Nueva Revista 014 > Elecciones en Mayo. El regreso de la política

Elecciones en Mayo. El regreso de la política

José Ignacio Wert

Sobre lo que indican las encuestas y lo que avalan los antecedentes electorales más recientes, de una transformación de la ecología del voto local de cierto alcance.

File: Elecciones en Mayo. El regreso de la política.pdf

Referencia

José Ignacio Wert, “Elecciones en Mayo. El regreso de la política,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2113.

Dublin Core

Title

Elecciones en Mayo. El regreso de la política

Subject

Para entender España

Description

Sobre lo que indican las encuestas y lo que avalan los antecedentes electorales más recientes, de una transformación de la ecología del voto local de cierto alcance.

Creator

José Ignacio Wert

Source

Nueva Revista 014 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

una situación de partida algo más débil en los núcleos rurales e intermedios. Es muy posible que, tras las elecciones de mayo, sin que haya un «terremoto» en cuanto a la cuota de votos municipales del PSOE a niElecciones en Mayo: vel de su suma nacional, sí se produzca un cambio en las proporciones en que los afluentes urbanos y rurales aporten caudal a esa corriente. Es posible que las pérdidas urbanas se vean compensadas —o casi— EL REGRESO DE LA POLITICA por las ganancias rurales. Pero aunque para un demócrata ei voto de Villaconejos vale exactamente lo mismo que el emitido en Por José Ignacio Wert Chamberí, la interpretación del resultado en Madrid tiene más trascendencia que la de cien pueblos de tres mil habitantes que sumaran la misma población que la Villa y la Corte. En un análisis particularmente sagaz de José María Maravall acerca de las primeras elecciones locales de 1979, el politólogo socialista llamaba la atención sobre el hecho de que tales elecciones —socialmente «leídas» como un gran triunfo de la izquierda en general y del PSOE en particular— arrojaban en realidad unos resultados globales muy similares a los que un mes antes habían supuesto eí triunfo en las íegisiaL domingo 26 de mayo se promás frágiles, cuando no —como sucedió en tivas de UCD, Tan sólo el plus de «visibiliduce la cuarta renovación tota) Madrid— totalmente quebradizos y reversidad simbólica» de los resultados en las grande) poder municipal y ¡a tercera bles durante su mandato por mayorías alterdes ciudades llevó a la sobreinterpretación del autonómico en las trece conativas de centroderecha. de aquel voto municipal. Cabría —aunque munidades que accedieron al esto ya no lo dice Maravall— conjeturar autogobierno mediante la «vía lenta» del arhasta qué punto la consolidación de posiciotículo 143 de la CE. Aunque tenga todo el La dirección del voto nes de poder local influyó a su vez sobre la aire de un truismo, lo primero, pues, que evolución posterior del curso político que hay que decir es que esas elecciones poseen culminaría en las elecciones del cambio. una importancia política directa suficiente Estamos a las puertas —al menos así lo como para que sea ése e! aspecto bajo el indican las encuestas y lo avalan los anteceque principalmente se examinen, y no, dentes electorales más recientes— de una Las tendencias podrían ahora ser invercomo se está haciendo, el indirecto de unas transformación de la ecología del voto local sas. Es previsible que el PP consiga algunas «primarias» en busca de la pote position de de cierto alcance. Con matices y excepciomayorías —al menos relativas— particularunas elecciones generales que «tocan» en nes, hasta ahora el PSOE ha disfrutado de mente «vistosas». Entre ellas, la más emble1993, aunque —a la vista de los antecedenuna ventaja —en ocasiones hegemónica— mática, sin duda la de Madrid. Más dudoso tes en el ejercicio de la facultad constitucioen los ámbitos urbanos y metropolitanos y resulta aún a estas alturas, si tales mayorías nal de disolver de Felipe González— uno fundan o no situaciones de poder local immás bien las barrunta para finales del 92, portantes o quedan neutralizadas por acuersobre la espuma de sus fastos, salvo que saldos de gobierno entre el PSOE y —sobre gan nefastos... todo— Izquierda Unida que dejen a los poDoce años de democracia local convierpulares con la frustración de sus expectatiten en un episodio casi rutinario el ejercicio vas de gobernar, de renovación consistorial que en los más de ocho mil municipios está por desarrollar¿Hacia el cambio electoral? se. Tal vez sea éste el primer elemento a fijar analíticamente. Las elecciones del mes de mayo van a cerrar un ciclo de democraatamos a las