Nueva Revista 004 > El arte de la corte de Nápoles en el siglo XVIII

El arte de la corte de Nápoles en el siglo XVIII

José Manuel Cruz Valdovinos

Sobre la producción artística que tuvo lugar bajo la Corte de los Borbones, activa y brillante. Persisten lo barroco y lo rococó.

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Referencia

José Manuel Cruz Valdovinos, “El arte de la corte de Nápoles en el siglo XVIII,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2476.

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Title

El arte de la corte de Nápoles en el siglo XVIII

Subject

Artes y Letras

Description

Sobre la producción artística que tuvo lugar bajo la Corte de los Borbones, activa y brillante. Persisten lo barroco y lo rococó.

Creator

José Manuel Cruz Valdovinos

Source

Nueva Revista 004 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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Nápoles en el XVIII, bajo los Borbones procedentes de España, fue una Corte ilustrada, tan activa y brillante en el terreno artístico como otras más poderosas e importantes. Persisten lo barroco y lo rococó precisamente en el momento en que las excavaciones de Pompeya y Herculano estimulaban el neoclasicismo. EL ARTE DE LA CORTE DE ÑAPOLES EN EL SIGLO XVIII Por José Manuel Cruz Valdovjnos n el Museo Arqueológico Nacional de Madrid duErante dos meses (7 de marzo a 6 de mayo) se celebra esta exposición, a cargo del profesor NiAntonio Perella: Reducción dal Monucola Spinosa, superintendente mento ecuestre de Felipe V. de bienes artísticos e históricos de Nápoles, como consecuencia del convenio cultural entre Esparta e Italia, que ha dado origen a otras exposiciones de disLuigi Vanvitalli: Modelo para las fachatinta índole en los dos países. Se das principales del Palacio Real de Casería. exhiben alrededor de 225 objetos artísticos. Casi la mitad se reparte entre pinturas y porcelatísticas de muy diverso carácter, —como debe ser— la luz sobre nas, pero hay también dibujos según se acostumbra a hacer en libros y miniaturas. Si algo ha a rq u itectó n icos, escult uras, tapilos países culturalmente más defallado también ha sido culpa de ces, cerámica, armas, piedras sarrollados, y no en España los italianos: la suciedad de las duras, muebles, platería, mone—salvo para el arte contempoobras grandes de plata y, lo que das, medallas, condecoraciones, ráneo— donde el montaje de es más grave, la carcoma de alceras, miniaturas, objetos de peuna exposición se limita a colgar gunos muebles, que ha puesto en queño mobiliario, marfiles, tede la pared un número mayor o guardia a la Dirección del Mujidos, libros y belenes, en su mamenor de cuadros. Paradójico seo Arqueológico Nacional. yor parte llegados de Italia. Son resulta, pues, que algunos influ5. Uno de ios puntos más nemuchas las reflexiones que susyentes comentaristas hayan opigativos ha sido que para moncitan exposición y catálogo, que nado que la exposición es anatar esta exposición haya habido procuraremos resumir en las sicrónica, «turísticorecreativa» y que retirar todos los fondos moguientes observaciones. demás epítetos burlescos, mosdernos del ala derecha del museo. trando al respecto unas ideas Esta precisión —a la que nos tie1. La exposción es una muescuanto menos prehistóricas sone acostumbrados el Museo Mutra reducida, pero significativa, bre la Historia del Arte. nicipal de Madrid y —desde la de ta celebrada en 19791980 en pérdida de Villahermosa— ei del Nápoles (avila del 700 a Na3. Aunque se haya atacado a Prado, contagia ahora al Arpoli). No de la que se celebró en la Dirección General de Bellas queológico. Empieza a ser into1984 {Ctvlllá del Seicento a NaArtes y a la política española solerable que, para hacer una expoli), con la que se confunde un bre exposiciones, en realidad, el posición en Madrid, el Ministeconocido crítico madrileño, mérito —para mí— o demérito rio de Cultura deba cerrar medando lugar a absurdas compacorresponde a Italia, que es dio museo o llevarla al Jardín raciones y que, evidentemente, quien ha ideado la muestra. Botánico. Esto requiere una sonada tiene que ver con la del Ar4. La instalación es bastante Franceso Solimán*: Trinidad y Santot. lución inmediata. queológico. acertada e incluso en su género una de las mejores de los últimos 2. Nos parece un rotundo 6. El catálogo, redactado con decenios. Hasta se ha cuidado acierto la reunión de obras arla colaboración de numerosos ñan diez títulos, ninguno de los aparecidos en los últimos doce años, y varios, además, enteramente obsoletos. La falta se hace más grave cuando se realizan incursiones en el arte español Vajilla Ercolanese, porcelana pintada y (no ya napolitano) bajo Carlos dorada. III, pues parece que leemos comentarios de hace un siglo. 8. Debería haberse cuidado la traducción, no tanto del italiano cuanto del inglés. A modo de ejemplo: «vicerreyes», «San Francis Borgia», «Tuscany», «santos cartusianos», «San John Francis Regís», «ángel guardián» (por «de la Guarda»), «altar» (por retablo), «artesanos» (por artífices), «jarras» (por ramilleteros) y «floreros» (por «salvas con pie»), 9. Sin necesidad de comprar el catálogo —aunque un folleto barato de mano no hubiera estado de más— el espectador puede hacerse idea de lo variado de la producción napolitana Francesco Litni: Retrato de Maris Carolina dê Austria. bajo los borbones Carlos y FerArtesanos Reales: Silla nando, del carácter ilustrado de en madera tallada y las empresas promovidas por la sobredorada. Corona, de la paradójica persistencia de lo barroco y rococó al tiempo que se realizaban las preespecialistas, entre los que descursoras excavaciones de Hercutacan Spinosa y Alvar Gonzálezlano y Pompeya, que estimulaPalacios, es una extraordinaria ron el espíritu artístico neoclápuesta al día sobre el arte naposico, del aspecto religioso y lailitano del siglo XVIII, Incluye co a la vez de las artes y dentro estudios introductorios a cada de éste, la importancia de lo arte y comentarios a cada una de áulico pero también la atención las piezas. Quizá con un tono a lo cotidiano. demasiado científico para lo que aquí se acostumbra y que mu10. En Fin, una exposición chos no han podido digerir. No agradable e instructiva para los sabemos si pudo pedirse alguna aficionados, reconfortante y remayor ilustración sobre algunos novadora para los profesionales monumentos arquitectónicos o si se muestran dispuestos, en su pictóricos no transportables, caso, a salir del pozo de la ignoaunque debemos considerar que rancia. Por eso es extraño que esas obras se estudian en libros críticos conservadores la hayan de fácil consulta. A cambio se contemplado con displicente bepresentan obras inéditas y atrinevolencia, y pseudoprogresisbuciones nuevas que no figuratas mimados por el poder la haron en la exposición de 197980. yan aprovechado para denostar a los rectores de la política cul7. Resulta criticable, en camFranceso Soltmena: Alegoria con Himeneo, Hércules y las Virtudes Conyugales. tural española de los últimos bio, la ignorancia y absoluto cinco años. ¿Alguien lo entiendesprecio hacia la bibliografía de? • española, pues apenas se rese