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El fracaso de la política económica en la transición

Guillermo Cid Luna

Sobre la política económica en la transición política española, desde 1973 hasta hoy (1993), año en el que se deben superar las deficiencias estructurales y competir de tú a tú con los demás países de la CEE.

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Guillermo Cid Luna, “El fracaso de la política económica en la transición,” accessed April 19, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2468.

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El fracaso de la política económica en la transición

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Sobre la política económica en la transición política española, desde 1973 hasta hoy (1993), año en el que se deben superar las deficiencias estructurales y competir de tú a tú con los demás países de la CEE.

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Guillermo Cid Luna

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Nueva Revista 004 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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por la opinión de que la crisis del petróleo La política económica en la transición política española arroja una tenía un marcado carácter coyuntural y suma de temores, gradualismo y retrasos. Cuando a los pocos transitorio, siguiendo las tesis de un técnimeses de la primera crisis del petróleo en 1973 los países co de la OCDE, incorporado por Fernánindustrializados inician un rápido y duro ajuste, en España nos dez Ordóñez al Ministerio de Hacienda de quedamos cruzados de brazos hasta el verano de 1977. Y cuando, Barrera de Irimo. El período de tensión política que se abre después de la segunda crisis en [979, esos mismos países inician con el asesinato de Carrero Blanco se prouna rápida reconversión industrial, nosotros no nos enfrentamos longa prácticamente hasta el segundo Goa ella con eficacia hasta 1985, El coste ha sido muy elevado bierno de Adolfo Suárez, en el que se hace en número de empresas desaparecidas y en trabajadores en paro. cargo de la economía el profesor Fuentes Quintana. Es la época en que están al frenA eiío habría que sumar el lentísimo proceso de desintervención te del Ministerio de Hacienda Villar Mír y y desregulación de la economía y la obsesión por mantener Carriles. Como no podía ser de otra maneun sistema fiscal obsoleto, no equitativo e incapaz de luchar ra, entre 1974 y 1977 la economía española eficazmente contra el fraude, dominados en muy buena parte por entra en una fase de profundos desequilila obsesión recaudatoria. Si los plazos se cumplen, nos quedan dos brios de precios y de balanza de pagos que hacen imposible un crecimiento económiaños y medio —en el 93 deberá ser una realidad el Acta Unica— co sostenido. En 1976 y la primera parte de para superar nuestras deficiencias estructurales y competir 1977 la tasa anual de inflación llevaba cade tú a tú con los demás países de la CEE. mino de superar el 26 por ciento y algo parecido ocurría con las tasas de aumento de los salarios. El déficit comercial se intensiEL FRACASO ficaba —algo inevitable dado el fortísimo deterioro de la relación real de intercambio que produjo la crisis del petróleo—, las reDE LA POLITICA ECONOMICA servas disminuían a ritmos muy fuertes y la peseta era una moneda a la que nadie le veía otras perspectivas que la devaluación. EN LA TRANSICION Esto sucedía en un mundo en el que acababa de desaparecer el sistema de paridades Por Guillermo Cid Luna fijas para ser sustituido por otro de cambios flotantes, más o menos limpios o más o menos intervenidos. A mediados del pasado verano las autoEn este contexto en el que la «sociedad ridades económicas llegaron a la conclusión civil» si bien no estaba muerta si languidede que tenían que enfriar la economía casi ciente, quizá sólo haya un momento en el al precio que fuese. El continuado papel exque se produjo una cierta luz y en la direcEl vuelco de 1977 pansivo del gasto público y el aumento noción adecuada. Nos referimos al Plan de Esminal de los salarios habían dejado en sotabilización y a la mentalidad desintervenEvidentemente, era necesario dar un gilitarioa ta política monetaria. Solución: la cionista e incentivadora de la competencia ro de ciento ochenta grados y acometer un más drástica que se pueda imaginar: el raque lo caracterizaba. Pero eso duró muy ajuste que pusiese fin a aquella situación cionamiento del crédito. Pero si el obserpocos años. Nuestra desgraciada manía de cuasi