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Creen los científicos en Dios

Isidoro Rasines

EL autor hace referencia a un libro recientemente publicado en el Reino Unido, que reúne un buen número de puntos de vista diversos acerca de la religión.

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Isidoro Rasines, “Creen los científicos en Dios,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2265.

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Creen los científicos en Dios

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Ensayos

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EL autor hace referencia a un libro recientemente publicado en el Reino Unido, que reúne un buen número de puntos de vista diversos acerca de la religión.

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Isidoro Rasines

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Nueva Revista 020 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Recientemente se ha publicado en el Reino Unido un libro con quince contribuciones de extensión variable, donde otros tantos científicos intentan responder al interrogante del título. En la introducción, Sir Wevill Mott, antes profesor de Cambridge y premio Nobel de Física en 1977, refiere los motivos que le impulsaron a publicarlo: al tratar con personas de talante liberal que creen en Dios a su modo, pero no aceptan sin reservas la doctrina cristiana, ha tenido frecuentemente que informarles acerca de cómo resuelven estas cuestiones otros científicos, acerca de las respuestas que dan otros colegas a las preguntas que ellos plantean. Y eso es lo que se propone Mott al reunir en este libro un buen número de puntos de vista diversos acerca de la religión. ¿CREEN EN DIOS LOS CIENTÍFICOS? nión de un gran científico, Berthelot, a construir la UNQUE el libro aparece cuando la maquímica de la Edad Media: la alquimia. Por eso es yoría de quienes forman la comunidad plausible la aspiración de Frenkel: porque su émucientífica —físicos, astrónomos y tamlo, a pesar de oponerse a los cristianos de su bién biólogos— reconocen la existentiempo, abordaba las cuestiones de moral y de re•n^^HCia del Creador, entre los diversos enAligión en lenguaje cristiano y defendía doctrinalfoques adoptados a lo largo de sus páginas figura mente, aunque a veces con ropaje pagano, la nael esquema de orientación materialista, que expoturaleza inefable del Ser Supremo, ia libertad y la ne V. Va. Frenkel, profesor de Historia de la Cieninmortalidad del hombre. cia en San Petersburgo. Afirma que ciencia y religión son incompatibles, o que la religión no es otra cosa que la posibilidad de comprender el mundo que nos rodea, pero titula su contribución así: «Algunos comentarios sobre los científicos y la reliPor Isidoro Rasines | Alma y fisiología gión, por un Simplicio de nuestro tiempo». Aspiración plausible, Simplicio, un comentarista de Aristóteles que Sir J. Eccies, premio Nobel de Medicina en destaca en el mundo neoplatónico decadente del 1963, titula asi su colaboración: «El misterio de ser siglo VI por la viveza de sus comentarios, ha tenihombres». El articulo, que contiene una descripdo su importancia en el mundo de las ciencias exción de la estructura de la corteza cerebral propia perimentales. Galileo lo hizo protagonista de casi de un buen manual de neurofisiología, comienza todas sus obras dialógicas, en las que personifica afirmando dos certezas primarias: la unicidad del el sentido común del hombre del siglo XVII. Las propio yo, que cada uno de nosotros experimenta teorías de Simplicio sobre !a materia prima, sus(el mundo interior o, con otra palabra, el alma); y trato de todas las formas, contribuyeron, en opiel mundo aue nos rodea íel universo exterior}. A la Dios crea ln lia. Gustavo Doré V. Ya. Frenhel (Universidad de San Peteraburgo) afirma que ciencia y religión »on incompatibles vez, el articulo explica, desde el mismo punto de a dos principios: 1) el Pentateuco es de origen movista neurofisiológico, en qué consiste el acto de saico y posee validez eterna; y 2) el Antiguo Testapensar, la interacción mutua menteneurona o enmento representa un relato verdadero de sucesos tre las unidades que él denomina «psychons» y reales escrito con visión profética. «dendrons»; y cómo resulta verosímil que en los El profesor