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Charla sobre medio ambiente en la mesa de la cocina

Ketil Bjornstad

Entrevista con Gro Harlem Brundtland y Frans Widerberg, ambos son de Noruega y comparten su ideología de respeto por el medio ambiente.

File: Charla sobre medio ambiente en la mesa de la cocina.pdf

Referencia

Ketil Bjornstad, “Charla sobre medio ambiente en la mesa de la cocina,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2001.

Dublin Core

Title

Charla sobre medio ambiente en la mesa de la cocina

Subject

Naturaleza y Medio ambiente

Description

Entrevista con Gro Harlem Brundtland y Frans Widerberg, ambos son de Noruega y comparten su ideología de respeto por el medio ambiente.

Creator

Ketil Bjornstad

Source

Nueva Revista 008 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

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Language

es

Type

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Conversación con Gro Harlem Brundtland y Frans Widerberg Gro Harlem Brundtland (1939) presidió el gobierno noruego durante el año 1981 y después desde 1986 a 1989. Presidió también la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que publicó en 1987 el conocido informe «Nuestro Futuro Común». Actualmente preside el Comité Permanente de Asuntos Extranjeros del Parlamento noruego. Frans Widerberg (1934) es un conocido pintor y artista gráfico noruego, considerado como un innovador. En 1991 y 1992 se llevará a cabo una exposición itinerante de sus cuadros en varias capitales europeas. CHARLA SOBRE MEDIO AMBIENTE EN LA MESA DE LA COCINA Por Ketil Bjornstad Gro Harlem Brundtland mi«su» ángulo de aproximación: ra alrededor con curiosidad, «Verá», dice con su más irreT con esos ojos azul claro que pasistible sonrisa: «en esta convera casa de Frans Wirecen una prolongación de la sación yo haré lo contrario de derberg está, según paleta de Widerberg. Se puelo que Sting y otros eminentes sus palabras, «en el de percibir entre ellos un muecologistas hacen. Hablaré de sitio más alto y más limpio del tuo respeto y un sentimiento de nuestras actitudes en el sentido centro de Oslo». Desde allí se curiosidad por ver a dónde más profundo y. a partir de ahí, pueden contemplar los árboles puede conducir esta discusión. asumiré el papel de hombre del Parque Stens y al fondo malo. Por supuesto, usted es la Algunas estrellas del rock, una fila de casas que contrasenterada, la mundialmente cécomo Sííng, han mostrado tan con las estatuas de su jarlebre presidenta de la Comisión cuánto pueden alborotar los ardín Un viejo automóvil está Mundial. No debo ser para ustistas cuando defienden temas aparcado en medio de! césped, ted el pintor visionario, sino de medio ambiente. A primera como si formara parte del conmás bien el hombre de la calle vista, da la impresión de que junto escultórico. Inmediataque por todas paríes contamiWiderberg no se inclina a demente. se advierte que la ausna, fuma y conduce un coche El automóvil es un dinosempeñar el papel de «artista tera atmósfera de la clase mecon la vaga idea de que algún famoso que ya ha sacado sus saurio que hay que elimidiaalta del barrio de Pilestreted día se abolirá el automóvil». conclusiones». En lugar de hade Oslo no ha disminuido la innar. blar, escucha atentamente a Brundtland rehuye la etiqueconfundible fuerza creadora de Gro Harlem Brundtland, que ta de buena chica con la misWiderberg, que te golpea aún acaba de regresar del Brasil y ma vivacidad que escapa un con más ímpetu una vez trasse muestra muy satisfecha por salmón de una piscifactoría. pasas ta puerta principal. Allí la preocupación sobre el medio «Fui entrevistada recientemenlos colores ocupan todo el esambiente que ha encontrado te por un periódico de Oslo. Se pacio. Widerberg está dando en Latinoamérica. «Bien», dime preguntó cómo me dirigía los toques finales a una nueva ce Widerberg, «bienvenida a mi al trabajo y contesté: [En coche! e importante exposición en Oscasa, ¿Le importa si fumo?». Tenemos que admitir esas colo. En todas las habitaciones sas. Pero ése no es el caso.» hay pinturas amontonadas, exGro Harlem Brundtland dicepto en la cocina, de color ce que no le molesta. Se fija en «No, usted trabaja por una amarillo claro, donde tendrá luuna pintura de color verdeseíorganización mundial. Usted gar la primera reunión entre el va que hay en el salón mientras tiene conocimientos y es perseartista y la estadista. Widerberg intenía encontrar verante. Usted dirige el mundo. Gro Harlem Brundtland y que a las naciones porque, al lo asimilamos todo. No haceFrans Widerberg. final, será la gente la que sufra. mos lo que hacía el granjero Pero, ¿cuánto hemos despabiantiguamente: pensar en las lado y cuánto hemos aprendipróximas generaciones. Nosodo?». tros. el llamado hombre culto, tenemos más que suficiente «Exactamente», dice Widercon enfrentarnos a nuestros berg. «Y porque ninguno de propios problemas». nosotros quiere hacer de