Palomas sin palomar

Palomas sin palomar

Teatro

Reseña de la obra de teatro "Palomas intrépidas" por Miguel, en el teatro Figaro de Madrid.

Luis Núñez Ladevéze

Nueva Revista 011 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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haber recurrido a las páginas amarillas, o tal vez a los anuncios por palabras, pero a Sierra se le ocurre, para complicar algo o sé si la razón por la más la trama, que en sí misma que «el oficio más viejo Ndel mundo» ha sido por lo cono deja de ser esquemática, otro mún un coto reservado a la conprocedimiento de búsqueda del dición femenina, tiene un origen puto (que así se le llama en la biológico o se debe a motivos obra). sólo sociológicos, psicológicos o, Con estos mimbres, el cesto en fin, meramente culturales. reúne a tres personajes: las dos Lo curioso es que Miguel Sierra, palomas, más voraces que torcaautor de Palomas intrépidas, no ces, y el puto, que no lo es por juzga que ha sido la manifestaprofesión sino por aprovechar la ción de un privilegio, uno de los ocasión. La combinación de eshistóricamente raros privilegios tos elementos podría haber insfemeninos, sino que es la manipirado una fábula moral, una sáfestación de una desigualdad tira de costumbres, una comedia porque si los hombres no ejerde enredo, un vodevil moralizacieron el oficio, las mujeres tamdor. Pero a) autor le falta nervio poco pudieron disfrutar de sus e imaginación para construir un servicios. En el mundo moderno ovillo con el hilo y apenas se liya no ha lugar para esa distinmita a tirar del hilo para ver lo ción, de aquí que el autor Sierra que sale o medir dónde llega. imagine una situación en la que Sale poco y llega menos. Apedos «palomas intrépidas» se hanas algún juego de palabras, alllen en tan asfixiante y desespegún equívoco que rápidamente rada necesidad que urdan una se aclara, un diálogo que tiene estratagema para procurarse un cierta soltura pero al que falta varón que remedie su irreprimidensidad, algunas frases acertable ansiedad fisiológica. das y otras que se limitan a proNo son Paloma y Rosa, protalongar la situación, ya que no la gonistas de este juego cómico, acción. sin nervio suficiente para que Dos actrices excelentes, Lola pueda calificársele de «vodevíl» Herrera y Marta Puig, capaces o de «enredo», dos mujeres de por sí solas de resucitar a un su casa, sino dos profesionales muerto, consiguen que este meliberadas, que ejercen su trabadio vivo no sólo ande, sino que, jo y viven independientes de además, funcione. El espectador todo vínculo afectivo y hogarereflexivo no puede impedir la inPALOMAS ño. Solteronas más por motivos terna desazón que le causa el técnicos que afectivos, entradas derroche de facultades de estas en años aunque todavía no en dos espléndidas actrices ai serviSIN PALOMAR carnes, viven con egoísmo y en cio de tan rudimentario papel y soledad su autonomía. Pero la tan menguada intriga. La direcvida pasa su factura. La ausenPor Luis Núñez Ladevéze ción de Angel García Moreno es cia de varón se deja notar más lo suficientemente hábil, dentro en el plano sexual que en el de las escasas complicaciones, afectivo. La convivencia de amAutor: Miguel Sierra. como para sacar partido a las bas amigas en el domicilio de cualidades de ambas actrices. Obra: «Palomas intrépidas». una de ellas compensa de la seGracias a ello, y a una acertada gunda carencia, pero sólo conTeatro: Fígaro, de Madrid. colaboración de Miguel Ortiz, el tribuye a alimentar la primera. puto Bernardo —que no lo es Dirección: Ángel García MorePues continuamente aburridas tanto—, Ja obra se mantiene en no. una de la otra, parece que no pie. No tanto como para que al tienen otro tema de conversaReparto: Lola Herrera, Marta final el espectador suspire cuanción ni otra cosa en qué pensar. Puig, Miguel Ortiz. do cae el telón por lo que pudo Como a grandes males granPrecio: 1.800 pesetas. ser pero no fue, • des remedios, Paloma y Rosa, y más Paloma que Rosa, aunque aparentemente el ardor apriete Luis únei Ladtvi« es catedrático de más a Rosa que a Paloma, decila Universidad Complutense. den cortar por lo sano. Pudieron