C. Domb, de Domb se propone expresar estos principios en estratos más elevados del mundo mental haya términos actuales, de modo que los científicos la Universidad BarDan sólo «psychons» organizadas en una gran entidad puedan comprender la posibilidad del milagro: (Israel), afirma que cuanpsíquica que es el alma. En conclusión, afirma que Dios, que creó las leyes de la naturaleza, puede podemos pensar que esa entidad sobreviva, perrevocarlas, aunque sólo lo haga en raras ocasiodo la fe entra en conflicmanezca, después de la muerte del cerebro. nes. Indica además que cuando la fe entra en conto con la» teorías científlicto con las teorías cientificas del momento, el fleas del momento, el creyente está seguro de que las teorías son pasajeras y espera que aparezca una nueva teoría recreyente está «eguro de conciliable con su fe. El Antiguo Testamento que las teorías son pasaA continuación Domb aborda con detalle otra cuestión básica para el judio observante: la exis¡eras «Fe y razón en el judaismo» es el titulo del artitencia de la libertad humana, de la conciencia y culo de C. Domb, profesor de (a Universidad Barde la responsabilidad personal. Y dedica los dos dan, de Israel. Señala primero que además de que últimos epigrafes de su contribución a considerar Dios existe y es creador, las religiones admiten cómo el relato del Génesis ha superado el reto que Dios interviene en los asuntos humanos —de planteado por la física contemporánea y las teoahi, la razón de ser de la oración— y, a la vez, rías evolucionistas. Aqui, como cuando se refiere respeta la libertad de los hombres. Junto con esa los «conflictos» entre la fe y las teorías científitas verdades, la religión judia reclama la adhesión cas del momento, se hace eco —demasiado eco, en mi opinión— de argumentos que tratan de conciliar la interpretación literal de los textos del Génesis con las conclusiones de la ciencia actual. Termina Domb su contribución aludiendo al papel de la razón al servicio de ia fe, para iluminarla y entender que lo creído es verosímil, razonable: cuando uno no logra justificar lo que cree, fia de tener la humildad suficiente para atribuirlo a sus propias limitaciones y no a la falta intrinseca de justificación. La fe cristiana La fe en lo sobrenatural es posible; el cristianisEntre las diversas colaboraciones de científicos mo es algo más que una cristianos destacan tres: las de dos profesores de experiencia psicológica, la Universidad de Stanford, R. H. Bube, de ciencia de materiales y de ingeniería eléctrica, y C. W. F. más que una religión huEveritt, de física experimental, y la de un especiamana como otras, más lista en estructura nuclear y reacciones nucleares, de la Universidad de Oxford, P. E. Hodgson. que un fenómeno socioEl primero se pregunta si un científico puede ser lógico... cristiano en el mundo de hoy y contesta afirmativamente. Comienza explicando de modo sencillo y claro qué entiende por ciencia y por teología, para pasar a expresar los puntos de vista del creAdán y Eva. Gustavo Doré yente acerca de algunas cuestiones que plantean más a menudo los que dicen que no creen: Dios Y, en fin, aquélla es incapaz de responder a los continúa siendo necesario hoy; la fe en lo sobreproblemas fundamentales con que se enfrentan natural es posible; el cristianismo es algo más que todos los seres humanos. una experiencia psicológica, una religión humana como otras, un fenómeno sociológico...; o los milagros no son previsibles por la ciencia, sino maniReligión y ciencia festaciones de la actividad libre de Dios para darse a conocer. Bube dedica el final de su articulo a tratar si La colaboración de Everitt se propone salir al puede considerarse la Biblia como fuente de la repaso del cliché según el cual la ciencia es hechos velación divina. Hace ver que el mayor obstáculo y razón; y la religión, fe irracional. Por eso, se refiepara contestar afirmativamente a esta cuestión re primero a lo que hay de fe y misterio en la ciennace de la visión cientificista según la cual toda cía, para ocuparse después de lo que la religión información fiable ha de ser resultado de la invesencierra de razón y escepticismo. Para ejemplificar tigación científica. Esta visión no tiene en cuenta lo que se propone, se pregunta de qué modo polas relaciones entre personas. Así como sobre las demos