hombre malo, tendré que hacerlo Brundtland: «Como hemos yo. Porque, sin pensar en Jas elegido una sociedad colectiva estructuras, el verdadero culpay una responsabilidad colectible es el individuo. Y ¿por qué? va. es fácil eludir nuestras proPorque sólo vivimos una vez y pias obligaciones. Esta es una entrales nucleares: queremos vivir la vida de la de las trampas de la democraninguna precaución puede mejor manera posible; por eso, cia, cargar a otro el muerto. Es hacemos todo lo que podemos nuestra disposición a aceptar la eliminar por entero el riespor satisfacer nuestras necesiresponsabilidad de estos progo del error humano. dades. Llegará un día en que blemas la que entonces se converemos a los obreros de una vierte en factor decisivo. El industria apoyar medidas de granjero a que ha hecho menprotección del medio ambiención tenía su propio mundo. El te que amenacen sus puestos aire no estaba contaminado y de trabajo. Son gente como yo, el agua estaba limpia. Hoy las que piensa: Amigo, ¿cuántos cosas son diferentes». submarinos nucleares hay allí, Widerberg; «Al igual que una en el fondo del océano? y ¿qué especie, ios humanos tienen su pasa con las lluvias en los bospropia individualidad cósmica. ques? Pero no hacemos nada. Sin embargo, con nuestra soEscuchamos a los expertos, y ciedad tecnológica egocéntrica son ellos lo que nos dijeron una y consumista hemos creado un vez que las centrales nucleares vacío colectivo. Esperemos que eran seguras. Pero ahora sabeen este vacío exista una nueva mos que no lo son...» individualidad altruista y, al mismo tiempo, el diálogo. Sin Brundtland se muestra ahoembargo, esto es sólo un suera mucho más interesada. «El ño. Todavía tenemos conflictos falso sentido de la seguridad se mutuos». basaba en la fatal creencia errónea de que la tecnología existe Brundtland: «Esto me repor sí misma, independiente de cuerda el racionamiento de la la gente. El escándalo Harrisgasolina en 1973, Hubo una burg demostró que Ja relación prohibición de conducir los fientre la tecnología y las persones de semana que duró un nas no ha sido suficientemente mes y medio», estimada. Ninguna protección Widerberg: «Yo estaba en puede eliminar completamenItalia, desgraciadamente. No te el riesgo de un fallo humame fue posible volver aquí». Pero yo soy un tipo que no minuestra mala conciencia colecno.» ra más allá de la siguiente getiva. Pero, en lo que se refiere Brundtland: «Entonces, realneración. que está contra los al medio ambiente no es una mente se perdió usted algo. Bjomstad: «Usted pone en productos no perjudiciales porcuestión de todo o nada. Sin Nosotros, quienes vivíamos en evidencia una paradoja estreque son caros. Hasta como embargo, simplemente reconoOslo, compartimos una expemecedora. Si elimináramos a la hamburguesas.» cer nuestras propias faltas es riencia totalmente nueva. Era gente, entonces no pasaría naimportarte, porque entonces invierno. La nieve estaba blanda. Esto me recuerda al filósoEl entrevistador prueba su se puede ser receptivo ante las ca. Todo se encontraba tranfo noruego Peter Wessel Zapfsuerte: «¿Pero influye usted en soluciones propuestas. En Braquilo. Las calles y el paisaje fe, que califica a la gente como la gente mediante sus pinturas?» sil ya no existe una resistencia eran algo completamente nuela calamidad del Universo». Widerberg se evade con un unánime hacia los temas del vo para nosotros. Usábamos Widerberg: «Esto tiene mugesto de su mano manchada medio ambiente Es importanlos esquís para desplazarnos, y chas dimensiones. En cualquier de nicotina: «No hablemos de te que este reconocimiento salen un día podíamos esquiar caso, no hay duda de que la eso. La cuestión es: ¿Qué haga de dentro. Han fallado los hasta 40 kilómetros. Sin emhumanidad se está envenenancemos con la gente como yo, intentos de controlar tales probargo, no es sólo una cuestión do a sí misma. Recibimos todo con los que comparten mi actiblemas desde el exterior. Esto de estilo de vida. No debemos tipo de información al respectud?». se aplica lo mismo a la gente olvidar el aspecto tiempo —el to, pero el problema es que no Brundtland: «Usted habla de muchos científicos se manifespasando y se rebela Es el hecho de que el tiempo se está tarían en desacuerdo conmigo ejemplo de cómo un cambio acabando, que es cuando un asegurando que éste es solatecnológico conduce a una maconflicto de información se hamente un ejemplo de fluctuayor democracia». ce más aparente. Los investigación meteorológica. Pero todadores dicen cosas distintas. ReWiderberg: «O sea, que usvía no lo sabemos. Nadie se cientemente. George Bush ted cree, en otras palabras, que atreve a decir algo definitivo. apareció en la CNN en un prola rebeldía, incluso en los lugaPodría ser el primer signo de un grama sobre el debate de Washres donde se preocupan del cambio climático gradual, pero ington a propósito del cambio medio ambiente, ¿puede venir real», climático. Bush hizo mucho hindesde