iberoamericana. Esta fue la dura civador se queda en el corto plazo, corre el copiar de los franceses nos introdujo en la rugía a que sometió a la economía españoriesgo de no detectar los profundos males etapa de los planes de desarrollo —que sin la el vicepresidente Fuentes Quintana en jude fondo, origen de los graves desequiliduda tuvieron logros muy positivos— pelio de 1977: fuerte devaluación del tipo de brios económicos que padecemos de modo ro que contribuyeron a agudizar todavía cambio de la peseta —la anterior del 10 por cíclico e intenso. Los desaciertos de la pomás esa relación de dependencia de la sociento realizada por Villar Mir había resullítica económica en los últimos veinte años ciedad con relación al Estado. El propio tado inútil, cuando no perjudicial, por no encuentran un campo abonado en tres ac«slogan» de los mismos: «vinculante para verse acompañada de las medidas fiscales titudes de la sociedad española: la primeel sector público e indicativo para el sector y monetarias oportunas— cierta contención ra, una acusada tendencia —prácticamente privado», refleja bien la realidad y ta mendel gasto público y un endurecimiento forsuperior a cualquier país europeo— a espetalidad en las que se movió la economía estísimo de la política monetaria. Desde harar que sea el Estado quien le resuelva los pañola desde la década desarrollista hasta cía unos años la instrumentación de la poproblemas; la segunda, una opinión o una hoy. Dos años antes de la muerte del antelítica monetaria española, diseñada por el sensación que nos hizo vivir suspirando por rior Jefe del Estado un hecho aparentemenprofesor Angel Rojo, se había puesto en líel Estado de Bienestar —nuestro modelo era te sencillo: la subida del precio del barril de nea con las que se instrumentaban en los Suecia, pero con más sol— en el que penpetróleo, quiebra y trastoca no sólo el depaíses más avanzados. Su núcleo consistía siones, sanidad, infraestructura, educación, sarrollo posterior de la economía española en dotar al Banco de España de instrumenetc.. tenía que proporcionárnoslo el Estasino los planteamientos de todas las econotos de control del crecimiento a la cantidad do; y la tercera, ta herencia intervencionismías desarrolladas o no. A diferencia del de dinero, actuando sobre los Activos Líta, con tonos paternalistas en el campo soresto de los países europeos —que proceden quidos bancaríos mediante el coeficiente de cial, del régimen franquista. a un profundo y rápido ajuste— optamos caja. Fuentes Quintana, que en la loto jura como vicepresidente del Las limitaciones eran grandes tanto por Gobierno (julio de 19771, estaba muy preocupado por la Segu• el sistema de coeficientes y por la falta de ridad Social, libertad de tipos de interés como por la resistencia de un sistema financiero acostumbrado a otros hábitos. Con el paso del tiema la Ley únicamente la que más perjudicaE po se potenciarían los mercados monetario ba a la familia. í JI error de UCD y de los e interbancário y se diseñarían instrumenSería injusto decir que esa reforma no sutos adecuados tanto para retirar como papuso un avance. Buena parte de la sociedad socialistas fue apostar por un ra inyectar liquidez. Asi surgen los primetomó conciencia de sus deberes fiscales y ajuste tardío y lento, en vez de ros Pagarés, de eficacia efímera, los CRM afloraron ingresos ocultos. Sin embargo, a temprano y rápido. El coste: la y otros instrumentos similares que, dentro la vista de la evolución de la doctrina y de de un laberinto de limitaciones legales, lula opción, dominante desde hace años en desaparición excesiva de empresas chan por hacer posible la aplicación de esa los países desarrollados, de frenar la partiy el primer lugar en el «ranking» política. Pronto aparecerá en escena otro cipación de! sector público en el PIB, su vide paro de la OCDE factor: el déficit público, cuya financiación da debió ser bastante más corta. El tiempo será origen de auténticos quebraderos de cadescubrió sus dos grandes defectos: incapabeza, En una primera fase se atenderá a esa cidad para erradicar el fraude fiscal (hoy financiación mediante el recurso al Banco hay unos cinco billones de pesetas de dinede España; y en una fase posterior mediante ro negro en Pagarés del Tesoro; más lo la deuda emitida por el Tesoro. oculto en inversiones inmobiliarias); y el inconscientemente, que la venida de la misma justo peso sobre las rentas más nobles de iba a ser una especie de bálsamo de FieraSimultáneamente, Fernández Ordóñez ta persona: las del trabajo dependiente. Acbrás. La