comprobar la asombrosa afirmación de un cosas sólo conseguímos saber algo mediante la hecho como la resurrección de Jesús de entre los investigación científica, también podemos conomuertos. Desde luego, no desde el punto de vista cer a las personas a través de lo que ellas nos de la ciencia experimental, como pretendía Torevelan de sí mismas. Y de igual modo, cuando más, el discípulo incrédulo. las criaturas queremos conocer a Dios. De otra Ante la resurrección, ia búsqueda raciona! conparte, esa clase de visión ni está reclamada por la duce a las pruebas históricas, que son bien sóliaceptación de la ciencia, ni es tan consistente con das, porque vienen avaladas al menos por seis la totalidad de nuestra vida y de nuestra experientestimonios escritos independientes. El más anticia como la visión basada en la revelación bíblica. guo de estos testimonios es el de la primera carta de S. Pablo a los Tesalonicenses, que cabe datar ideal se cifra en escribir una ecuación maestra, con segundad en el año 50 o 51 de la era cristiana, maravillosa, en la que intervenga una función unies decir, cuando han pasado menos de veinte versal que englobe todo lo que existe. Se han proaños desde la muerte de Cristo, En esa carta el puesto diversas formas para esa ecuación. En toapóstol anima a ios tesalonicenses a que contidas gravita el misterio de la unidad y la pluralidad. núen convertidos «a nuestro Dios, para servirle a Un misterio constituido por dos ingredientes: la Él, único vivo y verdadero, y esperar de los cielos axiomatización y la integridad. Todas las teorías, a Jesús, su Hijo, a quien Él resucitó de entre los tras un éxito clamoroso inicial, resultan incomplemuertos y que nos ha de salvar». Para Everitt, esta tas, lo que no quiere decir que no sean útiles, fereferencia a la resurrección como un hecho acepcundas, o que no sigan teniendo validez. tado que da dirección y sentido a la vida, es hasta La electrodinámica cuántica, por ejemplo, formás expresiva que las de los relatos evangélicos. mulada hace sesenta años, es un cuerpo de doc«Algo» debe haber sucedido para producir una trina formidable, que explica bien toda la química, confianza tan radiante. Y aunque este testimonio la física dei estado sólido, las interacciones de la no resuelva todas las cuestiones que suscita la remateria con las radiaciones... y muchas cosas surrección, reviste la íorma que cabria esperar de más. Con esa teoría se calcula el momento maguna religión, el cristianismo, que entrelaza historia, nético del electrón con una precisión, respecto al razón y fe: lo suficientemente explícito para que la valor determinado experimentalmente, de una parfe no anule la inteligencia, pero no tan arrollador te en cien mil millones. Pero bien vista, la teoría que elimine la voluntad. encierra un misterio: el hecho de que tres cantidaTodas las teorías, tras un des físicas, la constante de Planck, «h», la velociéxito clamoroso inicial, dad de ia luz, «c», y la carga, «e», del electrón formen una relación adimensional hc2 ir e! = resultan incompleta», lo 137,036, significa que una de las tres tiene su orique no quiere decir que | Fe, misterio y ciencia gen en las otras dos. La teoría es, por tanto, incomno sean útiles, fecundas, pleta, imperfecta. La fe empapa la vida de los científicos de varios Everitt cita otros ejemplos de gran interés para o que no sigan teniendo modos. Aunque se afirma a menudo que el métohacer ver que la ciencia logra explicar muy satisvalidez do científico consiste en comprobarlo todo experifactoriamente muchas cosas y, a ia vez, es incommentalmente, esto no es asi en la práctica. Los pleta. En resumen, y tomando ¡a antigua imagen científicos aceptamos, fiados en la autoridad, un de S. Pablo, vemos de modo oscuro cómo a tramontón de cosas que no podemos contrastar. vés de un vidrio desigual, muy transparente a tro¿Cuántos físicos han comprobado cada paso — zos, traslúcido en otros, que si queda limpio por experimental y lógico— del camino que comienza aquí, aparece medio opaco por allá. en los trabajos de Galileo hasta llegar a la dinámica hamiltoníana? Seguimos, a veces ni paso a paso, algunas demostraciones de manual, y con| Razón y religión fiamos el resto a la fe, a una fe que podemos llamar conformista. Hasta el científico más revolucionario acepta de la tradición