidad no está so a Londres en 1929. Obtuvo pasando del MOMA al Hirsun relativo éxito con sus prihhorn?— organizó y ahora meras obras, pero al comientraspasa a! museo de Nueva zo de los cuarenta destruyó caYork una exposición de 56 si todo lo realizado hasta encuadros aislados, 12 trípticos tonces. En 1944 decidió defiy un díptico del británico (aunnitivamente dedicarse a la pinque nacido en Dublin en 1909) tura y el camino emprendido Francis Bacon, que ocupa no ha sufrido ya interrupción ocho grandes salas del piso inalguna. En esta exposición hay ferior del MOMA desde el 3 de obras datadas desde 1943 a junio hasta el 28 de agosto. 1989. Bacon ha cumplido 80 Hemos visto la exposición años en plenitud creativa. un día común en horas laboDesde hace tiempo estábarables sin excesivo público. La mos convencidos de que no volvimos a ver un jueves por Una sala del siglo XX del Metropolitan Museum de N. York. Marisol. Autorretrato puede ser juzgada !a obra de la tarde en que la entrada es limirando la Ultima Cent de Leonardo*. un pintor si no es a través de bre —un simbólico centavo Francia Bacon, •Three Studies for a Crucifixion», 1962. la visión de un gran número de cuadros. La contemplación de esta exposición de Bacon nos confirma en aquella idea. Hasta el momento no habíamos visto más que obras suyas aisladas y nunca pudimos así penetrar en su misterio. Pero ahora toda la potencia formal e iconográfica de Bacon se nos ha revelado con claridad. El pintor se muestra erudito en sus conocimientos plásticos y literarios. ¿Acaso no sucede lo mismo con muchos grandes artistas de cualquier tiempo pasado? Ya en 1946 pinta un Buey desollado que rememora a Rembrandt, Pero basta para adquirir el ticket— dos los representantes de la vanque con carácter temporal en la el Inocencio X de Velázquez y jóvenes o adultos de New guardia histórica, con obras siggalería norte sobre el templo será la obra maestra sobre la York abarrotaban las salas. El nificativas y sabiamente escogiegipcioaugusteo de Dendur, alque incida en continuas transpúblico era de lo más heterodas. Pero importa destacar a nuesgunas pinturas muy grandes formaciones {en la exposición géneo que imaginarse pueda. tro propósito que es magnifico (Warhol o Matta) y esculturas se pueden ver variaciones de El impacto para ellos, como —lo mejor ahora mismo en Nuede Pevsner o Moore, pero tam1949, 1951 y 1953). Se exhibe para nosotros, es perdurable. va York— lo que se cuelga databién de Anthony Caro o Maritambién un Estudio para retrado aproximadamente después de sol (A utorretrato mirando la UlLas pinturas han venido de to de Van Gogh de 1957. La 1945, si bien centrado en el arte tima Cena de Leonardo) que pelos más diversos e importantes tragedia griega ha impregnado norteamericano. Allí están, conetran a pesar de su actualidad museos de Europa y América: varias de sus obras hasta culmo en magnífica antología, to—son obras de los ochenta— en Metropolitan y Tate, Pompiminar en el Tríptico inspirado dos los que ya son clásicos. Con uno de los santuarios del arte en dou y Guggenheim, Hamburen la Orestiada de Esquilo una sala monográfica admirable el mundo. go, Buffalo y Caracas, Aber(1981). Otra fuente literaria es para Clyfford Still (19041980) deen y Belfast, colecciones BeEliot (Tríptico inspirado en el Francis Bacon a quien nunca hemos admirado yeler de Basilea y Philips de poema Sweeney Agonistes de tanto en su abstracción de color Washington y, por supuesto, Pero no puede acabar aquí Eliot de 1967). Algunas invibrante y formas como descorHirshhorn y MOMA, y la exnuestro paseo. Porque la refluencias fundamentales paretezadas o a jirones. Suponemos posición comprende el casi medundante ausencia de novedad Artes y Letras das que se definen por grandes superficies de colores planos. La gama de color es muy rica, apenas redundante. De grises, violetas o verdes se pasa a rojos y naranjas pero también a negros. El cromatismo expuesto con tanta amplitud — los cuadros de Bacon son, por lo común, muy grandes— y de forma tan plana produce un intenso impacto y acentúa la soledad de ios espacios interiores (sólo algunos paisajes entre 1953 y 1963). La figura humana es protaJoan Miró, •Alicia». 