abajo?». capié en las discrepancias e inWiderberg: «Pero, ¡en 1986 Brundtland: «Sf, realmente, certidumbres de los expertos y tuvimos mucha nieve!». lo creo. Pero la rebelión desde las utilizó como argumentos a abajo proporcionará el soporte Bjornstad: «¿Todavía se essu favor: retrasar la actuación. para una superestructura glotá preocupando por no preocuPero espero que esto cambie bal. Y así es como hicimos parse?» cuando se reúna la Conferengrandes progresos en el trataWiderberg; «Sí, Ese es mi cia de Bergen. En resumen, do sobre la capa de ozono, punto de vista. Pero yo la esque deberíamos concentrarnos donde se acordó dejar decidir cucho, Gro. Usted habla sobre en prevenir y no correr demaa la mayoría. En el pasado, la el alcance, sobre los efectos, siados riesgos.» norma que prevalecía en la sobre el sentimiento de una rescooperación internacional era ponsabilidad común. Y yo sigo Widerberg: «¿Qué quiere deque el país que quería el mínicon mi individualidad, buscancir con esto?». mo podía evitar que se hiciese do a tientas un entendimiento Brundtland: «Que no deberíael máximo. Esto ya no es así» más profundo, intentando enmos seguir descartando medidas contrar un telón cósmico para ambientales con la esperanza Widerberg mira un momenla realidad. No abandono esta de que nuevos descubrimientos to su automóvil en el jardín. dialéctica. Usted pone las cosas científicos demuestren que no «Así. pues, ¿se concibe que dentro del contexto. Yo no son necesarias. Porque, en lo desaparezca el automóvil meI factor decisivo es quiero estar fuera. ¡Quieto unirreferente a! clima, poi ejemplo, diante una decisión global?*, nuestra voluntad de acepme a usted!», son muy escasas las oportunidadice. «Es un dinosaurio que tietar la responsabilidad por des para un futuro más brillanY mientras Widerberg hace ne que ser eliminado. ¿Cuánte. Sin embargo, llegar a tales esta repentina afirmación, Gro do desaparecerá?». los problemas ambientaconclusiones significa un largo Harlem Brundtland se levanta Brundtland sigue los ojos de les. proceso. En Noruega se confirde la mesa de la cocina, se va Widerberg, pero echa una larmó la lluvia ácida en los coal jardín y se pasea por delante ga mirada al estudio a través de mienzos de los años 1970. Con de! viejo automóvil y después los cristales de la puerta. Vistodo, las pruebas fueron impor delante de las esculturas lumbra. tal vez. el colorido que pugnadas hasta la visita de antes de abrir la puerta del eshay allí dentro, mientras conThatcher en 1986. Todos los tudio, donde se tomarán fotos, testa: «Espero que cuando esgrandes intereses económicos donde se almacena pintura tras to suceda se hayan encontrado lucharon con uñas y dientes pintura, llorando virtualmente fórmulas para seguir moviéncontra el reconocimiento de espor una interpretación en nomdose, aunque tengamos que te problema ambiental Las nobre de la protección del medio viajar en pequeños giupos», ticias de que algún pobre salambiente: el desnudo, a solas Widerberg: «Yo. por una món había muerto en un lago nacional para tomar decisiones con el sol. dos amantes en una vez. espero con ansiedad el día en tales materias? Se están de Telemark se calificaron de ricaída libre a través del espacio, en que viajar llegue a ser ¡telefragmentando las grandes unidiculas. Pero, entonces, copático! Y al decir esto, vuelvo un caballo, un inconfundible jidades políticas y aparecen namenzaron a suceder otras coa tomar el papel de hombre nete de Widerberg, un cielo esciones más pequeñas. ¿Necesas; se empezaron a morir los malo Pasividad. ¿Qué hacetrellado, colores complementasitamos todavía una estructura mos? Estamos de acuerdo en bosques de Europa Central y, rios en una fiera dialéctica. global? ¿Qué opinan de esto las que el automóvil es una abomide pronto, me di cuenta de que «Pero, mire», dice Gro Hargrandes corporaciones indusnación, pero yo mismo tengo teníamos un argumento econóiem Brundtland muy excitada, triales?». dos coches. Y vea este suave mico que, probablemente, se«aquí está todo lo que hemos invierno, por ejemplo. ¿No es Brundtland: «Las corporaria más persuasivo: el hecho de estado tratando de discutir: maravilloso el clima noruego ciones multinacionales desarroque la lluvia ácida también cauhombre, espacio, el individuo actual?». llan políticas de medio ambiense daños en los —edificios in¡y la interconexión de las cote que difieren de un sitio a Brundtland: «No lo creo así. dustriales—, además de en los sas...!*. • otro. El público, sin embargo, Después de todo, me encanta tesoros culturales, como la puede acceder cada vez más esquiar. Pero, seriamente, tenAcrópolis». fácilmente a ¡a información, no go un presentimiento sobre esWiderberg: «¿Deberíamos, digamos a través de la televite suave invierno, aunque sé entonces, considerar el estableKetil Bjornstad es periodista, composión, La gente sabe lo que está que en una discusión objetiva sitora y escritora. cimiento de una agencia supra