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Energía. España, atenazada

Guillermo Cid Luna

De cómo el PEN español, se mueve en una línea claramente distinta, en algunos aspectos opuesta, a la que han diseñado o están diseñando los países más industrializados del mundo.

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Guillermo Cid Luna, “Energía. España, atenazada,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2306.

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Energía. España, atenazada

Subject

Club de Debates

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De cómo el PEN español, se mueve en una línea claramente distinta, en algunos aspectos opuesta, a la que han diseñado o están diseñando los países más industrializados del mundo.

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Guillermo Cid Luna

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Nueva Revista 021 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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do el tiempo, al menos en el sentido de que Bruselas nos está poniendo límite a las ayuEL perj uicio de la moratoria nuclear das estatales. En medio, el Gobierno socialisla impuso con su mayoría parlamentaria en 1984 un Plan energético que ha producido más costes que beneficios; y. como coloENERGÍA: fón, nos encontramos a las puertas de 1993 con una imposición sobre las rentas de! trabajo y del capital que, como reconoce el ESPAÑA, ATENAZADA propio Instituto de Estudios Fiscales, no es competitiva con las comunitarias. Por Guillermo Cid t una El PIB Pues bien, cuando falta menos de un año para que se cumpla una década de Gobierno socialista, nos amenaza con un proyecto de Plan Energético Nacional (PEN) que puede dejar pequeños todos los lastres y desajustes económicos que ha introducido en la modernización del tejido de la economía española —y en definitiva en su competitividad— la política económica del PSOE. Esta E podría decir que Jas consecuenafirmación ni es pesimista ni es infundada. cias del acierto o desacierto en el Es, simplemente, realista. En el gráfico que diseño de una política económica acompaña estas líneas, el lector podrá comdependen, básicamente, de la disprobar los graves problemas que evidencian tancia que haya desde el punto de los datos reales de nuestra economía, tanto partioa al de «no retorno* y del volumen en sus fases de alto crecimiento como en las de recursos, humanos y económicos, que de menor actividad que estamos viviendo sean necesarios entre uno y otra punto. ahora. El gráfico fundamental es el que reAsí, la opción por una política compensatogistra la evolución del producto interior ria, cuando la primera crisis del petróleo en bruto real español en comparación con el 1973, culminó en el caos económico de correspondiente a ¡a media ponderada de 1977, con un desequilibrio exterior insostelos países cuyas divisas se encuentran en la nible y unas tasas de aumento de la inflaL PEN español —que va banda estrecha del SME; a mediados de ción y de los salarios, en términos anuales, a condicionar la producción y 1991 nuestro crecimiento económico real de) orden dei 25%. Algo parecido podría la demanda de las necesidades era prácticamente idéntico a la de la media decirse —desde un punto de vista estructuenergéticas españolas» se de estos países. ral— de la política económica que pone en práctica el PSOE al llegar al poder en 1982, mueve en una línea ¿En dónde está entonces el drama de la que, con la excepción del conjunto de mediclaramente distinta, en economía española? Sencillamente en e! dedas de Boyer en 1985 y pocas más, sigue las algunos aspectos opuesta, a la flactor del PIB, que constituye la medición lineas socialistas del Estado de Bienestar. más realista y representativa de la inflación que han diseñado o están Esas líneas de forma resumida podrían que padece una economía. Elfo es lo que diseñando los países más esquematizarse asi: presión fiscal indiscriexplica que la tasa de crecimiento del PIB industrializados del mundo minadamente creciente sobre las rentas; español, en pesetas de cada año. se encuengasto público imparable, al considerar pretre mucho más separada de la lasa de variamisa ideológica la prestación de servicios ción real que en el caso de los países del públicos por el Estado, casi en exclusiva SME. El gráfico inferior no hace más que (los asalariados del sector público han pasaregistrar una de las causas fundamentales de do de 1,5 millones a comienzos de la década los desajustes entre los datos monetarios y a 2,1 en el año actual), y resistencia a aceplos reales; la elevada tasa de crecimiento de tar el principio de la eficaz reasignación de los costes del trabajo por unidad producida. los recursos —tanto en la reconversión inDigamos finalmente, en esta breve radiodustrial como la crisis bancaria— trasladangrafía, que la situación en 1991 es bastante do el coste de las mismas al conjunto de la peor, en términos macroeconómicos. que la sociedad por la vía del pacto y del consende 1988; ya que si bien la distancia que seso. Con t;)J lentitud, además, que en el tepara las tasas del PIB nomina? y de los cosrreno industrial —siderurgia, fertilizantes, tes unitarios de! trabajo entre España y el textil, naval, carbón, etc.