mucho más de lo que Everitt hace ver que Jesús fue un pensador orirechaza. ginal: sorprendía a los escribas, que daban mucha Cuando se habla de cuestiones religiosas, por importancia a la recta razón, porque exponía misterio se suele entender, en primera aproxima«como quien tiene autoridad», Entre los autores ción, una doctrina que supera el entendimiento del Nuevo Testamento, S. Juan, lo ve como el Lohumano, como el misterio de la Santisíma Trinigos —el principio racional— encarnado; S. Pablo dad, o una experiencia que despierta temor revedescuella como el polemista más hábil de su éporente. A menudo, ambas cosas se dan juntas y las ca, y S, Lucas es un griego de clase media alta, dos tienen, según Everitt, su reflejo en el ámbito cultivado, razonable, imparcial. Cuando Jesús hade la ciencia, donde los enunciados fiables que bla del corazón, trata de rechazar una religión de no cabe demostrar se suelen llamar «principios»: observancia meramente externa (en hebreo, corael principio de Maupertuis, el de conservación de zón significa todo lo anterior, no las emociones). la energía, el de Mach, el de indeterminación... SeDe otra parte, amar al prójimo como a uno mismo gún Everitt, todos ¡os «principios» son misteriosos. supone tanto la comprensión del prójimo como la de uno. La física tiende actualmente a la unificación. Su En este punto se alza la objeción. La religión ración divina fue aún más lejos en la duda. Y además, porque a continuación el autor ofrece el recentrada en la razón lleva al aburrimiento, a la arimedio en unos versiculos donde nos urge a hacer dez (como las enseñanzas de los escribas, que el bien sin mirar a quién, a dar generosamente, a comentaban los textos palabra por palabra; como sembrar sin preocuparnos de vientos ni de nubes; también sucede con la critica bíblica moderna). es decir, a adoptar una actitud positiva aun en Pero Jesús de Nazareth adoptó una estrategia incontra de toda esperanza. Uno puede filosofar y telectual mucho más valiente. En una de sus senfilosofar: antes o después ha de tomar una decitencias, reveladora de su perspicacia, comparaba sión, La última elección moral, el último acto de la clase de escriba a la que Él, como maestro, asfe, es cuestión de dirección: o uno se inclina al piraba a educar a un «padre de familia que saca bien o al mal. Sólo cuando se ha llegado a los de su tesoro cosas antiguas y nuevas». Las parálímites del escepticismo se puede plantear la bolas, historias personales muy expresivas, junto cuestión de modo tan tajante. La física nos enfrencon la exposición bien razonada de los textos relita con el misterio de la eficacia incompleta. En el giosos antiguos: una combinación estupenda. ámbito de la religión la ventana tampoco es igualmente luminosa por cualquier sitio que se mire. No es que haya verdades de fe de segunda categoría, pero sí misterios más difíciles de entender que otros. Hay que fijarse en las palabras iniciales Escepticismo y religión La historia mundial ha del Eclesiastés, según las cuales el Predicador saconocido, electivamenbio enseña sopesando cuidadosamente los proUna vez sentado lo anterior. Everitt pasa desverbios. La búsqueda filosófica es desesperanzate, civilizaciones imporpués a sostener que la religión debe incorporar un dora; sólo con una mezcla sensata de te de niño y tantísimas, con logros severo escepticismo, y para justificarlo toma como de escepticismo tenaz podemos los moríales lopauta el libro del Eclesiastés. Escrito probablegrar el inicio de la madurez. insuperables en filosofía, mente 250 años antes de Cristo, es, a diferencia teatro, arquitectura, esde otros libros sagrados, una obra en la que el cultura, metalisteria o autor revela todas sus dudas, todos sus desencantos. Comienza por exponer un retrato de su cerámica, pero ninguna vida, en la que disfrutó de todas las cosas huma| Ciencia y civilización cristiana ha alcanzado ni remotanas deseables, de todos los placeres, para comprobar, después, que todo eso es vaciedad, nada. mente los resultados de Por si esta conclusión se debiera a haberse cenEn su colaboración, que lleva por titulo «Ciencia la nuestra en el ámbito trado en si mismo, continua su relato mirando en y visión cristiana del mundo», comienza Hodgson torno suyo y comprobando con inquietud creciende la ciencia planteándose por