Nueva Revista 006 > Naturalismo y técnica en la época de Carlos III

Naturalismo y técnica en la época de Carlos III

Rafael Gómez López Egea

Reseña literaria de "Difusión de la ciencia en la España ilustrada" por Juan Carrete Parrondo.

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Rafael Gómez López Egea, “Naturalismo y técnica en la época de Carlos III,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2505.

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Title

Naturalismo y técnica en la época de Carlos III

Subject

Libros

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Reseña literaria de "Difusión de la ciencia en la España ilustrada" por Juan Carrete Parrondo.

Creator

Rafael Gómez López Egea

Source

Nueva Revista 006 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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NATURALISMO Y TECNICA
EN LA EPOCA DE CARLOS III
Los Ilustrados españoles,
como sus correspondientes
europeos, sintieron un perceptible
interés hacia todo lo
que fueran intentos sistematizadores,
clasificatorios, de las
ciencias, de las artes y de las
técnicas, en los albores de la revolución
industrial. Es el tiempo
de los naturalistas, botánicos,
arquitectos, ingenieros,
matemáticos y médicos, dispuestos
a mostrar, con entusiasmo
que hoy parece ingenuo, la
seriedad, complicación y rigor
de las ciencias en grados cada
vez mayores de especialización.
Se acabaron los tiempos de las
Humanidades, las Bellas Artes
y los conocimientos universales
del hombre Renacentista.
Ciencia española
en la Ilustración
Estas corrientes, impulsadas
en España con particular pujanza
en los tiempos del rey
Carlos III, tuvieron muy notable
auge a finales del siglo
XVIII, aspecto muchas veces
marginado, cuando no olvidado,
por tratadistas e historiadores
de la ciencia, dentro y fuera
de nuestro país.
Obras como la publicada recientemente
por el C. S. I. C.,
bajo la dirección de Juan Carrete
Parrondo, suponen una
muestra irrefutable de algo que
tantas veces ha sido puesto en
duda: en España hubo Ciencia
y científicos, ingeniería y técnicos,
arquitectura y obras hidráulicas,
y la hubo en calidad
comparable a la de cualquier
otra nación europea. Aporta el
encargado de la edición una
amplia documentación gráfica,
extraída de los grabados que se
conservan en la Calcografía
Nacional, heredera de la Real
Calcografía, creada en 1789 por
el conde de Floridablanca en la
madrileña calle de Carretas.
Las láminas, de extraordinaria
calidad y técnica precisa,
permiten al curioso lector, incluso
al no especializado, disponer
de una historia de la ciencia
ilustrada que abarca las manifestaciones
más significativas
de la época. Las láminas se
agrupan de acuerdo con la materia
a la que pertenecen, siguiendo
el orden: Astronomía;
Zoología; Botánica; Topografía;
Arquitectura, e Ingeniería;
Mecánica; Física; Química;
Medicina y Anatomía.
El espíritu ilustrado
Naturalmente, los dibujos
responden a los conocimientos
de la época y las explicaciones
también muestran el peculiar
estilo propio de la Ilustración.
Vistos los grabados con ojos de
los años finales del siglo XX,
llama la atención un artilugio,
denominado por el artista «máquina
para pulir piedras preciosas
», compuesto de vástagos,
ruedas, poleas y ejes, que sorprende
por la sencillez, ingenio
y valor pedagógico, puesto que
sus piezas se disponen de modo
que se distinguen contornos,
posiciones y hasta la finalidad
dentro del conjunto.
Mención aparte merece la
parte dedicada a la colección de
plantas dibujadas por el gran
Cavanilles, con destino a su
obra Hortus Regius matritensis con
grabados de Tomás López Enguídanos,
siguiendo la técnica
del «cobre en agua dulce», verdadero
tesoro para los aficionados
a la botánica, puesto que
son difícilmente superables, en
claridad, rigor científico y sentido
artístico.
Otro tanto ocurre con la serie
de «Peces de los mares de
España» («de ambos mares», según
expresión de la época), dibujados
con trazo magistral por
Miguel Cros, con grabados de
Juan Bautista Bru. Nuevamente
denominaciones pintorescas,
ingenuas, como la representación
de «otro cabracho distinto
», las «crías de lenguados de
diferentes géneros» u «otra clase
de salmonete».
Ciencias puras
y técnicas aplicadas
Las ingenierías y las técnicas
se encuentran ampliamente representadas
en láminas donde
alternan los esquemas y croquis
de obras hidráulicas, en distintas
fases de realización, con esclusas
para dirigir el agua, canales
y presas de retención, de
formas y técnicas sorprendentes.
Elementos geométricos,
matemáticos, de física y química,
acompañados por dibujos
demostrativos de un estado rudimentario
de estas ciencias,
pero reveladores de unos métodos
racionales, como se desprende
de los diversos «aparatos
e instrumentos para el análisis
de las aguas» dibujados en
viñetas que reproducen las fases
de la operación.
La medicina y la anatomía
cierran el volumen con series de
láminas ilustrativas de las prácticas
sobre fracturas de rótula,
o escayolas, y abundantes dibujos
sobre el esqueleto humano,
con detalles de las partes fundamentales.
Un excelente repertorio gráfico,
bien documentado y preciso,
que permite reconstruir
aspectos fundamentales de la
ciencia española durante la
Ilustración, pero que ofrece,
además, varios cientos de dibujos
que pueden ser considerados
como auténticas obras de arte.
R. G. L. E.
Título: «Difusión de la ciencia en
la España Ilustrada.»
Autor: J u a n Carrete Parrondo.
Editorial: C. S. I. C. Madrid,
1990. 396 páginas.
Precio: 8.000 pesetas.