—se nos ha agotaSME se ha reducido, el crecimiento econóConsumo total de petróleo y de productos petrolíferos por unidad de PIB a precios de 1985 (*¡ — Volúmenes — 1970 1990 Países 98,1 47,7 Bélgica Dinamarca . . 105,0 35,6 R. F. Alemania 98,2 53,6 87,8 99,6 Grecia 96,3 97,7 España 90,Ü Francia 50,8 89,5 Irlanda 44,2 Italia 92,2 58,7 Luxemburgo . 98,8 65,1 103,7 Países Bajos . 54,2 136,2 Portugal . . . . 91,8 Reino Unido , 96,5 50,9 56,4 Europa 12 , . . 95,6 97,2 64.1 EE.UU 95,1 54,2 Japón FUENTE: Estadísticas Energéticas de LU AIE y cuentas nacionales de EUrostat, O Base: 1172 100, Mi! toneladas equivalentes tk petróleo por mil millones de PIB expresado en !¿r minos de paridad de poder adquisitivo. mico real se ha igualado, debido exclusivamente a la caída de la tasa de crecimiento real de la economía española. Por lo que se refiere al deflactor del PIB estamos hoy como hace cuatro años. Irracionalidad En este contexto, a pinceladas por razones de brevedad, es en donde hay que enmarcar el nuevo Plan Energético Nacional. En otros artículos encontrará el lector un análisis detenido del mismo que nos ahorra Club de Debates descender a los detalles. Pero si es necesano tiene nada de extraño que el precio de rio hacer dos afirmaciones que, en mi opinuestro kilovatio industrial, por ejemplo, Convergencia EspañaSME (al nión encauzan el contenido de esos artícuduplique al francés, y que el precio de la los: primera, el PEN español —que va a electricidad que pagamos los españoles sea. condicionar la producción y la demanda de con la excepción de Porumal. el más caro las necesidades energéticas españolas— se de la CEFmueve en una linea claramente distinta, en Según estudio de la eléctrica francesa algunos aspectos opuesta, a la que han diseDEE. tomando el precio de la electricidad ñado 0 están diseñando los países más infrancesa como l(X) para el año actual, el esdustrializados del mundo: y segunda, ia hipañol se sitúa en 131: y eso teniendo en PIH wmiinii pótesis de partida del PEN produce una cuenta que la incidencia fiscal en ese precio % mezcla de estupor y de perplejidad porque alcanza en España sólo un 12%. mientras U U consiste, nada menos, en suponer que los que en Alemania v Francia lo hace en un 111 1 it precios del petróleo y del gas no van a expe24% y en un 23%. respectivamente, en Ho10 rimentar variaciones importantes en la délanda en torno al 18% o en Bélgica en un cada de ios noventa. Í7%. Esía incidencia fiscal sólo es menor n en el caso de Portugal y de Luxemburgo y Nos encontramos de nuevo, por tanto, s es nula en el caso del Reino Unido. 7 ante una decisión fundamenta!, que en vez de apoyarse en criterios técnicos y de racio6 En otras palabras, tanto el precio de la 1 1 1 I 1 1 s 1 nalidad económica, lo hace en las exigencias electricidad que pagamos los consumidores ideológicas sobre la materia del Partido Sodomésticos corito el que pagan los consumiflit rent cialista Español. Se repite así la oposición dores industriales está muy lejos de ser irracional a la energía nuclear que conoci6 competitivo con los países de la CE. Es verI mos en 1981. que condujo a la moratoria 5 dad que. de momento, no está a las puertas ~ ——, nuclear que estamos viviendo. No se le el mercado único energético, tanto por la 4 oculta a nadie que el contenido del PEN acoposición de algunos gobiernos como de 3 tual es el resultado de una fonísima y desbastantes empresas; pero seamos al menos 2 piadada lucha entre distintos sectores del tan realistas como el presidente de Sevillat PSOE. Los ministros económicos más dina. que no dudaba en afirmar que. al final, II i f i 1 rectamente responsables, Aranzadi y Sol«habrá mercado único energético». chaga, saben muy bien que el PEN para los Dtflacior PIB En el documento elaborado por el Parti90 es un contrasentido. Pero, una vez más do Popular —en el que analiza y critica el K también, el presidente González se niega a PEN para los noventa del Partido Socialishacer frente al problema y cede en una ta— se afirma que el recibo de la luz se incuestión que hipotecará empresas y sectores crementaría en un 25%. De este porcentaje en el futuro y. en definitiva, el conjunto de 10 puntos se destinarían a financiar la morala economía nacional. En el fondo, una fal— toria nuclear: otros 10 a la repercusión de ta de seguridad y de decisión política: porlas inversiones en distribución, al mayor que esto fue también lo que llevó a ceder 1 i i 1 coste del kilovatio generado con gas, al preen el caso de la central nuclear de Lemóniz. cio del combustible y a la amortización de ( intn unilarkn del Irabajo al margen de que su emplazamiento fuese o las infraestructuras gasistas: y los otros cinno el adecuado. co puntos a las inversiones necesarias para cumplir las normas ant ¡contaminación de la CE. ______ Coste Dependencia exterior Naturalmente, las consecuencias terminamos pagándolas los españoles. En el caso del recibo de la luz. el 3,45% de la facturaPor si lodo esto fuera poco, el peligro i i i it ción total de las empresas eléctricas se destimás grave, ya que nos somete a una incertiI^XK WW Im i vil na a hacer frente a ios gastos financieros — dumbre evidente y