qué nuestra comprensión cientíte que en su mundo «moderno» (que es como el fica del mundo natural no se logra hasta hace relanuestro) la insensatez, la crueldad, el egoísmo, la tivamente poco tiempo, durante los últimos siglos, corrupción, la ingratitud, lo invaden todo, y en Europa occidental. La historia mundial ha conocido, efectivamente, civilizaciones importantísiPodria pensarse que el autor del Eclesiastés mas, con logros insuperables en filosofía, teatro, está haciendo denuncia social. Pero no, lo que exarquitectura, escultura, metalisteria o cerámica, presa es una especie de desesperación religiosa» pero ninguna ha alcanzado ni remotamente los reque adquiere toda su intensidad en este lamento: sultados de la nuestra en el ámbito de la ciencia. «Dios lo ha hecho todo bello en su tiempo, y ha puesto en el alma humana la idea de eternidad, La característica singular de la ciencia moderna aunque de tal modo que el hombre no puede desestá en que permite comprender cuantitativamencubrir la obra de Dios desde el principio hasta el te, mediante ecuaciones, una gran cantidad de fefin». Esta afirmación, una de las más terribles de nómenos y su modo de producirse en el curso del la Biblia, se ha interpretado a menudo asi: Dios tiempo. Las ecuaciones de Newton describen el existe, nos ha dado anhelos de eternidad.., y nos movimiento de los sistemas clásicos (los proyectideja solos. les, los planetas); las de Maxwell, todos los fenómenos electromagnéticos, y la de Schródinger, el ¿Hay en esta afirmación un mensaje religioso mundo del átomo y del núcleo. Nada de esto, que positivo? Si, por dos razones. Al exponer sus duinició Newton (16421727) al señalar un camino indas, el autor se identifica con quienes en el futuro, termedio entre el empirismo de Bacon y el racioal sentir la tentación de la desesperación, puedan nalismo de Descartes, se encuentra en ninguna comprobar cómo un hombre asistido por la inspiLa Anunciación. Tabla de Femando Gallego, siglo XV. Parroquia de Arenillas, Zamora Dios nos ha dado la capacidad de comprender ciencia, Europa era cristiana y ef pensamiento sootra civilización, aunque en algunas más antiguas el mundo. Debemos los bre el mundo natural estaba muy influenciado, si se hicieron observaciones agudas sobre el mundo católicos desarrollar esa no determinado, por la teología católica, según la natural y. en la griega en particular, se llegó a un cual el mundo es bueno porque fue creado por pensamiento tan brillante como profundo sobre la capacidad y compartir Oíos, que lo mantiene además en su ser: en ei priconstitución del mundo. sin reservas lo que logramer capitulo del Génesis se lee que después de la Para que naciera la ciencia, hacia falta en primer creación Dios vio todo ¡o que había hecho y le término estar convencidos de que el mundo es mos aprender pareció muy bueno. La materia, más tarde, se enbueno, digno de estudio, y racional; y hacía falta noblece con la Encarnación de Jesucristo: «El Vertambién ciérta esperanza en poder llegar a combo se hizo carne y habitó entre nosotros», según prenderlo. Si el mundo fuera irracional, es decir, si el primer capitulo del evangelio de S. Juan. Adela conclusión a la que se llega hoy aqui no fuera más, el mundo creado es racional: el libro de la verdad mañana o en otro sitio, el conocimiento Sabiduría declara que el Creador lo ordenó todo sistemático seria imposible. Esa racionalidad del en medida, número y peso. Y Dios es libre, de mundo, de otra parte, puede ser necesaria o no. modo que el orden en la creación no es un orden En el primer caso, podríamos conocerlo, como la necesario. matemática, sólo pensando. Pero si la racionalidad del mundo no es necesariamente una, si penEl mundo se abre a la mente humana porque samos que podría ser de otro modo, entonces, Dios nos mandó dominar la tierra y no manda impara averiguar de qué clase de racionalidad se traposibles: «Dad fruto, muitipllcaos, llenad la tierra y ta, para saber cómo es, hemos de observarlo atendominadla. Sed dueños de los peces del mar, los tamente y hacer experimentos. pájaros del cielo y de todo lo que vive en la tierra». En los siglos anteriores al XVII, cuando nace la Dios nos ha dado ta capacidad de comprender el mundo. Debemos los católicos desarrollar esa cates de que se reunieran de modo definitivo los