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Adiós, Hensilki, adiós

Alberto Míguez

Sobre lo que está ocurriendo en la URSS, en Yugoslavia y en otros paísesel ex-bloque socialista que constituye el síntoma emergente de un cambio cualitativo y cuantitativo de imprevisibles consecuencias.

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Referencia

Alberto Míguez, “Adiós, Hensilki, adiós,” accessed April 19, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2123.

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Title

Adiós, Hensilki, adiós

Subject

Panorama

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Sobre lo que está ocurriendo en la URSS, en Yugoslavia y en otros paísesel ex-bloque socialista que constituye el síntoma emergente de un cambio cualitativo y cuantitativo de imprevisibles consecuencias.

Creator

Alberto Míguez

Source

Nueva Revista 014 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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riales y se reivindica (el drama titativo de imprevisibles consekurdo es un ejemplo sintomáticuencias. Para nada sirve ya laco) el derecho de los pueblos a mentar o regocijarse con este esla autodeterminación y se tallido nacionalista donde ucraapuesta incluso por la creación nianos, serbios, letones, osetos Adiós, Helsinki, adiós de nuevas entidades nacionales, del Sur, armenios o georgianos la CSCE desea convertirse en un compiten en denostar la unidad guardafuegos de la seguridad artificial de ciertos Estados «naPor Alberto Miguez europea y en un ejemplo provecionales», la «federación imposichoso para otros continentes. ble» de ciertos intereses o el caHe aquí, sin embargo, que los rácter diferencial de sus respecpropios fundamentos de la Contivas culturas, lenguas o cultos. tenores los «pueblos de la N la reciente conferencia ferencia, reflejados fielmente en Son realidades inesquivables y, URSS» tienen la posibilidad de preparatoria de la Asamel «Acta de Helsinki», empiezan como la poesía, cargadas de fuejercer sin cortapisas el derecho blea Parlamentaria de la a tambalearse. Me refiero, natuturo. El problema estriba en de autodeterminación —doctriCSCE (Conferencia de Seguriralmente, a los principios de incómo constituir un nuevo orden na, por lo demás, conocida, dad y Cooperación en Europa), violabilidad de las fronteras e ininternacional, en Europa o fueaunque nunca aplicada—, pero, celebrada en Madrid, uno de los tegridad territorial de los Estara de Europa, con estos nuevos cuidado, lo que decía el reprerepresentantes norteamericanos dos que constituyen el apartado datos. ¿Habrá acaso que despesentante norteamericano ponía hizo una referencia nada amable tercero y cuarto de las «cuestiodir de la mejor manera posible seriamente en duda el futuro de a la actitud soviética sobre la innes relativas a la seguridad de al famoso «espíritu» de Helsinla CSCE y, más que nada, el dependencia de los países báltiEuropa» consagradas en el ki? Si así fuera, los problemas «espíritu» de Helsinki. cos y terminó deseando que en Acta. que durante los años cincuenta una futura reunión parlamentaEn un momento en que las y sesenta debieron afrontar los ria lituanos, estones y letones Lo que está ocurriendo en la viejas —y todavía vigentes— Estados del Este o del Oeste a estuvieran presentes como «paíURSS, en Yugoslavia y en otros fronteras están a punto de estacausa de la guerra fría resultases soberanos e independienpaíses del exbloque socialista llar en la URSS y en otros paírían insignificantes al lado de lo tes». La respuesta soviética fue constituye el síntoma emergente ses del Este, cuando se pone en que se avecina. instantánea: en el reciente «Tra—apenas la punta del iceberg— duda dramáticamente la existentado de la Unión» y en leyes ande un cambio cualitativo y cuancia de ciertas divisiones territoCrisis nacional Helsinki fue el Yalta de los años setenta. Se pretendió iniciar allí una era de distensión, reforzando la seguridad a cambio de asumir las fronteras y las conquistas impuestas por el Ejército Rojo a mediados de los Lo que está ocurriendo en cuarenta. Breznev aceptó Hella URSS, en Yugoslavia y en sinki porque se le aseguraba una otros países del exbloque legitimidad y un umbral de segusocialista constituye el ridad impensables hasta entonsíntoma emergente — ces. Occidente «tragó» el sapo de las fronteras intocables y del apenas la punta del yugo soviético en el Este porque iceberg— de un cambio era una garantía —tal vez no cualitativo y cuantitativo de muy fiable, como el tiempo se imprevisibles consecuencias encargó de demostrar— de que la «amenaza soviética» podía controlarse. El derrumbe del comunismo, la unificación de Alemania (primera «infracción razonable» al espíritu en cuestión) y el estallido de los nacionalismos en el Este obligaban a reelaborar un nuevo proyecto de cooperación y seguridad. Eso quiso ser la «Carta de París», firmada en noviembre del año Delegación española on la cumbre de pasado por todos los países Helsinki (1675) Recomponer el mapa político miembros de ia CSCE y que se claración Conjunta de los veintiOcio y negocio vinculado al azar de Europa, «volver a 1914», representó como la continuación dós Estados que proclamaba la considerar las fronteras impuesdel Acta de Helsinki o, si se prepaz entre el Este y el Oeste y la tas por la II Guerra Mundial, fiere, como «un Helsinki de los «Carta de París», con participason recetas que se repiten a guinoventa». Pero dos realidades ción de los 34 miembros de la sa de diagnóstico más que de andecisivas tienden a desvirtuar CSCE), puede haberse producitídoto, El caso es que, por muesta esperanza: en primer lugar, do o demasiado pronto o demachos marcos de seguridad y coola citada explosión nacionalista, siado tarde: a destiempo en todo peración que se inventen, lo que que amenaza el statu quo antecaso, porque, tras la caída del vaya a suceder no puede ser prerior. En segundo término — comunismo o su autoextinción, visto ni mucho menos controlapero no en importancia—, la hemos entrado en una etapa de Recomponer el mapa do desde la Europa de los Doce consolidación de la hegemonía incertidumbre más intensa que político de Europa, «volverá O la Alianza de los Dieciséis. norteamericana en solitario. El la anterior, con la diferencia de Esta sensación de impotencia, mundo ya no es bipolar. En el que por muchos «centros de pre1914», reconsiderar las esta incapacidad para influir, futuro puede ser multipolar — visión de conflictos» que se arbifronteras impuestas por la II orientar o incluso ayudar, marcacon una CE poderosa, un Japón tren (una de las instituciones Guerra Mundial, son recetas rá los próximos meses. La nosemergente, etc.—, pero ahora el consagradas por la «Carta»), esque se repiten a guisa de talgia por otras situaciones meúnico polo de poder militar, potos conflictos serán cada vez más diagnóstico más que de nos brillantes pero más tranquilítico y —hasta cierto punto imprevisibles y probablemente lizadoras añade a esta cuestión también— económico es Améritambién más numerosos. antídoto elementos suplementarios de ca del Norte, con la inclusión La situación que atraviesa Euirritación. En estas condiciones nada circunstancial de Canadá ropa en su conjunto se parece hablar de una Europa unida o y, tal vez, pronto, México. bastante a la que sufre la Unión con vocación unitaria «del Soviética y otros países del exAtlántico a los Urales» parece bloque: han abandonado la ecoInestabilidad y crisis una broma de mal gusto, • nomía centralizada, han escogido la economía de mercado, De modo que la cumbre de pero no están ni en una ni en íliwrto Mijfim es doctor en FÍJasoia v París, de donde salieron dos dootra, ni siquiera en el limbo, periodista. Pertenece al Consejo Editocumentos memorables (la Demás bien en el purgatorio. rial de NUEVA REVISTA.