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Pactos secretos
Ángel Peña
Reseña del libro "Pactos Secretos" de Pedro Ugarte.
File: Pactos secretos.pdf
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Número
Referencia
Ángel Peña, “Pactos secretos,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1471.
Dublin Core
Title
Pactos secretos
Subject
Libros
Description
Reseña del libro "Pactos Secretos" de Pedro Ugarte.
Creator
Ángel Peña
Source
Nueva Revista 067 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
PACTOS SECRETOS Pedro Ugarte Anagrama, Barcelona, 1999, 167 páginas Iidad o la monotonía. Algo así como Pedro Ugarte ha hecho un pacto con la ballena de Jonás, pero sin final Bilbao. La ciudad le ha proporcionafeliz: por alguna razón los autores, do la materia narrativa necesaria para como los personajes, son incapaces consolidarse en el escogido grupo de de encontrar un salida. novelistas españoles de Anagrama, la mayoría con más calidad que nombre. En Pactos secretos, Ugarte sigue A cambio, reclama para sí el protagolos cánones de esta tradición para nismo absoluto de una reina gris, contar la historia de su monstruo, oscuramente atractiva. Bilbao, y echa mano del punto de vista de un perdedor en toda regla. Al aceptar este seductor trueque, Mario Nork es un hombre triste y Ugarte suma su nombre a una larga apocado; sólidamente instalado en lista de autores fascinados por el la treintena, arrastra una frustrada fenómeno de la ciudad contemporávocación literaria y multitud de nea. Especialmente desde Kafka, pequeños trabajos temporales con sobre todo en su magnífica América los que malvive. La mediocridad de (ahora rebautizada como El desparesu vida arranca de una infancia infecido), muchos ciudadanos han utililiz; la novela viaja brevemente al zado la novela para explicar su pasado para mostrar cómo fue cindesconcierto ante ese extraño e imcelando, junto a un padre hipoconparable mecanismo, ese inmenso dríaco y una madre estrafalaria, monstruo que se alimenta de la indisu actual perfil de perdedor: «Intuía vidualidad de sus habitantes. La ciuque la naturalidad, el desparpajo dad los mastica, los digiere y escupe (esas ventajas prácticas que él apenas sus cuerpos vacíos hacia la marginalo por cien millones, la miseria practicaba) eran una de esas claves habrá quedado atrás. decisivas para triunfar en la vida, una clave que se le había vedado...» Pero la ciudad no regala tan fácilEl desolado paisaje de su existenmente la felicidad. Mario Nork, acoscia está apenas poblado por su novia tumbrado a sobrevivir entre las tripas Regina, descendiente de una gran del monstruo, se siente incapaz de familia hundida en la decadencia, moverse en los círculos financieros, que ve pasar los días en una tienda de donde se resuelven los grandes negoantigüedades absolutamente improcios. Por eso deja el asunto en manos ductiva. La compasión, la necesidad del abogado Ernesto Ezcurra, un comy una ternura difícil de expresar pañero de colegio cuya mayor satisdominan su relación. Mario quiere facción consiste en contemplar, descompartir con ella una improbable de la altura de su céntrico despacho, fuga hacia una vida mejor, pero la la calle, «ese simbólico caudal de sanpersonalidad de Regina representa el gre adonde nunca querría regresar, aire fantasmal e inaccesible que la como la arena de un circo poblado de ciudad reserva a la aristocracia veniartistas pobres y desesperados». Estuda a menos: «Mario cogió sus manos. diante fracasado de Notarías, se resisEstaban tan frías que inconscientete a formar parte de una ciudadanía de mente comenzó a frotarlas. Pasó sin a pie a la que desprecia. Y lo consigue darse cuenta de la expresión de caricon voluntad, soberbia y astucia... y fio a una mecánica fricción». sin ningún escrúpulo. Pese a que «algunas negativas Sobre la operación gravita una experiencias personales habían reapoderosa amenaza: Alvaro Lopategi, firmado a Mario Nork en la creencia un viejo y cínico magnate, figura de que no hay mejor noticia que la legendaria en la industria vasca, que ausencia de noticias», la esperanza posee el resto de la propiedad del ediirrumpe con fuerza en la novela. El ficio. Las negociaciones serán duras, y padre de Mario, recientemente a Mario sólo le queda sufrir. Comparfallecido, le ha dejado en herencia te la espera con Regina y con Renato un porcentaje en la propiedad de un Navarro, un antiguo amigo, play boy gran edificio. Mario y su Regina orgulloso de su absoluta zafiedad, que amasan en continuas conversaciole adopta como una especie de mascones, de forma casi obsesiva, un sueño ta para sus trayectos por la cara más de ocho ceros: si consiguen venderhedonista y vulgar de la ciudad. Pedro Ugarte juega con los escamatizados con algo de ironía y mucho sos pero significativos personajes de ternura y compasión. cediéndoles el punto de vista, pero Todos giran alrededor de la lucha sin perder nunca la referencia central sobrehumana de Mario contra su de Mario. Los presenta y define con destino. Una confrontación que el una prosa fácil y cuidada, capaz de autor organiza sobre la cadencia demorarse en momentos concretos, fluida y despaciosa de lo inevitable: sin que caiga el ritmo de la acción, la ciudad permanece inmutable, inpara desnudar sus ambiciones, secremensamente ajena a las pequeñas tos inconfesables y traumas; el resulagonías de sus diminutos habitantes. tado es un puñado de retratos sólidos, ÁNGEL PEÑA