gravísima, es que el suF.spMñ.i no a la amortizaación del capital invertido— ministrador prácticamente único del gas naderivados de la moratoria nuclear, que afectural. sobre el que pivota el nuevo PEN, es tan a Lemóniz. I y II. Trillo II y Valdecabaun país políticamente tan inestable —nadie Ueros I v II. Si a esto se une la enorme insabe qué ocurrirá con su régimen político, tervención estatal que padece el sector eléccuyas tensiones están en la prensa lodos los Fl i ytvs; FMI. tur(mai v Banco de España trico tanto en lo que se refiere a las fuentes días— como Argelia, teniendo que recibir la) Los diiltft del SMF corresponden a la media ponde producción como a las tarifas —algo que los suministros a través de un gaseoducto derada de tos panes actualmente en lu bajid¿ esirese ha visto agravado últimamente con el cha (Alemania. Francia. Italia. Dinamarca. Holánque pasa por Marruecos. Pero, además, da. Bélgica. Irlanda v Luxemburgo) crecimiento de ENDESA, que va camino hace ilusorio esperar una reducción de Fuente Barco) de Espuña. Boletín F.ionómUit. i>eiut>re de copar la mitad del mercado nacional y, nuestra dependencia exterior del petróleo. WJ. además, en una situación de privilegio—. El cuadro adjunto no admite réplica sobre en ei 74%, y Estados Unidos en el 78%. Piensen cuál sería nuestro porcentaje de desempleo si subiese 8 o l() puntos nuestra lasa de actividad para acercarse a ias del resto de los países comunitarios. No pensemos ya en el Reino Unido, cuya tasa se situaba. también en 1990, en el 80%. Repito que no nos debemos llamar a engaño respecto a nuestra integración en la CE y al mercado único. Dada la estructura, los desajustes, el grado de competitividad y los sistemas fiscal, laboral y financiero españoles. seria suicida que creyésemos que no vamos a tener en esos campos problemas similares a los que hemos tenido en la evolución de nuestras importaciones y exportaciones de mercancías, desde nuestro ingreso en la CE en 1986. El problema es así de sencillo: la penetración comunitaria en España ha sido más intensa que la de España en la CE, Según dalos del Servicio de Estudios del BBV entre I985 y 1990. las importaciones españolas procedentes de la Comunidad crecieron un 183,4% —casi un 17% anual acumulativo—. mientras que las exportaciones españolas a la CE lo hicieron en un 82.8%. es decir, a una tasa anual acumulativa del 12.8%, Por ello, mientras en 1985 el porcentaje de cobertura —de las importaciones españolas procedentes de la CE por las exportaciones a la misma— se situaba en el 114.4%, en 1990 había caído al 73.8%. Interior de la central nuclear de Vandellós el fracaso de nuestra política energética. Pues bien, este proceso, que si bien perTambién aquí nos llevará el nuevo PEN en judica a la mayoría de las empresas, benefiuna dirección contraria a la que registran cia al consumidor que no esté desempleado, los países más industrializados en los últino merece ni ser considerado en comparamos veinte años. El consumo petrolífero ción con las negativas consecuencias que sopor unidad de PIB es un exponente clarísiportará la economía española si se hace reamo de esa demencial política energética que lidad ¡a política energética contenida en el liemos seguido en España. PEN: aumentará nuestra dependencia exteCreo que ya es hora de que se imponga rior: estaremos en manos de Argelia y Mael realismo. La economía española ha perrruecos; importaremos energía de Francia dido puesto en el ranking mundial y todavía por un valor similar al de la inversión que ha perdido mucho más en términos de comL peligro más grave, ya esigivía una central nuclear; continuaremos pelílividatj. El PIB «per eápiu» de los espaque nos somete a una estando más sometidos que ahora a los soñoles, a precios y patrón de poder de combresaltos e incertidumbres que se derivan incertidumbre evidente y pra corrientes, se situaba en 1990 en 76.2 de la evolución de los precios petrolíferos; —lomando como base 100 la CE de doce gravísima, es que el seremos menos competitivos que ahora en países—. Por debajo de nosotros sólo estasuministrador prácticamente un «mercado único energético», y la dificulban Irlanda y Portugal. Entre 100 y 112 se único del gas natural, sobre el tad —si no la imposibilidad— de una enerencontraban Italia. Holanda, Francia, Aleque pivota el nuevo PEN, es un gía más barata, bien alimentará por todo el mania Federal y el Reino Unido. La Comientramado económico nacional una tendenpaís políticamente tan sión de la CE extendía el análisis a Japón y cia alcista de los costes y de los precios o Estados Unidos, cuyos índices se situaban, inestable como Argelia bien impedirá reducirlos. Ei Gobierno sorespectivamente, en 117 y 152. Estos datos cialista debe ser consciente —que mire a no se deben separar de la tasa de actividad Suecia o a Alemania, por ejemplo— de que de la población en edad de trabajar, es dese encuentra ante una gran responsabilidad cir. el porcentaje de población activa total histórica. • sobre el grupo poblacional en edad legal de trabajar. En IWU. España e Italia situaban su tasa de actividad en torno al 60%; Fran<>uH¡trmii (.id l una es licenciado en Derecho, Filosofía Periodismo cia en el 67%, Alemania en el 69%; Japón