196S67. gonista absoluta. Pero en realidad se trata muchas veces de ce que son más difusas porque formas deshumanizadas o inla transformación y manipulahumanas. Sus seres son gelatición es mayor. Esto sucede con nosos, viscosos, fluctuantes, imágenes de El Acorazado Pode contornos móviles e impretemkin de Sergei Eisenstcin o cisos. Los grandes formatos de con los estudios de movimientríptico medieval contrastan to de hombres y animales del con figuración no real, absfotógrafo del siglo XIX Eadtracta y surrealista a la vez weard Muybridge. A todo ello —no olvidemos que la abstrachay que unir la iconografía de ción norteamericana nace de! la Crucifixión que aparece en surrealismo emigrado de Eurosu primer tríptico Tres esludios pa en la Segunda Guerra Munpara figuras en la base de una dial; quizá por ello es más fáCrucifixión de 1944 (Tate Gacil entender a Bacon en USA— llery) no expuesto en esta ocapero en situaciones de aislasión pero sí la segunda versión miento y encierro tan cotidiade 1988 y los Tres estudios panas y vulgares en el tiempo que ra una Crucifixión de 1962 vivimos. (Guggenheim) o el más senciBacon ha sabido continuar llo fragmento de 1950, El orien la segunda mitad del siglo gen está en la versión picassiaXX la trayectoria del humanisna de la Crucifixión de Grünemo occidental. Con iconograwald. Piel Mondrían, •Composition 2», 1922. fía contemporánea y con lenJunto a esta imaginería que los retratos citados muestran guaje que recoge lo más apto Bacon toma prestada y metaseres humanos o aproximadade la vanguardia histórica sienmorfosea en su lenguaje e inmente humanos que responden do, sin embargo, por entero tención, ha dedicado amplio a los problemas de nuestro original. Su discurso versa interés a los retratos de amigos tiempo. El lenguaje artístico de siempre sobre la condición huy al suyo propio. En el MOBacon es único y ha ido evomana: su carencia, su indefiniMA se han mostrado el de los lucionando durante medio sición, su temporalidad y finipintores Ludan Freud y Frank glo de manera apreciable pero tud. Por eso ni siquiera sus reAuerbach (1964), varios de congruente, sin sobresaltos ni tratos pueden ser naturalmenGeorge Dyer en bicicleta y cambios de dirección. No sote figurativos. La realidad del echado (1966), dos estudios mos partidarios de etiquetas hombre —tanto contemporá(1968) o ¡n memoria (1971) de académicas, pero la pintura de neo como antiguo— está más Michel Leiris (1978), Muriel Bacon podría calificarse de suallá de su apariencia. DescuBetcher (1979), Gibert de Botrrealismo expresionista. No en brir ese misterio de la conditon (1986) y algún otro; autobalde su conversión tiene orición humana es la tarea que rretratos hay de 1969, 1971,y gen en el Picasso de fin de los apasiona a Francis Bacon des1973. veinte. Desde el principio pude hace medio siglo. so énfasis en bocas y dientes de Resulta admirable que las cabezas que a veces gritaban y inspiraciones ajenas que poJosé Manuel Cruz Ysldu vinos es capronto las figuras enteras apadríamos llamar «clásicas» vertedrático de Historia del Arte Moderrecieron presas en espacios cotidas sobre composiciones con no y Contemporáneo de ta UniversiRobert Rauschenberg. •Untitled, 1963. mo habitaciones o, mejor, celfigura humana, lo mismo que dad Complutense.