reforma es profunda —especialelabora su reforma fiscal para luchar contualmente, en torno al 70 por ciento de ta mente por e¡ lado de la imposición directa— tra el fraude y aumentar el nivel de ingrebase imponible del IRPF corresponde a esas y sus apoyaturas doctrinales siguen el Insos, ante un gasto público condenado a un rentas; y sólo el 30 por ciento restante a las forme Cárter, que las teorías hacendísticas ritmo creciente, dada la fuerte demanda sode profesiones liberales, de! capital y de emya habían hecho bastante «viejo». Encima, cial de prestaciones públicas de bienes y serpresarios individuales. Cienamente, tenía en el caso del IRPF se queda en el tintero vicios. Demanda que se hacía más intensa razón una alia personalidad política de ia doble tarifa que establecía dicho Inforporque en el fervor de la democracia recién aquel Gobierno horas antes de presentar la me —una aita y otra baja— para incorporar estrenada se consideraba, consciente o insentido, recordar con detalle su contenido. reforma a la prensa: «La reforma fiscal contexto —como d que vivimos desde hatiene defectos y está mal hecha». Una insCiñéndonos a lo sustancial digamos que su ce unos años— de enriquecimientos súbititución a la que no se puede acusar de frifruto económico más efectivo fue el descentos, informadón privilegiada y cataratas de volidad —d Banco de España— insistía, so de la tasa de aumento de los salarios desinformaciones periodísticas sobre corruphace ya tres artos, en algo conocido: la exción, tráfico de influencias y luchas públicode d 26 por ciento hasta los alrededores del cesiva presión fiscal sobre las familias tieprivadas en determinados sectores. La fal20 por dentó. Pero esto, que en aquel mone un doble efecto negativo: induce a los ta de ¿tica bate «récords». Finalmente, si mento pudo ser un éxito, también fue un asalariados a exigir mayores incrementos bien hay que racionalizar y defender d deerror, ya que se inauguró así la vía de una salaríales nominales, ante la disminución recho a un trabajo estable, dio no puede política económica gradualista y de ajuste que experimenta su renta disponible; y llevar, como sistema, ni al contrato labolento. Una voz prestigiosa insistió entonces segundo, consecuencia inevitable de lo anral indefinido m al temporal o precario. en que esa reducción debía ser mucho materior, empuja al alza Unto los costes emyor. Razón no le faltaba. En 1979, ante la La combinadón de la devaluación, de la presariales como la tasa de inflación. Un segunda crisis del petróleo, los costes labopolítica monetaria restrictiva y la reforma razonamiento parecido se podría hacer en rales en España eran tan altos que los emfiscal constituyó d contexto en el que se ded caso de la imposición directa sobre las sarrollaron los Pactos de la Moncloa. Sepresarios preferían reduar mano de obra rentas dd capital. El cuadro sobre «tipos ría muy largo, y tampoco tendría mucho que importaciones de petróleo, a pesar de de interés reales netos de impuestos» que sus devados precios. acompaña a estas lineas es la confirmación empírica de lo que decimos. d»¡«f¡¡«lrtk*s En este punto si es conveniente adarar algunas cuestiones, dada la fuerte tensión sindícalosempresas y salariosprecios que Pero había más problemas. Fuentes estamos viviendo. En primer lugar, que Quintana estaba muy preocupado por la Se^ a obsesión socialista y —salvo dreunstandas excepdonalísimas— guridad Social. Los gastos de sanidad y de suarista por ei Estado de los sueldos, salarios y pensiones deben manpensiones —en un contexto de tasas de naBienestar adormeció a ¡a sociedad tener su capaddad adquisitiva, sin olvidar talidad aceleradamente decrecientes— plansu rdación con la productividad. En conteaban la cuestión difícil de su finandadón española y la cercenó en materia trapartida, es igualmente exigible la rado& largo plazo. Al mismo tiempo, se palpaeconómica y soda! nalidad en la fijación de los márgenes emban las consecuencias negativas de las lupresariales y en d destino de los beneficios. chas en d seno de la UCD —agravadas por Grave error la carrera en la prensa dd «yo la intransigencia de los sindicatos y del más beneficios que nadie». Y menos en un PSOE— y de la indecisión y temores del EVOLUCION DE LA PRESION RSCJU. EVOLUCION DE LOS COSIES (T>hü 4t myttw fiwfos w % jgl HB) LABORALES UNITARIOS* llüi Q9 VUVlUUVfl MW ii 711 VKMÍB 1M|St PmtM mu4 m vm tm Wl IH3 IW4 M7 IM ^ fat»! nr. M U > W V j¿ E^rii M 5,7 »>4 A «sir» 41,2 41,1 «,» 41,3 41.» »,7 1,4 KrMct* W u U U Mpca 4M 45,3 «J 4M IH* Sy tain 4,1 M M IM 31.4 33,1 33J 34¿ 33,4 2,1 >,t —•>! 