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La importancia

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“La importancia,” accessed March 29, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1973.

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La importancia

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Nueva Revista 127 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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LA IMPORTANCIA DE ESTARPERDIDOAmaya MuruzábalSCRIPT EDITOREL ESTRENO DE LA ÚLTIMA TEMPORADA DE PERDIDOSPERMITE CONSIDERAR ESTA SERIE COMO UNO DE LOS MÁS IMPORTANTES FENÓMENOS DE LA ACTUAL CULTURA POPULAR. SUSAPORTACIONES A LA DISTRIBUCIÓN Y EXHIBICIÓN SON TANINNEGABLES COMO LAS NARRATIVAS.El 2 de febrero de 2010 se estrenó con excelentes datosABC). Las aula sexta y última temporada de Perdidos(Lost, diencias indican la fuerza del fenómeno: un estreno mundial —a España llegó una semana después— celebrado enmiles de watch partiesalrededor del globo. Obtuvo las mejores audiencias de estreno de su historia en Estados Unidos, además de un número de descargas imposible de contabilizar. Perdidosse ha convertido así en un fenómeno sinprecedentes. Perdidos ha marcado un antes y un despuésen el consumo serial.Esta importancia comercial eclipsa las aportaciones dePerdidosen la narrativa. La centralidad del dilema, el dibujo de personajes y, sobre todo, el uso del tiempo narrativo ynueva revista· 127188la «actualización» de mitos hacen que su narrativa sea rompedora. Estos aspectos explican en gran parte su éxito comercial.La galería de personajes que han pasado y continúan enla isla es amplia. Muchos de ellos, como Jack, John, Sawyer y Kate son carismáticos, pero ninguno tanto como lapropia isla. Ésta es un espacio de paradojas: supone, almismo tiempo, la salvación de los «náufragos» y tambiénsu perdición, pues pronto descubren que no pueden salirde ella. Su principal conflicto, es por tanto, el suelo quepisan: librarse de él, escapar a sus hogares.Algunos entienden que intentar huir es como intentarlibrarse del propio destino. La isla «elige». De hecho, enla quinta temporada, Jacob, un «hombre» con cualidadessobrenaturales que habita la isla desde tiempo inmemorial,es quien ha «llamado» a cada uno de los personajes. Seano no conscientes de eso, el cruce de Jacob en sus vidas haresultado fundamental para que terminen en la isla.La isla es también la llamada a la aventura. Al contrariode la narrativa clásica de «salida en pos de una misión»,como El señor de los anillos, los personajes no son conscientes de que han sido llamados a la aventura. Están en una situación de absoluto desvalimiento existencial. Por eso, la exploración en la serie no comienza por la isla, sino por elpasado de los personajes. Y es desde ese conocimiento propio como se inicia la conquista del terreno y el enfrentamiento a un peligro inesperado: los Otros. La primera temporada indaga en el pasado para explicar el presente.La entrada de los Otros rompe esta subjetividad. Depronto, los peligros de la isla dejan de ser los del terreno ynueva revista· 127189amaya muruzábalel principal obstáculo al que se enfrentan los personajes esla presencia de un enemigo humano al que pronto llamarán «los Otros». De eso tratan las siguientes temporadas.Luego aprenderán algo tan sencillo como inesperado: paralos Otros, los perdidosson «los Otros».El descubrimiento y la empatía con los Otros garantizaun grado de conocimiento sobre quién soy: la empírica.Sin embargo, cuando en la quinta temporada Jack decidevolver (tras haber logrado salir de la isla), busca en unaiglesia la respuesta a cómo volver. Al entrar pasa delantedel cuadro de Caravaggio en que Santo Tomás mete losdedos en las llagas de Jesús. Pisar la tierra de la isla o podertocar las llagas de Cristo es una de las posibilidades detocar la verdad para un incrédulo que quiere creer.En cierto modo, la aventura espacial que proponía la islaen un principio revierte de nuevo sobre los personajes y seconvierte en una aventura existencial que pone en diálogo eldestino —lo que necesariamente ha de darse— con la libertad personal —lo verosímil, lo que puede suceder—.En el arranque de la sexta temporada descubrimos quedos realidades igualmente verdaderas —los personajes actúan en dos planos de tiempo— pueden darse simultánea mente. Es como un triunfo de la relatividad einsteniana, elrelativismo con aparente base física. En la isla, se ha desatado una guerra entre las fuerzas antiguas y misteriosasque la habitaban: la del Bien —representado en Jacob— yla del Mal —representado en un monstruo de humo capazde encarnarse en los muertos, John Locke—. Pronto descubrimos que la definición del Bien y del Mal vuelve acambiar —como sucedió antes con la percepción de losnueva revista· 127190la importancia de estar perdidoOtros—, y lo que se pone en primer plano es la recuperación de los mitos para intentar explicar lo inexplicable.A este respecto hay que hacer una reflexión. Movidapor la lógica de la aventura y de lo comercial, la serie ha tomado a veces derroteros extraños que los guionistas handebido «solucionar». Sin embargo, lo que se ha mantenido siempre en Perdidosha sido la presencia de lo trascendente. Charlie, el señor Echo, Desmond y Locke son personajes con una gran carga trascendente. Por eso mismo sesubraya más en ellos la noción de pecado, equivocación ycamino.Pese a sus devaneos con las drogas, Charlie hace referencias constantes a su crianza católica, y muere haciendo la señal de la cruz. El señor Echo, un cruel asesino africano, adopta en la isla la identidad de su hermano muerto,que era sacerdote. Y, al hacerlo, él mismo se ve investidode cierta fuerza mística. En el pasado, Desmond trata sinéxito de encontrarse entre monjes escoceses, y sólo cuando lo expulsan del monasterio encuentra su verdadero destino: el amor de Penélope. Locke, por su parte, vive diferentes historias bíblicas: primero es el paralítico que selevanta y vuelve a andar; después, el elegido por la isla, elque saldrá de su grupo y se convertirá en líder de los Otros;y por último, el Mesías que va en busca de sus amigos y,cuando fracasa en su intento de salvarlos, decide descender a los infiernos por amor...No obstante, la interpretación de la trascendencia no esúnicamente católica, por mucho que ésta alimente muchos esquemas narrativos en la serie. Además de la religióncatólica, la presencia del judaísmo es destacada —Aarón,nueva revista· 127191amaya muruzábalJacob, el modo en que se organizan los Otros, similar al deun kibutz—, y también otras filosofías —John se apellidaLocke; Desmond, Hume; la francesa salvaje, Rousseau—y protorreligiones: en esta temporada, descubrimos a Jacobbajo una estatua egipcia, entramos en «el Templo» y hallamos imágenes similares a las del reinado de Akenaton...No hay que buscar en Perdidosun sistema trabado decreencias. Al fin y al cabo, a lo que asistimos es a una aventura de carácter existencial pensada para el gran público.Pero esto tampoco nos puede hacer olvidar la importanciaque tiene la búsqueda de sentido la serie. De hecho, lospersonajes terminan luchando contra ellos mismos parahallarlo. Recién arrancada la sexta temporada, nos encontramos en plena batalla entre el Bien y el Mal. Y aunqueaún no sepamos quién es quién, al final uno de ellos tendrá que imponerse.nueva revista· 127192