dipacidad y compartir sin reservas lo que logramos ferentes libros de la Biblia. Los católicos reciben aprender. Por añadidura, podemos aplicar el coios libros sagrados fiados en la autoridad de la nocimiento científico a lograr más alimentos y meIglesia, que señala también cómo han de interpredicinas, que nos ayuden a cumplir otro mandato tarse. Al hacerlo asi, la Iglesia tiene muy en cuenta las conclusiones de la historia de la ciencia. Los de Cristo: «Dad de comer al hambriento y de beprotestantes, al no admitir la autoridad de la Igleber al sediento». sia y conservar la Biblia, pueden interpretarla o literalmente o según el propio juicio. Lo primero lleva a un choque frontal con la ciencia y a la confusión del debate creacionista contemporáneo, El secularismo mientras que el juicio propio conduce a la fragmentación en sectas característica del protestantismo. A continuación traza Hodgson el panorama de la contribución de la teología católica y de los científicos creyentes al nacimiento y desarrollo de la ciencia, desde la Edad Media, cuando se acepta la filosofía de Aristóteles, hasta que, varios siglos | Los milagros después, surgen los seculanzadores, que ven la ciencia como alternativa a la religión y en particular al cristianismo: los enciclopedistas de la segunDespués de explicar con detalle que la Biblia se da mitad del siglo XVIII y, durante el XIX y comiennos da para enseñarnos verdades de salvación y zos del XX, Spencer, Huxley y Wells, y sus seguino para que aprendamos ciencia, se detiene en el dores contemporáneos. problema que plantean los milagros, tanto los que relatan los libros sagrados como los que se han Las ideas secu lanzadoras llevan a la opinión seproducido después, hasta nuestros días; todos, gún la cual ciencia y cristianismo son enemigos sucesos completamente inexplicables de modo irreconciliables. Esta opinión ha ganado también natural que encierran o están relacionados con un terreno cuando algún eclesiástico, desde Galileo mensaje espiritual. Asi, la curación del ciego del a nuestros días, ha abordado imprudentemente Evangelio o !a resurrección de Lázaro son inexplilas cuestiones científicas. Todo esto ha podido cables de modo natural y prueban el poder de oscurecer en ocasiones una cuestión probada: la Cristo sobre la naturaleza. Así, todos ios milagros investigación científica es un modo esencialmente la investigación cientiíi de Lourdes. cristiano de estudiar el mundo, que comenzó deca es un modo esencial sarrollándose en el seno de una civilización cristiaAlgunos científicos rechazan, sin más trámites, mente cristiano de estu na precisamente porque presupone un modo de la posibilidad de curaciones milagrosas, procedidiax el mundo, que copensar acerca del mundo natural que sólo cabe miento realmente no muy científico pero que se menzó desarrollándose encontrar, como un conjunto coherente, en la teocomprende, porque es condición, para que la en el «eno de una civililogía católica. ciencia estudie un fenómeno, que sea reproducización cristiana ble. La Iglesia, por su parte, es muy estricta antes Para describir un fenómeno repetido muchas de admitir la posibilidad de tales curaciones; no veces a lo largo de la historia, Hodgson se refiere es suficiente que no quepa explicarlas desde un sucesivamente a los intentos más bien superficiapunto de vista médico, aunque cada caso esté les por relacionar la física de las partículas elebien estudiado y documentado por médicos espementales con las religiones orientales: a los efeccialistas de integridad fuera de toda duda: es pretos negativos que ha tenido sobre la ciencia el maciso que superen cualquier explicación concebirxismoleninismo de la antigua Unión Soviética, y ble. al irracionalismo de cuatro filósofos contemporáneos de la ciencia, Popper, Lakatos, Kuhn y FeyeSi aceptamos que puede haber milagros, hemos rabend. Consiste este fenómeno en que las ideas de intentar comprender cómo relacionar esto con que forman la base de la ciencia son las que connuestro conocimiento científico. Creemos que el ducen a Dios, mientras que las ¡deas contrarias, universo fue creado por Dios de ta nada y que al los ateísmos, acaban destruyendo la ciencia. continuar existiendo depende también de Dios. Él ha dado a las sustancias y a las fuerzas naturales Aborda Hodgson a continuación los