4.» M •,7 45.5 44¿ 51,1 51,1 51» M W¿ RCMMIM* « V U KrMOt 41,7 4M 44,1 4M X* U M Bmpa R. E, Akwwt> 31,1 37,3 37,4 37,4 37,4 M 1,5 33 U 4,1 M 3M 35,1 34,1 34 J 37,1 22,1 25¿ 17,2 1«,) 3M 4,7* 11,4* iaitliMal lahaial M fH> < 4M 44,» 4M 4M IT W Uwcw»dmnMnlM«tnluKt««WM« 4M 44,7 45,» «,1 U* M* p*r ct «apteo lotal. HI 17.» 3IJ» 31,4 JM 1,7 3M ROM IM* JM 37> 3M 374 37,7 2,4 4,7 EE. lit). a,s a,4 im 3M M* ty TtMOCDE 35,2 34,7 3U 3M — 34,7 34,4 44,1 41,4 OCDE Eanf* CEE 34,4 3»J 41,2 41,4 — Ftaeate; Rmww SMfatks of OECD M««b«r Cowlrtes, IHSIMI, y tUtndte pnpte. N6788G94 A 1) Variacita pwttMMl kwM * hi pnaHm thai «Mn I9M y IM. • Lm dMaa m rttkrt*. tm o* no©, al ntMo IM^I al ao atar tonMt I» dir. * JMt. frentarse a tres mil obreros manifestándoGobierno a la hora de exigir eficacia en alde Depósitos, después. Pues bien, hubo un se por las calles de Bilbao. Años después cogunos Ministerios clave: Obras Públicas, momento en el que se pudo haber orientanoceríamos manifestaciones de decenas de Vivienda, Industria y Trabajo. Hoy, más do la resolución de esa crisis por un camimiles de obreros y situaciones de auténtica de diez años después, la generalidad de los no completamente distinto. Después de la guerrilla urbana. Pero el precedente para políticos, tanto de! Gobierno como de ¡a crisis de los Bancos de Navarra, Cantábriaplicar a otras empresas o sectores indusoposición, claman por nuestro evidente déco, y Meridional se presentó la del Banco triales en crisis estaba sentado. Esta actitud ficit de infraestructuras, por los precios dede Valladolid. Tal como publicó un editode avestruz ante situaciones políticas y sosorbitados de las viviendas y alquileres y por rial de Diario 16, el Banco de España aconciales delicadas —reforzadas por la intranel futuro de una Seguridad Social que, a pesejó al Gobierno que dicho banco suspensigencia cerril del PSOE, UGT Y CC, 00.sar del elevado ritmo de crecimiento de sus diese pagos. Lamentablemente, el Gobiersería casi una constante en la política ecoPresupuestos, se ve sumergida en e! caos sano no aceptó esta solución. De seguirla, hanómica de los Gobiernos futuros. nitario y en la vergüenza de una pensión bría significado que los titulares de cada media del orden de las 35.000 pesetas mencuenta en el Banco de Valladolid habrían Es el caso de la crisis bancaria. Advirtasuales. percibido como máximo la cantidad fijada mos, antes de nada, que et Banco de España por las normas del Fondo de Garantía de carecía de los instrumentos legales suficientes Ejemplos hay unos cuantos. En la segunDepósitos. Evidentemente, esto habría supara encauzar la misma, como demuestra da parte de 1977 encontramos ya uno que puesto un perjuicio importante para mu¡a precipitada creación de la Corporación inicia la hipoteca del futuro proceso de rechos depositantes; pero no es menos cierto Bancaria primero y del Fondo de Garantía conversión industrial, confirmando la línea que los más perjudicados habrían sido los de ajuste suave y progresivo —pero más que se beneficiaban de una práctica ilegal: costosa en términos económicos y de deel cobro de extratipos. En aquellos meses sempleo a medio y largo plazo, como los —y a la vista de lo que podía venir— autohechos han confirmado— emprendida por ridades económicas, monetarias y bancarias la política económica. Se trata de la crisis —recordemos ios frecuentes avisos de de Babcock Wilcox. La solución más lógiTermes— alertaban a los depositantes soca habría sido proceder a una reestructul déficit estructural del E bre el riesgo que corrían cuando se dejaban ración de la misma, aunque ello implicase atraer por extratipos ofrecidos por cualsector público español se ta reducción drástica de buena parte de sus quier banco, sin fijarse ni en la solvencia actividades y el desempleo de un alto pormantiene en los niveles de hace de la entidad ni en la ejecutoria de sus dicentaje de sus trabajadores. No se hizo así. cuatro anos rectivos. La explicación que conseguí por aquellas fePero se optó por el procedimiento de salchas de la decisión adoptada era que ni el vamento de bancos de todos conocido y cupresidente ni parte del Gobierno querían enVARIACIONES TIPOS DE BALANZAS POR CUENTA ANUALES REALES INTERES REALES NETOS CORRIENTE DE IMPUESTOS» (En % del PIB) CotSNM Consume IPC (flwdm livtrsMi PIB . • . pmtoG nula) publico — Depósitos boiKorio» — 19« 19Í9 1990 1H2M Dotas • diciembre 4,2 15,7 1979 0,1 —2,1 u R. F. Alen anii 5,3 5,8 1,9 4,1 14,4 1*82 0.2 4,9 U U R. laido Fnucii USA Eipaia 0.1 iipú España 1.1 5,7 14.7 1986 1,7 3j* — 1982 1,05 1,38 0,4 1.87 6,01 Fnnrii 0,55 —0,5 0.5 0.5 4,8 13,0 6,7 (b) 5,5 IWdl 4.8 — 0,70 lull* 1983 1,53 1.68 i,07 1,81 —0,5 1,3 1,4 — 0.18 0,88 2,66 1984 2,4 0,92 Plises Bajos 3,5 2,1 2,1 1.23 <a) Estimación Banco de Espada, (b) 1989: estima— 1985 0,57 0,76 0,96 2,18 —3,27 Keiao l uido —3,2 4.1 —3,3 0,4 ción. 0,44 Fuente: Banco de España. Informe anual. Apéndi3,54 1,50 1986 2,30 3,54 0,78 Europa 0,4 0,3 0.1 0.2 ce Estadístico. 