puertas En este sentido, cabría que nos encontrácia local, e! que se abre con la llegada masiramos ante una limitada posibilidad de ree—al menos así lo indican las va al poder metropolitano (Madrid. Barcedición de la geometría postelectoral del encuestas y lo avalan los lona. Valencia, Zaragoza...) de coaliciones 79... en un cuadro político interno y exterantecedentes electorales más socialcomunistas en 1979, que en su mayor no que nada tiene que ver con el de hace recientes— de una parte se transformaron en gobiernos hegedoce años. La madrugada del 3 al 4 de abril mónicos socialistas en 1983, sobre la estela de 1979, la Calle Mayor y la Plaza de la transformación de la ecología de la «marea rosa» del 82, y que cuatro años Villa de Madrid se llenaron de banderas rodel voto local de cierto alcance más tarde, en 1987, devinieron gobiernos 1 La política de la transición, Tatirus, Madrid aún socialistas en su mayoría, pero mucho í980. jas tanto del PSOE como del PCE y de mitodos. El principal, la participación. He mo orden de magnitud, en un aparente relitantes emocionados de uno y otro partido aquí un termómetro sensible de la temperafuerzo de la tendencia a la distribución bique coreaban un eslogan: «PSOE, PCE, tura del cuerpo político, y me temo que los polar imperfecta de los apoyos electorales. unidos a vencer». No es fácil imaginar ahoresultados van a obligar a echar mano de La incógnita a ese respecto —dando por sera una reedición de la escena: ni el corazón otros termómetros. O mucho me equivoco guro un muy serio retroceso del CDS— es ni la razón de unos y otros apuntan en esa o aquello de que «por mayo era por mayo hasta qué punto van caer sobre IU los casdirección. cuando hace la calor» va a ser esgrimido cotes desprendidos no sólo del Muro de como justificante de una concurrencia a las Berlín —cuyo efecto electoral no fue preciurnas que —según las encuestas hasta ahora samente pequeño en Andalucía el año pasaHacia et bipartidismo realizadas— podría situarse entre cinco y do—, sino también del desenlace de la guediez puntos por debajo del 70% que hace rra del Golfo. cuatro años se logró. Mal asunto. T. S. En todo caso, ése es un proceso lleno de En una elección hay aspectos que intereEliot.el poeta que sabía que los meses tiedudas. De lo que poco cabe ya dudar es del san a cada uno de los contendientes —las nen alma, no sóno nos recordó que abril es colapso práctico de la estrategia del CDS. cuotas relativas de apoyo electoral y las pocruel, sino también que mayo es «depravaSuárez tiene un puesto bien ganado en el siciones de poder que aquéllas otorgan— y do». Lo malo, si hay que echar mano de Guinness de la imprevisíbílidad, y no seré otros aspectos «sistémicos» que interesan a esa depravación, es que la hemos ritualizayo el insensato que pronostique su desaparido en la última reforma electoral para los ción de la escena política. Suárez siempre restos, ya que a partir de ahora todas las vuelve. Pero todos los indicios apuntan a elecciones municipales se celebrarán el últique el 26 de mayo va a ser para sus huestes mo domingo de! mes de las flores. un verdadero viacrucis del que van a salir más que debilitados en las posiciones de poEn todo caso, viene bien ahora un poco der local y regional que habían conquistado de política. Si tienen razón quienes dan la en el 87. Con lo que, de rebote, el PSOE se vuelta al manoseado apotegma de Von L a madrugada del 3 al 4 queda sin un paríner cómodo con el que Clausewitz para decir que en realidad la poabrochar mayorías desfallecientes y pierde de abril de 1979, la Calle Mayor lítica es la continuación de la guerra por un significativo margen de maniobra. otros medios, ojalá que la política que se y la Plaza de la Villa de Madrid nos echa encima —con la necesidad de Parece probable que aumente la concense llenaron de banderas rojas acuerdos, transacciones, compromisos y tración del voto en las dos primeras opciotanto del PSOE como del PCE componendas— nos sirva al menos para sanes en relación con lo que sucedió en 1987. y de militantes emocionados lir de la crispación y el agobio en que la Entonces, a nivel del total nacional, PSOE de uno y otro partido que guerra nos había metido. Tal sería el moy PP (AP todavía) lograron congregar a seis desto triunfo de su deseable regreso... • de cada diez votantes. En el 83, siete de coreaban un eslogan: «PSOE, cada diez votantes se habían inclinado por PCE, unidos a vencer» el PSOE o Coalición Popular. Ouizá volvaJOSÉ Ignacio WERT es sociólogo. Director general de Demoscopia, mos ahora a una concentración de ese mis