Triste Sahara

Triste Sahara

Libros

Reseña literaria de "La descolonización de Sahara: un tema sin concluir" de Jaime de Piniés.

Alberto Míguez

Nueva Revista 006 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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mente el lector, ¿por qué no puEra difícil que en tales conl embajador Jaime de Piso su puesto —que al fin y al cadiciones un libro de estas caracbo era de confianza y por tanniés, representante espaterísticas evitara cierto resentiEto, político— a disposición del miento y un solapado malhuñol ante Naciones Unidas dugobierno? Resulta, en efecto, mor. También era difícil que el rante muchos años, cubrió una chocante que 15 años después autor —que no es un profesioépoca fundamental de la políde aquellos lamentables sucesos nal de la escritura ni un vulgatica exterior española desde su se amaguen explicaciones tarrizador— pudiese dotar a su oficina de Nueva York. Por sus días. texto del mordiente necesario manos pasaron los más delicapara interesar al lector, perdidos e importantes «dossiers» exHay otro aspecto del libro de do entre resoluciones, notas teriores del franquismo y alguPiniés que merece atención: la verbales, declaraciones y desnos del régimen democrático. inquina con que permanentecripciones de interminables seTenía fama de funcionario efimente juzga a Marruecos, a sus siones «onusianas». Como Piniés ciente, trabajador incansable y políticos y diplomáticos. «Haera, ya queda dicho, un funcioestratega habilísimo. Y conocía bía que estar en Naciones Uninario eficiente, no perdona uno das para saber lo que ocurría los vericuetos diplomáticos de solo de estos documentos, que con la tan pretendida amistad Naciones Unidas como la paltranscribe a palo seco. El resulde Marruecos», «en el pasado ma de su mano. Jubilado de tado es soporífero. prometieron una cosa e hicieaquel puesto, Piniés parece deTRISTE ron otra, no había que pensar cidido a librarnos ahora alguY no estoy seguro de que que en el presente fueran (los nas informaciones sobre temas ayude mucho a entender en SAHARA marroquíes) a obrar de forma de candente (y permanente) acprofundidad el problema incondistinta», «era difícil imaginar tualidad. Como, por ejemplo, cluso del Sahara. Uno de sus que hubiera en España nadie el contencioso del Sahara. Pisubordinados entonces, Franproclive a Marruecos», «la inniés vivió, día a día y minuto cisco Villar (hoy precisamente sidia con que nos ha tratado a minuto, la evolución de un sucesor suyo en la delegación (Marruecos) y la política que ha problema que se inició a causa española ante la ONU) escribió trazado desde su ingreso en Nahace años un texto completíside «la incompetencia de alguciones Unidas va encaminada a mo, apasionante y también ponos de nuestros gobernantes» asestarnos continuos golpes», lémico donde se describe lo que que perdieron numerosas oporson algunas de las frases que pasó en la ONU y en la colotunidades para descolonizar el aparecen en el libro. A las que nia, en Madrid, Rabat y Argel territorio y que desgraciadadebe añadirse otra, mucho más sin que aparentemente sea fámente todavía no ha terminasorprendente todavía en labios cil descubrir resentimientos ando. de un diplomático avezado y tiguos y justificaciones no soliSu libro sobre la todavía faprudente: «Lo que se hizo (con citadas. llida descolonización del Sahalos Acuerdos de Madrid) fue ra occidental (que no habrá Porque este libro del embaentregar al pueblo saharaui a concluido hasta que no se projador Piniés es sobre todo una sus enemigos». ¿Desde cuándo duzca el proceso de autodeterjustificación personal. Aislado los habitantes del Sahara occiminación de buena y debida en su despacho de Naciones dental consideraron a los maUnidas, obviado por el gobierno forma: ahí coinciden en teoría rroquíes o mauritanos —muque en principio representaba, todas las partes), constituye, chos de ellos, también, sahaTítulo: «La descolonización del Saenfrentado a la dinámica diplodesde luego, una interesante rauis y de las mismas tribus y hara: un tema sin concluir.» macia marroquí, Jaime de Piaportación al conocimiento del familias— enemigos? Autor: Jaime de Piniés. niés tuvo entonces que tragar problema. Y añado inmediata«carros y carretas», y él mismo mente: interesante, polémica y Pocos españoles responsables Editorial: Espasa Calpe. Madrid, lo reconoce a lo largo de este libastante tediosa. En la obra se pueden sentirse orgullosos por 1990. 236 páginas. bro. Curándose en salud, desreflejan las acciones diplomátiel modo como se resolvió en Precio: 1.250 pesetas. cubre, por ejemplo, una carta 1975 el contencioso del Sahara. cas producidas entre principios privada (no era confidencial, ni Pero también aquí caben resde 1974 y primeros meses de pública ni oficial) que le escrila información que a él llegaba ponsabilidades y el cómodo ex1976, cuando se consumó la rebe al entonces presidente del sobre el Sahara no provenía de pediente de disolverlas 15 años tirada nada gloriosa de España gobierno, Carlos Arias Navafuentes directas. Lógicamente, después, cuando se ejercieron del territorio y se entregó la adrro, el 27 de octubre de 1975 uno de sus reproches, justísimo, ciertos puestos y se ostentaban ministración a Marruecos y advirtiéndole sobre la gravedad ciertas representaciones resulta es que el último gobierno franMauritania. La obra de Piniés. de un entendimiento con Made eficacia dudosa. Parafraquista lo tenía «en ayunas» y lo «cubre», más que nada, lo surruecos a costa «de nuestro seando una expresión «cheli» sometía a la humillación periócedido en el foro de Naciones prestigio». Arias hizo caso omihabría que preguntarle a Jaime dica de enterarse por terceros (a Unidas (Comité de Descoloniso a esta carta y Piniés regresó de Piniés: «¿Qué hacía un emveces por el propio secretario zación, Asamblea General y a Nueva York para seguir babajador como usted en un sitio general de la ONU) de cuanto Consejo de Seguridad). Sólo de tallando, enfurruñado y decepcomo aquél?» O ¿por qué no lo hacía o estaba a punto de havez en cuando el embajador se cionado. Si éste era su estado de dijo antes? cer el gobierno en relación con refiere de pasada a lo que ocuánimo, se pregunta obligatoriaaquel problema. A. M. rría en Madrid y reconoce que