0,27 1987 0,25 1,05 0.16 2,22 0,07 Estados l aidos 2,4 2,0 1,8 1.9 1988 1,83 0,88 0.64 0,41 1,82 1,62 Japón 2,8 2,4 2.7 V 1.64 0,72 2,45 IWKxil 1,57 0,69 1.69 GASTO PUBLICO TOTAL Fuente: OCDE. Economic Outlook. Diciembre (En % del PIB) 1) Flscalfdad para una unidad familiar con una baI9S9. se Imponible de 8 millones de pesetas en el 1RPF 198285 19U 1989 1991 de 1989. Fuente: Banco de España. Boletín Económico. Di56,7 52,4 51,2 50,2 Bélgica ciembre 1989. 48,3 46.6 44,1 R, F. Alf mania 45,1 Espini ».4 40,5 40,7 40.8 50,2 Francia 51,5 49,8 49,4 49,0 50.8 51,2 Italit 51.1 60,9 56,9 Plises Bajos 59,1 56,6 Reino Unido 44,8 38,3 37,0 36,5 48,7 46,9 Europi 46,3 45,8 Fuente: CEE. European Economy. Diciembre 1989. ciembre y se retrasaron algunos ingresos al yo coste —recuperable o no, en proporción siguiente mes de enero. Aunque parte de la que se desconoce— se acerca hoy día a los operación parecia válida, el maquillaje redos billones de pesetas. Las cuentas exacsultó tan exagerado que el propio Banco de tas las tiene el Banco de España y están en España, en su Boletín económico, puso los el Informe del Tribunal de Cuentas sobre puntos sobre las íes, para aclarar un salto el Fondo de Garantía de Depósitos. No contan fuerte en las cifras del déficit público. viene engañarse —haya sido cual haya siPero la evolución positiva de la economía do el coste— sobre quién ha pagado: hemos no comienza a percibirse hasta finales de pagado los españoles como contribuyentes 1984, si bien antes desciende la inflación y y como clientes bancarios, al ingresar el Tese reequilibra el sector exterior. soro menos beneficios del Banco de EspaEl Gobierno socialista no fue menos graña; y, en la medida en que la banca privadualista que los Gobiernos de la UCD, Su da viese reducidos sus beneficios por los ideología y los compromisos electorales le costes de aportación al Fondo de Garantía, llevaron a una carrera desenfrenada del gasal trasladar esos costes a sus tipos de actito público, de la presión fiscal y del déficit vo y de pasivo, retribuyendo menos los ahopúblico. Consecuentemente, entran en una rros y elevando los tipos de interés de los escalada de la deuda pública que de casi nacréditos. da llega hoy al 48 por ciento del PIB. Si Y fon los socialistas... se exceptúa la flexibilidad laboral en 1984 —mediante la implantación de un abanico más gradualismo de contratos temporales— se podría decir que el grueso de su política económica disCon el comienzo de la década de los curre por unos cauces en los que el gasto ochenta va tomando cuerpo una realidad público pasa desde el 28 por ciento de meque los mejores economistas veían como un dia entre 197481 de! PIB hasta el 41 por hecho inevitable: que el desequilibrio entre ciento hoy; y que la presión fiscal lo hace ingresos y pagos presupuestarios adoptaría desde el 22 por ciento hasta e! 34 por cienun signo claramente creciente. Ese cambio se puede situar en octubre de 1982. En conto del PIB. Se lucha contra el fraude fiscal tro Solchaga yo el Gobierno no ceden a las tra de lo que los socialistas habían reclama—aunque sólo con éxito relativo— y se expretensiones de los sindicatos, la reconverdo desde la oposición, en contra de todas primen hasta el máximo los ingresos prosión habría sido más rápida, se habrían sus posturas y declaraciones públicas y en cedentes de las rentas del trabajo depensalvado más empresas, y a medio y largo contra de su propio programa electoral, la diente. plazo no habría aumentado tanto el desemllegada al poder con Miguel Boyer en el MiPero en lo relativo a la modernización de pleo. La resistencia de los sindicatos a la nisterio de Economía y Hacienda les inculta Seguridad Social, a las infraestructuras, resolución definitiva de los contratos labocó tales dosis de pragmatismo que, por fory a ta reconversión industrial o no se avanrales del empleo excedente, hizo que el tuna, rápidamente quedaron en el olvido za nada inicialmente o, en el caso de la reGobierno aceptase sólo la resolución susmuchas o buena parte de sus posiciones en conversión industrial, se opta por el graduapensiva. Ello implicaba que, en