problemas sus propiedades, de acuerdo con las cuales se que puede plantear la Biblia a una mentalidad comportan normalmente. En otro caso, se producientífica. Hace ver que la Iglesia existia años ancíria el caos y la vida se haría imposible. Siendo esto asi, Dios puede cambiarlo a su voluntad pues es el Señor de la naturaleza: todo le está sujeto. Si el universo es un sistema completamente determinado y somos parte del universo, parece a primera vista que nuestra libertad no es más que una ilusión, Pero la libertad constituye una experiencia humana innegable. Según Hodgson, la experiencia de esta misteriosa facultad sugiere que no somos una parte del universo como las demás: no somos sólo cosas materiales que interaccionan de modo consistente. Hay en cada uno de nosotros algo diferente, un alma inmortal creada por Dios en el momento de la concepción. Podemos no comprenderlo, pero esto nos permite dar sentido a nuestras vidas, a nuestra experiencia. También aquí reside la razón por la cual la Iglesia CaEl infinito cosmos El Obispo Prelado del Opus Dei, monseñor Alvatólica insiste siempre en el carácter sagrado de la ro del Portillo, se reunía en Ashiya con un numerovida humana. so grupo de japoneses. Después de un breve saludo inicial y de unas palabras introductorias del La ciencia nació cuando la teología católica inPrelado, los asistentes formularon preguntas y culcaba en la mente europea que Dios creó de la mantuvieron con él un diálogo animado. Con las nada, de modo tibre y racional, el mundo natural. palabras iniciales comenzó diciendo, más o meAhora la ciencia es un árbol robusto en un mundo nos: «Soy el Prelado del Opus Dei. Soy, como sasecularizado. Anuncia Hodgson que la ciencia sobéis, católico. Por eso creo en Dios Padre Todobrevivirá al descenso en moralidad y a la lluvia acipoderoso, Creador del cielo y de la tierra...», y Anuncia Hodgion que la da del pesimismo de Copenhague, al materialismo continuó recitando el Credo. marxista, al falsificación ismo de Popper, al misticiencia sobrevivirá ai Entre los asistentes había muchos que no tecismo oriental de Capra, a los paradigmas de Kuhn descenso en moralidad y nían la gracia de la fe, no estaban bautizados. y al anarquismo de Feyerabend. Pero también había cristianos. Una señora, católiAfortunadamente, la mayor parte de los científia la lluvia árida del pesica, explicó que tenía una amiga con la que discucos poseen el instinto de fa realidad objetiva de! miimo de Copenhague, tía a menudo porque se negaba a aceptar las vermundo natura) y no suelen hacer mucho caso de al materialismo marxisdades de la fe. Monseñor Del Portillo le explicó las filosofías en boga. Harian bien, según Hodgentonces que la (e es un don de Dios, y le recoson, si tomaran conciencia de las amenazas morta, al falsifica cionismo mendó que comprendiera a su amiga, que respetales que encierran esas filosofías y también si adde Popper, al miiticismo tara la libertad de su conciencia y que, en vez de mitieran que la ciencia vigorosa e independiente discutir con ella, rezase por su conversión, para ha de basarse, como en el pasado, en la conceporiental de Capra, a los que Dios le concediera la gracia de la fe. ción cristiana del mundo natural. paradigmas de Kuhn y al Hay, y no sólo entre los científicos, muchas peranarquismo de Beyerasonas de buena voluntad que no han recibido la gracia de la fe. Y no faltan, entre estas personas, bend quienes preferirían tener esa gracia. Aunque no I Epílogo Para agnósticos puedan merecerla, sí pueden estar seguros de que nuestro Padre Dios quiere que sus hijos, toEste ensayo, que empezó como recensión de dos los hombres, se salven; de que si procuran un libro, se ha convertido en un resumen de los ser personas honradas y pedir esa fe, acabarán puntos más significativos que contiene la obra. Al fJor lograrla. • acabar la lectura se echa de menos una alusión a algo que vale la pena abordar, aunque sólo sea Isidora Riuines es profesor de Investigación en el Instituto de Ciencia de Malcríales del CS1C. esquemáticamente: la relación entre fe y gracia desde el punto de vista católico. Lo intentaré con Nevill M«tt. Can scientists believe? Some examples of the alun relato de algo sucedido hace cuatro años en titude of scientists w religion, James & James. Londrcs 199!. vi Japón. + 182 pp.. £21.