Nueva Revista 066 > Madera de Boj

Madera de Boj

Luis Alberto de Cuenca

Reseña del libro "Madera de boj" de Camilo José Cela.

File: Madera de Boj.pdf

Referencia

Luis Alberto de Cuenca, “Madera de Boj,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1449.

Dublin Core

Title

Madera de Boj

Subject

Libros

Description

Reseña del libro "Madera de boj" de Camilo José Cela.

Creator

Luis Alberto de Cuenca

Source

Nueva Revista 066 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

MADERA DE BOJ Camilo José Cela Madrid, Espasa Calpe, 1999 323 páginas La esperada novela de nuestro Premio Cela es un escritor excepcional, Nobel visita ya los escaparates de las pero también una persona extraorlibrerías y se introduce en las bibliotedinaria. Lo ha sido todo en esta vida cas privadas de innumerables españoy, sin embargo, guarda en el fondo de les. Que el gran Camilo José Cela su alma tanta alegre incredulidad y publique algo no sólo es noticia para tanto delicado escepticismo que no los medios de comunicación, sino puede tomarse su merecido éxito en también, y es lo más importante, para serio, porque sabe que estamos la historia de la literatura escrita en hechos de la misma materia frágil y castellano. Desde que diera a la luz quebradiza que los sueños. Para pública, en 1942, La familia de Pascual insistir en esa identificación, santiDuarte, Cela se instaló en la loggia ficada por el mago Próspero en The mayor de la prosa española contemTempest, Cela ha urdido Madera de poránea y allí sigue desde entonces, boj, su última novela. Recordemos terne en la cumbre de nuestra lengua, que el boj produce una madera muy inasequible al desaliento creativo y al dura y densa, que simboliza la capamás mínimo atisbo de descenso en su cidad de resistencia de las gentes que altísimo itinerario. Jalonan su impreviven en la Costa de la Muerte, allá sionante carrera novelas como Pabepor donde el cabo Finisterre le dice llón de reposo (1943), La colmena adiós a Europa, muy cerca de Iria (1951), San Camilo 1936 (1969) o Flavia, la tierra natal de don CamiCristo versus Arizona (1988), de inollo. No servirá dicha madera para vidable permanencia en el salón del construir vigas de hogares, pero no trono de nuestra memoria. cabe duda de que resulta muy difícil —según el propio Cela— «que se cabida en las hileras de sus versos a pudra o se resquebraje». De ese todos sus connacionales. La Costa de modo, los melancólicos subtítulos la Muerte gallega ha encontrado su que acompañan a los cuatro capítubardo en Cela, que le transmite en los de que consta la novela, ni más ni Madera de boj el Volksgeist que perdió menos que «Cuando dejamos de o que, acaso, no tuvo nunca, un jugar al rugby», «Cuando dejamos Volksgeist del que puede sentirse jusde jugar al tenis», «Cuando dejatamente orgullosa la Galicia finistemos de pescar con artes prohibidas» rrana por obra y gracia de la pluma de y «Cuando dejamos de jugar al cricuno de sus hijos más ilustres. ket», encuentran en el boj una conEnriquecen y amplían el ya de por trapartida metafórica para seguir sí riquísimo castellano del maestro luchando y conservar intactas las una larga serie de expresiones en ilusiones. gallego —incluidas jergas locales, como la hablada en la zona— y en ese En cada página de Madera de boj pintoresco inglés que sirve a los marise rinde culto a la Poesía con maneros de distintas nacionalidades yúscula, ésa que no dialoga con el para comunicarse entre sí. Todo ello vacío ni se nutre de absurdas confehace trabajar al lector, que ha de siones individuales; ésa que, en camesforzarse en el desciframiento del bio, bebe de la fuente colectiva y libro, y es precisamente ese esfuerzo desarrolla un lienzo en el que todos lo que, al final, le hará disfrutar más caben, al modo en que los viejos barde la lectura de una novela literaldos tejían sus cantares de gesta para mente acribillada de loci memorabiles. santificar a la tribu de donde procedían sus héroes, dando simbólica LUIS ALBERTO DE CUENCA