cuanto las materia económica. La responsabilidad inlismo y por la política de debilidad. Algo empresas se recuperasen, deberían volver a herente aJ poder, tener que solucionar ios que se materializará en unos costes econóhacerse cargo de la mano de obra. Resulproblemas sin la demagogia de que hacían micos más o mucho más elevados que los tados de esta política: piensen quién es el gala en la oposición y el estrepitoso fracaso previstos, en una pérdida de tiempo y en principal acreedor de Altos Hornos de Vizde la política económica de los socialistas una desaparición de empresas y de puestos caya, en los costes enormes que ha supuesfranceses en el año y medio que llevaban gode trabajo superior o muy superior a la que to Ensidesa y en la desaparición masiva de bernando, obligó a Boyer y a la mayoría de habría tenido lugar con una política de ajusimportantes empresas de aceros especiales los miembros del Gobierno a poner los pies te duro y rápido. También aquí hay ejemque han terminado fundidas en «Acenor», en el suelo. plos claros. El entonces ministro de Induscuyo principal acreedor, con enorme difeAnte la baja tasa de crecimiento econótria —que tuvo el acierto de considerar imrencia sobre los demás, no es otro que el mico, la resistencia de la inflación a contiposible la creación de tos 800.000 puestos Banco de Crédito Industrial. En el caso de nuar descendiendo y el desequilibrio del secde trabajo netos en el plazo que se había la construcción naval, nadie como este bantor exterior, el Gobierno socialista decidió fijado el PSOE— no fue capaz de adoptar, co conoce el enorme costo de la misma. En una devaluación de la peseta. Paralelameno no le dejaron, una postura firme en la crinúmeros redondos, medio billón de pesete, endureció la política monetaria y realisis de Altos Hornos del Mediterráneo. Se tas, en subvenciones y créditos del Miniszó una operación —la amenaza era «mirar reforzaba así el precedente de debilidad y terio de Industria, sin computar las contridebajo de la alfombra»— para situar en el de soluciones parcheadas al proceso de rebuciones del INI a sus empresas. nivel que ellos consideraban correcto el déconversión industrial que años antes había ficit del sector público. Así, de los alredeLo conversión tenido lugar en el caso Babcock Wilcox. dores del 2 por ciento del PIB se pasó a las de los socialistas En igual linea gradualista y débil están proximidades del 5 por ciento. Es verdad los procesos de reconversión en los sectoque la operación no fue del todo ortodoUna de las características del período de res naval, siderúrgico y, especialmente, de xa, ya que para elevar el porcentaje al alza gobierno de los socialistas ha sido el preaceros especiales. Si cuando se hace frente todo lo posible, se adelantaron pagos a didominio —si bien no en todas las cuesa la reconversión de la siderurgia el minisrio de Sesiones del Congreso y repasar las intervenciones en materia económica de Felipe González, Alfonso Guerra, Lluch o Solchaga, por no alargar excesivamente la lista de nombres. A la vista de esas intervenciones, es fácil sostener que muy pocas veces se han visto loas más encendidas a las bondades del déficit público que las realizadas por los diputados socialistas citados. Naturalmente, no le iban a la zaga ni los miembros de (JGT, diputados socialistas, ni otros líderes de UGT que no estaban en el Parlamento ni mucho menos Comisiones Obreras y el Partido Comunista. Sus tópicos y lugares comunes en materia económica son de sobra conocidos para enumerarlos ahora. Sin embargo, sí conviene recordar que la labor de oposición parlamentaria y la de los sindicatos fue tan dura y drástica que los Gobiernos de Suárez primero y de Calvo Sotelo después, bien podrían escudarse en ese radicalismo a la hora de explicar por qué no adoptaron una política económica de ajuste más rápida y eficaz. Un resumen sucinto del comportamiento de la economía española desde 1983 hasta el final de ta década podría dividirse en dos grandes períodos, prescindiendo, como es lógico, del ciclo coyuntural a corto plafoyer o él descubrimiento de l¡ economía de menédo. zo. El primero, en el que se inicia el saneatienes— del pragmatismo sobre la ideolomiento lento, conduce paulatinamente a la gía. El carácter radical de muchas de las mejora de los desequilibrios fundamentaposturas e ideas del PSOE quedó plasmales y registra crecimientos del P1B bajos e do en algunas cuestiones de la Constitución. incluso más bajos que los correspondientes Aunque sólo sea de pasada, merece la pea la media de la CEE. En esta primera fana recordar las tesis federalistas defendidas se, la inversión no reacciona, el consumo por los socialistas en aquellos años; la inprivado tampoco y et crecimiento del PtB clusión del concepto de nacionalidades y el procede casi exclusivamente de la aportatítulo 8.