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España ante la Guerra del Golfo

Antonio Fontán

De cómo en la Guerra del Golfo, el Gobierno español cumplió sus compromisos prestando a las fuerzas norteamericanas la asistencia prevista en los acuerdos entre los dos Estados.

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Referencia

Antonio Fontán, “España ante la Guerra del Golfo,” accessed April 27, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2079.

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Title

España ante la Guerra del Golfo

Subject

Los Grandes Cambios

Description

De cómo en la Guerra del Golfo, el Gobierno español cumplió sus compromisos prestando a las fuerzas norteamericanas la asistencia prevista en los acuerdos entre los dos Estados.

Creator

Antonio Fontán

Source

Nueva Revista 013 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

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Language

es

Type

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A lo largo de todo su reinado, y en particular durante la guerra del 14, Alfonso XIII fue una de las más representativas y populares figuras europeas. La neutralidad española en la Gran Guerra fue presencia expectante de una contienda que no era nuestra sino de los europeos del norte. Fue acompañada, además, de una activísima tarea humanitaria que agradecieron los beligerantes. ESPAÑA El mito del aislamiento de España Por eso es una grosera simplificación hisANTE LA GUERRA tórica —y una presunción injustificada— desdeñar nuestro siglo XIX y casi lo que va de éste, como ya se ha proclamado desde algunas tribunas oficiales. Se ha llegado a DEL GOLFO decir que con el envío de unos pequeños navios en función de guardacostas y facilitando que los americanos utilizaran sus baPor Antonio Fontán ses, que son más suyas que nuestras —o en todo caso de ambos—, para las operaciones militares de liberación de Kuwait, se ha recuperado el ritmo de la historia de España, Pero desde el 1500, por la acción conjunN la guerra de! Golfo el Gobiery que hemos vuelto a existir en el mundo, ta de las monarquías hispanas, el Atlántico no español cumplió sus comprosaliendo por fin del aislamiento o del ensise fue llenando de barcos y de vida hasta misos prestando a las fuerzas mismamiento español. convertirse en el «mediterráneo» de la Edad norteamericanas la asistencia Moderna. El extremo pasó a ser centro. La prevista en los acuerdos entre El gobierno, repito, ha cumplido sus Evieja piel de toro, que había dicho el filósolos dos Estados. La letra y el sentido de los compromisos —con el explícito apoyo de fo griego Poseidonio, una especie de Teófipactos, el mandato de Naciones Unidas y los partidos de la oposición, salvo los comulo Gautier del año 100 antes de Cristo, renuestra vinculación a la OTAN imponían nistas— y con más que amplia aceptación sultó ser el ombligo del mundo. que España adoptara esa actitud. Pero, adede la opinión pública, como han mostrado más, esta asistencia nuestra, tan exagerada las encuestas, ha cumplido unas obligacioEl istmo pirenaico, un pasado compartido después en medios gubernamentales, servía nes que había asumido con el respaldo de y una cultura común asociaban nuestro desde una manera clara a los intereses políticos tino y nuestra vocación nacional con los eula ciudadanía y del Parlamento. ropeos del norte. El océano y las Indias nos de la nación. unían estrechamente con el Nuevo ContiNuestro país está situado por la geografía nente. Y «nuestro mar» seguía siendo el cay por la historia en una encrucijada verdaLos errores políticos del Gobierno mino de Italia y del Oriente. deramente estratégica por los cuatro puntos cardinales. Hasta fin del XVIII España fue una gran Pero hay que añadir que, salvo excepciopotencia con intereses políticos globales y nes, su política no ha estado a la altura de! una palabra que decir en todas las tribunas. De imperio a potencia menor momento. El presidente Bush ha mostrado Después, la emancipación americana acabó su agradecimiento porque habían sido atencon el imperio y ta guerra contra Napoleón didas todas sus demandas. Pero al Gobierno destrozó el país, y mientras otras naciones Hasta el siglo XVI habíamos sido una esle han faltado reflejos políticos y capacidad creaban industria, nosotros apenas lográbapecie de territorio marginal, un apéndice de dirección. El «apoyo logístico» ha estado mos reponer fuerzas. del continente europeo que cerraba el Mare técnicamente bien organizado, pero polítiNostnim, haciéndolo «interior» o meditePero con la voz débil de una potencia mecamente mal montado y peor explicado torráneo. Eramos el último extremo —¿última nor, España continuó presente en los foros davía. Al Gobierno español le ha faltado lo Thule?— del mundo desarrollado entre los europeos y de todo el mundo. A fines del que ios anglosajones llaman «leadership», misterios del océano a un lado y la térra inXIX todavía Filipinas, Puerto Rico y Cuba, lo cual casi siempre consiste en convencer... cógnita del África al otro. las Carolinas y otras islas del Pacífico eran Un presidente de los Estados Unidos, cuande España. Desde el Congreso de Viena Por el occidente de la Península se abría do le preguntaron cómo definiría el arte del (1815) hasta la conferencia de Algeciras el Atlántico, enorme y tenebroso, un mar gobierno, respondió: «Gobernar es persua(1912), nuestro país hablaba con la fuerza sin naves, por donde no pasaba nadie. Al dir». que en cada momento tenía. Los políticos sur se extendía la breve costa africana y tras españoles gozaban de prestigio en los foros ella unas montañas, y las interminables areEl denodado esfuerzo del ministro de europeos: desde Martínez de la Rosa hasta nas de un continente mudo en el que no paAsuntos Exteriores, su buen trabajo y sus Cánovas, Castelar y Sagasta. saba nada. atinadas manifestaciones eran una voz aislada. Pero nuestra colaboración, de la que pió de la seguridad jurídica internacional, probablemente hay que decir que ha sido la sin la cual es imposible que haya paz y se que debía ser, se ha administrado de una pueda establecer el reinado de la justicia: manera vergonzante, con la vista en una no sólo por el mandato de tas Naciones presunta izquierda, más vocinglera que nuUnidas, que no era fruto de una mayoría merosa, ante la que los socialistas actuaban coyuntural sino de unas convicciones comcomo con mala conciencia, por servir una partidas por Estados y Gobiernos. No se e cumplieron los política contraría a sus prejuicios. trataba de una acción bélica para derrotar a acuerdos con los Estados Y junto a ello no dejan de tener impornadie, ni para combatir al Islam, sino para tancia algunos gestos de dudoso gusto como restablecer la vigencia del derecho, que haUnidos y el mandato de la el espectáculo fokíórico en el mar Rojo sobía sido conculcado por una agresión brutal ONU, pero entre sus viejos bre la cubierta de un navio de guerra, que en sus fines y en sus medios. prejuicios ideológicos y el sin complacer a los destinatarios sonrojó a El derecho positivo vigente y aceptado en miedo a los ruidos, los mucha gente. Es cierto que Bob Hope acuun lugar y momento concreto de ta historia gobernantes articularon mal dió algunos años al Vietnam, pero de otra tal vez no coincida siempre estrictamente manera y por obra de la iniciativa privada. con la justicia. Pero es civilización, protege una buena política La intervención militar en el Golfo estaba a pueblos y personas y es el valladar que legitimada —y venía exigida— por el prirteicierra el Daso a la Dura fuerza hruta. •