° de la Constitución; la cuña sobre ción de la demanda exterior. En el segununa posible planificación general de la acdo, esta aportación de la demanda exterior tividad económica, la excesiva presencia y se estabiliza, comienza a descender —escompetencia del Estado en materia de edutamos en torno a 1986— y tiene lugar un cación, sanidad, etc. Personas que con el crecimiento continuado de las tasas de tiempo formarían parte de los Gobiernos de aumento del PtB, gracias al despegue de la Felipe González defendían a mediados de inversión —plan Boyer de 1985— y del conla década de los setenta, e incluso más tarsumo privado (el consumo público creció de, la nacionalización de los sectores elécsiempre entre 1982 y 1989) y gracias tamtrico, siderúrgico, químico, del grueso de bién a la caída de los precios del petróleo, la Banca y de las Cajas de Ahorro. de las materias primas y a las altas tasas de crecimiento de la economía mundial. DesDejando a un lado las cuestiones no ecode 1982 hasta 1988 la tasa de inflación fue nómicas —educación, derecho de familia, reduciéndose paulatina y lentamente. En derecho a la vida, etc.— la realidad hizo, 1986, se inicia un fuerte crecimiento de las como ya señalábamos antes, que el PSOE importaciones —que renueva nuestro sistedescendiese a un pragmatismo en materia ma productivo— pero que nos hará pasar económica que muy poco tenía que ver con de un déficit corriente del 1 por ciento del sus congresos más recientes, menos aún con PIBen 1988 a otro del 3 por ciento en 1989; el «programa máximo», y ni siquiera con y en el verano del primero de esos años reel programa electoral con el que ganan brota la inflación desde algo menos del 4 abrumadoramenle las elecciones de 1982. Si por ciento hasta el 7 por ciento de diciemresulta ilustrativo consultar la documentación bre último. en torno a las discusiones para elaborar la Solctiigs: de defensor a enemigo modal del déficit público. Constitución, no lo es menos acudir al DiaHubo y hay contrapartidas. El lado poserio detrimento de la propensión ai aholítica nos ha metido en el actual callejón sitivo hay que centrarlo en las fuertes tasas rro. La negativa sistemática del Gobierno de difícil salida. Después de pasar de un de crecimiento económico de los tres últisocialista a enterrar un sistema fiscal caduco, gasto público del 28 por ciento al 40 por mos años; y en el intenso ritmo de creación tanto en sí mismo como en comparación a ciento del P1B, la pensión asistencial se de empleo que tuvo lugar en 1988 y 1989, los que rigen en los países más desarrollaquedará en 26.000 pesetas mensuales; la La evolución de las rentas salariales no ha dos de Occidente —Suecia, incluida— sólo pensión media ronda las 37,000; la tasa de sido tan negativa como señalan los sindiha encontrado un pequeño alto en la famocobertura del seguro de desempleo no alcatos —ha crecido el poder adquisitivo de sa sentencia del Tribunal Constitucional. canza más allá del 38 por ciento de los palos salarios— aunque no puede decirse lo Aun así, la ley provisional del IRPF ahora rados; la situación de la sanidad pública mismo ni de tos sueldos ni de las pensiones. en vigor, muestra tal pánico a perder ingreexime de todo comentario; y el deterioro de En el lado del pasivo hay que colocar un sos fiscales que de nuevo ha sido recurrida la calidad de la enseñanza a todos los nivenivel de desempleo que llegó a los tres miante el Tribunal Constitucional, Ahora, las les está fuera de duda. En el camino se han llones de parados —seguimos a la cabeza autoridades españolas se han comprometiquedado centenares de centros escolares pride la OCDE— y el cierre de decenas de mido a una reforma fiscal en profundidad que vados y cerca de 300 clínicas particulares. les de empresas. El coste social y el econóse orientará hacia una disminución de la Las preguntas son muchas y tan sencillas mico evidente de este proceso habría sido presión fiscal directa y un aumento de la incomo, por ejemplo, éstas. Si con un sector bastante más bajo si el ajuste económico se directa, aunque algunos síntomas apuntan público que representa ya el 40 por ciento hubiese hecho más pronto, más duro y más a que de nuevo prevalecerá la obsesión reo el 41 por ciento del PIB la situación de rápido. Y esto fue así porque ni los gobiercaudatoria. Pero esta decisión, más que un esos servicios públicos —por no hablar de nos populistas de Adolfo Suárez —con tomérito del Gobierno socialista será conselos ferrocarriles, correos, teléfonos, etc.— dos los atenuantes que hemos señalado de cuencia del Acta Unica. Por la vía de hees la que es, ¿hasta qué porcentaje del PIB tener enfrente a una oposición política y sincho o de derecho tendremos que armonizar dical que dificultaba al máximo la labor de nuestro sistema fiscal con el de la CEE, reGobierno— ni los gobiernos socialistas de ducir a cero los aranceles, liberalizar el sisFelipe González fueron capaces de perder tema financiero, e implantar la libertad de el miedo, los primeros, a las reacciones somovimientos de capitales y de estableciciales y de renunciar, los segundos, a unos miento de instituciones financieras —bantics ideológicos, defensores del Estado de cos, cajas, compañías de seguros, fondos Bienestar. A pesar de ello, el seguro de dede pensiones, etc.— de y en cualquier país L os socialistas han sempleo sólo cubre al 37 por ciento de los de la Comunidad. elevado la presión fiscal, el gasto parados, con un coste para el INEM, desde 1980, de 6,8 billones de pesetas. público y la deuda pública que, El «leit motiv» de los socialistas ha sido casi inexistente en 1982, ronda Peligroso desafío el crecimiento constante del gasto público hoy los 16 billones de pesetas en educación, sanidad, pensiones, empresa Naturalmente, junto a un sistema fiscal pública, etc., y la necesidad de incremenque tienda a igualar la presión —o los costar la progresividad fiscal, negando el trato tes fiscales— como prefiera llamárseles, es que le corresponde a la sociedad en aquenecesario buscar una fórmula para dar sallas materias. Al fracasar en la lucha eficaz lida a los billones de pesetas de dinero netiene que crecer nuestro sector público pacontra el fraude fiscal, el aumento de los gro, colocados básicamente en Pagarés del ra atenderlas de un modo mínimamente digimpuestos ha recaído, básicamente, sobre Tesoro y al impuesto adicional que supone no? ¿Qué porcentaje del PIB necesita nueslas personas que no practicaban el fraude. para la empresa española las cotizaciones tro sector público para que la pensión asisDejando a un lado los casos de las primas a la Seguridad Social, En otras palabras, tencial o media se sitúe en tomo a las 70.000 teniendo en cuenta que si se cumplen los únicas y de las transferencias de activos, la pesetas mensuales? Y asi, sucesivamente. plazos a que nos hemos comprometido, impotencia del Gobierno socialista ante la La imposibilidad de seguir por esta vía es nuestro límite temporal termina el 31 de diapremiante necesidad de financiar un défiy se hace cada día más evidente. ciembre de 1992, no hay duda en afirmar cit público alarmantemente creciente, le No terminan aquí los problemas. La re—cualquiera que sea la evolución coyuntucondujo a un grave contrasentido político, sistencia de los Gobiernos socialistas a moral de la economía— que el verdadero deideológico y ético: el invento de los Pagadificar el sistema tributario —hay estudios safío para el sector público y para la emrés de! Tesoro, fiscalmente opacos, con lo rigurosos del año ¡1981! sobre el injusto trapresa privada española comenzará el Ide que en la práctica reservaron para el Estatamiento fiscal de la familia— ha potenciaenero de 1993. Desafío que será tanto más do la exclusividad de la utilización del dido la economía sumergida —a lo que han arriesgado y peligroso cuanto menos decinero negro, a un coste irrisorio. contribuido las elevadas cotizaciones a la didamente y menos rápidamente se afronSeguridad Social— y ha creado auténticos ten las reformas institucionales que se han Uno obsesión socialista: bunkers de fraude, de los que el único bevuelto inevitables. En otras palabras, cuanneficiario —aparte de los defraudadoresNo hoy alternativa to más se retrase el cambio de política ecoha sido el Estado. El caso del IRPF es ilusnómica. trativo. Su progresividad ha sido crecienLa cerrazón de los gobiernos socialistas te, con más o menos párcheos; prácticaa modificar su política económica —su temente en ningún año se ha deflactado este sis es que no hay otra alternativa— hizo que Guillermo Cid Luna es licenciado en Derecho, Fiimpuesto; y su efecto final no ha sido otro la basasen en medidas monetarias y en la losofía y Periodismo. Actualmente es director de ln que aumentar la propensión al consumo en moderación salarial. El fracaso de esta poformación del Instituto de Estudios Económicos.